Las otras pugnas de María Gaitán, directora del CNMH, por la memoria y la verdad
A los señalamientos contra María Gaitán sobre una excesiva concentración de recursos e investigaciones del Centro Nacional de Memoria Histórico en la figura de su abuelo Jorge Eliécer Gaitán, se suman dos acusaciones más: una pelea con la Comisión de la Verdad por su negativa de acoger las recomendaciones del Informe Final en el Museo Nacional de la Memoria. La otra, el impulso que le dio a un artículo en el Plan Nacional de Desarrollo para terminar El Exploratorio Nacional.
Cindy A. Morales Castillo
Sendas acusaciones se han dado contra la directora del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), María Gaitán, sobre una especie de privilegio para sacar adelante proyectos, eventos e investigaciones que se centran en el legado de su abuelo, el prócer liberal Jorge Eliécer Gaitán -tal como lo publicó Colombia+20 en esta nota-.
Pero a ello se han agregado otros señalamientos. Uno sobre la pugna que tiene con la Comisión de la Verdad por negarse a incluir las conclusiones del Informe Final en el Museo Nacional de la Memoria. El otro es acerca del papel del CNMH en la inclusión de un artículo en el Plan Nacional de Desarrollo para terminar el Exploratorio Nacional, un complejo cuyo objetivo es resguardar la memoria del líder liberal.
En contexto: Denuncian que directora del CNMH privilegia el legado de su abuelo Jorge Eliécer Gaitán
El primer frente abierto de confrontación que tiene la administración del CNMH es con la Comisión de la Verdad (CEV). La razón: María Gaitán se niega a acoger las conclusiones y recomendaciones del Informe Final que presentó ese organismo el pasado 28 de junio.
El Museo Nacional de la Memoria, hoy a cargo del CNMH, debe tener en cuenta esas conclusiones, tal como lo indica el Decreto 588 de 2017 que creó ese organismo extrajudicial. Además, en las recomendaciones del Informe Final se especifica que el legado de la CEV también debe estar accesible en una exposición permanente en ese museo.
“Este legado permanecerá accesible en el Informe de la Comisión, su archivo, su transmedia y la exposición permanente en el Museo de Memoria de Colombia, y su vigencia dependerá de que los diferentes estamentos de la sociedad y las instituciones, las víctimas y movimientos sociales se apropien de él, para convertirlo en una energía de transformación colectiva, y para quienes en cumplimiento de sus deberes, objetivos y misiones, implementar las recomendaciones que se les ha hecho en el presente Informe sea una forma de explorar esas vías de transformación para una Colombia incluyente y en paz”, reza el informe en su página 727.
Sin embargo, fuentes consultadas por Colombia+20 de El Espectador indican que María Gaitán se ha negado a recibir el Informe Final porque no está de acuerdo con él. En varias entrevistas, Gaitán ha dicho que va a tener en cuenta el documento, pero que no lo va a divulgar como un documento concluyente. Según sus declaraciones a otros medios, esto se sustenta en lo que ella y su mamá, Gloria Gaitán, han llamado el “memoricidio”, que se refiere a una presunta intención de borrar registros históricos, elementos físicos y “el espíritu” de Jorge Eliécer Gaitán de la memoria colectiva del país.
“La directora del CNMH dice que ella elige qué aspectos del informe poner porque no está de acuerdo con el Informe. La razón que nos ha dado es que no está de acuerdo en que hayamos ubicado el origen del conflicto en 1956 y no en el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. La verdad es que la Comisión no definió el origen del conflicto, nosotros marcamos una fecha para profundizar la investigación. Ella dice que el informe es negacionista porque no reconoce ni investiga el ‘genocidio del gaitanismo’. A la comisión no le correspondía investigar ese tema y no había posibilidad de hacerlo porque no hay datos y esa es una tarea que no teníamos por qué asumir, no teníamos ese alcance”, dijo a este diario una persona que hizo parte la Comisión de la Verdad.
Y agrega: “Nosotros le dijimos: está bien que no esté de acuerdo con el Informe de la Comisión de la Verdad, pero para eso es el Museo, para abrir discusiones. María se erige como la autoridad de la verdad y la única que puede determinar qué verdad tiene validez y cuál no”, dijo un integrante de la Mesa por la Verdad, una confluencia de 32 organizaciones sociales y de víctimas que incluye a la Red de Lugares de Memoria.
