“Develaciones”: la antesala del informe final de la Comisión
Colombia +20 habló con la comisionada Lucía González sobre esta obra de teatro que tuvo cinco funciones en el marco del Festival Iberoamericano de Teatro. Según la comisionada, esta obra hace parte del legado de la entidad que entregará su informe final en junio de este año en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán en la ciudad de Bogotá.
Silvia Corredor Rodríguez
La comisionada Lucía González le comentó a Colombia +20 que “Develaciones, un canto a los cuatro vientos” cumple la función de preparar a la sociedad colombiana para la entrega del informe final de la Comisión de la Verdad y los temas que allí se encontrarán. También mencionó que esta no solo será una obra de teatro sino también un documental, el cual será proyectado en diferentes partes del país y podrá encontrarse en plataformas digitales para acceder a él de forma gratuita.
¿Cómo fue el proceso de construcción de la obra y qué objetivo se trazaron para su presentación?
Desde el principio nosotros pensamos siempre en los lenguajes del arte como la posibilidad de comunicar lo que de otra manera no se acercarían como a los discursos políticos o académicos, que muchas veces generan distancia. También pensamos que deberíamos hacer algo donde estuvieran las voces de los territorios, es decir que no fuera sólo una cosa hecha por artistas, representada por artistas, sino que pudiéramos hacer algo desde los territorios y en un principio pensamos como en una cantata en una cosa que recogiera voces y ritmos de los territorios. Llamamos a Iván Benavides, quien conoce la música de este país y junto con Ramiro Osorio, director del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, nos unimos y fue muy bonito ver cómo se fueron sumando para hacer las cosas.
Así se juntaron Iván, Nube Sandoval y Bernardo Rey para crear una sola cosa que muy inteligentemente, a partir de las conversaciones, trazaron una ruta que ellos llaman unas piedras sobre las que se iba a desarrollar los contenidos básicos. Siempre dijimos que se debía ir de un relato trágico a uno épico para que no se quedara en la tragedia, que también mostrara una salida y que más allá de la guerra también hay una resistencia, una población que tiene una dignidad y desde la que se pudiera representar la pluralidad de Colombia.
¿La obra adelanta algo de lo que puede ser el informe final de la Comisión de la Verdad?
Sí claro porque pone los temas que de alguna manera estamos tratando, los temas más duros que son el despojo, el secuestro, la desaparición forzada y los falsos positivos que los escogimos porque son los fundamentales en la narrativa desde el poder, también el tema de los jóvenes en su estallido social que de alguna manera recogen toda la demanda que la sociedad ha insistido hace tanto años y que siempre ha sido criminalizada
Aunque pareciera que no, Colombia tiene urgencia de reconciliarse. ¿La obra contribuye a ello?
La obra contribuye a este proceso de reconciliación y la idea es que el dolor nos una, es decir, que no nos siga pareciendo como la tragedia de los otros, sino la de nosotros porque que a partir de esta cercanía con la obra logremos más empatía con quienes han sufrido tanto. Así dejaremos de pensar que es una guerra que sucede por allá y que reconozcamos esa riqueza y esa belleza del pueblo colombiano que ha resistido, que ha sufrido tanto y que sigue luchando por la paz.
Tenemos conocimiento que se sacará un documental de la obra para llevarlo a diferentes regiones este año, ¿Dónde se proyectará?
Vamos a tener una producción audiovisual porque nos dimos cuenta que esto iba a ser un montaje muy grande que no podría llegar a muchos territorios y que nos iba a ser muy difícil llevarlo por el costo de movilizar tanta gente. Estamos a punto de cerrarla y vamos a llevarla por todo el país, esperamos que circule por muchas partes y que mucha gente la pueda ver. Tenemos previsto hacer unas cinco funciones en pantallas públicas como en Quibdó y Buenaventura, pero también nos interesa mucho llevarla a otros territorios que han vivido tanto en la tragedia y la idea es que algunos de los grupos que hacen parte de la obra nos acompañen.
Lea también: “Develaciones”, la obra de teatro que será el legado de la Comisión de la Verdad.
