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“Nosotras nos encargamos de hacer memoria a través del arte. A nuestros familiares les pusieron las botas al revés y ahora decidimos intervenir 30 pares para que las vea el país”. Con ímpetu y esa frase, la organización Madres de Falsos Positivos de Colombia (Mafapo) dio a conocer su proyecto “Mujeres con las botas bien puestas”, una exposición que lanzará el próximo 8 de marzo en la plaza de Bolívar de Bogotá.
Con ingenio, recordación y un amor profundo por los seres queridos que perdieron en la guerra a manos del Estado, este colectivo se unió con artistas plásticos de todo el país y con la Fundación “Rinconesarte”, con quienes armó un espacio artístico que busca ser itinerante en distintas plazas públicas a nivel nacional.
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Los colores, diseños y mensajes abundan en estas botas pantaneras intervenidas. Hay alusiones a las 6.402 personas asesinadas en las campañas de ejecuciones de civiles inocentes a manos de la Fuerza Pública, confirmadas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en 2021. También hay diseños con titulares de noticias pegados, referentes al flagelo de los “falsos positivos”, siluetas de las personas que fueron blanco de esos crímenes, huellas de manos, botas adornadas con flores, entre otras ideas plasmadas en caucho.
El legado del “6.402″
Cuando la JEP le dijo al país, el 12 de febrero de 2021 que, entre 2002 y 2008, el Ejército presentó ilegítimamente como bajas en combate 6.402 asesinatos, una de las primeras ideas que tuvo Mafapo fue la de mover masas para que Colombia nunca olvidara esa cifra.
Inicialmente, buscaron reunir a 6.402 jóvenes que se ordenaran en fila por el centro de Bogotá, pasando por el tramo peatonal de la carrera Séptima y que portaran botas pantaneras al revés. Luego, la idea era que sonara un sonido emulando el de un fusil y que los muchachos cayeran al suelo. Esa idea no prosperó por diferentes motivos, pero la recordación de las botas siguió ahí.
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Jacqueline Castillo, vocera de Mafapo, le dijo a Colombia+20 que ahora con “Mujeres con las botas bien puestas” buscan que personas de todo el territorio nacional donen sus botas nuevas o usadas para que algún día logren tener los 6.402 pares de este calzado.
“Seguimos luchando para que en algún momento tengamos todas esas botas. Seguimos trabajando con la memoria a través del arte”, añadió la lideresa.
Esta exposición será uno de los momentos más especiales dentro de la conmemoración del Día de la Mujer. El espacio que tendrá Mafapo fue avalado por la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación del Distrito de Bogotá, con quien los diálogos logísticos para la toma artística comenzaron desde hace un par de meses.
“Rinconesarte” ha sido un grupo indispensable para que este proyecto tenga vida. Ya estuvieron presentes en la convocatoria “Botatón artística”, mediante la cual invitaron a artistas de todo el país a participar en el proyecto de las botas con Mafapo e hicieron partícipes de esta tarea de memoria histórica a reconocidos colectivos de arte plástico en el noroccidente colombiano, como Mooma y Atenea.
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Esta no es la primera vez que Mafapo saca a lucir memorias de sus familiares asesinados por medio del arte; todo lo contrario. Desde hace más de 12 años, el colectivo ha mostrado en museos y espacios nacionales e internacionales telares hechos en conjunto con las Tejedoras de Mampuján, murales en honor a sus hijos y recriminando a quienes se creen fueron los altos mandos militares en dar la orden de matar a los suyos, a lo que se suman películas, documentales, obras de teatro e intervenciones en audiencias de la JEP (dentro del subcaso Catatumbo).
De hecho, su pedido de verdad y reparación caló tanto en el Sistema Integral para la Paz, que la Comisión de la Verdad reiteró en su Informe Final que por labores como la de Mafapo se podía afirmar irrevocablemente que los “falsos positivos” fueron crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad; decisión y producto de financiación de estructuras institucionales del Estado colombiano y ejecutadas por el Ejército; asesinatos en los que las víctimas de este flagelo pertenecieron a sectores socialmente vulnerables; y fenómeno presente desde la década de 1980.
Si bien la organización Mafapo se estructuró legalmente en el año 2010, fue en 2008 cuando este grupo de mujeres comenzaron a enviar sus mensajes de justicia y reparación por sus muertos. En este 2023 cumplirán 15 años de funcionamiento y el legado que quieren dejar es como el del primer día: “Nuestra vida es una batalla contra el olvido”.