Gobierno extiende al 31 de diciembre plazo para entrega de bienes de las Farc
El plazo inicial vencía este viernes 31 de julio, pero por las limitaciones de la pandemia del Covid-19, se decidió extender la fecha para que la antigua guerrilla entregue todos los activos conseguidos durante la guerra y detallados en el inventario que hizo en 2017.
A través del decreto 1080 de 2020, expedido este viernes 31 de julio, el Gobierno Nacional amplió el plazo para la entrega definitiva de los bienes de guerra de las antiguas Farc y fijó como nueva fecha el próximo 31 de diciembre. Esto luego de que las limitaciones impuestas por la pandemia del Covid-19 imposibilitaran cumplir con el plazo fijado anteriormente, que vencía justamente este viernes.
“En todo caso, antes del 31 de diciembre de 2020 los exintegrantes de las FARC-EP deberán realizar la entrega material de todos los bienes incluidos en el inventario. Vencido este plazo, la entidad designada para realizar la recepción, verificación, custodia y administración de los bienes inventariados, informará el resultado de la entrega voluntaria a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Fiscalía General de la Nación (FGN) para lo de sus competencias”, se lee en el decreto firmado por los ministerios de Interior, Hacienda, Justicia, Defensa y Agricultura, así como por el DANE, Prosperidad Social y el Departamento Administrativo de la Presidencia.
“Hemos revisado el cronograma que se tiene para la entrega de los bienes de las Farc, hemos entendido las dificultades que se derivan de la pandemia y corrimos el plazo hasta finales de este año. La SAE va a estar trabajando intensamente para brindar todas las condiciones de manera que esos recursos puedan reparar a las víctimas”, afirmó el consejero para la Estabilización, Emilio Archila.
Se trata de uno de los temas en los que más han tenido diferencias el Gobierno y el hoy partido FARC. Lo que está en el centro es el inventario que esa insurgencia entregó en 2017 sobre todos los bienes conseguidos durante la guerra. Sin embargo, la FARC ha señalado desde el principio que tras su dejación de armas y la salida de las zonas que controlaba, su capacidad de custodia sobre buena parte de esos bienes es nula.
En febrero de este año, semanas antes de que comenzara la pandemia, el partido FARC dio este balance sobre lo entregado a la fecha: $114 millones en efectivo, 450 mil dólares en efectivo, 255 mil gramos de oro; 229 semovientes, 134 carreteras, 8 bienes inmuebles y 1.546 muebles, enseres y equipos varios. Con base en esas cifras, si bien lo entregado en oro y en semovientes supera el 60% de lo reportado, en materia de inmuebles solo se ha hecho la entrega efectiva de un 4% de los bienes reportados. Cifras que se corresponden con lo que ha confirmado oficialmente la SAE.
En ese mismo comunicado, la FARC aseguró que “parte de su economía de guerra se sustentaba a través de un modelo de tributación que fue desmontado progresivamente y derogado finalmente el 4 de julio del 2016, en medio de las conversaciones de paz. Por esta razón, la organización quedó sin ingresos y se eliminó su capacidad de mantenimiento de bienes y activos. En este sentido, desde esa fecha las extintas FARC-EP funcionaron sin la consecución de nuevos recursos, lo que generó la disminución considerable de la economía de la organización.”
A través del decreto 1080 de 2020, expedido este viernes 31 de julio, el Gobierno Nacional amplió el plazo para la entrega definitiva de los bienes de guerra de las antiguas Farc y fijó como nueva fecha el próximo 31 de diciembre. Esto luego de que las limitaciones impuestas por la pandemia del Covid-19 imposibilitaran cumplir con el plazo fijado anteriormente, que vencía justamente este viernes.
“En todo caso, antes del 31 de diciembre de 2020 los exintegrantes de las FARC-EP deberán realizar la entrega material de todos los bienes incluidos en el inventario. Vencido este plazo, la entidad designada para realizar la recepción, verificación, custodia y administración de los bienes inventariados, informará el resultado de la entrega voluntaria a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Fiscalía General de la Nación (FGN) para lo de sus competencias”, se lee en el decreto firmado por los ministerios de Interior, Hacienda, Justicia, Defensa y Agricultura, así como por el DANE, Prosperidad Social y el Departamento Administrativo de la Presidencia.
“Hemos revisado el cronograma que se tiene para la entrega de los bienes de las Farc, hemos entendido las dificultades que se derivan de la pandemia y corrimos el plazo hasta finales de este año. La SAE va a estar trabajando intensamente para brindar todas las condiciones de manera que esos recursos puedan reparar a las víctimas”, afirmó el consejero para la Estabilización, Emilio Archila.
Se trata de uno de los temas en los que más han tenido diferencias el Gobierno y el hoy partido FARC. Lo que está en el centro es el inventario que esa insurgencia entregó en 2017 sobre todos los bienes conseguidos durante la guerra. Sin embargo, la FARC ha señalado desde el principio que tras su dejación de armas y la salida de las zonas que controlaba, su capacidad de custodia sobre buena parte de esos bienes es nula.
En febrero de este año, semanas antes de que comenzara la pandemia, el partido FARC dio este balance sobre lo entregado a la fecha: $114 millones en efectivo, 450 mil dólares en efectivo, 255 mil gramos de oro; 229 semovientes, 134 carreteras, 8 bienes inmuebles y 1.546 muebles, enseres y equipos varios. Con base en esas cifras, si bien lo entregado en oro y en semovientes supera el 60% de lo reportado, en materia de inmuebles solo se ha hecho la entrega efectiva de un 4% de los bienes reportados. Cifras que se corresponden con lo que ha confirmado oficialmente la SAE.
En ese mismo comunicado, la FARC aseguró que “parte de su economía de guerra se sustentaba a través de un modelo de tributación que fue desmontado progresivamente y derogado finalmente el 4 de julio del 2016, en medio de las conversaciones de paz. Por esta razón, la organización quedó sin ingresos y se eliminó su capacidad de mantenimiento de bienes y activos. En este sentido, desde esa fecha las extintas FARC-EP funcionaron sin la consecución de nuevos recursos, lo que generó la disminución considerable de la economía de la organización.”