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El pasado miércoles, Luis Francisco Ruiz, gobernador de Caquetá, lanzó fuertes críticas a los diálogos de paz que se adelantan entre el Gobierno Nacional y los grupos armados que hacen presencia en ese departamento al sur del país.
En medio de un foro llamado Proteger la vida y transformar los territorios: Seguridad y Paz Total, convocado por el Ministerio de Defensa y donde también estuvo el consejero comisionado, Otty Patiño, el gobernador se refirió a la situación de violencia en Caquetá y dijo que su administración ha sido crítica frente a los modelos que ha usado el Ejecutivo para dialogar con los grupos armados, pues las confrontaciones en el territorio no han cesado.
Según el mandatario regional, en Caquetá hay municipios, como por ejemplo, Solano, San Vicente del Caguán y Cartagena de Chairá, donde se vive en total confinamiento y donde los grupos armados son quienes determinan los horarios en los que la población puede moverse por las vías del departamento.
Ruiz aseguró a Colombia +20: “No existe un colombiano que no quiera que haya paz en sus territorios”, pero que los diálogos no pueden avanzar con “muchas reuniones” en las que no se empieza a implementar lo acordado.
Y agregó: “Si los actores armados ilegales no están sentados con una real vocación de paz, pero más aún, con una intención de dejar de afectar a la población civil, y si el comisionado de paz no atiende a las quejas que hemos elevado, entonces vamos a seguir en un proceso que puede fracasar”, dijo el mandatario a este medio.
Caquetá es uno de los departamentos de Colombia más azotados por el conflicto armado y una zona histórica de presencia tanto de las extintas FARC, como de grupos de disidencias. En ese orden de ideas, es el grupo de Calarcá Córdoba -la disidencia conocida como Estado Mayor de los Bloques y Frente (EMBF) y con quien actualmente el Gobierno tiene una mesa de diálogo- el que tiene el dominio sobre gran parte de esta región.
El vacío institucional en esa zona del país y, de hecho, es un reclamo constante de las poblaciones. Tanto esos reclamos como la actual negociación han puesto al departamento de Caquetá como uno de los puntos en el país donde esa mesa de paz adelanta planes de transformación territorial, entre ellos proyectos productivos con arroz e incluso frenar la deforestación en la Amazonía, este último un tema que se tocó el pasado fin de semana en una reunión con comunidades.
En contexto: Comunidades, Gobierno y disidencias no llegaron a acuerdo sobre deforestación
El mandatario aseguró durante su participación en el foro que el número de hombres armados ha aumentado en el departamento en un 600% y que los enfrentamientos entre grupos armados han aumentado con la división entre disidencias de las FARC. Además, dice que las masacres en la región se han convertido en el accionar violento de organizaciones como las disidencias de Mordisco, las de Calarcá y la Segunda Marquetalia.
Ruiz también entregó cifras sobre violaciones a los derechos humanos. “Hemos tenido 25.813 nuevas declaraciones de víctimas en nuestro territorio. 6.705 víctimas por confinamiento, 3 paros armados, retenes ilegales en las vías ilegales, la extorsión ha aumentado en un 73% y sigue siendo un subregistro”, dijo.
Sin embargo, el gobernador no entregó los datos sobre cuál era su fuente de información sobre estas cifras.
Ruiz también habló sobre las extorsiones que se siguen dando en la región, un tema que también ha sido puesto en discusión de la mesa de diálogos
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La respuesta del ministro Velázquez
Tras el cierre del foro de este miércoles en Bogotá, en el que también participó el ministro de Defensa, Iván Velásquez, el jefe de esa cartera respondió a los llamados hechos por el gobernador del Caquetá sobre la situación de orden público.
“Respecto al cese de acciones que se han desarrollado y que actualmente se sufren, como lo mencionaba el gobernador del Caquetá, son preocupaciones nuestras desde el sector Defensa que planteamos en los consejos de paz y seguridad que celebramos con el presidente de la República”, dijo Velázquez.
Según el ministro, en esos espacios se han planteado recomendaciones que son de competencia del presidente Petro para que se pueda desescalar la violencia en los territorios.
Por su parte, el consejero comisionado de paz, Otty Patiño, también se refirió a las afectaciones que deja a la sociedad civil las confrontaciones de grupos armados en Caquetá y Putumayo y dijo que desde su oficina facilitarán una reunión entre los Comandos de la Frontera y las disidencias de Calarcá.
“Vamos a facilitar esa reunión, pero con la presencia nuestra, para que no sea una reunión en la que ellos unan fuerzas, sino para fomentar espacios de distensión y de respeto a la sociedad”, dijo el comisionado.
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