La obra contó con un total de 102 participantes, integrantes de organizaciones como el Colectivos de Madres de Falsos Positivos, la Corporación Jóvenes Creadores del Chocó, la Fundación Saüyee’pia Wayuu, integrantes de la Guardia Indígena Nacional, Krump Colombia, Sankofa Danza Afro, Semblanzas del Río Guapi, Tambores de Cabildo, Tonada, y actores y actrices profesionales como Andrés Parra y Carmina Martínez.
La comisionada Lucía González le comentó a Colombia +20 que “Develaciones, un canto a los cuatro vientos” cumple la función de preparar a la sociedad colombiana para la entrega del informe final de la Comisión de la Verdad y los temas que allí se encontrarán. También mencionó que esta no solo será una obra de teatro sino también un documental, el cual será proyectado en diferentes partes del país y podrá encontrarse en plataformas digitales para acceder a él de forma gratuita.
¿Cómo fue el proceso de construcción de la obra y qué objetivo se trazaron para su presentación?
Desde el principio nosotros pensamos siempre en los lenguajes del arte como la posibilidad de comunicar lo que de otra manera no se acercarían como a los discursos políticos o académicos, que muchas veces generan distancia. También pensamos que deberíamos hacer algo donde estuvieran las voces de los territorios, es decir que no fuera sólo una cosa hecha por artistas, representada por artistas, sino que pudiéramos hacer algo desde los territorios y en un principio pensamos como en una cantata en una cosa que recogiera voces y ritmos de los territorios. Llamamos a Iván Benavides, quien conoce la música de este país y junto con Ramiro Osorio, director del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, nos unimos y fue muy bonito ver cómo se fueron sumando para hacer las cosas.
Así se juntaron Iván, Nube Sandoval y Bernardo Rey para crear una sola cosa que muy inteligentemente, a partir de las conversaciones, trazaron una ruta que ellos llaman unas piedras sobre las que se iba a desarrollar los contenidos básicos. Siempre dijimos que se debía ir de un relato trágico a uno épico para que no se quedara en la tragedia, que también mostrara una salida y que más allá de la guerra también hay una resistencia, una población que tiene una dignidad y desde la que se pudiera representar la pluralidad de Colombia.
¿La obra adelanta algo de lo que puede ser el informe final de la Comisión de la Verdad?
Sí claro porque pone los temas que de alguna manera estamos tratando, los temas más duros que son el despojo, el secuestro, la desaparición forzada y los falsos positivos que los escogimos porque son los fundamentales en la narrativa desde el poder, también el tema de los jóvenes en su estallido social que de alguna manera recogen toda la demanda que la sociedad ha insistido hace tanto años y que siempre ha sido criminalizada
Aunque pareciera que no, Colombia tiene urgencia de reconciliarse. ¿La obra contribuye a ello?
La obra contribuye a este proceso de reconciliación y la idea es que el dolor nos una, es decir, que no nos siga pareciendo como la tragedia de los otros, sino la de nosotros porque que a partir de esta cercanía con la obra logremos más empatía con quienes han sufrido tanto. Así dejaremos de pensar que es una guerra que sucede por allá y que reconozcamos esa riqueza y esa belleza del pueblo colombiano que ha resistido, que ha sufrido tanto y que sigue luchando por la paz.
Tenemos conocimiento que se sacará un documental de la obra para llevarlo a diferentes regiones este año, ¿Dónde se proyectará?
Vamos a tener una producción audiovisual porque nos dimos cuenta que esto iba a ser un montaje muy grande que no podría llegar a muchos territorios y que nos iba a ser muy difícil llevarlo por el costo de movilizar tanta gente. Estamos a punto de cerrarla y vamos a llevarla por todo el país, esperamos que circule por muchas partes y que mucha gente la pueda ver. Tenemos previsto hacer unas cinco funciones en pantallas públicas como en Quibdó y Buenaventura, pero también nos interesa mucho llevarla a otros territorios que han vivido tanto en la tragedia y la idea es que algunos de los grupos que hacen parte de la obra nos acompañen.
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La obra contó con un total de 102 participantes, integrantes de organizaciones como el Colectivos de Madres de Falsos Positivos, la Corporación Jóvenes Creadores del Chocó, la Fundación Saüyee’pia Wayuu, integrantes de la Guardia Indígena Nacional, Krump Colombia, Sankofa Danza Afro, Semblanzas del Río Guapi, Tambores de Cabildo, Tonada, y actores y actrices profesionales como Andrés Parra y Carmina Martínez.