El retiro espiritual por la paz en San Rafael
En ese municipio de Antioquia se reunieron 70 personajes de la vida pública nacional, de distintos orígenes y pensamiento político, que respaldan la iniciativa ciudadana La Paz en Tus Ojos.
Especial para El Espectador
San Rafael (Antioquia), uno de los lugares más azotados por la violencia en Colombia, hoy símbolo de sostenibilidad y ecoturismo, fue el escenario escogido por un grupo de ciudadanos que durante tres días vivimos una jornada inédita y esperanzadora.
Una iniciativa ciudadana que reunió a líderes del sector público, empresarios, exintegrantes de la fuerza pública, fundaciones, excombatientes de las Farc, el Eln y grupos de autodefensas; artistas, músicos, fotógrafos; líderes sociales y ancestrales; representantes de víctimas, integrantes de la Comisión de la Verdad y otros miembros de la sociedad civil.
(Más: "Santrich" y "El Paisa" fueron expulsados de la JEP).
En intensas jornadas de reflexión personal, en silencio y alrededor de conversaciones humanas, profundamente respetuosas, con la guía de la maestra Preethaji, fundadora de la O&O Academy y quien viajó desde la India especialmente para este evento, emprendimos un trabajo personal por la sanación de heridas profundas que nos han atado a la historia de la que todos somos parte.
En un hecho único e histórico, a través de la meditación, nos reunimos en el Ashram Vanadurga alrededor de la reflexión, el crecimiento interior, la ampliación de la conciencia y la sanación. Una apuesta de conexión profunda por la paz y el respeto a la vida.
Utilizando herramientas de inteligencia y gestión emocional, este escenario permitió sembrar una semilla para contribuir, desde el interior de cada uno, a desnaturalizar la violencia como el primer paso para solucionar cualquier conflicto entre los ciudadanos. Interrumpir lo que se conoce en epidemiología de la violencia como su principal vector de transmisión, la venganza. Un encuentro para conciliar conflictos interiores y superar el pasado, sanar cicatrices y mirarse a los ojos.
Así, víctimas, testigos y enemigos de otros días, todos colombianos, compartimos dormitorios, espacios de alimentación, noches de conversación y encuentros casuales afortunados. Nos sentamos en completo silencio guiados por la voz de Preethaji, explorando la reconciliación desde una dimensión interior, abriendo las puertas al diálogo sincero y genuino, a la palabra que nace del corazón para avanzar en la construcción de un país. Una firme decisión de sostener siempre abierta la puerta del diálogo; el diálogo con argumentos, sin ataques, sin armas, dentro del marco de la legalidad y sin violencia.
(Podría interesarle: La paz, un derecho irrenunciable)
Hoy, cuando unos pocos declaran el rompimiento del compromiso con la paz y regresan a la ilegalidad y otros pierden la esperanza, queremos compartir con Colombia esta experiencia que fue como ver por un par de días el país posible, sentir la paz como una posibilidad cierta y cercana.
Compartimos esta experiencia como un llamado a la serenidad. Allí pudimos explorar la posibilidad de construir convivencia desde la diferencia, el reconocimiento del otro, el diálogo y la legalidad, con el firme propósito de mantenernos en la pregunta de cómo construir paz para evitar más generaciones guiadas por la pregunta de cómo enfrentar al enemigo.
“Algunos de los asistentes han intentado llegar a la paz con negociaciones o discusiones en las que han tratado de llegar a un consenso desde hace mucho tiempo sobre lo que debería ser. Esta experiencia fue muy diferente. No solo hablaban de paz, querían ser individuos que fueran capaces de liderar la paz. Se trata de un viaje interior: no hablamos sobre lo que harán o dejarán de hacer, nos enfocamos en lo que quieren convertirse como individuos para cumplir ese deseo. Algunos de ellos eran víctimas, otros habían sido militares, paramilitares, o eran líderes empresariales, pero todos tenían una visión para crear un país más bello en el que se pueda borrar el derramamiento de sangre que ocurrió en el pasado”: Preethaji
“La paz no es la ausencia del conflicto externo solamente. La paz tiene que venir de adentro, es la ausencia de conflictos internos. Si somos capaces de alcanzar eso, la paz externa fluirá de allá. Entre más nos sintamos conectados a los demás, seremos capaces de crear paz.
Existe una creencia de que somos seres aislados, pero la guerra, aunque se libra a nivel global y nacional, también se da a nivel individual y familiar. La paz interior es mucho más importante para poder alcanzar una paz exterior. Si quieres crear esa paz para el mundo externo, necesitas llegar a ese lugar desde una posición de calma. Llegar a ese estado hermoso es importante si se quiere llegar a la paz realmente en Colombia. No se puede crear paz desde un estado de rabia, queriendo venganza o buscando justicia social en términos de revancha por lo que ha sucedido. Si eso continúa, la rabia llevará a más rabia, aunque eso sea camuflado con el nombre de la paz. Detrás de ese camuflaje se alimentaría más odio. Es importante que dejemos ir o sanemos lo que nos ha pasado”: Preethaji.
