Excombatientes de las Farc y policías remando juntos
Eso ocurrió en el campeonato nacional de rafting, celebrado en las aguas del río Pato, en San Vicente del Caguán. Las bondades del Acuerdo de Paz. Testimonios.
Thomas Blanco Lineros - @thomblalin
La apología a los orígenes más puros del rafting. Al final de la Guerra Fría, en tiempos en los que el planeta estaba partido en dos visiones de mundo: el capitalismo y el comunismo, apareció Jib Ellison, un modesto estudiante que aspiraba con encontrar una tesis que le diera luz verde para graduarse por fin de su carrera de ciencias políticas en California. Se le ocurrió una idea brillante: tener montados en el mismo bote a rusos y estadounidenses remando juntos, en una actividad en la que el trabajo en equipo es vital para la propia supervivencia. A pesar de las diferencias.
Ellison le escribió una carta al gobierno ruso, aunque era escéptico con obtener una respuesta. Se le hizo el milagro: el hombre que destapó el sobre fue Mikhail Kolchevnikov, un alto funcionario del deporte en Rusia, quien había sido uno de los pioneros de la disciplina en Siberia. Misha, como se le conocía, se puso en contacto con el estadounidense y así nació el proyecto RAFT: Russians and Americans for Teamwork, que se traduce como “rusos y estadounidenses por el trabajo en equipo”. Y de allí viene la palabra rafting.
Los atletas estadounidenses y rusos se quitaron las máscaras y crearon un lazo muy fuerte. El proyecto tuvo un éxito rotundo, razón por la cual nació hace 24 años la Federación Internacional de Rafting (ITF), que hoy reúne países de todo el planeta.
(Lea: Exguerrilleros, guías de rafting por el río Pato)
Eso mismo ocurrió el pasado fin de semana en Colombia en el Campeonato Nacional de Rafting, que esta vez tuvo un epicentro especial: Miravalle, en San Vicente del Caguán. En un río que antes era una retaguardia estratégica de las Farc y cuyas aguas guardan muchas historias de sangre: El Pato. Hoy esas mismas sostienen un nuevo condimento: la paz, porque policías y excombatientes, antiguos enemigos, armaron un equipo y compitieron juntos. Las bondades del Acuerdo de Paz.
“No puedo explicar lo simbólico que es tener a excombatientes y a la Fuerza Pública remando juntos con la comunidad organizando un evento como este”. apuntó Mauricio Artiñano, integrante de la Misión de Verificación de la Organización de las Naciones Unidas.
El excombatiente Hermides Linares conformó un equipo con dos policías. Mientras cuatro más compusieron otro en la categoría abierta de hombres y terminaron en un meritorio cuarto puesto, por detrás de tres escuadras de San Gil, la región donde esta disciplina es potencia. Lady Lorena Leiva, también excombatiente, fue parte del único equipo de mujeres, que logró clasificarse al Mundial de Rafting. El café del evento fue producido por exmilitantes de las Farc, también las medallas, que fueron elaboradas con madera reutilizada por un colectivo llamado Artesanos por la Paz.
(Pódcast: Duberney, el exguerrillero que competirá en mundial de rafting de Australia)
Militares, policías y excombatientes trabajando juntos, algo alegórico por el pasado cercano. Y la coyuntura, pues Remando por la Paz está compuesto por cinco excombatientes que pertenecieron a la columna Teófilo Forero, liderada por Hernán Darío Velásquez, más conocido como el Paisa, de quien no se conoce su paradero debido a que la Jurisdicción Especial para la Paz ordenó su captura y quien junto a Jesús Santrich e Iván Márquez anunció su retorno a la lucha armada. “Ese día de casualidad teníamos una reunión en Alcaldía para organizar el Campeonato y el video no afectó de ninguna manera los preparativos ni el compromiso del equipo. Dijeron: 'Seguimos firmes'. De hecho esa tarde los muchachos hicieron un video reafirmando su compromiso con la paz, que ha sido visto más de 140.000 veces en redes sociales”, agregó Artiñano.
En su proceso de reincorporación, estos excombatientes crearon la sociedad civil Caguán Expeditions, un operador turístico en San Vicente del Caguán, en Caquetá, con el propósito de fomentar el turismo a través del rafting. Una delegación que viene de competir en el Mundial de Tully, Australia, liderada por el excombatiente Hermides Linares.
—Hermides, ¿usted cree en las segundas oportunidades?
-Hermano, la verdad es que esta no es la segunda, es la primera. De demostrar de lo que somos capaces y de que si tenemos apoyo, podemos salir adelante.
El lado humano de la guerra, el que no siempre ha sido revisado por la historia. Muchos piensan que esta es la segunda oportunidad que les da la vida. La verdad, es que puede ser la primera. Y no la quieren desaprovechar.
Thomas Blanco Lineros- @thomblalin
tblanco@elespectador.com
***
Estos excombatientes están nominados al premio Juego Limpio Guillermo Cano del Deportista del Año de El Espectador y Movistar, que como es costumbre destacará en el podio las categorías Mayores y Juvenil, Técnico, Dirigente, Equipo, Revelación y Vida y Obra. Usted podrá ser parte de esta elección votando por su deportista favorito, ingresando a nuestra página de internet (http://deportistaee.elespectador.com/) o diligenciando un cupón que sale publicado en el impreso. No necesariamente el más votado por internet será el Deportista del Año. Los lectores forman parte del jurado, junto con la sección de Deportes de El Espectador. El favorito en la web recibirá un premio aparte.
