Suecia quiere apoyar la reforma al sector seguridad de Gustavo Petro

Antes de ser nombrado como director general de la Academia Folke Bernadotte, hace un año, Per Olsson Fridh fue ministro de Cooperación Internacional para el Desarrollo y viceministro en temas de política, desarrollo democrático, derechos humanos, medios y comunicación. En 2005 vivió en Bogotá cuando ejerció como profesor en educación para la paz, siendo líder juvenil en su país. Su última visita a Colombia fue en 2019, como funcionario público. Ahora estuvo como director de la Agencia Sueca para la Paz, la Seguridad y el Desarrollo. En esta entrevista explica el papel de este organismo en la implementación del Acuerdo de Paz y las reformas a la política de seguridad.

¿Qué lo trajo a Colombia?

La Academia Folke Bernadotte lleva cerca de 20 años trabajando en Colombia en desmovilización, desarme y reintegración de excombatientes. Desde los Acuerdos de Paz en 2016 asumimos un rol más amplio en el seguimiento y apoyo a la implementación. Ahora apoyamos también a instituciones claves creadas por el Acuerdo en integración de los asuntos de género y apoyamos la reforma del sector de seguridad.

Además: Suecia felicita los avances de Petro en la Paz Total

En la negociación se incorporaron medidas de género en el Acuerdo Final, ¿cómo han apoyado ustedes su implementación?

Tenemos dos líneas de trabajo muy importantes. Una es la cooperación que tenemos con la ARN (Agencia para la Reincorporación y Normalización) a la que ofrecemos formación y asesoría para la integración de los asuntos de género para que su trabajo responda a las necesidades de mujeres y niñas afectadas por el conflicto. Estuve en Cali haciendo una formación con los equipos de género de la agencia. Fue un taller muy exitoso, porque nos permitió juntar a los puntos focales de género y los jefes de equipo para darles capacidad de análisis y fortalezas para la implementación de su trabajo con un enfoque de género. La segunda es en la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz). En 2019 le pidieron a la Academia más herramientas para el análisis de género en los casos que llevan. Hay que asegurarse de que tenga historias y voces de las mujeres y niñas para llevarlas a la Corte y que las mujeres también entiendan por qué y de qué son víctimas. Es importante igual la capacidad de la Corte misma de manejar estos casos, de ayudarles. Nos reunimos con ellos para hacerle seguimiento a su trabajo y firmamos un nuevo memorando de entendimiento.

Las mujeres excombatientes de las FARC se han quejado por la falta de enfoque de género en la reincorporación política y económica, ¿cree que una mujer dirigiendo la ARN puede hacer el cambio?

Sí, puede ser un cambio. Alejandra (Miller) estuvo con nosotros en visita de campo a un pueblo a tres horas al sur de Cali y nos reunimos con comunidades indígenas que tienen excombatientes en reincorporación. Ella tiene mucha pasión por el tema, habla con su equipo y con nosotros sobre de la necesidad de tener perspectiva de género en su trabajo. Le aporta a su trabajo la experiencia de la Comisión de la Verdad. Nos ha dicho que en su estrategia de reincorporación, basada en las comunidades, tendrá atención a las necesidades especiales de mujeres y niñas afectadas tanto en la desmovilización como en la reintegración con el fin de ofrecer oportunidades económicas para vidas alternativas. A veces estas alternativas están basadas en los estereotipos sobre lo que las mujeres deben hacer en la sociedad, pero lo clave es que ellas tengan tantas oportunidades como los hombres de participar en la vida política.

Ustedes asesoraron en perspectiva de género a la mesa de negociación con las FARC, ¿está haciendo lo mismo en la mesa del ELN?

Es demasiado temprano para tener una estrategia concreta. Si Colombia quiere nuestro apoyo para estructurar el trabajo de esa estrategia, estamos disponibles. Suecia, junto con otros países, acompañan estas conversaciones y mi agencia y los expertos que tenemos en procesos de paz apoyamos a la embajada. Esta semana nos reunimos con Otty Patiño, el jefe de la delegación del Gobierno, sobre lo que está pasando después del incidente trágico (el ataque del ELN en Catatumbo), cuáles son las posibilidades de estas negociaciones, el calendario. Como país acompañante en este proceso junto con los otros países ponemos apoyos técnicos, financieros y políticos en la mesa.

