Gobierno y ELN tendrán nueva reunión en 2025 para evaluar acuerdos y cese al fuego
Así lo dijo la delegación del Gobierno en un comunicado tras culminar una reunión clave con esa guerrilla en Cuba que tenía como objetivo descongelar el proceso. Estos son los detalles.
La delegación de Gobierno en la mesa de diálogo con el ELN emitió un comunicado en el que anuncian una nueva reunión en 2025 para evaluar el proceso de paz con esa guerrilla y la posibilidad de reanudar el cese al fuego. Ese encuentro que está previsto para enero en un lugar por definir sería un segundo tiempo de la reunión clave que tuvieron las partes en Cuba, del 19 al 25 de noviembre de este año, con el objetivo de descongelar la mesa que está frenada desde hace nueve meses.
Una de las principales conclusiones de ese encuentro en Cuba fue darle “nuevos alcances” a los diálogos y realizar un encuentro que tendrá como propósito varias tareas con miras a avanzar en la negociación.
“Realizar una evaluación del desarrollo de los acuerdos, sus cumplimientos como incumplimientos, introducir correctivos, evitar que se repitan o sigan efectuando acciones que debiliten el proceso y la Mesa de Diálogos, así como adoptar mecanismos que respondan a esa finalidad; retomar la Agenda del Acuerdo de México, evaluar y definir la continuidad del cese al fuego, y desarrollar la participación de la sociedad en la construcción de este proceso de paz”, se lee en el comunicado publicado por la delegación del Gobierno.
La idea de estas reuniones entre el Gobierno y el ELN es tratar de retomar los diálogos con una mejor estrategia que pueda evitar la inactividad en la que cayó la negociación antes de que se suspendiera el proceso. Vale recordar que, aunque la pausa inició formalmente en septiembre, desde mayo no había ninguna reunión entre las partes.
Lea también: ELN mantiene voluntad de negociar al máximo con Petro y continuar mesa con otro Gobierno
Como antesala a la reunión del 19 de noviembre, las partes tuvieron un encuentro exprés entre en 1 y el 7 de noviembre. Esa reunión fue la primera en seis meses sin encuentros presenciales, la última reunión cara a cara que tuvieron fue en mayo pasado, y fue el primer gesto del ELN en esa mesa de paz suspendida desde septiembre luego de un atentado terrorista contra una base militar en Puerto Jordán, Arauca, que dejó 25 heridos y tres uniformados muertos.
Fue en ese encuentro donde se examinaron avances, logros y dificultades en la mesa. A raíz de esto, la delegación del ELN presentó un diagnóstico del proceso y propuso un nuevo modelo de negociación para destrabar la mesa a través de un mecanismo de monitoreo y verificación del cumplimiento de los Acuerdos, así como una cláusula sobre incumplimientos.
En esa misma línea, el comunicado de la reunión del 19 al 25 de noviembre también le apunta a lograr la paz, pero sin pasar por alto los incumplimientos. “Somos conscientes del cansancio de la violencia y del clamor que estos diálogos avancen con mayor celeridad y eficacia, y produzcan un balance adecuando entre los acuerdos en términos estructurales y las transformaciones reales en los territorios. Sin embargo, esa imperiosa necesidad no debe llevarnos a ceder a la tentación de producir resultados a toda costa (...) Se requiere mantener el balance entre la paciente construcción y la urgencia de los resultados en materia de paz”, agrega la misiva del equipo negociador de Petro.
Desde el Ejecutivo han reiterado la necesidad de volver a la mesa de negociación y, de hecho, el consejero comisionado de Paz, Otty Patiño, dijo que el presidente Gustavo Petro ya le había advertido al ELN que todas las peticiones se pueden dialogar en la mesa, pero que no discutirá “con un fusil en la mano”.
Precisamente, todavía hay retos importantes y dudas sobre la voluntad del grupo antes de retomar el proceso, pues las acciones de la guerrilla como el reciente paro armado en Chocó y los constantes hostigamientos contra la Fuerza Pública en regiones como Catatumbo tras culminar el cese al fuego en agosto han generado contradicciones. A eso se le suma un nuevo atentado a una base militar en Puerto Jordán, Arauca, en la noche de este domingo, 24 de noviembre.
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El paso a seguir ahora será esperar avances y resultados concretos tras la reunión pactada para enero de 2025. “Nuestra voluntad es persistir en construir el acuerdo más completo y desarrollado posible que permita el camino de la transición a la paz con el ELN. Para ello convocamos la voluntad de todas las fuerzas sociales, económicas y políticas del país a las que invitamos a participar decididamente en la construcción de este proceso”, concluye el comunicado del Gobierno.
