Estos son los ganadores del premio Constructores de País de Colombia+20
Colombia+20, de El Espectador, galardonó a los docentes y a las instituciones educativas públicas y privadas que construyen país a través de distintos proyectos pedagógicos ambientales y sociales.
Este miércoles 7 de septiembre se llevó a cabo la ceremonia de premiación de la sexta edición de “Constructores de país”, un galardón que entrega Colombia+20, de El Espectador, en alianza con las embajadas de Alemania, el Reino de los Países Bajos y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el apoyo de la Universidad Javeriana. El premio destaca y condecora a instituciones educativas que, por medio de iniciativas de docentes y estudiantes, construyen paz dentro de su comunidad.
La ceremonia, que se desarrolló en el marco de la Semana por la Paz, exaltó la labor de 14 iniciativas en tres categorías: Docentes constructores de paz e Instituciones educativas públicas y privadas (por separado) por su aporte a la construcción de país.
Fidel Cano, director de El Espectador, fue el encargado de dar apertura al evento con un mensaje en el que habló de la importancia de aportar a la construcción de paz a través de la academia. “Pensando en la posible futura Colombia en paz tenemos claro el papel que la pedagogía cumple en el cambio cultural y mental que requiere una sociedad que ha vivido inmersa en la violencia durante toda su vida”.
También intervinieron Ricardo Mauricio Delgado, director de la Unidad de Posgrados de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Javeriana; Klaus Botzetl, ministro consejero y encargado de negocios de la Embajada de Alemania en Colombia; Caroline Ramaekers, encargada de negocios de la Embajada del Reino de los Países Bajos, y Elva Lucía Daza, gerente de Mercadeo Relacional de El Espectador.
Aquí puede repetir la transmisión del evento
Cada ganador obtuvo una beca del 100 % para cursar una maestría en la Facultad de Educación de la Universidad Javeriana. Quienes ocuparon el segundo lugar recibieron una beca para cursar una especialización en esa misma dependencia de la universidad. A ambos ganadores también se les entregaron 30 cupos para que la institución educativa donde trabajan pueda cursar el taller “Maestro para la paz”, dirigido a los docentes.
La docente constructora de paz
La ganadora en esta categoría fue Jimena Paola Guerrero Estupiñán, profesora del Técnico Industrial Julio Flórez (Chiquinquirá, Boyacá). Su proyecto es el “Laboratorio creativo MegaPixel”, una iniciativa estudiantil que promueve la investigación, la innovación y el uso de las TIC para que los jóvenes solucionen necesidades reales de sus comunidades a través del diseño gráfico. “Lo que quiero es que los jóvenes se den cuenta de que vale la pena apostarles a las industrias creativas. A través de dibujos podemos contribuir a una Colombia más bonita”, dijo.
La docente y diseñadora gráfica explicó que este laboratorio, que es extracurricular, pretende involucrar a los niños, las niñas y los jóvenes en actividades creativas que aportan soluciones a problemáticas como el bullying, el sexting, la drogadicción o la situación de riesgo de los líderes sociales del departamento. “Cada uno de ellos llega en condiciones muy distintas. Muchos han sido víctimas del conflicto armado, y la idea es que puedan ir construyendo un proyecto de vida a través del dibujo, el video, el arte y las nuevas tecnologías”, explicó la ganadora.
El “Laboratorio creativo MegaPixel”, creado en 2016, igual ha participado del Festival Escolar Audiovisual de Paz de Chiquinquirá, en el que han expuesto piezas audiovisuales pedagógicas sobre las problemáticas sociales del territorio. Durante la pandemia siguieron trabajando en la virtualidad con 15 estudiantes y, ahora, hay 45 estudiantes activos de todos los grados de la institución, tanto de zonas rurales como urbanas. “Pensé que les estaba cambiando la vida a mis estudiantes, pero ellos me la cambiaron a mí”, comentó.
El segundo lugar se lo llevó Hernán Darío Domínguez Insignares, profesor de la Institución Educativa San José, ubicada en Curumaní (Cesar). Su proyecto “Conectados2″ pretende formar estudiantes de grado 11° en habilidades comunicativas y nuevos formatos audiovisuales para gestar espacios de construcción de paz.
