El ritmo de implementación del Acuerdo de paz disminuyó en los últimos meses: Instituto Kroc
En su tercer informe sobre seguimiento a lo pactado en La Habana, la entidad revela que el 31% de los compromisos acordados no ha iniciado su proceso de implementación. Dice que la principal preocupación siguen siendo las garantías de seguridad para líderes sociales y destaca que el sistema de justicia transicional esté en marcha y en proceso de despliegue territorial.
Colombia2020/ @EEColombia2020
Tras dos años y cuatro meses desde la firma del Acuerdo Final de La Habana entre el Gobierno y las Farc, casi el 70% de los compromisos pactados están en marcha. Aunque el nivel de lo avanzado es alto, lo cierto es que el ritmo de implementación ha venido disminuyendo en los últimos meses.
Así lo demuestra el tercer informe de seguimiento a lo acordado, elaborado por el Instituto Kroc, entidad designada por el Acuerdo para identificar los avances y las dificultades en el proceso de implementación. Tras dos entregas, el instituto presentó este martes el primer monitoreo desde que Iván Duque asumió la Presidencia.
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En su conjunto, el documento es un llamado a acelerar el ritmo de implementación en los temas sustantivos que tengan repercusiones en la calidad de vida de quienes viven en las regiones más afectadas por el conflicto armado.
El informe revela que de las 578 disposiciones incluidas en el Acuerdo Final, 400 han iniciado su implementación. Sin embargo, no todas con el mismo nivel de avance. De esas, el 23% (133) ya se implementó completamente, el 12% (69) está en fase intermedia y el 34% (194) va en fase mínima. Eso quiere decir que el 69% de lo pactado en La Habana está en marcha pese a las dificultades.
Ahora bien, es importante resaltar que lo avanzado desde el informe pasado, presentado en agosto de 2018 con información a 31 de mayo de ese año, es mínimo pues ya entonces el Kroc registraba el 61% de los compromisos en proceso de implementación. Es decir, desde junio del año pasado hasta febrero de este año (fecha de vigencia del tercer informe) sólo se avanzó en un 8%, 47 compromisos.
Lea también: Preocupaciones de Naciones Unidas por el Acuerdo de Paz
La baja en el ritmo de implementación coincide con la llegada de Iván Duque a la Presidencia. Mientras durante 2017 y el primer semestre de 2018 la puesta en marcha de los compromisos pactados avanzó continuamente de un mes a otro, desde julio el ritmo se estabilizó y es poco lo que se avanza mes tras mes.
Borja Paladini, representante en Colombia del Instituto Kroc, explica que es normal que el ritmo haya bajado básicamente por dos razones. Por un lado, “era de esperarse que durante los primeros dos años luego de la firma del Acuerdo los avances se dieran más rápido pues se está poniendo en marcha todo lo acordado, pero de ahora en adelante se espera que todo se de más lento”.
Por otro lado, explica Paladini, con el cambio de gobierno en el país cambiaron prácticamente todos los funcionarios que estaban a cargo de las entidades involucradas en la implementación del Acuerdo por tanto ese “freno” en el proceso es propio de la fase de empalme.
Las principales preocupaciones
La principal alerta sigue estando, como en los dos primeros informes, sobre las garantías de seguridad y protección a líderes sociales, comunidades en riesgo humanitario y excombatientes de las Farc. Según explica el informe, el riesgo se da por la presencia de actores armados ilegales en las zonas de implementación del Acuerdo.Le puede interesar: Humberto de la Calle: “No me arrepiento de una sola coma de lo que acordamos”
Para alcanzar esas garantías, dice el documento, es necesario fortalecer los mecanismos estipulados en el acuerdo para tal fin, entre ellos la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad – que ya va en marcha – y el Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política (SISEP), que no ha iniciado su implementación.
En segundo lugar, el informe resalta la necesidad de acelerar el ritmo en las reformas estructurales, principalmente en lo referente al primer punto del Acuerdo, el de la Reforma Rural Integral, cuyas disposiciones se deben sentir en los territorios más afectados por la violencia. Dentro de este punto, el informe resalta la importancia de implementar los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), ejecutados en los 170 municipios priorizados por haber vivido de manera especial el impacto del conflicto armado. De igual manera, resalta el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS), para que las comunidades campesinas puedan dar el paso a economías legales.
