Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
A Emma Molina Theissen la detuvieron integrantes del Ejército el 27 de septiembre de 1981. Se la llevaron porque llevaba propaganda del Partido Guatemalteco de Trabajo. La encarcelaron, la torturaron y la violaron. A los nueve días de estar detenida en una cárcel clandestina se fugó. A las pocas horas, como represalia, los militares entraron a su casa y se llevaron a su hermano de 14 años, Marco Anotnio Molina Theissen. Han pasado 36 años y todavía él está desaparecido. Sus hermanas no se quedaron calladas, y por el contrario, lograron que se iniciara un juicio contra los militares.
Lea: Limitar acceso a archivos reservados promueve la impunidad”: Gustavo Meoño
Llevaron a la justicia al jefe del Estado Mayor del Ejército, entre agosto de 1981 y marzo de 1982, Benedicto Lucas García, y al general Manuel Antonio Callejas y Callejas, jefe histórico de la inteligencia militar, entre otros militares. Y con pruebas documentales del Archivo Histórico de la Policía Nacional de Guatemala (AHPN) demostraron que eran responsables del secuestro, la tortura y las violaciones a Emma y de la desaparicón de Marco Antonio..
"Este caso es el último en el que 150 documentos del Archivo Histórico tuvieron valor probatorio en ese proceso", explicó Gustavo Meoño, exdirector del AHPN, durante el evento "Archivos y Verdad", organizado por Colombia2020 y su capítulo Justicia para la Paz, con el apoyo de la Embajada de Alemania y en asocio con la Unión Europea.
Vea: #EnVivo: ¿Por qué los archivos reservados son claves para la justicia transicional?
"Esa fue la gota que rebasó el vaso. Después de ese proceso las presiones en contra del archivo aumentaron y eso causó mi destitutución como director del Archivo", dijo Meoño. Explicó, además, que durante los 13 años del AHPN, que fue descubierto de manera accidental en el 2005, hubo presiones a la justicia y a las víctimas para cerrarlo. Eso no se ha logrado, pero "eso está cambiando". Es decir, las presiones sobre el archivo están teniendo repercusiones.
Meoño explicó que durante los años de operación de Archivo, los documentos han sido pruebas determinantes en 13 casos judiciales que han llevado a condenas contra militares. También ha servido como fuente de consulta para la Fiscalía y para las víctimas que tienen familiares desaparecidos.
En Guatemala hubo una guerra civil que dejó alrededor de 200.000 muertos, y al menos el 83% de estos eran indígenas mayas. Por esto se habla de un genocidio.
Escuche este podcast sobre la importancia de los archivos para encontrar la verdad: