“Hay que vivir juntos, pensar en nuestros hijos y nietos; superar las exclusiones”
Este jueves fue lanzada la iniciativa Restaurando Nuestro Futuro, realizada por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), de la mano de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Se trabajará en seis regiones PDET por la dignidad y las voces de las víctimas del conflicto. En el evento hubo llamados fuertes como estos para “construir una paz sin hipocresía”.
Luego de 20 años de presencia en Colombia, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) lanzó este jueves en Bogotá un nuevo programa llamado “Restaurando Nuestro Futuro”, que busca, de la mano del Estado colombiano y la sociedad civil, consolidar la paz, la reconciliación y la protección de los derechos de las víctimas.
Según la Agencia, el propósito de este programa es promover la reconciliación y la no-repetición del conflicto armado, a través de la implementación efectiva de las políticas de víctimas y la construcción paz.
Vea aquí la transmisión del evento de lanzamiento:
El lanzamiento empezaró a las 9 de la mañana y se realizaró en la Casa Patrimonio (calle 75 #13-10). Además, contará con un acto artístico a cargo de La Comadre, de la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (Afrodes), un proceso organizativo autónomo de mujeres afrocolombianas víctimas del conflicto armado de diversas regiones del país.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo de Anu Rajaraman, directora en Colombia de USAID; así como de Mireia Villar Forner, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Colombia; Jorge Iván González, director del Departamento Nacional de Planeación (DNP) y Fernando Medina, jefe de misión de OIM Colombia.
En la agenda también estuvo contemplada la presentación del programa a cargo de Jorge Mario Álvarez, coordinador del mismo, y habrá unas palabras del padre Francisco de Roux, expresidente Comisión de la Verdad.
En contexto: La nueva iniciativa de Usaid para sanar el tejido social en los territorios
El evento contó con un conversatorio llamado Construir el país que soñamos: ¿Cómo superar los desafíos para la reconciliación y la paz en Colombia?, que será moderado por Marco Romero, director de Codhes (Consultoría para los derechos humanos y el desplazamiento) y en el que participarán Sonia Londoño, subdirectora General de la Unidad para las Víctimas; Eucaris Salas, coordinadora de la Mesa Nacional de Participación de Víctimas; Adams Bay Rincón, alcalde de Barbacoas, Nariño, y Adolfo Zapata, de la Cámara de Comercio de Urabá.
El programa trabajará en seis regiones PDET: Chocó, Montes de María, Pacífico medio, Pacífico y frontera nariñense, Caguán y Piedemonte caqueteño, y el Urabá antioqueño.
Lea: “Estamos unidos para acompañar a los líderes y lideresas sociales”: Usaid
De acuerdo con Rajaraman, en estas regiones se priorizaron 26 municipios, incluyendo cinco ciudades capitales y Bogotá. “Para llegar a esta priorización, junto a nuestro socio, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) adelantamos un proceso muy riguroso en el que cruzamos múltiples criterios, como la presencia de sujetos de reparación colectiva, la priorización en casos de la Jurisdicción Especial para la Paz”, indicó.
Y agregó que también se tuvo en cuenta “el estado de avance en la formulación e implementación de iniciativas PDET, la presencia de comunidades étnicas y la existencia de planes de retorno y reubicación, entre otros”. Según Rajaraman, se tuvieron reuniones con autoridades territoriales, entidades del orden nacional, representantes de las comunidades y del sector privado “para iniciar la priorización de acciones y la cocreación de la agenda del programa”.
“Hay que actuar desde la realidad de los territorios”
Durante el lanzamiento del programa, Anu Rajaraman fue enfática en que si queremos construir una paz de largo alcance no debemos tomar a la reconciliación como un proceso forzado. Por el contrario, esto debe ser “algo que se da con restauración y que abre paso a la transformación social y política del país”.
A su turno, la cabeza de USAID en Colombia invitó a descentralizar los esfuerzos de paz; a no pensarla y ejecutarla desde Bogotá, sino a estar como país con la capacidad de resonar las voces de las víctimas desde los territorios y con respeto hacia los hechos que ellos vivieron durante la guerra.
Durante la apertura de esta iniciativa operada por OIM, hubo menciones especiales al Informe Final de la Comisión de la Verdad y al trabajo que esta institución extrajudicial hizo en favor de la memoria y del relato de las víctimas, con los más de 30.000 testimonios que se recopilaron en terreno y que describieron tangencialmente los sucesos más dolorosos del conflicto armado.
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El padre Francisco de Roux hizo un fuerte llamado para dejar el pensamiento belicista que nos dejó el conflicto armado. “La guerra dañó todo. Más de 120.000 muchachos en todo el país matándose sin saber por qué… dejando a su paso más de nueve millones de víctimas. Tenemos que vivir juntos, pensando en nuestros hijos y nietos, debemos superar las exclusiones desde los territorios y actuar sin miedo. Al Estado le dio temor actuar en Soacha, en Medellín, en los territorios violentos”, dijo el expresidente de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad.