Los otros tres finalistas, quienes también recibieron un reconocimiento, fueron Natalia Isabel Sandoval Carrillo, del Liceo Colombia Ibagué, a través del proyecto “Abya Yala ciencias sociales por un buen vivir”; Sandra Patricia Mora Ortiz, de la Fundación Fútbol y Paz Construyendo País en Bogotá, y Ayda Celina Ruiz Ojeda, del Colegio Juan Pablo II de Villavicencio, a través del programa “Estrategias pedagógicas para la resolución de conflictos sin violencia”.
La institución educativa en Cundinamarca que construye país
La Institución Educativa Rural Departamental El Naranjal - sede del Colegio de Pápatas, en Topaipí (Cundinamarca), ocupó el primer lugar en la categoría Instituciones educativas públicas por su iniciativa “Tomando conciencia, bebiendo vida”. Jénnifer Carolina Rico, una de las voceras, explicó que la iniciativa “parte de las necesidades que tenemos en el contexto rural, que busca formar la educación ambiental a los jóvenes y padres de familia”.
Según Jénnifer, la mayoría de estudiantes de la institución son campesinos víctimas del conflicto armado, además de tener un alto índice de pobreza extrema. “La idea era poder darles herramientas para fomentar el trabajo agropecuario en sus territorios, y el propósito mayor es mostrarles que pueden tener un proyecto de vida en Topaipí, que no necesitan salir del municipio”, afirmó la vocera.
El proyecto galardonado tiene como fin incorporar temáticas ambientales en el plan de estudios de los estudiantes desde preescolar hasta grado 11°. Sin embargo, señalan que también fortalecen otros ámbitos sociales a través de iniciativas pedagógicas y de memoria que buscan reivindicar al campesinado. “Queremos que nuestros estudiantes se reconozcan como rurales, pero que no lo vean como un atraso o un rezago, sino como una opción valiosa de vida”.
El proyecto ha beneficiado no solo a estudiantes del casco urbano, sino también de zonas rurales como las veredas Montealegre y Pisco Chiquito. Actualmente hay 204 estudiantes vinculados en el proyecto, el cual tiene seis líneas de investigación: defensores del agua, ecoescuela, reciclaje y manejo de residuos, lombricultivo, vivero y jardinería, y huerta escolar. “Con este programa queremos hacerle frente a la deserción escolar, porque queremos que comprendan que el territorio rural que habitan tiene muchas oportunidades desde la multifuncionalidad del suelo”, dijo Jénnifer Rico.
Vea en fotos: ganadores del premio Constructores de País de Colombia+20
El segundo lugar en esta categoría fue para el Colegio Ciudad Chengdú, en Bogotá. Esta institución educativa, ubicada en la localidad de Usme, tiene un alto porcentaje de estudiantes afrocolombianos de diversas regiones del país, algunos que llegaron desplazados de otras regiones de Colombia, por eso se enfocan en la implementación de iniciativas y cátedras étnicas, además de actividades de memoria y construcción de paz.
Los otros finalistas de esta categoría fueron la Institución Educativa Comercial de Envigado, a través del proyecto “S.O.S. Inventos”; la Escuela Normal Superior de Manizales, con el programa “Aula del Sol”, y la Institución Educativa Distrital Colombia Viva por el proyecto de convivencia en Bogotá.
Un laboratorio que educa y comunica
El primer lugar en la categoría Instituciones educativas privadas fue para el Colegio Colsubsidio Norte de Bogotá por su proyecto “Laboratorio educomunicativo Voces”, una iniciativa de investigación que busca transformar la vida de los estudiantes de la localidad de Usaquén. Álvaro José Torres Galeano, profesor de ciencias sociales, quien recibió el galardón, contó que este proyecto nació con la finalidad de empoderar a los estudiantes y entender sus realidades sociales.
El laboratorio busca enseñar a los estudiantes, especialmente de grados 10° y 11°, diferentes habilidades comunicativas para difundir reflexiones y soluciones a las problemáticas sociales de cada uno. “Lo que hemos buscado es resignificar la escuela como territorio educativo para la paz y la convivencia, entonces en ese espacio ponemos temas como las coyunturas históricas que atraviesa el país, promovemos diálogos interculturales, la memoria histórica y la resolución pacífica de conflictos”.