Este es solo un encuentro más de diferentes acciones que ha emprendido la sociedad colombiana para construir paz, para construir nuestro futuro desde el corazón de cada uno. En La Paz en Tus Ojos participamos ciudadanos comprometidos con la construcción de una cultura de paz y no violencia en Colombia.
Participantes: Adriana Cómbita, Aldo Civico, Alejandro Galeano, Alejandro Mesa, Alejandro Reyes, Alicia Mejía
Andrea Jaramillo, Antonio García, Bertha Lucía Fríes, Camilo Arango, Carlos Mesa, Carlota Salazar, Catalina Cock, Catalina Escobar, Catalina Martínez, Catalina Mesa, César López, Clara Tobón, Claudia Acosta, Cristian Palacio, Cristina Mejía, David Bojanini, David Escobar, Fabiola Perdomo, Federico Ortegón, Francisco de Roux, Francisco Galán, Freddy Rendón, Fredy Jades Asprilla, Gabriel Mesa, Henry Arteaga, Jeihkko, Jesús Abad Colorado, John Fredy Asprilla, Jorge Luis Dib, Jorge Mario Aristizábal, Juan Esteban Aristizábal, Juan Esteban Hoyos, Juan Fernando Fonseca, Juan Mosquera, Juanita Naranjo, Juliana Mejía, Julio Salleg, Laura Rico, Lorena Duque, Lucía, González, Luis Alimaco Dingula, Mabel Torres, Mamo Luis Noivita, María Camila Arias, María Emilia Corream Mateo Jaca, Mayor César Maldonado, Mayor Jorge Mauricio Rodríguez, Myriam Méndez, Natalia Orozco, Nodier Giraldo, Óscar Montealegre, Oswaldo León Gómez, Oswaldo Rivera, Pastora Mira, Paula Jaramillo, Pedro Fajardo, Piti Parra, Rodrigo Londoño, Rodrigo Pérez, Santiago Bernal, Sebastián Arango, Tatiana Echavarría, Teresita Gaviria, Ubaldo Enrique Zúñiga, Violeta Bedoya, Viviana Cadavid, Xandra Uribe.
San Rafael (Antioquia), uno de los lugares más azotados por la violencia en Colombia, hoy símbolo de sostenibilidad y ecoturismo, fue el escenario escogido por un grupo de ciudadanos que durante tres días vivimos una jornada inédita y esperanzadora.
Una iniciativa ciudadana que reunió a líderes del sector público, empresarios, exintegrantes de la fuerza pública, fundaciones, excombatientes de las Farc, el Eln y grupos de autodefensas; artistas, músicos, fotógrafos; líderes sociales y ancestrales; representantes de víctimas, integrantes de la Comisión de la Verdad y otros miembros de la sociedad civil.
(Más: "Santrich" y "El Paisa" fueron expulsados de la JEP).
En intensas jornadas de reflexión personal, en silencio y alrededor de conversaciones humanas, profundamente respetuosas, con la guía de la maestra Preethaji, fundadora de la O&O Academy y quien viajó desde la India especialmente para este evento, emprendimos un trabajo personal por la sanación de heridas profundas que nos han atado a la historia de la que todos somos parte.
En un hecho único e histórico, a través de la meditación, nos reunimos en el Ashram Vanadurga alrededor de la reflexión, el crecimiento interior, la ampliación de la conciencia y la sanación. Una apuesta de conexión profunda por la paz y el respeto a la vida.
Utilizando herramientas de inteligencia y gestión emocional, este escenario permitió sembrar una semilla para contribuir, desde el interior de cada uno, a desnaturalizar la violencia como el primer paso para solucionar cualquier conflicto entre los ciudadanos. Interrumpir lo que se conoce en epidemiología de la violencia como su principal vector de transmisión, la venganza. Un encuentro para conciliar conflictos interiores y superar el pasado, sanar cicatrices y mirarse a los ojos.
Así, víctimas, testigos y enemigos de otros días, todos colombianos, compartimos dormitorios, espacios de alimentación, noches de conversación y encuentros casuales afortunados. Nos sentamos en completo silencio guiados por la voz de Preethaji, explorando la reconciliación desde una dimensión interior, abriendo las puertas al diálogo sincero y genuino, a la palabra que nace del corazón para avanzar en la construcción de un país. Una firme decisión de sostener siempre abierta la puerta del diálogo; el diálogo con argumentos, sin ataques, sin armas, dentro del marco de la legalidad y sin violencia.