A sus palabras se sumó Jorge Mario Álvarez, director de Restaurando Nuestro Futuro, quien dijo además que no se pueden echar en saco roto los esfuerzos de paz en Colombia, porque a pesar d ellos obstáculos vamos por buen camino. “Contamos con desarrollos normativos valiosísimos que son vistos como un modelo para otros países que están en camino de construir paz”, acotó.
Además, el director dijo que desde su trabajo garantizará el deber de acompañar a las comunidades víctimas que necesiten del alcance de este programa nacido de la cooperación internacional. “Acá recogemos y aprovechamos aprendizajes; construiremos sobre lo construido y avanzaremos con determinación. Como dijo Juliette de Rivero, el mayor tesoro de Colombia está en sus organizaciones sociales”, concluyó.
Las voces de las víctimas fueron un complemento ideal para lo dicho durante la presentación del programa de UAID y OIM. En un panel moderado por Marco Romero, director de Codhes, voces como las de Eucaris Salas, coordinadora de la Mesa Nacional de Víctimas, o de Darla González, vocera y lideresa trans de procesos LGBTI en el departamento de Nariño alentaron a la defensa y dignidad territorial de aquellos que sufrieron en carne propia la guerra.
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De acuerdo con Salas, la paciencia sigue siendo el común denominador de las víctimas en el país. Para ella, se han hecho muchas promesas que han quedado en el aire. “Podemos preguntarle a cualquier persona que fue afectada con la guerra y seguramente veremos que a nadie lo han reparado completamente. No ha pasado nada con nuestras indemnizaciones y programas como este nos visibilizarán más para que nos pongan un cuidado real y honesto”, sentenció.
A Darla, conmovida por las frases del padre de Roux, se le pasaron por la mente recuerdos de cómo ha sido discriminada y cómo aún en medio de tantos intentos de paz no se ve representada en muchos de esos esfuerzos.
“Hay que eliminar la hipocresía. Hablamos de paz pero cuando vemos a alguien en proceso de reincorporación codeamos al vecino y le hacemos el feo. Decimos que apoyamos a la comunidad LGBT pero cuando nuestro hijo sale del clóset enloquecemos de rabia. Hay que actuar con más coherencia y en favor de quienes lo han perdido todo”, enfatizó.
Fue Sonia Londoño, subdirectora de la Unidad para las Víctimas, la que con una frase encerró todo el clamor guardado por quienes ya se hastiaron de vivir en tanta violencia. “ya hay que actuar desde la realidad de los territorios”.
Luego de 20 años de presencia en Colombia, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) lanzó este jueves en Bogotá un nuevo programa llamado “Restaurando Nuestro Futuro”, que busca, de la mano del Estado colombiano y la sociedad civil, consolidar la paz, la reconciliación y la protección de los derechos de las víctimas.
Según la Agencia, el propósito de este programa es promover la reconciliación y la no-repetición del conflicto armado, a través de la implementación efectiva de las políticas de víctimas y la construcción paz.
Vea aquí la transmisión del evento de lanzamiento:
El lanzamiento empezaró a las 9 de la mañana y se realizaró en la Casa Patrimonio (calle 75 #13-10). Además, contará con un acto artístico a cargo de La Comadre, de la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (Afrodes), un proceso organizativo autónomo de mujeres afrocolombianas víctimas del conflicto armado de diversas regiones del país.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo de Anu Rajaraman, directora en Colombia de USAID; así como de Mireia Villar Forner, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Colombia; Jorge Iván González, director del Departamento Nacional de Planeación (DNP) y Fernando Medina, jefe de misión de OIM Colombia.
En la agenda también estuvo contemplada la presentación del programa a cargo de Jorge Mario Álvarez, coordinador del mismo, y habrá unas palabras del padre Francisco de Roux, expresidente Comisión de la Verdad.
En contexto: La nueva iniciativa de Usaid para sanar el tejido social en los territorios
El evento contó con un conversatorio llamado Construir el país que soñamos: ¿Cómo superar los desafíos para la reconciliación y la paz en Colombia?, que será moderado por Marco Romero, director de Codhes (Consultoría para los derechos humanos y el desplazamiento) y en el que participarán Sonia Londoño, subdirectora General de la Unidad para las Víctimas; Eucaris Salas, coordinadora de la Mesa Nacional de Participación de Víctimas; Adams Bay Rincón, alcalde de Barbacoas, Nariño, y Adolfo Zapata, de la Cámara de Comercio de Urabá.
El programa trabajará en seis regiones PDET: Chocó, Montes de María, Pacífico medio, Pacífico y frontera nariñense, Caguán y Piedemonte caqueteño, y el Urabá antioqueño.