“Tenemos que mirar cómo podemos impactar positivamente la salud mental y emocional de los estudiantes”
El docente Torres señaló que proyectan abarcar otro tipo de temáticas distintas a las de memoria, participación, ciudadanía y política y poder hacer pedagogía sobre salud mental, como una problemática que se ha venido agudizando desde el comienzo de la pandemia. “Tenemos que mirar cómo podemos impactar positivamente la salud mental y emocional de los estudiantes”.
En tiempos en los que el país comienza a hablar de justicia restaurativa para sancionar a los máximos responsables del conflicto armado, el profesor Torres mencionó que otra de sus proyecciones será abarcar el tema de justicia escolar restaurativa como una alternativa y un pilar de paz y convivencia.
En los cuatro años que lleva funcionando el laboratorio han podido impactar a más de 120 estudiantes. Actualmente hay 70 jóvenes vinculados.
El segundo lugar en esta categoría fue para el Colegio Mayor Primeros Maestros (Funpes) con su iniciativa “Ecosistema Kolibrí”, que busca cerrar la brecha digital y tecnológica, además de brindar herramientas en nuevas tecnologías para capacitar a los jóvenes y presentarles alternativas digitales a distintas problemáticas sociales. Los otros nominados fueron el Instituto Alberto Merani en Bogotá, con el proyecto “Cüidarium”, un espacio para el cuidado emocional, y el Gimnasio Los Ángeles, a través de su programa “Participaz”, ambos en Bogotá.
El apoyo de la comunidad internacional
Klaus Botzet, Ministro Consejero y Encargado de Negocios de la Embajada de Alemania en Colombia habló sobre el valor que tienen las instituciones educativas. “La paz y el medio ambiente aportan a la construcción de país y de sociedad”, aseguró. Botzet también agregó en su intervención que los entornos educacitvos: “Son los encargados de potenciar hacia el futuro los fundamentos del cambio”.
Caroline Ramaekers, encargada de Negocios, de la embajada del Reino de los Países Bajos se refirió a la audiencia en la entrega del premio y aseguró que es importante abrirle espacio a estas iniciativas . “Permitir escuchar estas voces es muy importante para la paz duradera. Para eso también se necesita gente creativa como la que hay aquí, gente con muy buenas ideas que piensen fuera de la caja”.
Este miércoles 7 de septiembre se llevó a cabo la ceremonia de premiación de la sexta edición de “Constructores de país”, un galardón que entrega Colombia+20, de El Espectador, en alianza con las embajadas de Alemania, el Reino de los Países Bajos y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el apoyo de la Universidad Javeriana. El premio destaca y condecora a instituciones educativas que, por medio de iniciativas de docentes y estudiantes, construyen paz dentro de su comunidad.
La ceremonia, que se desarrolló en el marco de la Semana por la Paz, exaltó la labor de 14 iniciativas en tres categorías: Docentes constructores de paz e Instituciones educativas públicas y privadas (por separado) por su aporte a la construcción de país.
Fidel Cano, director de El Espectador, fue el encargado de dar apertura al evento con un mensaje en el que habló de la importancia de aportar a la construcción de paz a través de la academia. “Pensando en la posible futura Colombia en paz tenemos claro el papel que la pedagogía cumple en el cambio cultural y mental que requiere una sociedad que ha vivido inmersa en la violencia durante toda su vida”.
También intervinieron Ricardo Mauricio Delgado, director de la Unidad de Posgrados de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Javeriana; Klaus Botzetl, ministro consejero y encargado de negocios de la Embajada de Alemania en Colombia; Caroline Ramaekers, encargada de negocios de la Embajada del Reino de los Países Bajos, y Elva Lucía Daza, gerente de Mercadeo Relacional de El Espectador.
Aquí puede repetir la transmisión del evento
Cada ganador obtuvo una beca del 100 % para cursar una maestría en la Facultad de Educación de la Universidad Javeriana. Quienes ocuparon el segundo lugar recibieron una beca para cursar una especialización en esa misma dependencia de la universidad. A ambos ganadores también se les entregaron 30 cupos para que la institución educativa donde trabajan pueda cursar el taller “Maestro para la paz”, dirigido a los docentes.