“Hoy no hay la certeza de que en el Museo de la Memoria esté el informe de la Comisión de la Verdad, tanto así que José Antequera, director del Centro de Memoria Paz y Reconciliación de Bogotá, lo va a acoger en esa entidad”, dijo otra persona que hace parte de la Mesa.
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La Mesa por la Verdad se creó antes de la firma del Acuerdo Final para discutir temas relacionados a la construcción de memoria histórica. Cuando se instaló la mesa de negociación con las FARC en La Habana, la mesa se vinculó a las discusiones del sistema integral e incidieron en la creación de la Comisión de la Verdad.
Este diario pidió una entrevista formal con la directora del CNMH para obtener su versión, pero ella se negó y prefirió que las preguntas fueran enviadas por escrito. Aquí las respuestas completas.
“No es cierto que yo haya dicho que no esté de acuerdo con el Informe Final de la Comisión de la Verdad. Por el contrario, el CNMH está empeñado en seguir trabajando a partir de su aporte, ampliándolo con todas las voces y todas las memorias. El esclarecimiento de la verdad y la memoria no pueden ser procesos cerrados ni finitos, sino procesos en curso, mucho más en un país que aún no ha superado el conflicto armado”, dijo Gaitán a este diario.
“Ella (María Gaitán) dice que el informe es negacionista porque no reconoce ni investiga el ‘genocidio del gaitanismo’.”
Testimonio de una persona que fue parte de la Comisión de la Verdad
Acerca de que las conclusiones del Informe Final estén en el Museo de a Memoria, Gaitán explicó: “Considero fundamental reiterarle que el propósito del CNMH es incluir todas las memorias todas, lo que implica recoger tanto lo avanzado por la Comisión de la Verdad como otras tantas verdades, memorias, experiencias y procesos de reconstrucción de memoria”.
Un exintegrante de la Comisión de la Verdad asegura que no ha sido fácil la interlocución con la dirección del CNMH. “Se ha desacreditado el trabajo de las anteriores direcciones y el de la Comisión. Nuestra tarea es ser lo más fiel posible al Legado de la Comisión. No es una apreciación mía o de otra persona, dejamos el informe para el debate y vamos a desarrollar una agenda de activación académica y cultural para poner en debate los contenidos”.
Y agrega: “Es posible que ella no esté de acuerdo con el Informe y está en su derecho, pero no puede negarse a cumplir el decreto y las recomendaciones, que indican claramente que el informe debe ponerse a discusión pública activando una agenda académica participativa”.
En relación con la exposición permanente en el Museo de la Memoria, Gaitán confirma que ha habido tres encuentros al respecto. “En el primero nos fue presentada una propuesta de exposición ‘cerrada y conclusiva’, la cual propusimos se realizara abierta, dinámica y en diálogo. Durante la segunda reunión, la excomisionada Lucía González manifestó que la exposición se mantenía cerrada y conclusiva a exhibirse en el Centro de Memoria Paz y Reconciliación, a lo cual acordamos que era fundamental proponer un estudio de público para recoger las impresiones de los visitantes. En la última ocasión, reiteré mi interés de fortalecer la exposición abriéndola a aquellas verdades que se sintieron excluidas. El CNMH siempre ha manifestado estar en disposición de participar en la construcción del guion propuesto por la Comisión de la Verdad”.
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Otra persona que hizo parte del pleno de comisionados se lamentó de que esto ocurra en un Gobierno que se había comprometido con cumplir a rajatabla las recomendaciones del Informe Final. “Creemos que hay que recuperar la memoria de Gaitán, que debemos recuperar el Exploratorio de Gaitán. De hecho, la Comisión de la Verdad pagó a la familia Gaitán para que se pudieran recuperar los archivos del líder político, pero las posiciones de María hacen difícil avanzar porque todo aquel que no ponga a Gaitán en el centro o en el origen del conflicto es un negacionista. Lo más doloroso es que el país pierde la posibilidad de que en el Museo las niñas y los niños, dentro de cien años, puedan comprender el paso que dimos para salir de una situación que era intolerable”.
