Cuatro mentiras que se dijeron contra las 16 curules de paz
Las elecciones de este 13 de marzo son las primeras en la historia de Colombia en las que se elegirán representantes de víctimas del conflicto armado para el Congreso de la República. Estas elecciones no se inventaron de la noche a la mañana, las curules no son para las antiguas Farc o partidos de izquierda, no todo el mundo puede ser candidato y no gana, en teoría, el que más plata tenga.
1. Estas elecciones fueron un invento de la noche a la mañana y sólo sirven para desangrar las finanzas del Estado
Error. El camino para consolidar las curules de paz fue largo en materia legislativa y judicial. Fueron pactadas en el Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el Estado colombiano y las antiguas Farc y estaba pensado que las elecciones especiales para estas curules iniciaran en 2018. Sin embargo, en 2017, el proyecto de acto legislativo que las creaba se hundió en el Congreso.
Luego de otro intento fallido más en esa corporación durante 2018, quienes la impulsaban acudieron al mecanismo de la tutela para intentar revivirlas. Fue en mayo de 2021 cuando finalmente la Corte Constitucional se pronunció sobre la tutela que había interpuesto el senador Roy Barreras y revivió las 16 curules de paz.
Como consecuencia, en agosto de 2021 el Congreso emitió el acto legislativo 02 de 2021 y en octubre el presidente Iván Duque firmó el decreto 1207 que reglamentó esas curules. Los gastos entran en las finanzas de lo estipulado por el Acuerdo de Paz y los anticipos para cada candidato fueron responsabilidad del Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
Especial multimedia: Curules de paz, las víctimas llegan al Congreso
2. Las curules de paz están diseñadas para favorecer a los partidos de izquierda
Estas curules no están financiadas ni auspiciadas por ningún partido político en Colombia y está estipulado en el Acto Legislativo 02 de 2021 que no se podrán establecer alianzas de ningún tipo. No existe la posibilidad de que un partido pueda competir con uno o más candidatos por estos cupos especiales. Por eso los únicos avalados para inscribir candidatos son las organizaciones sociales en los territorios, independientemente de su orientación ideológica o del grupo armado que los afectó en algún momento de la guerra.
Es más, para aquellos que todavía piensen que estas curules de paz son un espacio adicional para tener a los excombatientes de las Farc en política, ese acto legislativo hizo una prohibición explícita: “los partidos y movimientos políticos que cuentan con representación en el Congreso de la República o con personería jurídica, incluido el partido o movimiento político que surja del tránsito de las Farc-EP a la actividad política legal, no podrán inscribir listas ni candidatos para estas circunscripciones”.
Le recomendamos: Siete cosas que debe saber sobre las 16 curules de paz
3. Cualquier persona en una zona rural puede ser candidato o candidata
Falso. Primero, estas curules solo se votarán en las zonas rurales de los 167 municipios más afectados por el conflicto armado, agrupados en 16 subregiones. Y segundo, los aspirantes a una curul de paz tienen que cumplir con los siguientes requisitos:
- Ser víctima del conflicto armado, con registro en la Unidad para las Víctimas.
- Haber nacido o vivido en el territorio de la circunscripción como mínimo desde hace tres años.
- Si el candidato fue desplazado (como lo fueron más de 8,3 millones de personas durante el conflicto armado) y quiso retornar a su territorio para ser candidato, debió haber nacido o vivido en esa zona al menos tres años consecutivos en cualquier época de su vida.
- Los candidatos solo podían ser inscritos por organizaciones de víctimas, campesinos o sociales, incluyendo grupos de mujeres.
- No haberse postulado a ningún cargo público en los últimos cinco años.
- No se pueden presentar quienes fueron miembros de un grupo armado en los últimos 20 años. Los excombatientes de cualquier grupo (incluyendo las extintas Farc) no pueden ser candidatos.
Le puede interesar: Curules de paz: el reto para las víctimas de hacer política en el Congreso
4. Gana el que más plata tenga
Este es un punto polémico y Colombia+20 lo ha venido investigando durante los últimos tres meses. En el papel se estableció que el Consejo Nacional Electoral y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público iban a financiar las campañas de las curules de paz mediante anticipos y había un monto de $7.000 millones destinados para ello, pero dichos dineros no fueron desembolsados a los aspirantes.
Por otra parte, el acto legislativo 02 de 2021 estableció que no se permitirían aportes privados directos a campañas de las curules de paz. Los particulares podrían contribuir a la financiación de esas campañas a través de donaciones hechas al Fondo Nacional de Partidos y Campañas Electorales, desde donde se repartirían a todos los candidatos, pero eso tampoco ocurrió.
Pese a ello, durante la contienda se vieron en distintas circunscripciones campañas pomposas y con largo alcance, que evidenciaban un fuerte patrocinio detrás. No fueron pocos los casos en que se denunciaron los vínculos de los candidatos a curules de paz con clanes políticos tradicionales y caciques electorales en esas regiones. Por eso, candidatos de organizaciones de víctimas denunciaron constantemente que la competencia no estaba siendo en igualdad de condiciones.