La docente constructora de paz
La ganadora en esta categoría fue Jimena Paola Guerrero Estupiñán, profesora del Técnico Industrial Julio Flórez (Chiquinquirá, Boyacá). Su proyecto es el “Laboratorio creativo MegaPixel”, una iniciativa estudiantil que promueve la investigación, la innovación y el uso de las TIC para que los jóvenes solucionen necesidades reales de sus comunidades a través del diseño gráfico. “Lo que quiero es que los jóvenes se den cuenta de que vale la pena apostarles a las industrias creativas. A través de dibujos podemos contribuir a una Colombia más bonita”, dijo.
La docente y diseñadora gráfica explicó que este laboratorio, que es extracurricular, pretende involucrar a los niños, las niñas y los jóvenes en actividades creativas que aportan soluciones a problemáticas como el bullying, el sexting, la drogadicción o la situación de riesgo de los líderes sociales del departamento. “Cada uno de ellos llega en condiciones muy distintas. Muchos han sido víctimas del conflicto armado, y la idea es que puedan ir construyendo un proyecto de vida a través del dibujo, el video, el arte y las nuevas tecnologías”, explicó la ganadora.
El “Laboratorio creativo MegaPixel”, creado en 2016, igual ha participado del Festival Escolar Audiovisual de Paz de Chiquinquirá, en el que han expuesto piezas audiovisuales pedagógicas sobre las problemáticas sociales del territorio. Durante la pandemia siguieron trabajando en la virtualidad con 15 estudiantes y, ahora, hay 45 estudiantes activos de todos los grados de la institución, tanto de zonas rurales como urbanas. “Pensé que les estaba cambiando la vida a mis estudiantes, pero ellos me la cambiaron a mí”, comentó.
El segundo lugar se lo llevó Hernán Darío Domínguez Insignares, profesor de la Institución Educativa San José, ubicada en Curumaní (Cesar). Su proyecto “Conectados2″ pretende formar estudiantes de grado 11° en habilidades comunicativas y nuevos formatos audiovisuales para gestar espacios de construcción de paz.
Los otros tres finalistas, quienes también recibieron un reconocimiento, fueron Natalia Isabel Sandoval Carrillo, del Liceo Colombia Ibagué, a través del proyecto “Abya Yala ciencias sociales por un buen vivir”; Sandra Patricia Mora Ortiz, de la Fundación Fútbol y Paz Construyendo País en Bogotá, y Ayda Celina Ruiz Ojeda, del Colegio Juan Pablo II de Villavicencio, a través del programa “Estrategias pedagógicas para la resolución de conflictos sin violencia”.
La institución educativa en Cundinamarca que construye país
La Institución Educativa Rural Departamental El Naranjal - sede del Colegio de Pápatas, en Topaipí (Cundinamarca), ocupó el primer lugar en la categoría Instituciones educativas públicas por su iniciativa “Tomando conciencia, bebiendo vida”. Jénnifer Carolina Rico, una de las voceras, explicó que la iniciativa “parte de las necesidades que tenemos en el contexto rural, que busca formar la educación ambiental a los jóvenes y padres de familia”.
Según Jénnifer, la mayoría de estudiantes de la institución son campesinos víctimas del conflicto armado, además de tener un alto índice de pobreza extrema. “La idea era poder darles herramientas para fomentar el trabajo agropecuario en sus territorios, y el propósito mayor es mostrarles que pueden tener un proyecto de vida en Topaipí, que no necesitan salir del municipio”, afirmó la vocera.
El proyecto galardonado tiene como fin incorporar temáticas ambientales en el plan de estudios de los estudiantes desde preescolar hasta grado 11°. Sin embargo, señalan que también fortalecen otros ámbitos sociales a través de iniciativas pedagógicas y de memoria que buscan reivindicar al campesinado. “Queremos que nuestros estudiantes se reconozcan como rurales, pero que no lo vean como un atraso o un rezago, sino como una opción valiosa de vida”.
El proyecto ha beneficiado no solo a estudiantes del casco urbano, sino también de zonas rurales como las veredas Montealegre y Pisco Chiquito. Actualmente hay 204 estudiantes vinculados en el proyecto, el cual tiene seis líneas de investigación: defensores del agua, ecoescuela, reciclaje y manejo de residuos, lombricultivo, vivero y jardinería, y huerta escolar. “Con este programa queremos hacerle frente a la deserción escolar, porque queremos que comprendan que el territorio rural que habitan tiene muchas oportunidades desde la multifuncionalidad del suelo”, dijo Jénnifer Rico.