“El reto ahora es que la gente en los territorios sienta la paz. Ya hay grandes avances en arquitectura institucional que permiten poner en marcha los aspectos sustantivos, los que realmente mejoran la calidad de vida de quienes viven en las regiones más afectadas por la violencia. Hay que construir sobre lo construido”, señala Paladini.
Logros de la implementación
Los avances más destacados de lo implementado hasta ahora están en el tercer punto del Acuerdo, el del fin del conflicto, y en el sexto, el de los mecanismos de implementación, verificación y refrendación. Según el Kroc, el principal logro es el fin del conflicto armado entre el Gobierno y las Farc, así como la transformación de esa guerrilla en partido político que participa de la política nacional.“Estudios comparados de otros procesos de paz demuestran que no retornar al conflicto armado durante los primeros dos años tras la firma del acuerdo es un hito importante que augura buenas posibilidades de éxito”, señala el documento.
De la mano del fin del conflicto, la implementación ha avanzado considerablemente en los mecanismos de verificación, monitoreo y acompañamiento internacional, fundamentales según el instituto para que no se retorne al conflicto armado. Es el caso, por ejemplo, de la Misión de Verificación de Naciones Unidas que acompaña todos los espacios de reincorporación en el territorio nacional.
Especial mención hace el informe de todo lo referente a la justicia transicional. “Es importante destacar que en menos de dos años están en funcionamiento, a nivel nacional y avanzando en su despliegue territorial, los tres mecanismos de justicia transicional: la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV) y la Unidad para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado (UBPD)".
Según Paladini, este modelo de justicia transicional es prácticamente el primero en el mundo que efectivamente garantiza justicia, verdad y reparación pues lo que suele suceder en otros países es que se termina sacrificando una a cambio de otra. “En Colombia los responsables de graves delitos que digan la verdad pasan por un proceso de justicia que les da penas alternativas y garantiza la reparación a las víctimas, y eso es completamente innovador”.
Tras este balance sobre la implementación de lo acordado en La Habana, Paladini sostiente que el discurso de "hacer trizas la paz", promovido, por ejemplo, desde el Centro Democrático (partido de Gobierno) no se ha materializado. Finalmente, la implementación ha sido "persistente y resiliente" y se han mantenido los principales espacios de encuentro entre representantes del partido FARC y el Gobierno Nacional.
Tras dos años y cuatro meses desde la firma del Acuerdo Final de La Habana entre el Gobierno y las Farc, casi el 70% de los compromisos pactados están en marcha. Aunque el nivel de lo avanzado es alto, lo cierto es que el ritmo de implementación ha venido disminuyendo en los últimos meses.
Así lo demuestra el tercer informe de seguimiento a lo acordado, elaborado por el Instituto Kroc, entidad designada por el Acuerdo para identificar los avances y las dificultades en el proceso de implementación. Tras dos entregas, el instituto presentó este martes el primer monitoreo desde que Iván Duque asumió la Presidencia.
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En su conjunto, el documento es un llamado a acelerar el ritmo de implementación en los temas sustantivos que tengan repercusiones en la calidad de vida de quienes viven en las regiones más afectadas por el conflicto armado.
El informe revela que de las 578 disposiciones incluidas en el Acuerdo Final, 400 han iniciado su implementación. Sin embargo, no todas con el mismo nivel de avance. De esas, el 23% (133) ya se implementó completamente, el 12% (69) está en fase intermedia y el 34% (194) va en fase mínima. Eso quiere decir que el 69% de lo pactado en La Habana está en marcha pese a las dificultades.
Ahora bien, es importante resaltar que lo avanzado desde el informe pasado, presentado en agosto de 2018 con información a 31 de mayo de ese año, es mínimo pues ya entonces el Kroc registraba el 61% de los compromisos en proceso de implementación. Es decir, desde junio del año pasado hasta febrero de este año (fecha de vigencia del tercer informe) sólo se avanzó en un 8%, 47 compromisos.
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La baja en el ritmo de implementación coincide con la llegada de Iván Duque a la Presidencia. Mientras durante 2017 y el primer semestre de 2018 la puesta en marcha de los compromisos pactados avanzó continuamente de un mes a otro, desde julio el ritmo se estabilizó y es poco lo que se avanza mes tras mes.
