“La Comisión de la Verdad puede acceder a toda la información requerida para cumplir su mandato”: padre De Roux
El presidente de ese organismo extrajudicial indica que, por un lado, busca tener copia de archivos históricos y, por otro, acceder (no pedir copia) de documentos reservados. Insiste en que no señalará a personas ni provocará juicios personales.
Redacción Justicia para la Paz
El padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, habla sobre la controversia que despertó la solicitud de archivos de inteligencia desde 1953 al Ministerio de Defensa, con la cual llevan trabajando desde hace al menos seis meses. Reiteró que la petición no tiene como objetivo hacer ‘una cacería de brujas’, sino cumplir con el mandato constitucional: reconstruir la verdad de lo ocurrido con ocasión del conflicto armado.
¿Por qué pedir información reservada?
La comisión es una institución de Estado, que ejerce su función en todo el país, y que tiene la facultad de acceder a toda la información requerida para cumplir en su mandato. Esa facultad es sobre testimonios y archivos históricos, pero también tiene la facultad de acceder a información reservada y de inteligencia y contrainteligencia, con parámetros definidos en decreto 588 de 2017 y confirmados por la Corte Constitucional, que definen el cuidado con que se han de guardar esos archivos y el tipo de conversación que se haga con las entidades, que debe ser un diálogo a fondo para una construcción seria de la verdad.
Puede leer Los archivos de inteligencia para reconstruir la verdad
¿Qué los motivó a enviar esa solicitud?
Esta carta hace parte de un diálogo con el Ministerio de Defensa, en una conversación interna que venimos haciendo con las Fuerzas Militares y con el Ministerio, la carta se filtró, no sabemos por qué. El debate no ha venido del ministerio, la discusión pública de un asunto interno lo pusieron desde fuera, lo pusieron los militares en retiro. Nosotros no tenemos por qué responderle a los que no fueron los destinatarios de la carta, pero es una oportunidad para explicar a la opinión pública lo que estamos haciendo.
¿Por qué desde 1953?
Porque se nos pide el esclarecimiento que tenga en cuenta la totalidad del conflicto armado que ha vivido el país, y aunque nos vamos a concentrar en finales de los años 70, el fenómeno que ayude a comprender lo que pasó empieza en esa fecha, hay que aclarar que va a hasta la fecha del acuerdo de paz, es decir, el 24 de noviembre de 2016.
Es mucha información, ¿qué criterios tendrán para procesar y priorizar?
Esto lo hemos hecho con otras instituciones como el Centro Nacional de Memoria Histórica, la Unidad de Víctimas, la Agencia de Tierras. Luego nos sentaremos con esas instituciones para ver con rigor qué es necesario y pertinente, tampoco tendríamos dónde colocar ni procesar toda la información. Estamos preparando sistema complejo contenedor de información que debe ser reservada y que no puede pasar a procedimientos judiciales.
Algunos militares de inteligencia que están en retiro tienen miedo de que sus nombres sean revelados, dicen que no hay mecanismo confiable para guardar y evitar que se filtre, ¿qué decirles?
Vamos a conversar con el Ministerio de Defensa, en ningún caso haremos señalamientos a personas, ni a provocar juicios personales, ni de tipo jurídico.
¿Entonces para qué pedir hojas de vida?
Le digo con absoluta claridad: no necesitamos esas hojas de vida, nuestra carta recoge 40 puntos muy serios, fueron producto de debate el punto 29 y el 34. Para nosotros y para mí como Presidente de la Comisión no vamos a insistir en ese punto, nos acogeremos a la conversación que tengamos con Ministerio de Defensa.
¿Insistirán en el punto 34 (ordenes de batalla y de operaciones)?
Queremos mantenerlo porque nosotros tenemos la facultad de acceder a eso, eso es lo fuerte de una comisión de la verdad. Vamos a conversarlo con el ministerio, tenemos la facultad en el decreto. Esto no es para hacer señalamientos ni para incitar rivalidades, sino para tener claridad sobre lo acontecido.