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¿Cuál es el apoyo que dan en el tema de seguridad a las Fuerzas Armadas y a la Policía?

Ha sido principalmente alrededor de la transversalización del tema de género como un componente del sector de seguridad. También analizamos los anuncios del Gobierno acerca de la “paz total”, que implican reformas más profundas del sector de seguridad. Queremos entender si podríamos apoyar y acompañar las reformas. En cualquier contexto, la asesoría de la FDA sería para generar confianza entre los actores del sector de seguridad, las comunidades y la población, para garantizar un sector de seguridad transparente, responsable, que tenga una supervisión de la sociedad civil. Las conversaciones que tuvimos nos dan a entender que esto es lo que este Gobierno quiere con la reforma. Existe un espacio para que nosotros trabajemos aquí, pero también tenemos que entender que hay otros actores, como las Naciones Unidas, que por supuesto apoyan mucho al gobierno, no queremos repetir esfuerzos. Lo que necesita este gobierno no es una multitud de actores que hagan pequeñas cosas sin un apoyo coordinado y muy adaptado a lo que requiere el proceso.

¿Qué significa la transversalización del tema de género en las Fuerzas Armadas?

Desde 2019, y como parte de la implementación del Acuerdo de Paz, hemos dado apoyos y formación a la Policía, por ejemplo, sobre violencia de género, para atender a mujeres víctimas de violencia en sus casas. Además, en el tema desmovilización, desarme y reintegración hemos asesorado a través de Unipep. También trabajamos con sus generales en la Resolución 1325 de Naciones Unidas sobre Mujeres, Paz y Seguridad. Con el Ministerio de Defensa asesoramos, además de esos temas, en el fortalecimiento de las oficinas de género del Comando General de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional y en la creación de una Oficina de Género en el Ministerio que sea sombrilla para las otras oficinas.

También: Desminado humanitario en el Cauca: un camino de esperanza en medio del conflicto

¿Cómo vio al país desde su última visita?

Hemos visto desarrollos muy negativos en términos de violencia. Esto no es solamente el Gobierno o el ELN, sino que es la multitud de actores (armados) que hay. Si el Gobierno, a pesar de estos eventos, decide continuar las conversaciones con el ELN sería un mensaje para otros actores de que el país está en el camino de la paz y todos querrán ser parte. Hay otros procesos de paz en curso que se comunican unos con otros, si uno empieza a complicarse, puede tener impacto en los otros. Quizás este fue un golpe muy duro y habrá que tener paciencia estratégica y valentía de aguantar, porque esto en definitiva salvará más vidas.

Usted llega en momentos de desesperanza por la crisis en la mesa de diálogo con el ELN, ¿su agencia asesora a decenas de países que tiene conflictos vigentes en este momento, ¿qué mensaje podría dejarnos para no perder la esperanza, qué razones habría para no acabar la negociación con el ELN?

Es mejor escoger la paz que el conflicto, pero es una decisión compleja que requiere de mucha valentía. Incidentes como este hacen esta decisión aún más difícil. Pero esto lo hemos visto antes, las negociaciones con el ELN han sido incluso paradas a raíz de acciones como estas, el país ha perdido muchos años en su camino hacia la paz y ha perdido más vidas de forma innecesaria por esta razón. El país nuevamente está en un momento de escoger: ¿nos aferramos a la paz, somos suficientemente fuertes y valientes para seguir queriendo la paz aun después de esto o volvemos al conflicto? Mi impresión es que Colombia quiere escoger la paz, y por eso es que estamos aquí, porque los apoyamos cada vez que toman esa decisión. Hay unos 100 conflictos armados en el mundo, muchos están empeorando, cada vez más civiles pierden la vida. El mundo necesita líderes que escogen la paz por encima del conflicto. Somos muchos en el mundo esperando que este proceso sea exitoso, necesitamos esta historia y sería fantástico que Colombia, después de décadas de conflicto, sea la historia que queremos leer.

