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Gisela Restrepo Triviño lleva el mismo nombre de su tía, militante política y combatiente del M19 desaparecida tras un enfrentamiento con las antiguas Farc en Chocó cuando tenía 19 años. A la misma edad en que desapareció su tía, Gisela, viviendo en el exilio con sus padres, comienza a entender la historia de su familia y se propone, junto con su padre, encontrar el cuerpo de su tía. De eso trata la película Bajo el Silencio y la tierra dirigida por Gisela, y que hará parte de la tercera edición del ciclo de cine ¡Que haiga paz!.
El compilado de películas que se presentarán durante el ciclo es el resultado de una alianza entre el Instituto Distrital de las Artes, Idartes, en Bogotá y la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV), como parte de la preparación para la presentación del informe final de la CEV, en junio de este año. “La Comisión de la Verdad es la casa de la reconciliación en Colombia, y la Cinemateca es la casa del cine, es muy bonito que se unan estos dos hogares para la paz del país”, dice Andrés Pedraza, curador del ciclo ¡Que haiga paz!, que en esta edición también se estará presentando en Cali y Medellín.
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En sus primeras dos ediciones, a pesar de las restricciones que impuso la pandemia por Covid-19, esta apuesta audiovisual tuvo una gran acogida en Bogotá, cuenta Ángelica Clavijo Ortiz, asesora misional de la Cinemateca,: “En 2020 y 2021 teníamos limites en el aforo y aun así la gente llegaba, las salas se llenaban, preguntaban por las películas”. En esta tercera edición, sus organizadores esperan que los habitantes de Cali, Medellín y Bogotá se animen a ir, no solo a ver las películas, sino también a los conversatorios que se realizarán con los directores, otros artistas, líderes sociales y periodistas. Algunos eventos son de entrada libre, y los que no, tienen un costo de $6.000.
Trochas: Recorrer Colombia por medio del cine
“El nombre de la muestra no es un error gramatical ni ortográfico” dice Clavijo Ortíz, sino que “es una forma de honrar como se habla y como se entiende el país en algunas de las zonas periféricas y vulnerables de las que poco conocemos”. Durante los diez días que durará este ciclo audiovisual los asistentes podrán recorrer diferentes caminos temáticos o trochas para reflexionar sobre memoria, conflicto, paz, reconciliación, verdad y resiliencia.
Para Pedraza, la idea de las trochas es la que mejor permite responder a la pregunta ¿Qué queda después de la guerra?, que fue la que guio la curaduría de este nuevo ciclo de cine. “Cuando uno recorre el país, se pone en modo todoterreno, con botas y morral para recorrer trochas, y se encuentra de todo. La idea es que quién se acerque a estas películas se recorra el país de esa manera” dice.
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Así, las películas, que incluyen filmes comerciales, de ficción, cortos y documentales, están agrupadas en cinco trochas, de acuerdo con los temas que tratan: Identidades en resistencia; Arraigos, afectos y rupturas; Movilización y solidaridad; Hechos y responsabilidades; Otras miradas y perspectivas. Estos ejes buscaron reunir temas diversos que hacen parte de la complejidad de la construcción de la paz en los territorios. Es una metáfora para los difíciles escenarios que se han visto en Colombia en este escenario de posconflicto en medio de la implementación del Acuerdo de Paz con la extinta guerrilla de las Farc.
Andrés Pedraza, sin embargo, es consciente de que en Colombia aún no se puede pensar en lo que será “después de la guerra” pues aún hay territorios muy convulsionados por el recrudecimiento de la violencia, como se puso en evidencia durante el paro armado de las Agc o Clan del Golfo en el norte del país, y la lista creciente de líderes y lideresas sociales asesinados y amenazados. Las películas que se mostrarán en la Cinemateca, dice Pedraza, son una muestra del pasado pero también del presente: “Yo creo que es una forma de ver al país a los ojos, no para decir ‘esto ya pasó’, sino, ‘esto está pasando’”, agrega.
En esto también coincide Angélica Clavijo Ortíz, que además de resaltar la importancia que tiene el cine para la reconciliación, afirma que, en general, el arte y la cultura son herramientas de construcción de paz. “El cine colombiano todavía no tiene muchos espacios de divulgación y escenarios como este son un gran incentivo para los artistas que le apuestan a su oficio aún en medio de los obstáculos que tienen”, afirma. Precisamente por eso, ¡Que Haiga Paz! incluyó dentro de su programación, productos derivados de procesos de cine comunitario y liderazgo social por medio del arte.
Vea aquí el tráiler de No Odiarás un documental de El Espectador.
Además de la oferta de películas sobre Colombia, también se estarán presentando piezas audiovisuales de distintos países como Chile, la República Democrática del Congo, Myanmar, Argentina, Países Bajos, Alemania, Grecia, Estados Unidos y México. Todas ellas, a pesar de retratar historias de lugares geográficamente lejanos, muestran realidades similares de dolor, pero también de resiliencia. El equipo curatorial espera que con ellas, los colombianos puedan ver posibles soluciones y compartir formas de resistir.
¡Que haiga paz! arrancará con su programación hoy, 12 de mayo a las 7:00pm con la proyección de la película Los patrones de la guerra y una conversación entre María Jimena Duzán, el Mayor (r) Soto Bracamonte, excomandante del Gaula Casanare; Jorge Iván Laverde, El Iguano, excomandante de las Auc; acompañados en la moderación por María Camila Moreno, directora del Centro internacional para la justicia transicional. Puede conocer más sobre el ciclo y la programación en la página web de la Cinemateca.