Vea en fotos: ganadores del premio Constructores de País de Colombia+20
El segundo lugar en esta categoría fue para el Colegio Ciudad Chengdú, en Bogotá. Esta institución educativa, ubicada en la localidad de Usme, tiene un alto porcentaje de estudiantes afrocolombianos de diversas regiones del país, algunos que llegaron desplazados de otras regiones de Colombia, por eso se enfocan en la implementación de iniciativas y cátedras étnicas, además de actividades de memoria y construcción de paz.
Los otros finalistas de esta categoría fueron la Institución Educativa Comercial de Envigado, a través del proyecto “S.O.S. Inventos”; la Escuela Normal Superior de Manizales, con el programa “Aula del Sol”, y la Institución Educativa Distrital Colombia Viva por el proyecto de convivencia en Bogotá.
Un laboratorio que educa y comunica
El primer lugar en la categoría Instituciones educativas privadas fue para el Colegio Colsubsidio Norte de Bogotá por su proyecto “Laboratorio educomunicativo Voces”, una iniciativa de investigación que busca transformar la vida de los estudiantes de la localidad de Usaquén. Álvaro José Torres Galeano, profesor de ciencias sociales, quien recibió el galardón, contó que este proyecto nació con la finalidad de empoderar a los estudiantes y entender sus realidades sociales.
El laboratorio busca enseñar a los estudiantes, especialmente de grados 10° y 11°, diferentes habilidades comunicativas para difundir reflexiones y soluciones a las problemáticas sociales de cada uno. “Lo que hemos buscado es resignificar la escuela como territorio educativo para la paz y la convivencia, entonces en ese espacio ponemos temas como las coyunturas históricas que atraviesa el país, promovemos diálogos interculturales, la memoria histórica y la resolución pacífica de conflictos”.
“Tenemos que mirar cómo podemos impactar positivamente la salud mental y emocional de los estudiantes”
El docente Torres señaló que proyectan abarcar otro tipo de temáticas distintas a las de memoria, participación, ciudadanía y política y poder hacer pedagogía sobre salud mental, como una problemática que se ha venido agudizando desde el comienzo de la pandemia. “Tenemos que mirar cómo podemos impactar positivamente la salud mental y emocional de los estudiantes”.
En tiempos en los que el país comienza a hablar de justicia restaurativa para sancionar a los máximos responsables del conflicto armado, el profesor Torres mencionó que otra de sus proyecciones será abarcar el tema de justicia escolar restaurativa como una alternativa y un pilar de paz y convivencia.
En los cuatro años que lleva funcionando el laboratorio han podido impactar a más de 120 estudiantes. Actualmente hay 70 jóvenes vinculados.
El segundo lugar en esta categoría fue para el Colegio Mayor Primeros Maestros (Funpes) con su iniciativa “Ecosistema Kolibrí”, que busca cerrar la brecha digital y tecnológica, además de brindar herramientas en nuevas tecnologías para capacitar a los jóvenes y presentarles alternativas digitales a distintas problemáticas sociales. Los otros nominados fueron el Instituto Alberto Merani en Bogotá, con el proyecto “Cüidarium”, un espacio para el cuidado emocional, y el Gimnasio Los Ángeles, a través de su programa “Participaz”, ambos en Bogotá.
El apoyo de la comunidad internacional
Klaus Botzet, Ministro Consejero y Encargado de Negocios de la Embajada de Alemania en Colombia habló sobre el valor que tienen las instituciones educativas. “La paz y el medio ambiente aportan a la construcción de país y de sociedad”, aseguró. Botzet también agregó en su intervención que los entornos educacitvos: “Son los encargados de potenciar hacia el futuro los fundamentos del cambio”.
Caroline Ramaekers, encargada de Negocios, de la embajada del Reino de los Países Bajos se refirió a la audiencia en la entrega del premio y aseguró que es importante abrirle espacio a estas iniciativas . “Permitir escuchar estas voces es muy importante para la paz duradera. Para eso también se necesita gente creativa como la que hay aquí, gente con muy buenas ideas que piensen fuera de la caja”.