Varios exintegrantes de la Comisión recuerdan que tres volúmenes del Informe Final exploran los orígenes del conflicto antes de 1956. Y hacen énfasis en recordar que, por ejemplo, el capítulo llamado No Matarás, relato histórico del conflicto armado empieza en los años 20 y recuerda el impacto del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en la historia de Colombia.
Con la Mesa por la Verdad, la directora del CNMH ha tenido otras disputas. La más difícil ha sido la discusión sobre el proyecto de Ley de Memoria y Verdad, una iniciativa legislativa impulsada por el Gobierno y liderada por el senador Iván Cepeda. El proyecto de ley se venía discutiendo con el Centro Nacional de Memoria Histórica, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá, la Mesa por la Verdad, la Red Colombiana de Lugares de Memoria y otras organizaciones de derechos humanos, de víctimas, entre ellas Memoria Abierta de Argentina, que ha trabajado temas de memoria y verdad, según confirmó a este diario el Ministerio de Cultura.
“La Comisión de la Verdad pagó a la familia Gaitán para que se pudieran recuperar los archivos del líder político Jorge Eliécer Gaitán”
Este proyecto pretender recoger las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y “fijar los lineamientos para la política pública de memoria y verdad y para la construcción de paz y la no repetición. Así mismo, pretende buscar que dicha política se convierta en política de Estado, que se reconozca la existencia del conflicto, entender el pasado, fortalecer el presente y construir futuro desde las múltiples memorias y visiones de país”, precisó a Colombia+20 el ministerio al responder un cuestionario sobre el tema.
La pugna tiene un detalle y es que el CNMH tiene una fecha de expiración. De acuerdo con Ley 2078 de 2021, ese Centro tiene una prórroga de vigencia hasta 2031. Ello ha implicado un debate alrededor de su futuro, pero sobre todo de cómo quedará el Museo de la Memoria.
La directora Gaitán ha defendido que el CNMH debe continuar y, por tanto, que el Museo de la Memoria debe seguir bajo su administración. Otro sector defiende la idea de cumplir las recomendaciones de la Comisión de la Verdad que habla de “la creación y reglamentación del Museo de Memoria de Colombia como una entidad permanente e independiente del Gobierno, encargada de la preservación y construcción de memoria con énfasis en las memorias locales, territoriales y de los pueblos étnicos”.
En la página 795 del documento, los comisionados establecieron que “el museo debe poder configurarse como un espacio para una memoria viva que permita las discusiones y preguntas difíciles sobre el pasado; que asuma la implementación de la política de archivos de derechos humanos; y cuente con un programa propio, robusto, de investigación en memoria e historia del conflicto armado y sus víctimas, de pedagogía, reparación simbólica y de divulgación”.
Según el documento de la Comisión, el Museo debe contar con un mecanismo de selección del director/a que no dependa exclusivamente del Gobierno. “A nuestro juicio el Museo debería asumir varias de las funciones del CNMH, que entonces debería suprimirse, así como recibir y asumir el legado del Grupo de Memoria Histórica y de la Comisión de la Verdad. Podría ser a través de una junta directiva en la que participen el Gobierno, representantes de la academia y organizaciones de víctimas, a manera de ejemplo”.
“La Mesa por la Verdad ha venido trabajando con la UTL de Iván Cepeda y el Ministerio de Cultura en un proyecto de ley que ha sido priorizado por el Gobierno y que hace parte de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad, para crear un Sistema de Memoria y Verdad con el fin de que el Museo de la Memoria sea una entidad autónoma e independiente, tal como lo reivindica el movimiento de víctimas. No se ha podido concretar el proyecto porque no se ha podido llegar a un acuerdo con la directora del Centro Nacional de Memoria Histórica”, explicó a este diario Luciano Sanín, director de la Corporación Viva la Ciudadanía.
Según Sanín hay varios puntos de desacuerdo, entre ellos que María Gaitán quiere que el CNMH sea la cabeza del sistema. “Eso dejaría al Museo de la Memoria adscrito al Centro y al vaivén de los gobiernos de turno, algo que el movimiento de víctimas quiere evitar”.
Además, dice Sanín, María Gaitán quiere que el CNMH sea permanente. “Ahí no hay mayor discusión, siempre y cuando se definan bien las funciones del Centro y no se convierta en un censor de la verdad”.
