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En medio de su visita de dos días al país, Jolita Butkeviciene, directora para América Latina y el Caribe de Cooperación Internacional de la Unión Europea, hizo varios anuncios importantes para el país: la extensión del Fondo Europeo para la Paz por cuatro años más, el ingreso a ese fondo de Austria y Finlandia, la inversión de más de 33 millones de euros de dicho fondo para la reincorporación de excombatientes de las Farc y el desarrollo rural a través de los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) y un aporte de diez millones de euros para atención de migrantes venezolanos y poblaciones receptoras en cinco ciudades del país. Y dio esas buenas noticias en compañía del alto consejero para la estabilización, Emilio Archila, y la embajadora de la Unión Europea, Patricia Llombart.
Además de su participación en reuniones de alto nivel, estuvo en Leticia. Quería ver de primera mano los resultados de dos proyectos de desarrollo sostenible que se ejecutan con recursos de la Unión Europea, a través de los Ministerios de Agricultura y Ambiente, Parques Nacionales y el Instituto Sinchi, que incluyen iniciativas enmarcadas en economías forestales, negocios verdes, economía circular y mujer rural, entre otros.
Al término del comité estratégico del Fondo Europeo para la Paz, creado para acompañar la implementación del Acuerdo Final (con cerca de 120 millones de euros aportados por 21 Estados miembros de la UE y Chile), la señora Butkeviciene hizo su propio balance de este instrumento de cooperación.
Antes de irse del país, reaccionó así al asesinato de Alexánder Parra: “vemos con mucha preocupación el asesinato de líderes sociales, defensores de derechos humanos y de ex combatientes. El asesinato Alexander Parra es lamentable. Él era un reincorporado que trabajaba y creía en la paz. En este camino de consolidación de la paz esperamos que estas muertes no se repitan. La violencia nunca será una respuesta aceptable y sé que Colombia seguirá por el camino de la reconciliación”.
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¿Su balance del Fondo Europeo para la Paz?
El fondo tiene vigencia hasta 2020. En su momento fue una señal política importante sobre el apoyo a la implementación del proceso de paz. No es fácil cumplir todos los resultados en cuatro años. Esta fue una buena oportunidad para pensar en los dos enfoques que el fondo tiene en su corazón: reforma rural y reincorporación, y analizar si logramos las metas que nos habíamos propuesto. Fue una reunión con una presencia al más alto nivel (asistieron los embajadores) de los Estados miembros, lo cual confirmó la importancia de este proceso de paz a los ojos de la UE y reafirmó que el compromiso de acompañar al Gobierno con la implementación del Acuerdo es el mismo de hace tres años.
¿Cómo analiza los resultados del Fondo?
El discurso de países como Suecia, Italia, Alemania y Francia, que tienen fondos financieros adicionales para apoyar la paz es muy simbólico, muestra que nuestro compromiso no se acaba todavía, que vemos buenos resultados de parte del proceso, pero no es el fin del camino. Además, tenemos dos nuevos Estados: Austria y Finlandia. Hay muchas cifras para destacar, no solo las 11.000 personas que están en proceso de reincorporación. Los resultados son tangibles. Si lo comparo con otros fondos fiduciarios que la Unión Europea tiene en África o en Asia, este se movió más rápido, tenía buen enfoque, y también el liderazgo fuerte del Gobierno colombiano. Tenemos 28 proyectos que están en curso, 74 millones de euros en ejecución, no hay proyectos cerrados todavía porque tienen una vida larga. Y lanzaremos dos proyectos más: uno por 12,5 billones de apoyo presupuestario para la reincorporación de excombatientes, y otro con 18 millones de euros para apoyar la ruta de PDET. El video que vimos a fin de agosto, donde varios excombatientes anunciaban su rearme, nos mostró la importancia del tema de reincorporación; si no actuamos con rapidez, el riesgo se aumenta. Hay que evitar que regresen a las armas; la reincorporación efectiva es el seguro para que no haya camino de vuelta.
¿Cómo ve el compromiso de las partes con el Acuerdo?
Estamos seguros de que en este punto el compromiso de las partes no va a retroceder.
¿En qué puntos haría énfasis?
En la necesidad de la reforma rural integral. El Gobierno ha reconocido la importancia de hacer más avances sobre el tema de la tierra. Nosotros podemos aportar asistencia técnica, nuestra experiencia con el catastro. Somos conscientes de que estas decisiones legales toman mucho tiempo en Colombia, pero es importante crear oportunidades económicas. El comercio de Colombia hacia la UE creció un 45 %; eso es fenomenal. Hay que crear cadenas de valor para ayudar a la gente a sacar sus productos hasta la exportación. En general, me voy del país con una mirada más positiva de la que me podría imaginar. Los síntomas muestran que la salud del fondo es buena, que los enfoques son los que debían ser: género, integración social y protección del medio ambiente. Colombia, a través del liderazgo del presidente Duque, jugó un papel importante en la firma de pacto de Leticia.
¿Por qué su insistencia en la reforma rural?
Uno de los desafíos de Colombia es la igualdad. Las cifras de acceso a la tierra no son buenas. Si queremos crear equidad en el país, hay que reconocer al 28 % de la población que vive en áreas rurales. Si queremos crear una sociedad donde cada uno encuentre su lugar, hay que atacar este tema. Nuestra naturaleza nos impide imponer cosas, pero podemos entrar en diálogo. El Gobierno entiende la importancia de ir avanzando sobre este tema.
¿Por eso apoyan las rutas PDET?
Ese proyecto busca promover la estabilización territorial en algunos municipios de Caquetá, Putumayo y en Tumaco (Nariño). Nosotros aportamos 18 millones de euros y el Gobierno de Colombia una contrapartida de tres millones. Los recursos van a infraestructura vial ligada a producción láctea y de cacao, fortalecimiento de cadenas de producción, innovación y alianzas para comercialización y conservación del medio ambiente.
¿Qué mensaje enviaría a los miles de beneficiarios del fondo?
Que sí se puede. Ver a los líderes en el Amazonas que apenas saben escribir, que no tienen una cuenta en los bancos, pero que con una oportunidad crean comunidades, crean economía local, integración, aportan al cuidado a los niños, es fenomenal. Les digo: tengan confianza, que nosotros no la perderemos nunca.