Los acuerdos del Gobierno Petro con frente Comuneros del Sur, que se separó de ELN
Mientras la mesa de negociación con el ELN sigue congelada, en Nariño el comisionado Otty Patiño se reunió con la que fue una facción de esa guerrilla, bajo el mando de Gabriel Yepes Mejía, para plantear propuestas de desescalamiento de la violencia. Estos fueron los principales acuerdos que dejó el encuentro.
El frente Comuneros del Sur, facción del ELN que recientemente se separó de esa guerrilla para negociar por aparte con el Gobierno de Gustavo Petro, finalizó este domingo 7 de julio un encuentro para el desescalamiento de la violencia en Nariño.
A la reunión asistieron el alto comisionado de paz, Otty Patiño, y el jefe de ese grupo armado, Gabriel Yepes Mejía, también conocido como HH, para entregar propuestas como el cese de la violencia y la continuación del trabajo de desminado en la zona.
“Esto implica la suspensión de hostilidades contra la población y la limpieza no solo física de los territorios mediante el desminado, sino también la búsqueda y reconocimiento de desaparecidos, así como una limpieza espiritual. Todo esto debe ser abordado en los grupos de trabajo para avanzar en este proceso”, apuntó Patiño.
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Por su parte, el gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, también celebró el encuentro a través de su cuenta en X. “Una negociación entre el Estado y los actores armados es más que un acuerdo entre ellos. La transformación territorial se logra involucrando a las comunidades porque son ellas las que validan, a través del diálogo, el desescalamiento de las violencias y la implementación de una paz estable y duradera”, escribió.
El encuentro se da en paralelo a las negociaciones que el Ejecutivo mantiene con el ELN, que están congeladas desde febrero, por una crisis generada, justamente, por las negociaciones con el Comuneros del Sur.
Hace pocas semanas se dio el cierre del sexto congreso del ELN, que se esperaba ayudara a destrabar las conversaciones, pero ese evento no dejó mayores claridades sobre la hoja de ruta a futuro. Entre tanto, los anuncios desde Nariño indican que el diálogo va avanzando.
Las principales propuestas que dejó el encuentro
El encuentro entre el frente Comuneros y el Gobierno tuvo lugar en Betania, corregimiento de Samaniego, Nariño, y se convocó en el marco de los diálogos que se adelantan con esa estructura. Dentro de las principales conclusiones de la jornada, el alto comisionado presentó un plan de trabajo compuesto por tres ejes para profundizar en la paz territorial.
Por un lado, atendiendo el desescalamiento de la violencia, el comisionado Patiño propuso cinco grupos de trabajo: el retorno de pobladores desplazados; la atención a niños en condición de reclutamiento; el tratamiento de casos de desaparecidos locales; el fortalecimiento de las autoridades étnicas y comunitarias de la zona; y el trabajo integral contra minas antipersonal, que ya se venía ejecutando en el territorio.
El segundo eje de trabajo está enfocado en la implementación de las transformaciones territoriales desde lo social, económico y para la participación de las comunidades.
Asimismo, se pensó en un tercer eje pensado en la transformación de los integrantes del grupo armado dividido en seis grupos de trabajo.
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“No queremos que este sea solo otro evento, sino uno donde salgamos con grupos de trabajo que aborden diversos aspectos claves para avanzar. Para lograrlo, necesitamos una fuerza de paz y equipos sólidos y organizados que incluyan a todos: instituciones nacionales, departamentales, municipales, autoridades indígenas y mujeres”, afirmó el Comisionado.
Las tensiones en medio de los diálogos
Las negociaciones con Comuneros del Sur han sido profundamente rechazadas desde el inicio por la dirección general del ELN, que han señalado el proceso como una traición por parte del Gobierno a la mesa nacional de diálogo e incluso han apuntado a teorías, hasta ahora sin sustento, sobre infiltrados en los diálogos.
Sin embargo, el pasado 8 de mayo, el Gobierno entregó el aval para tratar a Comuneros del Sur como un grupo diferente al ELN. “Tomamos nota de la declaración del jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán, sobre la decisión tomada por su organización de separar al grupo liderado por Gabriel Yepes, así como de la declaración producida por el Frente Comuneros del Sur en la que anuncia su ruptura con el comando central y la dirección del ELN. En consecuencia, dará el tratamiento a este grupo de Nariño como organización distinta e independiente de la organización nacional, con la cual sostiene negociaciones políticas en la Mesa Nacional”, dictaba un comunicado.
En contexto: Diálogo con ELN: los avances, dudas y sinsabores que deja el cierre de VI congreso
Lo cierto es que las negociaciones con esta estructura que parecen avanzar a paso largo, serían la salida del Gobierno a la crisis del proceso con el ELN que lleva varios meses estancado, precisamente por darle rienda a los diálogos con este frente que opera en Nariño. Para el ELN esa negociación era una forma de fragmentación del grupo armado.
