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El próximo 6 de septiembre se darán a conocer los ganadores de la edición número 12 del Premio Nacional de los Derechos Humanos en Colombia, ceremonia que se realizará en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá y que se transmitirá por la página web y las redes sociales de Colombia+20 de El Espectador.
Para esta edición, el premio se ha enfocado en la búsqueda de la paz, la justicia, la equidad y el respeto por la dignidad humana que han realizado los y las defensoras de derechos humanos en todo el país. “Este premio reconoce los logros y sacrificios de aquellos que han liderado diferentes iniciativas en defensa de los derechos humanos”, señalan la Act Iglesia Sueca y Diakonia, organización de ese mismo país, creadores del premio.
Los finalistas de este premio, que cuenta con el apoyo de la Embajada de Suecia, fueron escogidos por un equipo de jurados conformado por un equipo de periodistas, académicos y defensores de derechos humanos de Colombia, Paraguay, Uruguay, Estados Unidos, Suiza, Reino Unido, Alemania y Suecia.
Finalistas a defensor o defensora del año:
Eduin Mauricio Capaz Lectamo: Pertenece al pueblo Nasa, fue Consejero Mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC). En su labor como defensor de derechos humanos se encuentra luchar contra el reclutamiento forzado; gestionar el cumplimiento de los planes de vida mandatados por las comunidades para sus resguardos, y reclamar justicia por los constantes ataques y asesinatos de guardias indígenas, autoridades tradicionales y comuneros.
Jani Rita Silva de Rengifo: Defensora que ha dedicado su vida a las causas del campesinado, la protección del medio ambiente y la defensa de los derechos humanos. Actualmente es representante legal de la Asociación de Desarrollo Integral Sostenible Perla Amazónica (ADISPA), organización de la Zona de Reserva Campesina del Putumayo. Su trabajo se remonta a 1984, impulsando procesos participativos en diferentes espacios de organización de las comunidades rurales del municipio de Puerto Asís.
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Elizabeth Moreno Barco: Lideresa de la subregión del San Juan, sur del departamento del Chocó. Es la primera mujer en ser Representante Legal y la primera en ser reelegida en el Consejo Comunitario General del San Juan (ACADESAN) el segundo más grande de todo el país. Desde su lugar como lideresa, no ha vacilado en denunciar ante escenarios locales, nacionales e internacionales, las graves violaciones de derechos humanos que padecen las comunidades negras del Chocó. Su visión ha sido fundamental para comprender las dinámicas de violencia que padecen sus pobladores. Actualmente es la coordinadora del Foro Interétnico Solidaridad Chocó.
Finalista a experiencia o proceso colectivo/ proceso social comunitario del año:
Mesa del Movimiento Social de Mujeres y Feministas de Cartagena y Bolívar: Plataforma política conformada en 2006 e integrada por 18 organizaciones feministas y de mujeres, quienes luchan contra la opresión heteropatriarcal, racista y clasista que producen violencias estructurales en el departamento de Bolívar, Caribe colombiano. Su labor la desarrollan a través de estrategias de educación popular y debates de ciudad; movilización social; e incidencia política. Una de sus principales líneas de trabajo se centra en el derecho a una vida libre de violencias.
Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano (CONPA): Desde el 2015, esta organización viene realizando una labor de articulación de 13 organizaciones que representan al pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero. Desde el derecho propio y el carácter autónomo de los pueblos étnicos, el CONPA es una instancia autónoma de diálogo político para exigir el derecho a la paz del pueblo afrocolombiano, con un alto nivel de incidencia e interlocución en diseño de políticas públicas que promueven la construcción de paz desde un enfoque colectivo y étnico-racial.