Las discusiones han estado rodeadas de acusaciones, al punto de que un día María Gaitán terminó una reunión a los gritos y acusando a los integrantes de la Mesa por la Verdad de “negacionistas”, según confirmó una de las personas que asistía a las deliberaciones. Estas discusiones han dividido al movimiento de víctimas a tal punto que las discusiones conjuntas ya terminaron.
En este momento el Ministerio de Cultura asumió la preparación del proyecto de Ley que pretende recoger todas las posturas e intenta conciliar con la dirección del CNMH los puntos que más debate han generado, como la continuación o no del CNMH y la constitución del Museo. “Como no hubo consenso se convocará a una Convención Nacional a la que se le consultará el proyecto”, comentó un miembro de la Mesa por la Verdad.
En ese sentido, el Ministerio confirmó que la iniciativa “se ha socializado con congresistas, a quienes se les envió el último borrador, en aras de recibir aportes. Este relacionamiento con legisladores ha sido fundamentalmente con representantes a la Cámara de las Circunscripción Especiales de Paz. Antes de radicar formalmente en el Congreso de la República este proyecto, se espera hacer un último ejercicio de socialización, el cual será amplio y participativo, en el marco de una Convención Nacional de Memoria y Verdad”.
Según la directora: “La Mesa por la Verdad se sumó a la idea de desarticular el complejo de reconstrucción de memoria histórica a cargo del CNMH, proponiendo entregarle al Ministerio de Cultura el funcionamiento del Museo Nacional de la Memoria y Archivos de DDHH. Cabe aclarar que todo ministro de cultura es designado por el “gobierno de turno”, lo cual no resuelve la preocupación por la independencia. En definitiva, el llamado del CNMH es a cuidar la memoria como un deber del Estado y un derecho de la sociedad”.
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Los recursos para el Exploratorio Nacional
En el evento organizado por el CNMH el pasado 9 de abril, Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado Interno, María Gaitán no solo dedicó la mayor parte del tiempo a la conmemoración de los 75 años del magnicidio de su abuelo, con una amplia presencia de símbolos alrededor de Gaitán, sino que fue la ocasión para anunciar que el Gobierno se comprometía a adelantar las obras para Exploratorio Nacional, ubicado en la localidad de Teusaquillo de Bogotá y cuyo objetivo es resguardar la memoria del líder liberal.
Además: Así se va a conmemorar, este 9 de abril, el Día de las Víctimas del Conflicto
El presidente Gustavo Petro se conectó virtualmente al evento y en su discurso se comprometió a terminar el Exploratorio Nacional. “Nosotros debemos revivir a Gaitán”, dijo.
A las palabras de Petro en esa conmemoración, se unió la directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Cielo Rusinque Urrego, quien estuvo presente en el acto. “El discurso que hace el presidente Petro es una seña de hasta qué punto este Gobierno del cambio está comprometido con portar las banderas de ese líder político que marcó nuestra historia”, dijo Rusinque.
La directora del DPS también dijo que conocía de primera mano el trabajo de Gloria Gaitán en el Exploratorio, hizo énfasis en el deteriorado estado del lugar y luego hizo el anuncio. “Quiero decirles hoy que gracias a los acercamientos que hemos tenido con los equipos jurídicos del Centro de Memoria Histórica, con los asesores de Gloria y sobre todo con toda la voluntad del Gobierno Nacional y del presidente Gustavo Petro, nos hemos prometido sacar adelante este Exploratorio”, afirmó.
El tema no solo quedó en las promesas del evento, sino que se materializó en un artículo que quedó incluido en el recién aprobado del Plan Nacional de Desarrollo. Desde el CNMH se impulsó la inclusión del artículo 24 en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), con el cual se busca terminar la construcción del Exploratorio Nacional, que lleva 20 años abandonado y que quedó así: “El Gobierno nacional buscará la terminación de la construcción de ‘El Exploratorio Nacional’ de que trata la Ley 425 de 1998, destinado para conmemorar el legado de Jorge Eliecer Gaitán”.
El artículo entró en el Plan Nacional de Desarrollo a través de una proposición radicada el pasado 11 de abril, el mismo día en que se conmemoró el Día de Víctimas en el Congreso de la República y donde, entre otras, participó la directora Gaitán.