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De acuerdo con Rajaraman, en estas regiones se priorizaron 26 municipios, incluyendo cinco ciudades capitales y Bogotá. “Para llegar a esta priorización, junto a nuestro socio, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) adelantamos un proceso muy riguroso en el que cruzamos múltiples criterios, como la presencia de sujetos de reparación colectiva, la priorización en casos de la Jurisdicción Especial para la Paz”, indicó.
Y agregó que también se tuvo en cuenta “el estado de avance en la formulación e implementación de iniciativas PDET, la presencia de comunidades étnicas y la existencia de planes de retorno y reubicación, entre otros”. Según Rajaraman, se tuvieron reuniones con autoridades territoriales, entidades del orden nacional, representantes de las comunidades y del sector privado “para iniciar la priorización de acciones y la cocreación de la agenda del programa”.
“Hay que actuar desde la realidad de los territorios”
Durante el lanzamiento del programa, Anu Rajaraman fue enfática en que si queremos construir una paz de largo alcance no debemos tomar a la reconciliación como un proceso forzado. Por el contrario, esto debe ser “algo que se da con restauración y que abre paso a la transformación social y política del país”.
A su turno, la cabeza de USAID en Colombia invitó a descentralizar los esfuerzos de paz; a no pensarla y ejecutarla desde Bogotá, sino a estar como país con la capacidad de resonar las voces de las víctimas desde los territorios y con respeto hacia los hechos que ellos vivieron durante la guerra.
Durante la apertura de esta iniciativa operada por OIM, hubo menciones especiales al Informe Final de la Comisión de la Verdad y al trabajo que esta institución extrajudicial hizo en favor de la memoria y del relato de las víctimas, con los más de 30.000 testimonios que se recopilaron en terreno y que describieron tangencialmente los sucesos más dolorosos del conflicto armado.
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El padre Francisco de Roux hizo un fuerte llamado para dejar el pensamiento belicista que nos dejó el conflicto armado. “La guerra dañó todo. Más de 120.000 muchachos en todo el país matándose sin saber por qué… dejando a su paso más de nueve millones de víctimas. Tenemos que vivir juntos, pensando en nuestros hijos y nietos, debemos superar las exclusiones desde los territorios y actuar sin miedo. Al Estado le dio temor actuar en Soacha, en Medellín, en los territorios violentos”, dijo el expresidente de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad.
A sus palabras se sumó Jorge Mario Álvarez, director de Restaurando Nuestro Futuro, quien dijo además que no se pueden echar en saco roto los esfuerzos de paz en Colombia, porque a pesar d ellos obstáculos vamos por buen camino. “Contamos con desarrollos normativos valiosísimos que son vistos como un modelo para otros países que están en camino de construir paz”, acotó.
Además, el director dijo que desde su trabajo garantizará el deber de acompañar a las comunidades víctimas que necesiten del alcance de este programa nacido de la cooperación internacional. “Acá recogemos y aprovechamos aprendizajes; construiremos sobre lo construido y avanzaremos con determinación. Como dijo Juliette de Rivero, el mayor tesoro de Colombia está en sus organizaciones sociales”, concluyó.
Las voces de las víctimas fueron un complemento ideal para lo dicho durante la presentación del programa de UAID y OIM. En un panel moderado por Marco Romero, director de Codhes, voces como las de Eucaris Salas, coordinadora de la Mesa Nacional de Víctimas, o de Darla González, vocera y lideresa trans de procesos LGBTI en el departamento de Nariño alentaron a la defensa y dignidad territorial de aquellos que sufrieron en carne propia la guerra.
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De acuerdo con Salas, la paciencia sigue siendo el común denominador de las víctimas en el país. Para ella, se han hecho muchas promesas que han quedado en el aire. “Podemos preguntarle a cualquier persona que fue afectada con la guerra y seguramente veremos que a nadie lo han reparado completamente. No ha pasado nada con nuestras indemnizaciones y programas como este nos visibilizarán más para que nos pongan un cuidado real y honesto”, sentenció.
A Darla, conmovida por las frases del padre de Roux, se le pasaron por la mente recuerdos de cómo ha sido discriminada y cómo aún en medio de tantos intentos de paz no se ve representada en muchos de esos esfuerzos.
“Hay que eliminar la hipocresía. Hablamos de paz pero cuando vemos a alguien en proceso de reincorporación codeamos al vecino y le hacemos el feo. Decimos que apoyamos a la comunidad LGBT pero cuando nuestro hijo sale del clóset enloquecemos de rabia. Hay que actuar con más coherencia y en favor de quienes lo han perdido todo”, enfatizó.
Fue Sonia Londoño, subdirectora de la Unidad para las Víctimas, la que con una frase encerró todo el clamor guardado por quienes ya se hastiaron de vivir en tanta violencia. “ya hay que actuar desde la realidad de los territorios”.