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Este martes en el parque de Soacha, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV) llevó a cabo el ‘Encuentro por la Verdad: Reconocimiento de responsabilidades sobre las ejecuciones extrajudiciales en Bogotá y Soacha’ con presencia de Madres de los Falsos Positivos de Soacha - Mafapo, una organización creada en 2010 que agrupa a las madres y familiares de 19 personas asesinadas extrajudicialmente por agentes del Estado (14 en Soacha y cinco en Bogotá). También estuvieron el sargento (r) del Ejército Nacional Sandro Mauricio Pérez Contreras, oficial del Batallón de Infantería No 15 General Francisco de Paula Santander –BISAN- Norte de Santander; el teniente coronel (r) del Ejército Naciona, Gabriel de Jesús Rincón Amado y el general retirado Paulino Coronado Gámez, quienes reconocieron su responsabilidad en los hechos.
En contexto: Altos mandos civiles y militares sí sabían de los “falsos positivos”, dice informe
El encuentro se realizó dos semanas después de la audiencia de reconocimiento de responsabilidades citada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en Ocaña, Norte de Santander. Allí, once responsables, incluidos los tres militares que estarán en el Encuentro por la Verdad en Soacha, reconocieron frente a las víctimas, haber creado una estructura militar que asesinó a jóvenes inocentes para mejorar las estadísticas frente a la institución.
El acto público de reconocimiento fue el último de este tipo que llevó a cabo la CEV antes de la entrega de su Informe Final, el próximo 28 de junio. Justamente sobre ese documento se refirió el comisionado Alejandro Valencia, quien en su intervención adelantó diez “afirmaciones de verdad” que aparecerán en ese informe.
Valencia afirmó que estos resultados estuvieron basándose en cuenta 1.042 entrevistas a víctimas, 178 a comparecientes y 402 a expertos y testigos y otros actores que aportan información y contexto sobre los hechos. También se tuvieron en cuenta 320 informes presentados por víctimas y organizaciones civiles.
Las diez afirmaciones de verdad fueron las siguientes:
1. Las ejecuciones extrajudiciales fueron un crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad que se incentivaron desde el mismo gobierno e implementados por las fuerzas militares.
2. Fue una estructura institucional la que permitió y creó el modus operandi de esta práctica. Si bien no estaban escritas en las normas, fueron de hecho practicadas por la institución.
3. El principal responsable fue el Ejército, pero hubo otros actores estatales y no estatales que participaron en el entramado criminal que se requirió para encubrir y posibilitar esta práctica, entre ellos el Gaula, la Armada, y otros civiles.
4. Las víctimas eran personas de sectores vulnerables, se consideraban prescindibles para la sociedad o habitantes de zonas con una alta estigmatización por la presencia de las guerrillas.
5. El modus operandi trajo como consecuencia acciones fraudulentas en las que participaron efectivos de todos los rangos de la Fuerza Pública.
6. Se usaron fondos del Estado para financiar esta práctica criminal, incluyendo transacciones con grupos paramilitares.
7. Estos hechos han ocurrido desde los años 80. Fue una dinámica que atentó contra la base civil de las guerrillas.
8. Hubo denuncias, incluso de organismos internacionales como el gobierno de Estados Unidos, de que la práctica criminal de ‘body count’ (conteo de cuerpos) podría estar sucediendo en Colombia. Estas advertencias fueron ignoradas, y derivaron, efectivamente, en la muerte de personas inocentes para hacer pasadas por bajas en combate.
9. Hubo coordinación constante entre la Fuerza Pública y estructuras paramilitares entre 2002 y 2006. Los paramilitares entregaban cuerpos de víctimas al Ejército, para que fueran presentadas como combatientes de las guerrillas.
10. Según la JEP, hubo 6402 víctimas entre 2002 y 2008, pero es una cifra preliminar que puede tener variaciones en el futuro. Se estima que hay un alto subregistro en el conteo de víctimas.
Además: ¿Qué pasó en la audiencia de reconocimiento de la JEP por ‘falsos positivos’?
El encuentro de este martes es el resultado de dos años de trabajo con la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV), las madres de 19 víctimas de ejecuciones extrajudiciales o ´falsos positivos´.
Participar en espacios como la audiencia de la JEP, hacen parte de las responsabilidades de quienes se han sometido al Sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición (SIVJR), creado por el Acuerdo de Paz, que busca que las víctimas sean reparadas en espacios de justicia transicional, con acciones de reparación simbólica y de reconocimiento de la verdad.