Antes de ser nombrado como director general de la Academia Folke Bernadotte, hace un año, Per Olsson Fridh fue ministro de Cooperación Internacional para el Desarrollo y viceministro en temas de política, desarrollo democrático, derechos humanos, medios y comunicación. En 2005 vivió en Bogotá cuando ejerció como profesor en educación para la paz, siendo líder juvenil en su país. Su última visita a Colombia fue en 2019, como funcionario público. Ahora estuvo como director de la Agencia Sueca para la Paz, la Seguridad y el Desarrollo. En esta entrevista explica el papel de este organismo en la implementación del Acuerdo de Paz y las reformas a la política de seguridad.

¿Qué lo trajo a Colombia?

La Academia Folke Bernadotte lleva cerca de 20 años trabajando en Colombia en desmovilización, desarme y reintegración de excombatientes. Desde los Acuerdos de Paz en 2016 asumimos un rol más amplio en el seguimiento y apoyo a la implementación. Ahora apoyamos también a instituciones claves creadas por el Acuerdo en integración de los asuntos de género y apoyamos la reforma del sector de seguridad.

Además: Suecia felicita los avances de Petro en la Paz Total

En la negociación se incorporaron medidas de género en el Acuerdo Final, ¿cómo han apoyado ustedes su implementación?

Tenemos dos líneas de trabajo muy importantes. Una es la cooperación que tenemos con la ARN (Agencia para la Reincorporación y Normalización) a la que ofrecemos formación y asesoría para la integración de los asuntos de género para que su trabajo responda a las necesidades de mujeres y niñas afectadas por el conflicto. Estuve en Cali haciendo una formación con los equipos de género de la agencia. Fue un taller muy exitoso, porque nos permitió juntar a los puntos focales de género y los jefes de equipo para darles capacidad de análisis y fortalezas para la implementación de su trabajo con un enfoque de género. La segunda es en la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz). En 2019 le pidieron a la Academia más herramientas para el análisis de género en los casos que llevan. Hay que asegurarse de que tenga historias y voces de las mujeres y niñas para llevarlas a la Corte y que las mujeres también entiendan por qué y de qué son víctimas. Es importante igual la capacidad de la Corte misma de manejar estos casos, de ayudarles. Nos reunimos con ellos para hacerle seguimiento a su trabajo y firmamos un nuevo memorando de entendimiento.

Las mujeres excombatientes de las FARC se han quejado por la falta de enfoque de género en la reincorporación política y económica, ¿cree que una mujer dirigiendo la ARN puede hacer el cambio?

Sí, puede ser un cambio. Alejandra (Miller) estuvo con nosotros en visita de campo a un pueblo a tres horas al sur de Cali y nos reunimos con comunidades indígenas que tienen excombatientes en reincorporación. Ella tiene mucha pasión por el tema, habla con su equipo y con nosotros sobre de la necesidad de tener perspectiva de género en su trabajo. Le aporta a su trabajo la experiencia de la Comisión de la Verdad. Nos ha dicho que en su estrategia de reincorporación, basada en las comunidades, tendrá atención a las necesidades especiales de mujeres y niñas afectadas tanto en la desmovilización como en la reintegración con el fin de ofrecer oportunidades económicas para vidas alternativas. A veces estas alternativas están basadas en los estereotipos sobre lo que las mujeres deben hacer en la sociedad, pero lo clave es que ellas tengan tantas oportunidades como los hombres de participar en la vida política.

Ustedes asesoraron en perspectiva de género a la mesa de negociación con las FARC, ¿está haciendo lo mismo en la mesa del ELN?

Es demasiado temprano para tener una estrategia concreta. Si Colombia quiere nuestro apoyo para estructurar el trabajo de esa estrategia, estamos disponibles. Suecia, junto con otros países, acompañan estas conversaciones y mi agencia y los expertos que tenemos en procesos de paz apoyamos a la embajada. Esta semana nos reunimos con Otty Patiño, el jefe de la delegación del Gobierno, sobre lo que está pasando después del incidente trágico (el ataque del ELN en Catatumbo), cuáles son las posibilidades de estas negociaciones, el calendario. Como país acompañante en este proceso junto con los otros países ponemos apoyos técnicos, financieros y políticos en la mesa.