Unidad Indígena del Pueblo Awá (UNIPA): Esta organización fue creada el 6 de junio de 1990 con el objetivo de proteger los derechos del pueblo Awá y de su territorio ancestral en los municipios de Tumaco, Barbacoas, Samaniego, Roberto Payán y Ricaurte, departamento de Nariño, cuyas comunidades viven en permanente situación de vulnerabilidad en medio del conflicto armado. Pese a las dificultades, la UNIPA se ha dedicado a realizar procesos de fortalecimiento en derechos humanos, mecanismos de autoprotección a través de la Guardia Indígena y prevención de accidentes por minas antipersonal y municiones sin explotar.
Finalistas de experiencia o proceso colectivo/ colectivo u ONG acompañante del año:
Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra: Organización que representa sectores campesinos, indígenas, estudiantiles, obreros y movimientos cívico-populares del departamento de Arauca. Con una trayectoria de 27 años en la defensa, promoción y formación en derechos humanos, derechos civiles y políticos, y en Derecho Internacional Humanitario. Gestiona la implementación de medidas de protección para el liderazgo social y acompaña a víctimas de judicializaciones y a familiares de víctimas de ejecuciones extrajudiciales.
Fundación Centro de Investigación y Educación Popular / Programa por la Paz (CINEP/PPP): Fundada el 30 de mayo de 1972 por la Compañía de Jesús en Colombia con el fin de ofrecer explicaciones a la pobreza y al atraso económico del país, y diseñar procesos de acompañamiento, educación e incidencia para contribuir a la justicia social. Con un marcado enfoque en la defensa de los derechos humanos, su punto de partida fueron los derechos sociales, civiles y políticos, puesto que sus investigadores “veían que las élites frenaban las reformas sociales a través de la violencia política, de la violación de los derechos humanos”.
Corporación Sisma Mujer: Este colectivo se fundó en 1998 con el objetivo de transformar las causas estructurales de la discriminación y los obstáculos que impiden un pleno y efectivo goce de los derechos humanos de las mujeres en Colombia. En sus 25 años de historia, con su carácter feminista, ha aportado a la consolidación del movimiento de mujeres, trabajando con víctimas de violencias y discriminación en razón al género, en ámbitos privados, públicos y del conflicto armado.
Finalistas al reconocimiento “A toda una vida”:
Flor Múnera: El activismo de esta enfermera de profesión se centra en la defensa de personas privadas de la libertad por motivos políticos y la criminalización de la protesta social en el Tolima. La trayectoria de Flor se remonta a 1969, cuando, a sus 18 años, se integró al Sindicato de Trabajadores de la Salud (ANTHOC). Hace parte del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos (CSPP), dónde acompaña a organizaciones que han sido víctimas de la violencia sociopolítica en Colombia y a personas privadas de la libertad por motivos políticos, entre quienes se encuentran líderes sindicales, campesinos, indígenas y estudiantes injustamente judicializados.
Doria Yanette Bautista Montañez: Abogada y directora de la Fundación Nydia Erika Bautista. Se convirtió en defensora de derechos humanos en 1987, tras la desaparición forzada de su hermana a manos de miembros del Ejército Nacional y en honor a ella bautizó la organización que dirige. Ese doloroso hecho la llevó, como ella mismo lo dice, a “dejar sus tacones y el trabajo de secretaria” para convertirse en una activista de tiempo completo por la defensa de los derechos humanos, en particular de las víctimas de desaparición forzada y violaciones a los derechos humanos. Esta lideresa ha trabajado incansablemente por la búsqueda de verdad y justicia en los más de 500 casos que representa a través de su organización.
Gloria Luz Gómez Cortés: Es hermana de Leonardo Gómez Cortes, detenido desaparecido el 14 de noviembre de 1983, y Luis Miguel Gómez Cortés, detenido desaparecido el 17 de diciembre de 1988. Gloria es defensora de derechos humanos y una de las fundadoras de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (ASFADDES). Con más de 40 años de experiencia en el trabajo con víctimas y sobrevivientes de la desaparición forzada. Ella a pesar de las adversidades, utilizó el dolor y la incertidumbre que producen esos crímenes para luchar contra ellos. Por esa razón, ha dedicado más de 40 años de su vida a esa causa.