26 de febrero de 2023 - 12:07 p. m.
La lucha por la libertad de los militares y policías secuestrados por las Farc
Madres, esposas, hermanas, familiares de los uniformados que sobrevivieron a los más feroces ataques de las Farc y a los vejámenes del cautiverio se asociaron para conseguir pruebas de supervivencia y presionar por su libertad. Así fue el papel de Asfamipaz para llegar hasta las jaulas en las que la guerrilla tenía a sus seres queridos.
Inspiradas en las Madres de Plaza de Mayo de Argentina, las mujeres de Asfamipaz hicieron plantones todos los martes en la Plaza de Bolívar para llamar la atención sobre la situación de los uniformados secuestrados.
Herminzo Ruiz
Niños y niñas, familiares de los policías y militares secuestrados acompañaron las manifestaciones de los adultos. Crecieron enviando mensajes por la radio o escuchando la voz de sus padres en esporádicos videos que recibían de la guerrilla.
Herminzo Ruiz
Marleny Orjuela Manjarrés ha sido la lideresa más visible de Asfamipaz. Su tenacidad y valentía hizo que decenas de mujeres se organizaran para presionar por la liberación de los miembros de la fuerza pública secuestrados.
Herminzo Ruiz
Integrantes de Asfamipaz se tomaron la iglesia del 20 de julio y la Catedral Primada de Bogotá, para llamar la atención del gobierno sobre la urgencia de llegar a un acuerdo con las Farc para la liberación de sus seres queridos.
Archivo El Espectador
La movilización de familias enteras fue una de las características de Asfamipaz. Además de tomarse las calles, las iglesias y dependencias oficiales, iban de madrugada a las emisoras de cobertura nacional para enviar mensajes a sus seres queridos.
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En 2001 se concretó un acuerdo humanitario que hizo posible la liberación de casi 300 policías y militares. Pero decenas de oficiales y suboficiales siguieron en poder de las Farc durante varios años más.
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En varios buses y después de superar un trayecto de 18 horas, varias familias llegaron a San Vicente del Caguán en enero de 1999 para asistir a la instalación de los diálogos entre el gobierno de Andrés Pastrana y la guerrilla de las Farc.
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Fueron varios los viajes que las familias hicieron a Los Pozos, inspección de San Vicente del Caguán, donde funcionó la sede de los diálogos, para conseguir pruebas de supervivencia y presionar la libertad de sus seres queridos.
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Un grupo de mujeres de Asfamipaz en el parque de San Vicente del Caguán, donde acamparon. Los habitantes del municipio las apoyaron con comida y alojamiento, mientras el Gobierno de Andrés Pastrana y las Farc iniciaban el proceso de paz.
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Momentos antes de ser liberados en cumplimiento del acuerdo humanitario, decenas de policías y militares quemaron las ropas que vistieron durante años de secuestro en un campamento en la Macarena, Meta. Las mujeres de Asfamipaz los acompañaron en su camino a la libertad.
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Marleny Orjuela y Luz Amparo Rico en diálogo con el máximo jefe de las Farc, Manuel Marulanda, y el alto comisionado para la paz, Camilo Gómez Alzate en uno de las “cárceles” donde permanecían cautivos policías y militares antes de su liberación.
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