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¿Cuál es el apoyo que dan en el tema de seguridad a las Fuerzas Armadas y a la Policía?

Ha sido principalmente alrededor de la transversalización del tema de género como un componente del sector de seguridad. También analizamos los anuncios del Gobierno acerca de la “paz total”, que implican reformas más profundas del sector de seguridad. Queremos entender si podríamos apoyar y acompañar las reformas. En cualquier contexto, la asesoría de la FDA sería para generar confianza entre los actores del sector de seguridad, las comunidades y la población, para garantizar un sector de seguridad transparente, responsable, que tenga una supervisión de la sociedad civil. Las conversaciones que tuvimos nos dan a entender que esto es lo que este Gobierno quiere con la reforma. Existe un espacio para que nosotros trabajemos aquí, pero también tenemos que entender que hay otros actores, como las Naciones Unidas, que por supuesto apoyan mucho al gobierno, no queremos repetir esfuerzos. Lo que necesita este gobierno no es una multitud de actores que hagan pequeñas cosas sin un apoyo coordinado y muy adaptado a lo que requiere el proceso.

¿Qué significa la transversalización del tema de género en las Fuerzas Armadas?

Desde 2019, y como parte de la implementación del Acuerdo de Paz, hemos dado apoyos y formación a la Policía, por ejemplo, sobre violencia de género, para atender a mujeres víctimas de violencia en sus casas. Además, en el tema desmovilización, desarme y reintegración hemos asesorado a través de Unipep. También trabajamos con sus generales en la Resolución 1325 de Naciones Unidas sobre Mujeres, Paz y Seguridad. Con el Ministerio de Defensa asesoramos, además de esos temas, en el fortalecimiento de las oficinas de género del Comando General de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional y en la creación de una Oficina de Género en el Ministerio que sea sombrilla para las otras oficinas.

También: Desminado humanitario en el Cauca: un camino de esperanza en medio del conflicto

¿Cómo vio al país desde su última visita?

Hemos visto desarrollos muy negativos en términos de violencia. Esto no es solamente el Gobierno o el ELN, sino que es la multitud de actores (armados) que hay. Si el Gobierno, a pesar de estos eventos, decide continuar las conversaciones con el ELN sería un mensaje para otros actores de que el país está en el camino de la paz y todos querrán ser parte. Hay otros procesos de paz en curso que se comunican unos con otros, si uno empieza a complicarse, puede tener impacto en los otros. Quizás este fue un golpe muy duro y habrá que tener paciencia estratégica y valentía de aguantar, porque esto en definitiva salvará más vidas.

Usted llega en momentos de desesperanza por la crisis en la mesa de diálogo con el ELN, ¿su agencia asesora a decenas de países que tiene conflictos vigentes en este momento, ¿qué mensaje podría dejarnos para no perder la esperanza, qué razones habría para no acabar la negociación con el ELN?

Es mejor escoger la paz que el conflicto, pero es una decisión compleja que requiere de mucha valentía. Incidentes como este hacen esta decisión aún más difícil. Pero esto lo hemos visto antes, las negociaciones con el ELN han sido incluso paradas a raíz de acciones como estas, el país ha perdido muchos años en su camino hacia la paz y ha perdido más vidas de forma innecesaria por esta razón. El país nuevamente está en un momento de escoger: ¿nos aferramos a la paz, somos suficientemente fuertes y valientes para seguir queriendo la paz aun después de esto o volvemos al conflicto? Mi impresión es que Colombia quiere escoger la paz, y por eso es que estamos aquí, porque los apoyamos cada vez que toman esa decisión. Hay unos 100 conflictos armados en el mundo, muchos están empeorando, cada vez más civiles pierden la vida. El mundo necesita líderes que escogen la paz por encima del conflicto. Somos muchos en el mundo esperando que este proceso sea exitoso, necesitamos esta historia y sería fantástico que Colombia, después de décadas de conflicto, sea la historia que queremos leer.