Uno de los congresistas que firmó la proposición le confirmó a Colombia+20 que la iniciativa fue presentada en el Congreso por un grupo de representantes a la Cámara, pero que vino directamente de una asesora de María Gaitán.
Además, el congresista dijo que se había barajado la idea de que el Exploratorio quedara a disposición del Ministerio de Cultura, pero que esa idea no caló porque la asesora les dijo a los congresistas que el presidente Petro “quería que quedara bajo el DPS (Departamento para la Prosperidad)”. Actualmente, el CNMH está adscrito a esa entidad.
Una de las preguntas era si el Centro había participado en la inclusión de ese artículo en el PND. La directora Gaitán respondió: ”El presidente Gustavo Petro encomendó al sector de Inclusión Social articularse para presentar dicha proposición”.
Exempleados y trabajadores del CNMH, así como historiadores y expertos en temas de memoria coinciden en que no desconocen el carácter “emblemático” e “histórico” que tiene Jorge Eliécer Gaitán para Colombia. Sin embargo, afirman que es evidente el protagonismo y la imagen “mesiánica” de su figura en los seis meses que lleva María Gaitán como directora del Centro y que enfocar los pocos recursos que tiene el centro en un solo personaje va en contravía del mandato que tiene esa entidad.
Si bien no podría hablarse de irregularidades, sí debería considerarse un conflicto de intereses. “La terminación del Exploratorio claro que supone una ganancia para el país, pero ¿quién es actualmente la directora del centro que quedaría a cargo de ese edificio? La nieta de Gaitán y por tanto su familia sería la que estaría recibiendo directamente un beneficio”, dice una trabajadora.
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Para otros empleados del CNMH, es un desacierto invertir la “poca plata” que tiene esa entidad en una sola edificación que justamente está relacionada con la familia de la directora. Una de esas personas afirma que si el plan de la directora -tal como ella lo ha dicho varias veces- es la “territorialización de la memoria”, no se puede seguir centralizando los esfuerzos.
“¿Cuánto va a ser la plata que se va a invertir en ese proceso de territorialización? ¿Qué lugares van a entrar? ¿Cómo se ayudará a otras iniciativas del país? Esas son las preguntas que deberían hacerse, en lugar de meter todo el dinero nuevamente en Bogotá y a un Exploratorio relacionado con la familia de la directora y que no sabemos cuánto puede costar. Entonces, ¿cuál es el orden de prioridades en la entidad?”, explicó un funcionario.
Una antigua trabajadora de la dirección de lugares de memoria del CNMH afirma que, por ejemplo, se podría ayudar a la sostenibilidad o impulsar otros lugares que han tenido dificultades para mantenerse. “Con tantas urgencias que se tienen y la limitación en los presupuestos para las dependencias, podríamos enfocarnos en otros lugares. El Salón del Nunca Más de Granada, Antioquia, tiene todas las dificultades del mundo o la Casa de la Memoria de Tumaco que en marzo pasado alertó la posibilidad de cerrarse por falta de recursos. Esos procesos comunitarios son muy importantes”, afirma.
Sobre los criterios con los que se priorizó al Exploratorio Nacional para ser incluido en el Plan Nacional de Desarrollo y tener acceso a recursos económicos para su terminación, la directora María Gaitán le respondió a este diario: “No se trata de una “priorización” sino del cumplimiento de un mandato de ley que viene desde 1948, reafirmado en 1998. Recordemos que la ley 425 de 1998, aún vigente y pendiente de ser acatada, ordena “la terminación de la construcción de El Exploratorio Nacional, obra arquitectónica y complejo cultural”. A diferencia de la falta de voluntad política de los gobiernos anteriores, el gobierno del cambio hará efectivo dicho mandato, evitando que un bien público siga en ruina generando un grave detrimento patrimonial”
Y agregó que en cuanto a los sitios y lugares de memoria del resto del país, “el CNMH avanza en un despliegue territorial bajo la premisa ‘El territorio habla y el Centro escucha’, donde tanto Tumaco como Granada, entre otros, están priorizados para su fortalecimiento”.