Aquí puede ver el seguimiento en vivo que Colombia+20 hizo de este encuentro.
Padre Francisco de Roux y Cecilia Arenas cerraron el Encuentro por la Verdad
“Que ustedes estén aquí presentes es muy importante para nosotros y para toda Colombia”, dijo el Padre de Roux a Sandro Mauricio Pérez Contreras, Gabriel de Jesús Rincón Amado y a Paulino Coronado Gámez, que tuvo que salir del encuentro por un problema de salud. También, saludó el coraje de las madres, y resaltó la transformación que han tenido en su disposición para la escucha, e incluso para perdonar a los responsables de los asesinatos y desapariciones de sus hijos.
También agradeció a todo el equipo de la Comisión de la Verdad en este, el último Encuentro por la Verdad que realiza esta institución antes de presentar su Informe Final el 28 de junio. El presidente de la CEV también ratificó la importancia de los 10 puntos sobre la verdad de los ‘falsos positivos’ que presentó el comisionado Alejandro Valencia durante el evento. El Padre de Roux, como hicieron sus pares en la JEP y la UBPD, también habló de la importancia de que las víctimas sigan siendo el centro de los esfuerzos de reparación y reconciliación en el país, e invitó a toda la sociedad a no desistir en la búsqueda de la paz, citando la letra de la canción de Andrea Echeverry: “Todos somos hijitos, hermanos de Caín, refresquemos la memoria para que no se vuelva a repetir”.
El cierre del evento estuvo a cargo de Cecilia Arenas, hermana de Mario Alexander Arenas, asesinado el 21 de enero de 2008. “Admiro y respeto a estos señores militares”, dijo Cecilia agradeciendo a la CEV, a los comparecientes y los asistentes por su participación en el esclarecimiento de la verdad sobre la vida de los jóvenes que fueron asesinados en Ocaña.
“Un minuto de reconciliación tiene más mérito que toda una vida de amistad”, agregó Cecilia, quién también reconoció que el camino a la paz, como las integrantes de Mafapo han demostrado, no es fácil. Sin embargo, le pidió al país, a los dirigentes locales y nacionales y a las víctimas, que sigan en esta lucha. Cecilia cerró el evento aceptando el perdón de los militares y pidiéndoles perdón a ellos también por haberles juzgado sin darles la oportunidad de defenderse.
Las instituciones del SIVJR reiteran la importancia de la verdad
Ariel Sánchez, representante de la JEP, explicó la importancia de la verdad en los procesos de justicia transicional: “reconocer es restaurar”, dijo en su intervención. El SIVJR trabaja de forma articulada para reparar a las víctimas del conflicto armado. Sánchez también habló de la importancia de que espacios como el del 26 y 27 de abril en Ocaña, cuando once responsables de ejecuciones extrajudiciales reconocieron su responsabilidad en esta estructura ilegal.
La directora de la Unidad de búsqueda de personas dadas por desaparecidas (UBPD), Luz Marina Monzón, también intervino en el Encuentro por la Verdad, y habló de la relación entre las ejecuciones extrajudiciales y el universo de personas desaparecidas en Colombia. Todavía, afirmó Monzón, hay muchas víctimas de ‘falsos positivos’ que no han sido denunciadas y cuyas familias aún no tienen conocimiento sobre su paradero. Además, Monzón invitó a los comparecientes y a la sociedad civil a seguir entregando información que pueda ser relevante en la búsqueda de las personas dadas por desaparecidas.
En medio de estas intervenciones, se presentó también un mensaje en video de una de las madres de un joven de 16 años asesinado en Ocaña que tuvo que exiliarse en Suecia por las amenazas e intimidaciones sufridas por ella y su familia. Tras el video, que mostraba las pertenencias de su hijo, que la acompaña en su nuevo hogar, en Europa, el comisionado Carlos Beristain habló del drama de las familias que además de haber sufrido por la muerte de sus jóvenes familiares, han tenido que padecer constantes revictimizaciones hasta el punto de tener que desplazarse dentro y fuera del territorio nacional.