Fue tal el repudio a esa situación - sumado a la falta de garantías de seguridad - que, por ejemplo, en la circunscripción número 12 (Cesar, La Guajira y Magdalena) casi 20 candidatos a la curul de paz terminaron renunciando cuatro días antes de las elecciones.
1. Estas elecciones fueron un invento de la noche a la mañana y sólo sirven para desangrar las finanzas del Estado
Error. El camino para consolidar las curules de paz fue largo en materia legislativa y judicial. Fueron pactadas en el Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el Estado colombiano y las antiguas Farc y estaba pensado que las elecciones especiales para estas curules iniciaran en 2018. Sin embargo, en 2017, el proyecto de acto legislativo que las creaba se hundió en el Congreso.
Luego de otro intento fallido más en esa corporación durante 2018, quienes la impulsaban acudieron al mecanismo de la tutela para intentar revivirlas. Fue en mayo de 2021 cuando finalmente la Corte Constitucional se pronunció sobre la tutela que había interpuesto el senador Roy Barreras y revivió las 16 curules de paz.
Como consecuencia, en agosto de 2021 el Congreso emitió el acto legislativo 02 de 2021 y en octubre el presidente Iván Duque firmó el decreto 1207 que reglamentó esas curules. Los gastos entran en las finanzas de lo estipulado por el Acuerdo de Paz y los anticipos para cada candidato fueron responsabilidad del Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
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2. Las curules de paz están diseñadas para favorecer a los partidos de izquierda
Estas curules no están financiadas ni auspiciadas por ningún partido político en Colombia y está estipulado en el Acto Legislativo 02 de 2021 que no se podrán establecer alianzas de ningún tipo. No existe la posibilidad de que un partido pueda competir con uno o más candidatos por estos cupos especiales. Por eso los únicos avalados para inscribir candidatos son las organizaciones sociales en los territorios, independientemente de su orientación ideológica o del grupo armado que los afectó en algún momento de la guerra.
Es más, para aquellos que todavía piensen que estas curules de paz son un espacio adicional para tener a los excombatientes de las Farc en política, ese acto legislativo hizo una prohibición explícita: “los partidos y movimientos políticos que cuentan con representación en el Congreso de la República o con personería jurídica, incluido el partido o movimiento político que surja del tránsito de las Farc-EP a la actividad política legal, no podrán inscribir listas ni candidatos para estas circunscripciones”.
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3. Cualquier persona en una zona rural puede ser candidato o candidata
Falso. Primero, estas curules solo se votarán en las zonas rurales de los 167 municipios más afectados por el conflicto armado, agrupados en 16 subregiones. Y segundo, los aspirantes a una curul de paz tienen que cumplir con los siguientes requisitos:
- Ser víctima del conflicto armado, con registro en la Unidad para las Víctimas.
- Haber nacido o vivido en el territorio de la circunscripción como mínimo desde hace tres años.
- Si el candidato fue desplazado (como lo fueron más de 8,3 millones de personas durante el conflicto armado) y quiso retornar a su territorio para ser candidato, debió haber nacido o vivido en esa zona al menos tres años consecutivos en cualquier época de su vida.
- Los candidatos solo podían ser inscritos por organizaciones de víctimas, campesinos o sociales, incluyendo grupos de mujeres.
- No haberse postulado a ningún cargo público en los últimos cinco años.
- No se pueden presentar quienes fueron miembros de un grupo armado en los últimos 20 años. Los excombatientes de cualquier grupo (incluyendo las extintas Farc) no pueden ser candidatos.
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4. Gana el que más plata tenga
Este es un punto polémico y Colombia+20 lo ha venido investigando durante los últimos tres meses. En el papel se estableció que el Consejo Nacional Electoral y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público iban a financiar las campañas de las curules de paz mediante anticipos y había un monto de $7.000 millones destinados para ello, pero dichos dineros no fueron desembolsados a los aspirantes.
Por otra parte, el acto legislativo 02 de 2021 estableció que no se permitirían aportes privados directos a campañas de las curules de paz. Los particulares podrían contribuir a la financiación de esas campañas a través de donaciones hechas al Fondo Nacional de Partidos y Campañas Electorales, desde donde se repartirían a todos los candidatos, pero eso tampoco ocurrió.
Pese a ello, durante la contienda se vieron en distintas circunscripciones campañas pomposas y con largo alcance, que evidenciaban un fuerte patrocinio detrás. No fueron pocos los casos en que se denunciaron los vínculos de los candidatos a curules de paz con clanes políticos tradicionales y caciques electorales en esas regiones. Por eso, candidatos de organizaciones de víctimas denunciaron constantemente que la competencia no estaba siendo en igualdad de condiciones.
Fue tal el repudio a esa situación - sumado a la falta de garantías de seguridad - que, por ejemplo, en la circunscripción número 12 (Cesar, La Guajira y Magdalena) casi 20 candidatos a la curul de paz terminaron renunciando cuatro días antes de las elecciones.