En efecto, la construcción del Exploratorio se remonta a la Ley 45 de 1948 que ordenaba construir un monumento junto a la casa de Gaitán, pero el ganador de la licitación solo se anunció 31 años después. El proyecto quedó en manos del reconocido arquitecto Rogelio Salmona, la obra empezó en 1990.
La edificación avanzó a paso lento y en 2003, el entonces presidente Álvaro Uribe detuvo su construcción. Además, removió a Gloria Gaitán del Instituto Colombiano de la Participación (Colparticipar), hasta entonces la única entidad administradora de la casa-museo, por acusaciones sobre malversación de fondos, desmantelamiento de la casa-museo y desaparición de importantes documentos, sin que prosperara ningún proceso judicial.
Una persona que integró la CEV dice: “Aquí el riesgo que se está corriendo es que ella asuma como tarea institucional del Centro Nacional de Memoria la dimensión personal de reivindicar el nombre de su abuelo y que confunda el mandato institucional con el deseo familiar de construir el trabajo de Gaitán”.
Sendas acusaciones se han dado contra la directora del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), María Gaitán, sobre una especie de privilegio para sacar adelante proyectos, eventos e investigaciones que se centran en el legado de su abuelo, el prócer liberal Jorge Eliécer Gaitán -tal como lo publicó Colombia+20 en esta nota-.
Pero a ello se han agregado otros señalamientos. Uno sobre la pugna que tiene con la Comisión de la Verdad por negarse a incluir las conclusiones del Informe Final en el Museo Nacional de la Memoria. El otro es acerca del papel del CNMH en la inclusión de un artículo en el Plan Nacional de Desarrollo para terminar el Exploratorio Nacional, un complejo cuyo objetivo es resguardar la memoria del líder liberal.
En contexto: Denuncian que directora del CNMH privilegia el legado de su abuelo Jorge Eliécer Gaitán
El primer frente abierto de confrontación que tiene la administración del CNMH es con la Comisión de la Verdad (CEV). La razón: María Gaitán se niega a acoger las conclusiones y recomendaciones del Informe Final que presentó ese organismo el pasado 28 de junio.
El Museo Nacional de la Memoria, hoy a cargo del CNMH, debe tener en cuenta esas conclusiones, tal como lo indica el Decreto 588 de 2017 que creó ese organismo extrajudicial. Además, en las recomendaciones del Informe Final se especifica que el legado de la CEV también debe estar accesible en una exposición permanente en ese museo.
“Este legado permanecerá accesible en el Informe de la Comisión, su archivo, su transmedia y la exposición permanente en el Museo de Memoria de Colombia, y su vigencia dependerá de que los diferentes estamentos de la sociedad y las instituciones, las víctimas y movimientos sociales se apropien de él, para convertirlo en una energía de transformación colectiva, y para quienes en cumplimiento de sus deberes, objetivos y misiones, implementar las recomendaciones que se les ha hecho en el presente Informe sea una forma de explorar esas vías de transformación para una Colombia incluyente y en paz”, reza el informe en su página 727.
Sin embargo, fuentes consultadas por Colombia+20 de El Espectador indican que María Gaitán se ha negado a recibir el Informe Final porque no está de acuerdo con él. En varias entrevistas, Gaitán ha dicho que va a tener en cuenta el documento, pero que no lo va a divulgar como un documento concluyente. Según sus declaraciones a otros medios, esto se sustenta en lo que ella y su mamá, Gloria Gaitán, han llamado el “memoricidio”, que se refiere a una presunta intención de borrar registros históricos, elementos físicos y “el espíritu” de Jorge Eliécer Gaitán de la memoria colectiva del país.
“La directora del CNMH dice que ella elige qué aspectos del informe poner porque no está de acuerdo con el Informe. La razón que nos ha dado es que no está de acuerdo en que hayamos ubicado el origen del conflicto en 1956 y no en el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. La verdad es que la Comisión no definió el origen del conflicto, nosotros marcamos una fecha para profundizar la investigación. Ella dice que el informe es negacionista porque no reconoce ni investiga el ‘genocidio del gaitanismo’. A la comisión no le correspondía investigar ese tema y no había posibilidad de hacerlo porque no hay datos y esa es una tarea que no teníamos por qué asumir, no teníamos ese alcance”, dijo a este diario una persona que hizo parte la Comisión de la Verdad.