El nuevo modelo de negociación
En un comunicado unilateral, el ELN hizo una declaración de principios de 13 puntos, uno de los cuales era un nuevo modelo de negociación en el que hubiese un mecanismo de monitoreo de los acuerdos y cláusulas de incumplimiento. La guerrilla hace referencia a una serie de principios básicos para mantener en la mesa una buena fe que les permita avanzar en las negociaciones. A eso se le suma la propuesta de resolver las causas de los problemas más allá de sus síntomas iniciales; cumplir con lo acordado; no firmar lo que no se pueda cumplir; asumir responsabilidades; asumir una política frente al proceso de paz; y decir la verdad al país.
El comunicado también resalta la necesidad de que Estados Unidos no objete la solución política del conflicto y que la meta máxima de avances significativos sea el año 2026.
El senador Iván Cepeda, delegado del Gobierno en la mesa de conversación, aseguró que ambas partes han reflexionado sobre si no es momento de repensar algunos aspectos de este proceso. “Detalles no quiero dar sin que hayamos llegado a un acuerdo con el ELN, pero creo que coincidimos en ambos lados de la mesa en que hay la necesidad de acelerar. Acelerar quiere decir priorizar, agilizar procedimientos, buscar vías más expeditas. Por supuesto, nosotros coincidimos con el ELN en el momento de que hay que cumplir. El cumplimiento es una manera no solamente de poner de nuevo en términos muy sólidos la confianza en la mesa, sino también de cumplirle a la sociedad colombiana”, explicó Cepeda.
Para varios expertos, es casi imposible que se llegue a un acuerdo de paz finalizado en los menos de dos años que le quedan a Petro en el poder, pero sí se podría lograr que los diálogos lleguen a un punto irreversible. Incluso Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN, aseguró que mantienen la voluntad de negociar al máximo con el gobierno Petro y continuar el proceso con próximos gobiernos.
✉️ Si tiene información o denuncias sobre temas relacionadas con la paz, el conflicto, las negociaciones de paz o algún otro tema que quiera compartirnos o que trabajemos, puede escribirnos a: cmorales@elespectador.com; jrios@elespectador.com; pmesa@elespectador.com; jcontreras@elespectador.com o aosorio@elespectador.com
La delegación de Gobierno en la mesa de diálogo con el ELN emitió un comunicado en el que anuncian una nueva reunión en 2025 para evaluar el proceso de paz con esa guerrilla y la posibilidad de reanudar el cese al fuego. Ese encuentro que está previsto para enero en un lugar por definir sería un segundo tiempo de la reunión clave que tuvieron las partes en Cuba, del 19 al 25 de noviembre de este año, con el objetivo de descongelar la mesa que está frenada desde hace nueve meses.
Una de las principales conclusiones de ese encuentro en Cuba fue darle “nuevos alcances” a los diálogos y realizar un encuentro que tendrá como propósito varias tareas con miras a avanzar en la negociación.
“Realizar una evaluación del desarrollo de los acuerdos, sus cumplimientos como incumplimientos, introducir correctivos, evitar que se repitan o sigan efectuando acciones que debiliten el proceso y la Mesa de Diálogos, así como adoptar mecanismos que respondan a esa finalidad; retomar la Agenda del Acuerdo de México, evaluar y definir la continuidad del cese al fuego, y desarrollar la participación de la sociedad en la construcción de este proceso de paz”, se lee en el comunicado publicado por la delegación del Gobierno.
La idea de estas reuniones entre el Gobierno y el ELN es tratar de retomar los diálogos con una mejor estrategia que pueda evitar la inactividad en la que cayó la negociación antes de que se suspendiera el proceso. Vale recordar que, aunque la pausa inició formalmente en septiembre, desde mayo no había ninguna reunión entre las partes.
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Como antesala a la reunión del 19 de noviembre, las partes tuvieron un encuentro exprés entre en 1 y el 7 de noviembre. Esa reunión fue la primera en seis meses sin encuentros presenciales, la última reunión cara a cara que tuvieron fue en mayo pasado, y fue el primer gesto del ELN en esa mesa de paz suspendida desde septiembre luego de un atentado terrorista contra una base militar en Puerto Jordán, Arauca, que dejó 25 heridos y tres uniformados muertos.
