Jorge Rodrigo Tovar Vélez, como ‘Yoyo’ Tovar, hijo del exjefe paramilitar Jorge 40, fue elegido este sábado como el primer vicepresidente de la Cámara de Representantes durante la instalación de la legislatura.
Tovar llegó al Congreso el 13 de marzo de 2022 tras obtener una de las 16 curules de paz destinadas para las víctimas del conflicto armado. Pese a la polémica nacional que entonces suscitó su aspiración a ese escaño por la Serranía del Perijá y la Sierra Nevada (zona del César, La Guajira y Magdalena), Tovar consiguió casi 15 mil votos en su aspiración. Se había dicho que quien ostentaría esa función sería John Fredy Núñez, representante de la curul de paz de Caquetá.
Cuando apenas tenía 8 años, su padre —exjefe del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y condenado por la masacre del Salado— lo dejó al decidir enfilarse en ese grupo armado. Tovar creció sin su papá, pero encontró en su tío, Sergio Tovar Pupo, una segunda figura paterna, que luego también le arrebataron cuando fue asesinado el 24 de diciembre de 2009. En medio de la persecución que lo obligó a salir del país, pasó años lejos de sus hermanos.
“Hoy es un día histórico para quienes hemos sufrido con ocasión de la violencia. Hoy por primera vez en la historia llega a la mesa directiva de la Cámara, un representante de las víctimas del conflicto armado. Es un día especial porque la llegada de las circunscripciones especiales de paz a la Cámara de Representantes ha causado mucha sangre y mucho dolor, muchos hijos sin sus padres, muchos padres sin sus hijos y hoy seremos la voz de todas esas personas: más de 10 millones de colombianos, víctimas del conflicto armado”, dijo Tovar tras su juramento en el cargo.
Además, el representante dijo que se comprometía con el país y con esa corporación “a llevar el debate democrático con altura y garantías” y afirmó que su elección en ese cargo “envía un mensaje claro al país de reconciliación y de paz”.
Por último, le envío un mensaje al Gobierno Nacional para que encuentre en él un ayuda en la convocatoria del acuerdo nacional. “Quiero también enviar un mensaje que se oiga en todo el territorio nacional a todos aquellos colombianos que siguen insistiendo en la vía armada. Desde la primera vicepresidencia haré todo lo que esté en mis manos para silenciar todos aquellos fusiles que siguen asesinando hermanos colombianos. Por último, al Gobierno Nacional, también un mensaje aquí está este primer vicepresidente para ayudarlos a convocar ese gran acuerdo nacional sin exclusión”, afirmó.
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Los vicepresidentes pueden sustituir al presidente de la Cámara, y “ejercer sus funciones en caso de vacancia, ausencia o imposibilidad de este. Desempeñan, además, otras funciones que les encomienden el presidente o la mesa directiva”, según el ordenamiento de esa corporación.
Las dudas en su campaña
Durante la campaña electoral en la que fueron elegidas las curules de paz, hubo varias denuncias registradas por Colombia+20 sobre el apoyo que Víctor Hugo Mosquera, director territorial de la Unidad de Víctimas en Cesar y La Guajira, le habría dado a Tovar para impulsar su candidatura. Además, durante la contienda varios candidatos denunciaron que no podían entrar a hacer campaña a veredas en las zonas rurales por el control del grupo paramilitar que opera en la zona, pero que ‘Yoyo’ Tovar sí se podía mover allí.
Apenas cuatro días antes de esas elecciones, cerca de 20 candidatos a la curul de paz en esa región terminaron renunciando masivamente tras denunciar falta de garantías para competir en igualdad de condiciones. Varias denuncias contra su candidatura llegaron en 2022 al Consejo de Estado, así como lo registró este diario. Sin embargo, en abril de ese año, el mismo Consejo dejó en firme su curul.
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¿Qué son las curules de paz?
Las 16 Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz – Citrep, como es su nombre jurídico – existen porque se pactaron en el segundo punto del Acuerdo Final de Paz de La Habana. Están destinadas a garantizar una mayor integración de zonas especialmente afectadas por el conflicto armado y el abandono del Estado, así como aumentar la representación política de esas poblaciones históricamente excluidas. Además, son una medida de reparación y de construcción de paz.
Son parte de un esfuerzo más grande contemplado en ese segundo punto del acuerdo final, sobre la Apertura democrática para construir la paz, donde también se pactaron el estatuto de la oposición, el Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política o las garantías para la movilización y la protesta pacífica.
Durante cinco años distintos sectores del Congreso se opusieron a las curules de paz, pero tras una batalla legal, la Corte Constitucional las revivió en 2021 y en 2022, por fin fueron elegidas. La votación se dio el 13 de marzo de 2022 durante las elecciones legislativas. Ese día los 170 municipios que fueron priorizados por ser los más azotados del conflicto eligieron las nuevas 16 curules que llegaron a la Cámara de Representantes.
Su llegada al Legislativo no solo significó el cumplimiento de lo pactado en La Habana, sino también el acto de participación política más grande del país para quienes fueron más azotados por la guerra. Estas curules tendrán solo dos períodos (2022-2024 y 2024-2028).