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Doria Yannette Bautista Montañez es abogada y directora de la Fundación Nydia Érika Bautista, organización que creó en el exilio, 10 años después de la desaparición de su hermana mayor y en honor a ella. Desde el 30 de agosto de 1987, cuando desaparecieron a Nydia Érika, Doria Yannette no ha dejado de luchar por la memoria de su hermana y por la defensa de la población víctima de desaparición forzada del país.
Por más de 36 años ha trabajado por la búsqueda de la verdad y la justicia de más de 500 casos de desaparición forzada que representan desde la Fundación que lidera. Su trayectoria la llevó a ser la ganadora del reconocimiento “A toda una vida” del Premio Nacional de Derechos Humanos 2023.
“Este premio es para seguir soñando con una Colombia sin desaparecidos, sin impunidad, sin madres esperando a sus hijos por una ventana, una Colombia sin huérfanos por culpa de la desaparición forzada”, dijo Bautista al recibir el premio.
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Este galardón fue entregado el pasado 6 de septiembre en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá, donde participaron organizaciones defensoras de derechos humanos y liderazgos de diferentes partes del país como Chocó, Cauca, Arauca, Putumayo y Tolima.
En entrevista con Colombia +20, Doria Yannette recordó que su lucha inició desde la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Asfaddes), hasta que tuvo que exiliarse en 1997 por amenazas.
“Mi lucha nació en las calles porque ahí fue donde acudí para repartir los volantes con las fotos de Nydia en Bogotá. Así empezó mi trayectoria y de ahí, fui aprendiendo y combinando los sentimientos de amor por Nydia Érika, que se convirtió en el amor por los desaparecidos”, señaló.
Nydia Érika Bautista fue militante del Movimiento 19 de Abril (M-19) y desaparecida por hombres de la Brigada XX de Inteligencia Militar “Charry Solano” del Ejército Nacional, bajo el mando del exgeneral Álvaro Velandia Hurtado.
La búsqueda de justicia para el caso de su hermana llevó a Doria Yannette a tocar múltiples puertas en el Consejo de Estado, la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía, hasta que terminó en un proceso penal. Doria Yannette recordó que durante ese proceso se encontró con los autores de los hechos que no querían que el caso saliera a la luz y que interpusieron muchas acciones judiciales para entorpecer el proceso.
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“La destitución contra el exgeneral Álvaro Velandia Hurtado fue la causa para salir al exilio desde el año 1997 al 2007, pues se constituyó como el primer caso de destitución de un general en el país. También sabíamos que había inteligencia militar sobre nosotros y sobre Eric, el hijo de Nidya Érika, por eso nos fuimos”, afirmó Bautista.
Desde el exilio siguió trabajando por el caso de su hermana y con la Fundación comenzó a apoyar a mujeres y familiares de las víctimas de desaparición forzada en Bolívar, Valle del Cauca, Norte del Cauca, Putumayo, Meta, Guaviare, Vichada, entre otros departamentos.
Para Bautista, las mujeres buscadoras han recibido impactos diferenciales en la búsqueda de sus familiares desaparecidos y han sido foco de discriminación, impunidad e indolencia en sus procesos. Incluso, resaltó que durante estos años de trabajo, en la Fundación tuvieron que aprender a acompañar casos de violencia sexual que se presentaban contra madres e hijas que buscan a sus familiares.
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La Fundación para los Derechos Humanos “Nydia Erika Bautista” también aportó un informe a la Comisión de la Verdad que incluyó el rol de las mujeres buscadoras en la desaparición forzada, secuestros y otras privaciones de la libertad.
Para Bautista, el rumbo de su vida y organización es seguir luchando por erradicar la desaparición forzada y trabajar en las políticas públicas que aporten a ese propósito. “Mi expectativa es que mis nietos salgan tranquilos a caminar, que las nuevas generaciones anden en las calles sin miedo a que sean desaparecidos por lo que piensan o por lo que son”, añadió.
La construcción de paz desde los territorios étnicos
El Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano (CONPA) fue creado en 2015 como un acuerdo entre 13 organizaciones del pueblo negro, afrocolombano, raizal y palenquero para la defensa de sus derechos y una vida digna en el país.
El CONPA participa en diferentes escenarios de diálogo político en el país para exigir el derecho a la paz de los pueblos étnicos e incidir en el diseño de políticas públicas con enfoque étnico-racial.
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Durante estos ocho años de trabajo, el Consejo ha logrado la creación de la Plataforma Nacional de Jóvenes Negros -que agrupa a 15 organizaciones-, la participación en la Comisión Étnica de Paz -de la que son cocreadores-. Desde allí han producido siete informes de seguimiento al capítulo étnico del Acuerdo de Paz con las FARC de 2016. Actualmente, el CONPA hace parte de las 80 organizaciones que conforman el Comité Nacional de Participación del proceso de negociación con el ELN.
Su trayectoria y trabajo desde y con los territorios étnicos del país los llevó a ser galardonados con el reconocimiento al proceso social comunitario del año en el Premio Nacional de los Derechos Humanos 2023.
“El CONPA seguirá trabajando para hacerles entender a los grupos armados que hay una oportunidad de construir la paz desde los territorios, para los territorios y con los territorios. Creemos que vivir en este país sin violencia es posible, creemos que defender los derechos humanos también es defender la dignidad de los pueblos”, afirmó durante la entrega Richard Moreno, integrante del CONPA.
Dentro de sus proyecciones está fomentar y consolidar las guardias cimarronas en los territorios; continuar impulsando la implementación del capítulo étnico del Acuerdo de Paz de 2016; impulsar la titulación y protección de los territorios colectivos, a través de la ley 70 de 1993; y consolidar la participación de las mujeres en espacios de decisión política y organizativa.
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Para el próximo año están organizando la movilización pacífica del pueblo negro 2024, con la que buscan exigirle al Estado colombiano cumplir los compromisos que han establecido con los pueblos negros del país.
La idea es movilizar desde los 32 departamentos del país a delegados y delegadas, especialmente, de las organizaciones que lo conforman. Estas son la Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas (CNOA); el Proceso de Comunidades Negras (PCN); la Red Kambirí: mujeres afrocolombianas; el Consejo Laboral Afrocolombiano (CLAF); la Autoridad Nacional Afrocolombiana (Anafro); el Foro Interétnico Solidaridad Chocó (Fisch); la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca (ACONC); la Corporación Centro de Pastoral Afrocolombiana; la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (Afrodes); el Comité del Paro Cívico del Chocó; la Asociación de Mujeres del Norte del Cauca; la Red de Mujeres del Caribe; y el Comité del Paro Cívico de Buenaventura.