(Podría interesarle: La paz, un derecho irrenunciable)
Hoy, cuando unos pocos declaran el rompimiento del compromiso con la paz y regresan a la ilegalidad y otros pierden la esperanza, queremos compartir con Colombia esta experiencia que fue como ver por un par de días el país posible, sentir la paz como una posibilidad cierta y cercana.
Compartimos esta experiencia como un llamado a la serenidad. Allí pudimos explorar la posibilidad de construir convivencia desde la diferencia, el reconocimiento del otro, el diálogo y la legalidad, con el firme propósito de mantenernos en la pregunta de cómo construir paz para evitar más generaciones guiadas por la pregunta de cómo enfrentar al enemigo.
“Algunos de los asistentes han intentado llegar a la paz con negociaciones o discusiones en las que han tratado de llegar a un consenso desde hace mucho tiempo sobre lo que debería ser. Esta experiencia fue muy diferente. No solo hablaban de paz, querían ser individuos que fueran capaces de liderar la paz. Se trata de un viaje interior: no hablamos sobre lo que harán o dejarán de hacer, nos enfocamos en lo que quieren convertirse como individuos para cumplir ese deseo. Algunos de ellos eran víctimas, otros habían sido militares, paramilitares, o eran líderes empresariales, pero todos tenían una visión para crear un país más bello en el que se pueda borrar el derramamiento de sangre que ocurrió en el pasado”: Preethaji
“La paz no es la ausencia del conflicto externo solamente. La paz tiene que venir de adentro, es la ausencia de conflictos internos. Si somos capaces de alcanzar eso, la paz externa fluirá de allá. Entre más nos sintamos conectados a los demás, seremos capaces de crear paz.
Existe una creencia de que somos seres aislados, pero la guerra, aunque se libra a nivel global y nacional, también se da a nivel individual y familiar. La paz interior es mucho más importante para poder alcanzar una paz exterior. Si quieres crear esa paz para el mundo externo, necesitas llegar a ese lugar desde una posición de calma. Llegar a ese estado hermoso es importante si se quiere llegar a la paz realmente en Colombia. No se puede crear paz desde un estado de rabia, queriendo venganza o buscando justicia social en términos de revancha por lo que ha sucedido. Si eso continúa, la rabia llevará a más rabia, aunque eso sea camuflado con el nombre de la paz. Detrás de ese camuflaje se alimentaría más odio. Es importante que dejemos ir o sanemos lo que nos ha pasado”: Preethaji.
Este es solo un encuentro más de diferentes acciones que ha emprendido la sociedad colombiana para construir paz, para construir nuestro futuro desde el corazón de cada uno. En La Paz en Tus Ojos participamos ciudadanos comprometidos con la construcción de una cultura de paz y no violencia en Colombia.
Participantes: Adriana Cómbita, Aldo Civico, Alejandro Galeano, Alejandro Mesa, Alejandro Reyes, Alicia Mejía
Andrea Jaramillo, Antonio García, Bertha Lucía Fríes, Camilo Arango, Carlos Mesa, Carlota Salazar, Catalina Cock, Catalina Escobar, Catalina Martínez, Catalina Mesa, César López, Clara Tobón, Claudia Acosta, Cristian Palacio, Cristina Mejía, David Bojanini, David Escobar, Fabiola Perdomo, Federico Ortegón, Francisco de Roux, Francisco Galán, Freddy Rendón, Fredy Jades Asprilla, Gabriel Mesa, Henry Arteaga, Jeihkko, Jesús Abad Colorado, John Fredy Asprilla, Jorge Luis Dib, Jorge Mario Aristizábal, Juan Esteban Aristizábal, Juan Esteban Hoyos, Juan Fernando Fonseca, Juan Mosquera, Juanita Naranjo, Juliana Mejía, Julio Salleg, Laura Rico, Lorena Duque, Lucía, González, Luis Alimaco Dingula, Mabel Torres, Mamo Luis Noivita, María Camila Arias, María Emilia Corream Mateo Jaca, Mayor César Maldonado, Mayor Jorge Mauricio Rodríguez, Myriam Méndez, Natalia Orozco, Nodier Giraldo, Óscar Montealegre, Oswaldo León Gómez, Oswaldo Rivera, Pastora Mira, Paula Jaramillo, Pedro Fajardo, Piti Parra, Rodrigo Londoño, Rodrigo Pérez, Santiago Bernal, Sebastián Arango, Tatiana Echavarría, Teresita Gaviria, Ubaldo Enrique Zúñiga, Violeta Bedoya, Viviana Cadavid, Xandra Uribe.