Los organismos de verificación y control también intervinieron en el Encuentro por la Verdad. Roberto Menéndez, Jefe de la Misión de la Mapp- OEA, reconoció la dignidad de las madres, su lucha por sus hijos y por la comunidad en Soacha que hoy las rodeaba en el parque central. Al finalizar su intervención, Menéndez dejó el siguiente mensaje: “Colombia, basta de polarización. Basta de violencia. "
Actos culturales y simbólicos en el Encuentro por la Verdad
Las integrantes de Mafapo visten una camiseta blanca con una leyenda azul: Dime la verdá (sic) Sus intervenciones, durante la sección testimonial del Encuentro por la Verdad, reiteraban su pedido para que los victimarios les digan toda la verdad de lo sucedido con sus hijos, qué mandos tenían conocimiento, quiénes dieron las ordenes para las ejecuciones, y dónde están los cuerpos de algunos jóvenes que aún se encuentran desaparecidos.
Además, por medio de poemas, canciones y otros actos simbólicos, los participantes honraron la memoria y la dignidad de las víctimas. La primera intervención ha hizo la cantante Diana Ángel, que interpretó una canción en honor a las madres de los ‘falsos positivos’. Además, en la misma plaza en la que a veces trabajaba su hijo vendiendo helados, Flor Hilda Hernández, de Mafapo, leyó un poema que ella le escribió a su hijo, y luego uno que él le había escrito a ella hace 16 años para el día de la madre.
Flor Hilda, además entregó a los tres agentes del Estado presentes en el acto de reconocimiento, una esquela en la que se leía: “El que encubre sus pecados no prosperará, más el que los confiesa, alcanzará misericordia”. Además de darles las gracias por su valentía al reconocer su responsabilidad, les pidió que dijeran toda la verdad sobre la responsabilidad de los altos mandos que habrían tenido conocimiento sobre las dinámicas criminales que resultaron en el asesinato de su hijo y otros jóvenes.
Andrea Echeverry, cantautora y también vocalista de la banda Aterciopelados, también interpretó la canción “Mamitas” que compuso para un documental de Alexandra Cardona, y que dedicó precisamente a las madres de los ‘falsos positivos’ en Soacha.
Intervención de las madres de Mafapo y militares
El ‘Encuentro por la Verdad: Reconocimiento de responsabilidades sobre las ejecuciones extrajudiciales en Bogotá y Soacha’ inició sobre las nueve de la mañana con la intervención de Cecilia Arenas, hermana de Mario Alexander Arenas, asesinado el 21 de enero de 2008. “Nosotros no vamos a ser enemigos”, dijo la integrantes de Mafapo a los agentes del Estado, responsables por el asesinato y desaparición de sus hijos en una de las 3 reuniones privadas que sostuvieron antes del Encuentro por la Verdad. También se organizaron 18 encuentros preparatorios para que las madres pudieran hablar y hacerles preguntas a sus victimarios.
En estos encuentros, según se registró en un video presentado en la apertura del encuentro, los responsables pidieron perdón a las madres, y se comprometieron con las víctimas para que se siga conociendo la verdad de lo ocurrido con los ‘falsos positivos’ en Soacha. Algunos también hablaron de los difíciles procesos que tuvieron que sobrellevar sus familias cuando conocieron la verdad sobre su participación en estos hechos
“Estamos aquí, victimas y victimarios presentes para mostrar que la paz de Colombia es posible”, dijo otra de las mujeres que hacen parte de Mafapo que, desde el escenario, sosteniendo fotografías con los rostros de sus hijos, invitaron a subir también a los tres militares presentes en el Encuentro por la Verdad. Las madres reiteraron que su anhelo es que estos espacios dignifiquen la memoria de sus hijos y su propia lucha por la verdad. Una a una se presentaron y nombraron a sus hijos, repitiendo, una vez más, que no eran guerrilleros, que no murieron en un combate, sino que fueron asesinados por el integrantes del Ejército.
Las mujeres, aún desde el escenario, les dieron la palabra a Sandro Mauricio Pérez Contreras, Gabriel de Jesús Rincón Amado y Paulino Coronado Gámez, tres de los responsables del asesinato de sus hijos para hacerlos pasar como bajas en combate. Los militares, que integraron en su momento la Brigada 15 móvil del Ejército, con flores en sus manos, una vez más reconocieron su responsabilidad en sus hechos y reconocieron públicamente que las víctimas eran jóvenes inocentes y que sus acciones afectaron no solo su buen nombre y el de sus familias, sino también el de la comunidad de los habitantes de Soacha.