¿Cómo salvaguardar la información, o sencillamente no la sacarán del Ministerio?
En la carta hay tres cosas distintas, una es tener copia de documentos históricos, que son cerca de 25 puntos. Otra es acceder (no pedir copia) o poder mirar los archivos que están protegidos en Fuerzas Armadas. Eso no los vamos a sacar, no estamos pidiendo las hojas de vida, ni una copia, estamos pidiendo poder ver esa documentación. Un tercer capítulo pide autorizaciones para dialogar con distintos miembros de Fuerzas Armadas que están en el interesante proceso de recuperar su memoria histórica.
El Gobierno ya dio vía libre, ¿ya recibió esa comunicación?
Esa información es pública, pero no hemos recibido respuesta de la carta al ministerio, nos vamos a reunir el viernes con el Ministerio.
¿Otras comisiones de la verdad han hecho este mismo procedimiento?
Por supuesto que lo han hecho otras comisiones, la de Sudáfrica lo hizo y pudo apropiarse de la información. La de Guatemala pidió y recibió hojas de vida de miembros de las Fuerzas Armadas y las utilizó para hacer seguimiento a procesos en las brigadas.
¿A las Farc también le pidieron ese tipo información?
Lo hicimos cuando recibimos a las Farc para que contribuyeran a la verdad, ese proceso está en marcha, también está la carta interna que es un reflejo de esta carta al Ministerio.
Lea también: Empresarios, a la Comisión de la Verdad
¿Qué pasa si el Ministerio dice que no tiene alguna información que prueba violaciones a los DD.HH.?
La disposición por parte del ministerio y de Fuerzas Armadas ha sido muy abierta, quisimos poner abiertamente las cosas que necesitamos, estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo sobre lo más importante. Las armas no dan seguridad, la seguridad la da la confianza colectiva, la que permite hablar de la verdad, reconocer las responsabilidades y construir juntos a sabiendas que somos seres humanos falibles, comprendo la inquietud sobre el cuidado de asuntos que son de seguridad, toda guerra es un proceso que toca seguridad de los ciudadanos y de las instituciones, pero la fuerza de la comisión es la apuesta por la verdad.
El padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, habla sobre la controversia que despertó la solicitud de archivos de inteligencia desde 1953 al Ministerio de Defensa, con la cual llevan trabajando desde hace al menos seis meses. Reiteró que la petición no tiene como objetivo hacer ‘una cacería de brujas’, sino cumplir con el mandato constitucional: reconstruir la verdad de lo ocurrido con ocasión del conflicto armado.
¿Por qué pedir información reservada?
La comisión es una institución de Estado, que ejerce su función en todo el país, y que tiene la facultad de acceder a toda la información requerida para cumplir en su mandato. Esa facultad es sobre testimonios y archivos históricos, pero también tiene la facultad de acceder a información reservada y de inteligencia y contrainteligencia, con parámetros definidos en decreto 588 de 2017 y confirmados por la Corte Constitucional, que definen el cuidado con que se han de guardar esos archivos y el tipo de conversación que se haga con las entidades, que debe ser un diálogo a fondo para una construcción seria de la verdad.
Puede leer Los archivos de inteligencia para reconstruir la verdad
¿Qué los motivó a enviar esa solicitud?
Esta carta hace parte de un diálogo con el Ministerio de Defensa, en una conversación interna que venimos haciendo con las Fuerzas Militares y con el Ministerio, la carta se filtró, no sabemos por qué. El debate no ha venido del ministerio, la discusión pública de un asunto interno lo pusieron desde fuera, lo pusieron los militares en retiro. Nosotros no tenemos por qué responderle a los que no fueron los destinatarios de la carta, pero es una oportunidad para explicar a la opinión pública lo que estamos haciendo.
¿Por qué desde 1953?