Si bien al cierre del sexto congreso de esa guerrilla que finalizó el pasado 17 de junio se esperaba que se abordaran temas espinosos como los diálogos con Comuneros del Sur o el regreso del secuestro extorsivo, esos asuntos quedaron en el aire y abrieron más dudas sobre el futuro de la negociación con el ELN.
El frente Comuneros del Sur, facción del ELN que recientemente se separó de esa guerrilla para negociar por aparte con el Gobierno de Gustavo Petro, finalizó este domingo 7 de julio un encuentro para el desescalamiento de la violencia en Nariño.
A la reunión asistieron el alto comisionado de paz, Otty Patiño, y el jefe de ese grupo armado, Gabriel Yepes Mejía, también conocido como HH, para entregar propuestas como el cese de la violencia y la continuación del trabajo de desminado en la zona.
“Esto implica la suspensión de hostilidades contra la población y la limpieza no solo física de los territorios mediante el desminado, sino también la búsqueda y reconocimiento de desaparecidos, así como una limpieza espiritual. Todo esto debe ser abordado en los grupos de trabajo para avanzar en este proceso”, apuntó Patiño.
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Por su parte, el gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, también celebró el encuentro a través de su cuenta en X. “Una negociación entre el Estado y los actores armados es más que un acuerdo entre ellos. La transformación territorial se logra involucrando a las comunidades porque son ellas las que validan, a través del diálogo, el desescalamiento de las violencias y la implementación de una paz estable y duradera”, escribió.
El encuentro se da en paralelo a las negociaciones que el Ejecutivo mantiene con el ELN, que están congeladas desde febrero, por una crisis generada, justamente, por las negociaciones con el Comuneros del Sur.
Hace pocas semanas se dio el cierre del sexto congreso del ELN, que se esperaba ayudara a destrabar las conversaciones, pero ese evento no dejó mayores claridades sobre la hoja de ruta a futuro. Entre tanto, los anuncios desde Nariño indican que el diálogo va avanzando.
Las principales propuestas que dejó el encuentro
El encuentro entre el frente Comuneros y el Gobierno tuvo lugar en Betania, corregimiento de Samaniego, Nariño, y se convocó en el marco de los diálogos que se adelantan con esa estructura. Dentro de las principales conclusiones de la jornada, el alto comisionado presentó un plan de trabajo compuesto por tres ejes para profundizar en la paz territorial.
Por un lado, atendiendo el desescalamiento de la violencia, el comisionado Patiño propuso cinco grupos de trabajo: el retorno de pobladores desplazados; la atención a niños en condición de reclutamiento; el tratamiento de casos de desaparecidos locales; el fortalecimiento de las autoridades étnicas y comunitarias de la zona; y el trabajo integral contra minas antipersonal, que ya se venía ejecutando en el territorio.
El segundo eje de trabajo está enfocado en la implementación de las transformaciones territoriales desde lo social, económico y para la participación de las comunidades.
Asimismo, se pensó en un tercer eje pensado en la transformación de los integrantes del grupo armado dividido en seis grupos de trabajo.
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“No queremos que este sea solo otro evento, sino uno donde salgamos con grupos de trabajo que aborden diversos aspectos claves para avanzar. Para lograrlo, necesitamos una fuerza de paz y equipos sólidos y organizados que incluyan a todos: instituciones nacionales, departamentales, municipales, autoridades indígenas y mujeres”, afirmó el Comisionado.
Las tensiones en medio de los diálogos
Las negociaciones con Comuneros del Sur han sido profundamente rechazadas desde el inicio por la dirección general del ELN, que han señalado el proceso como una traición por parte del Gobierno a la mesa nacional de diálogo e incluso han apuntado a teorías, hasta ahora sin sustento, sobre infiltrados en los diálogos.
Sin embargo, el pasado 8 de mayo, el Gobierno entregó el aval para tratar a Comuneros del Sur como un grupo diferente al ELN. “Tomamos nota de la declaración del jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán, sobre la decisión tomada por su organización de separar al grupo liderado por Gabriel Yepes, así como de la declaración producida por el Frente Comuneros del Sur en la que anuncia su ruptura con el comando central y la dirección del ELN. En consecuencia, dará el tratamiento a este grupo de Nariño como organización distinta e independiente de la organización nacional, con la cual sostiene negociaciones políticas en la Mesa Nacional”, dictaba un comunicado.
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Lo cierto es que las negociaciones con esta estructura que parecen avanzar a paso largo, serían la salida del Gobierno a la crisis del proceso con el ELN que lleva varios meses estancado, precisamente por darle rienda a los diálogos con este frente que opera en Nariño. Para el ELN esa negociación era una forma de fragmentación del grupo armado.
Si bien al cierre del sexto congreso de esa guerrilla que finalizó el pasado 17 de junio se esperaba que se abordaran temas espinosos como los diálogos con Comuneros del Sur o el regreso del secuestro extorsivo, esos asuntos quedaron en el aire y abrieron más dudas sobre el futuro de la negociación con el ELN.