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“Lamentablemente la calificación de la percepción sobre la labor de la Policía en Bogotá es baja, solo el 23% creen que realiza un buen trabajo. Pero a medida que esta pregunta se va enfocando a las personas que han tenido una interacción directa con un uniformado, la calificación aumenta. Sube al 43%, porque la gente califica mucho mejor el servicio recibido”, dijo Jorge Mario Díaz, vicepresidente de Articulación Público Privada de Cámara de Comercio de Bogotá, durante su intervención en el panel “Retos y oportunidades de la Policía para mejorar la convivencia y la seguridad ciudadana” del evento de Colombia2020, la Policía Nacional y USAID en que se dieron a conocer los avances en la transformación de la Fuerza Pública para el posconflicto.
(Vea: "El concepto de seguridad para la Policía es la convivencia: general Fabián Cárdenas")
Durante el primer semestre de este año la Cámara de Comercio de Bogotá realizó una encuesta -que ha hecho durante 20 años- para medir las variables y la percepción ciudadana sobre la seguridad y la relación con la Policía. Según Jorge Mario Díaz, los resultados fueron reveladores y concluyeron que el objetivo de la transformación de la Policía para lograr una reconciliación efectiva y construir paz en los territorios es crear más proximidad con la sociedad. “El ciudadano le da más valor a la Policía de proximidad”, concluyó el vicepresidente de la Cámara de Comercio.
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Díaz sostuvo que una Policía de proximidad significa que exista interlocución entre ciudadanos y uniformados. Agregó que imagen desfavorable de la Policía se explica por los hechos de corrupción que han rodeado a la institución y empañan su labor. Por eso, explicó que construir relaciones cercanas con la Fuerza Pública es el camino para mejorar la percepción, pues otro de los resultados de la encuesta fue que el 65% de los bogotanos calificó como buena la interacción que tuvo con el policía de su cuadrante.
La Cámara de Comercio de Bogotá también aplicó una encuesta a los empresarios de nueve ciudades principales del país, entre ellas cuatro que han tenido una relación más directa con el conflicto armado: Villavicencio, Cúcuta, Popayán y Florencia. Al preguntarles sobre cuál es la principal transformación que debe tener la Policía como actor relevante en la construcción de paz en los territorios, “el 47% dijo que generar capacidades de aplicar métodos alternativos de resolución de conflictos. En las ciudades más expuestas el indicados fue del 60%”, precisó Díaz.
(Vea: "Así se prepara la Policía para el posconflicto")
Según el vicepresidente de la Cámara uno de los principales retos de la Policía actualmente es capacitar a sus uniformados para que sean mediadores y tengan otras estrategias para resolver conflictos, como riñas y peleas entre vecinos, porque su objetivo debe ser desescalar la violencia. Sostuvo que la Cámara de Comercio de Bogotá creó un plan piloto con la Policía Metropolitana de Bogotá con 80 uniformados de Soacha y Chapinero para capacitarlos en temas de intermediación y resolución de conflictos. Los resultados de ese proyecto llegaron a demostrar que “el 82% de los habitantes de esas localidades calificaron muy bien el trabajo de la Fuerza Pública. Ahora estamos buscando escalar este proyecto al comando general de la Policía, porque el nuevo código plantea que deben ser mediadores”, concluyó Díaz.
Frente al tema rural, la Cámara de Comercio de Bogotá ha evidenciado que la comunidad espera que la Policía esté más conectada con los problemas de los ciudadanos y tenga planes integrales de seguridad y convivencia, que deben contar con la participación de todos los actores y no solo ser una responsabilidad exclusiva de los organismos de seguridad. “Hay una gran responsabilidad en los territorios, se debe ser contundente porque van a aflorar nuevos tipos de violencia después del acuerdo”, dijo en su intervención.
Y el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Bogotá agregó: “Por esa vía se pierde la credibilidad, las oportunidades de construir una sociedad reconciliada y la confianza en los instrumentos de dialogo para poner fin a los conflictos”. Frente al tema de la confianza, Díaz dijo que en los territorios se debía velar por reconstruir los puentes entre la Policía y la sociedad, pues las tensiones debían disminuir. Asimismo, que esa confianza se debía recuperar porque la Fuerza Pública ya no iba a tener funciones militares sino cívicas.