Porque se nos pide el esclarecimiento que tenga en cuenta la totalidad del conflicto armado que ha vivido el país, y aunque nos vamos a concentrar en finales de los años 70, el fenómeno que ayude a comprender lo que pasó empieza en esa fecha, hay que aclarar que va a hasta la fecha del acuerdo de paz, es decir, el 24 de noviembre de 2016.
Es mucha información, ¿qué criterios tendrán para procesar y priorizar?
Esto lo hemos hecho con otras instituciones como el Centro Nacional de Memoria Histórica, la Unidad de Víctimas, la Agencia de Tierras. Luego nos sentaremos con esas instituciones para ver con rigor qué es necesario y pertinente, tampoco tendríamos dónde colocar ni procesar toda la información. Estamos preparando sistema complejo contenedor de información que debe ser reservada y que no puede pasar a procedimientos judiciales.
Algunos militares de inteligencia que están en retiro tienen miedo de que sus nombres sean revelados, dicen que no hay mecanismo confiable para guardar y evitar que se filtre, ¿qué decirles?
Vamos a conversar con el Ministerio de Defensa, en ningún caso haremos señalamientos a personas, ni a provocar juicios personales, ni de tipo jurídico.
¿Entonces para qué pedir hojas de vida?
Le digo con absoluta claridad: no necesitamos esas hojas de vida, nuestra carta recoge 40 puntos muy serios, fueron producto de debate el punto 29 y el 34. Para nosotros y para mí como Presidente de la Comisión no vamos a insistir en ese punto, nos acogeremos a la conversación que tengamos con Ministerio de Defensa.
¿Insistirán en el punto 34 (ordenes de batalla y de operaciones)?
Queremos mantenerlo porque nosotros tenemos la facultad de acceder a eso, eso es lo fuerte de una comisión de la verdad. Vamos a conversarlo con el ministerio, tenemos la facultad en el decreto. Esto no es para hacer señalamientos ni para incitar rivalidades, sino para tener claridad sobre lo acontecido.
¿Cómo salvaguardar la información, o sencillamente no la sacarán del Ministerio?
En la carta hay tres cosas distintas, una es tener copia de documentos históricos, que son cerca de 25 puntos. Otra es acceder (no pedir copia) o poder mirar los archivos que están protegidos en Fuerzas Armadas. Eso no los vamos a sacar, no estamos pidiendo las hojas de vida, ni una copia, estamos pidiendo poder ver esa documentación. Un tercer capítulo pide autorizaciones para dialogar con distintos miembros de Fuerzas Armadas que están en el interesante proceso de recuperar su memoria histórica.
El Gobierno ya dio vía libre, ¿ya recibió esa comunicación?
Esa información es pública, pero no hemos recibido respuesta de la carta al ministerio, nos vamos a reunir el viernes con el Ministerio.
¿Otras comisiones de la verdad han hecho este mismo procedimiento?
Por supuesto que lo han hecho otras comisiones, la de Sudáfrica lo hizo y pudo apropiarse de la información. La de Guatemala pidió y recibió hojas de vida de miembros de las Fuerzas Armadas y las utilizó para hacer seguimiento a procesos en las brigadas.
¿A las Farc también le pidieron ese tipo información?
Lo hicimos cuando recibimos a las Farc para que contribuyeran a la verdad, ese proceso está en marcha, también está la carta interna que es un reflejo de esta carta al Ministerio.
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¿Qué pasa si el Ministerio dice que no tiene alguna información que prueba violaciones a los DD.HH.?
La disposición por parte del ministerio y de Fuerzas Armadas ha sido muy abierta, quisimos poner abiertamente las cosas que necesitamos, estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo sobre lo más importante. Las armas no dan seguridad, la seguridad la da la confianza colectiva, la que permite hablar de la verdad, reconocer las responsabilidades y construir juntos a sabiendas que somos seres humanos falibles, comprendo la inquietud sobre el cuidado de asuntos que son de seguridad, toda guerra es un proceso que toca seguridad de los ciudadanos y de las instituciones, pero la fuerza de la comisión es la apuesta por la verdad.