Fue en ese encuentro donde se examinaron avances, logros y dificultades en la mesa. A raíz de esto, la delegación del ELN presentó un diagnóstico del proceso y propuso un nuevo modelo de negociación para destrabar la mesa a través de un mecanismo de monitoreo y verificación del cumplimiento de los Acuerdos, así como una cláusula sobre incumplimientos.
En esa misma línea, el comunicado de la reunión del 19 al 25 de noviembre también le apunta a lograr la paz, pero sin pasar por alto los incumplimientos. “Somos conscientes del cansancio de la violencia y del clamor que estos diálogos avancen con mayor celeridad y eficacia, y produzcan un balance adecuando entre los acuerdos en términos estructurales y las transformaciones reales en los territorios. Sin embargo, esa imperiosa necesidad no debe llevarnos a ceder a la tentación de producir resultados a toda costa (...) Se requiere mantener el balance entre la paciente construcción y la urgencia de los resultados en materia de paz”, agrega la misiva del equipo negociador de Petro.
Desde el Ejecutivo han reiterado la necesidad de volver a la mesa de negociación y, de hecho, el consejero comisionado de Paz, Otty Patiño, dijo que el presidente Gustavo Petro ya le había advertido al ELN que todas las peticiones se pueden dialogar en la mesa, pero que no discutirá “con un fusil en la mano”.
Precisamente, todavía hay retos importantes y dudas sobre la voluntad del grupo antes de retomar el proceso, pues las acciones de la guerrilla como el reciente paro armado en Chocó y los constantes hostigamientos contra la Fuerza Pública en regiones como Catatumbo tras culminar el cese al fuego en agosto han generado contradicciones. A eso se le suma un nuevo atentado a una base militar en Puerto Jordán, Arauca, en la noche de este domingo, 24 de noviembre.
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El paso a seguir ahora será esperar avances y resultados concretos tras la reunión pactada para enero de 2025. “Nuestra voluntad es persistir en construir el acuerdo más completo y desarrollado posible que permita el camino de la transición a la paz con el ELN. Para ello convocamos la voluntad de todas las fuerzas sociales, económicas y políticas del país a las que invitamos a participar decididamente en la construcción de este proceso”, concluye el comunicado del Gobierno.
El nuevo modelo de negociación
En un comunicado unilateral, el ELN hizo una declaración de principios de 13 puntos, uno de los cuales era un nuevo modelo de negociación en el que hubiese un mecanismo de monitoreo de los acuerdos y cláusulas de incumplimiento. La guerrilla hace referencia a una serie de principios básicos para mantener en la mesa una buena fe que les permita avanzar en las negociaciones. A eso se le suma la propuesta de resolver las causas de los problemas más allá de sus síntomas iniciales; cumplir con lo acordado; no firmar lo que no se pueda cumplir; asumir responsabilidades; asumir una política frente al proceso de paz; y decir la verdad al país.
El comunicado también resalta la necesidad de que Estados Unidos no objete la solución política del conflicto y que la meta máxima de avances significativos sea el año 2026.
El senador Iván Cepeda, delegado del Gobierno en la mesa de conversación, aseguró que ambas partes han reflexionado sobre si no es momento de repensar algunos aspectos de este proceso. “Detalles no quiero dar sin que hayamos llegado a un acuerdo con el ELN, pero creo que coincidimos en ambos lados de la mesa en que hay la necesidad de acelerar. Acelerar quiere decir priorizar, agilizar procedimientos, buscar vías más expeditas. Por supuesto, nosotros coincidimos con el ELN en el momento de que hay que cumplir. El cumplimiento es una manera no solamente de poner de nuevo en términos muy sólidos la confianza en la mesa, sino también de cumplirle a la sociedad colombiana”, explicó Cepeda.
Para varios expertos, es casi imposible que se llegue a un acuerdo de paz finalizado en los menos de dos años que le quedan a Petro en el poder, pero sí se podría lograr que los diálogos lleguen a un punto irreversible. Incluso Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN, aseguró que mantienen la voluntad de negociar al máximo con el gobierno Petro y continuar el proceso con próximos gobiernos.
✉️ Si tiene información o denuncias sobre temas relacionadas con la paz, el conflicto, las negociaciones de paz o algún otro tema que quiera compartirnos o que trabajemos, puede escribirnos a: cmorales@elespectador.com; jrios@elespectador.com; pmesa@elespectador.com; jcontreras@elespectador.com o aosorio@elespectador.com