La apología a los orígenes más puros del rafting. Al final de la Guerra Fría, en tiempos en los que el planeta estaba partido en dos visiones de mundo: el capitalismo y el comunismo, apareció Jib Ellison, un modesto estudiante que aspiraba con encontrar una tesis que le diera luz verde para graduarse por fin de su carrera de ciencias políticas en California. Se le ocurrió una idea brillante: tener montados en el mismo bote a rusos y estadounidenses remando juntos, en una actividad en la que el trabajo en equipo es vital para la propia supervivencia. A pesar de las diferencias.
Ellison le escribió una carta al gobierno ruso, aunque era escéptico con obtener una respuesta. Se le hizo el milagro: el hombre que destapó el sobre fue Mikhail Kolchevnikov, un alto funcionario del deporte en Rusia, quien había sido uno de los pioneros de la disciplina en Siberia. Misha, como se le conocía, se puso en contacto con el estadounidense y así nació el proyecto RAFT: Russians and Americans for Teamwork, que se traduce como “rusos y estadounidenses por el trabajo en equipo”. Y de allí viene la palabra rafting.
Los atletas estadounidenses y rusos se quitaron las máscaras y crearon un lazo muy fuerte. El proyecto tuvo un éxito rotundo, razón por la cual nació hace 24 años la Federación Internacional de Rafting (ITF), que hoy reúne países de todo el planeta.
(Lea: Exguerrilleros, guías de rafting por el río Pato)
Eso mismo ocurrió el pasado fin de semana en Colombia en el Campeonato Nacional de Rafting, que esta vez tuvo un epicentro especial: Miravalle, en San Vicente del Caguán. En un río que antes era una retaguardia estratégica de las Farc y cuyas aguas guardan muchas historias de sangre: El Pato. Hoy esas mismas sostienen un nuevo condimento: la paz, porque policías y excombatientes, antiguos enemigos, armaron un equipo y compitieron juntos. Las bondades del Acuerdo de Paz.
“No puedo explicar lo simbólico que es tener a excombatientes y a la Fuerza Pública remando juntos con la comunidad organizando un evento como este”. apuntó Mauricio Artiñano, integrante de la Misión de Verificación de la Organización de las Naciones Unidas.
El excombatiente Hermides Linares conformó un equipo con dos policías. Mientras cuatro más compusieron otro en la categoría abierta de hombres y terminaron en un meritorio cuarto puesto, por detrás de tres escuadras de San Gil, la región donde esta disciplina es potencia. Lady Lorena Leiva, también excombatiente, fue parte del único equipo de mujeres, que logró clasificarse al Mundial de Rafting. El café del evento fue producido por exmilitantes de las Farc, también las medallas, que fueron elaboradas con madera reutilizada por un colectivo llamado Artesanos por la Paz.
(Pódcast: Duberney, el exguerrillero que competirá en mundial de rafting de Australia)
Militares, policías y excombatientes trabajando juntos, algo alegórico por el pasado cercano. Y la coyuntura, pues Remando por la Paz está compuesto por cinco excombatientes que pertenecieron a la columna Teófilo Forero, liderada por Hernán Darío Velásquez, más conocido como el Paisa, de quien no se conoce su paradero debido a que la Jurisdicción Especial para la Paz ordenó su captura y quien junto a Jesús Santrich e Iván Márquez anunció su retorno a la lucha armada. “Ese día de casualidad teníamos una reunión en Alcaldía para organizar el Campeonato y el video no afectó de ninguna manera los preparativos ni el compromiso del equipo. Dijeron: 'Seguimos firmes'. De hecho esa tarde los muchachos hicieron un video reafirmando su compromiso con la paz, que ha sido visto más de 140.000 veces en redes sociales”, agregó Artiñano.
En su proceso de reincorporación, estos excombatientes crearon la sociedad civil Caguán Expeditions, un operador turístico en San Vicente del Caguán, en Caquetá, con el propósito de fomentar el turismo a través del rafting. Una delegación que viene de competir en el Mundial de Tully, Australia, liderada por el excombatiente Hermides Linares.
—Hermides, ¿usted cree en las segundas oportunidades?
-Hermano, la verdad es que esta no es la segunda, es la primera. De demostrar de lo que somos capaces y de que si tenemos apoyo, podemos salir adelante.
El lado humano de la guerra, el que no siempre ha sido revisado por la historia. Muchos piensan que esta es la segunda oportunidad que les da la vida. La verdad, es que puede ser la primera. Y no la quieren desaprovechar.
Thomas Blanco Lineros- @thomblalin
tblanco@elespectador.com
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Estos excombatientes están nominados al premio Juego Limpio Guillermo Cano del Deportista del Año de El Espectador y Movistar, que como es costumbre destacará en el podio las categorías Mayores y Juvenil, Técnico, Dirigente, Equipo, Revelación y Vida y Obra. Usted podrá ser parte de esta elección votando por su deportista favorito, ingresando a nuestra página de internet (http://deportistaee.elespectador.com/) o diligenciando un cupón que sale publicado en el impreso. No necesariamente el más votado por internet será el Deportista del Año. Los lectores forman parte del jurado, junto con la sección de Deportes de El Espectador. El favorito en la web recibirá un premio aparte.