Borja Paladini, representante en Colombia del Instituto Kroc, explica que es normal que el ritmo haya bajado básicamente por dos razones. Por un lado, “era de esperarse que durante los primeros dos años luego de la firma del Acuerdo los avances se dieran más rápido pues se está poniendo en marcha todo lo acordado, pero de ahora en adelante se espera que todo se de más lento”.
Por otro lado, explica Paladini, con el cambio de gobierno en el país cambiaron prácticamente todos los funcionarios que estaban a cargo de las entidades involucradas en la implementación del Acuerdo por tanto ese “freno” en el proceso es propio de la fase de empalme.
Las principales preocupaciones
La principal alerta sigue estando, como en los dos primeros informes, sobre las garantías de seguridad y protección a líderes sociales, comunidades en riesgo humanitario y excombatientes de las Farc. Según explica el informe, el riesgo se da por la presencia de actores armados ilegales en las zonas de implementación del Acuerdo.Le puede interesar: Humberto de la Calle: “No me arrepiento de una sola coma de lo que acordamos”
Para alcanzar esas garantías, dice el documento, es necesario fortalecer los mecanismos estipulados en el acuerdo para tal fin, entre ellos la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad – que ya va en marcha – y el Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política (SISEP), que no ha iniciado su implementación.
En segundo lugar, el informe resalta la necesidad de acelerar el ritmo en las reformas estructurales, principalmente en lo referente al primer punto del Acuerdo, el de la Reforma Rural Integral, cuyas disposiciones se deben sentir en los territorios más afectados por la violencia. Dentro de este punto, el informe resalta la importancia de implementar los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), ejecutados en los 170 municipios priorizados por haber vivido de manera especial el impacto del conflicto armado. De igual manera, resalta el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS), para que las comunidades campesinas puedan dar el paso a economías legales.
“El reto ahora es que la gente en los territorios sienta la paz. Ya hay grandes avances en arquitectura institucional que permiten poner en marcha los aspectos sustantivos, los que realmente mejoran la calidad de vida de quienes viven en las regiones más afectadas por la violencia. Hay que construir sobre lo construido”, señala Paladini.
Logros de la implementación
Los avances más destacados de lo implementado hasta ahora están en el tercer punto del Acuerdo, el del fin del conflicto, y en el sexto, el de los mecanismos de implementación, verificación y refrendación. Según el Kroc, el principal logro es el fin del conflicto armado entre el Gobierno y las Farc, así como la transformación de esa guerrilla en partido político que participa de la política nacional.“Estudios comparados de otros procesos de paz demuestran que no retornar al conflicto armado durante los primeros dos años tras la firma del acuerdo es un hito importante que augura buenas posibilidades de éxito”, señala el documento.
De la mano del fin del conflicto, la implementación ha avanzado considerablemente en los mecanismos de verificación, monitoreo y acompañamiento internacional, fundamentales según el instituto para que no se retorne al conflicto armado. Es el caso, por ejemplo, de la Misión de Verificación de Naciones Unidas que acompaña todos los espacios de reincorporación en el territorio nacional.
Especial mención hace el informe de todo lo referente a la justicia transicional. “Es importante destacar que en menos de dos años están en funcionamiento, a nivel nacional y avanzando en su despliegue territorial, los tres mecanismos de justicia transicional: la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV) y la Unidad para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado (UBPD)".
Según Paladini, este modelo de justicia transicional es prácticamente el primero en el mundo que efectivamente garantiza justicia, verdad y reparación pues lo que suele suceder en otros países es que se termina sacrificando una a cambio de otra. “En Colombia los responsables de graves delitos que digan la verdad pasan por un proceso de justicia que les da penas alternativas y garantiza la reparación a las víctimas, y eso es completamente innovador”.
Tras este balance sobre la implementación de lo acordado en La Habana, Paladini sostiente que el discurso de "hacer trizas la paz", promovido, por ejemplo, desde el Centro Democrático (partido de Gobierno) no se ha materializado. Finalmente, la implementación ha sido "persistente y resiliente" y se han mantenido los principales espacios de encuentro entre representantes del partido FARC y el Gobierno Nacional.