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Tras casi dos meses de congelamiento, este fin de semana se reactivó el proceso de paz que el Gobierno lleva con la disidencia conocida como Segunda Marquetalia, al mando de Iván Márquez.
El encuentro preparatorio —de cara al segundo ciclo de negociaciones que se realizará en Cuba, pero del que no se tiene fecha aún— se está llevando a cabo en Tumaco, Nariño, desde el sábado y hasta este domingo, y reunió a las delegaciones con al menos 200 líderes sociales, campesinos, indígenas y afros.
El objetivo de este encuentro fue presentar los resultados del primer ciclo de diálogos que terminó el 30 de junio pasado en Venezuela entre los que se destaca la creación de una subcomisión técnica que se encargará de “georreferenciar los municipios, corregimientos y veredas” donde esta disidencia hace presencia; y un cese unilateral al fuego.
El consejero comisionado para la paz, Otty Patiño, habló con Colombia+20 desde ese municipio sobre este proceso de paz.
¿Cuáles son las peticiones puntuales de las comunidades de Nariño de cara a los procesos territoriales que se están dando en ese departamento (Comuneros del Sur y Segunda Marquetalia)?
No son muchas, la verdad y son peticiones razonables e históricas. Hay temas de vías terciarias, de educación, de salud, pero sobre todo lo que la gente está exigiendo es que se cumpla lo que se acuerde. El tema básico es rescatar el valor del cumplimiento, un valor que desafortunadamente es lo que más ha generado violencia o estas nuevas violencias que se han venido reciclando un producto, en buena parte, del incumplimiento del Estado, de todo el gobierno (de Iván) Duque, parte del gobierno de (Juan Manuel) Santos.
Entonces los reclamos pueden sonar un poco extraños, pero son la realidad de los territorios. Lo que nos dicen es: lo poquito, mediano o mucho que se acuerden, que se cumplan. Que los acuerdos sean serios y cumplibles. Ese es el reclamo fundamental. Los temas son esos que le dije al principio.
Este fin de semana se está llevando a cabo un encuentro preparatorio aquí en Tumaco con las delegaciones de Gobierno y Segunda Marquetalia. Esto de cara al segundo ciclo de negociaciones. ¿Qué espera de la jornada?
Estamos pensando en la paz como una concurrencia de esfuerzos, no solamente como una exigencia de armados que le piden al Gobierno unas reformas o unos recursos, sino cómo vamos a construir entre todos la paz. Esa paz pasa, por supuesto, por las transformaciones territoriales que benefician a la población, pero no como un proceso de pedir y dar, sino de concurrir básicamente, y de cumplir.
Es una metodología distinta, porque los actores armados, incluso en su tránsito a la vida civil, a la ciudadanía plena, tienen capital, tienen conocimiento, tienen influencias sobre comunidades, eso se traduce, por ejemplo, en que ellos abandonen la ilegalidad, pero también ayuden que la economía ilegal en territorios de ruedas se transforme hacia una economía legal.
Lo resumo como que lo mínimo que pueden hacer los actores armados es que no estorben en las transformaciones y lo máximo es que concurran en ellas. Ese es y debe ser el objetivo mismo de este evento. Nos reunimos primero con las comunidades para ver qué necesitan, cuáles son las prioridades y eso es significativo porque pone a las comunidades y a la gente en el centro de las posibilidades de hacer la paz, la paz como un derecho. Con eso llegaremos al segundo ciclo que se hará en Cuba.
Parte de que ese ciclo se hubiese demorado, incluso esta misma reunión en Tumaco, es que la delegación de la Segunda Marquetalia pide que se levanten las órdenes de captura a Iván Márquez y que esté en la mesa. ¿Eso en algún momento va a pasar?
Lo de la petición de extradición sabemos que depende de Estados Unidos y la posibilidad de que se libere la orden de captura, depende de Fiscalía… También del Gobierno Nacional, pero también está relacionado con el uso práctico que se haga de esa petición de extradición. Sabemos que Iván Márquez ha sobrevivido a varios ataques. Una suspensión de orden de captura no le garantiza que el Estado pueda comprometerse con su seguridad y que pueda moverse.
No sabemos hasta dónde se le pueda amparar plenamente. De tal manera que creo que es algo más simbólico, pero nosotros estaremos dispuestos a tramitar eso una vez que este proceso esté un poquito más adelantado, que haya mucha más seguridad, más tranquilidad. Es decir, lo haremos aun haciendo la salvedad de que esa suspensión de la orden de captura por petición de extradición no surta el efecto de proteger su vida. Hay que ser claro en eso.
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