Y agrega: “Nosotros le dijimos: está bien que no esté de acuerdo con el Informe de la Comisión de la Verdad, pero para eso es el Museo, para abrir discusiones. María se erige como la autoridad de la verdad y la única que puede determinar qué verdad tiene validez y cuál no”, dijo un integrante de la Mesa por la Verdad, una confluencia de 32 organizaciones sociales y de víctimas que incluye a la Red de Lugares de Memoria.
“Hoy no hay la certeza de que en el Museo de la Memoria esté el informe de la Comisión de la Verdad, tanto así que José Antequera, director del Centro de Memoria Paz y Reconciliación de Bogotá, lo va a acoger en esa entidad”, dijo otra persona que hace parte de la Mesa.
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La Mesa por la Verdad se creó antes de la firma del Acuerdo Final para discutir temas relacionados a la construcción de memoria histórica. Cuando se instaló la mesa de negociación con las FARC en La Habana, la mesa se vinculó a las discusiones del sistema integral e incidieron en la creación de la Comisión de la Verdad.
Este diario pidió una entrevista formal con la directora del CNMH para obtener su versión, pero ella se negó y prefirió que las preguntas fueran enviadas por escrito. Aquí las respuestas completas.
“No es cierto que yo haya dicho que no esté de acuerdo con el Informe Final de la Comisión de la Verdad. Por el contrario, el CNMH está empeñado en seguir trabajando a partir de su aporte, ampliándolo con todas las voces y todas las memorias. El esclarecimiento de la verdad y la memoria no pueden ser procesos cerrados ni finitos, sino procesos en curso, mucho más en un país que aún no ha superado el conflicto armado”, dijo Gaitán a este diario.
“Ella (María Gaitán) dice que el informe es negacionista porque no reconoce ni investiga el ‘genocidio del gaitanismo’.”
Testimonio de una persona que fue parte de la Comisión de la Verdad
Acerca de que las conclusiones del Informe Final estén en el Museo de a Memoria, Gaitán explicó: “Considero fundamental reiterarle que el propósito del CNMH es incluir todas las memorias todas, lo que implica recoger tanto lo avanzado por la Comisión de la Verdad como otras tantas verdades, memorias, experiencias y procesos de reconstrucción de memoria”.
Un exintegrante de la Comisión de la Verdad asegura que no ha sido fácil la interlocución con la dirección del CNMH. “Se ha desacreditado el trabajo de las anteriores direcciones y el de la Comisión. Nuestra tarea es ser lo más fiel posible al Legado de la Comisión. No es una apreciación mía o de otra persona, dejamos el informe para el debate y vamos a desarrollar una agenda de activación académica y cultural para poner en debate los contenidos”.
Y agrega: “Es posible que ella no esté de acuerdo con el Informe y está en su derecho, pero no puede negarse a cumplir el decreto y las recomendaciones, que indican claramente que el informe debe ponerse a discusión pública activando una agenda académica participativa”.
En relación con la exposición permanente en el Museo de la Memoria, Gaitán confirma que ha habido tres encuentros al respecto. “En el primero nos fue presentada una propuesta de exposición ‘cerrada y conclusiva’, la cual propusimos se realizara abierta, dinámica y en diálogo. Durante la segunda reunión, la excomisionada Lucía González manifestó que la exposición se mantenía cerrada y conclusiva a exhibirse en el Centro de Memoria Paz y Reconciliación, a lo cual acordamos que era fundamental proponer un estudio de público para recoger las impresiones de los visitantes. En la última ocasión, reiteré mi interés de fortalecer la exposición abriéndola a aquellas verdades que se sintieron excluidas. El CNMH siempre ha manifestado estar en disposición de participar en la construcción del guion propuesto por la Comisión de la Verdad”.
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Otra persona que hizo parte del pleno de comisionados se lamentó de que esto ocurra en un Gobierno que se había comprometido con cumplir a rajatabla las recomendaciones del Informe Final. “Creemos que hay que recuperar la memoria de Gaitán, que debemos recuperar el Exploratorio de Gaitán. De hecho, la Comisión de la Verdad pagó a la familia Gaitán para que se pudieran recuperar los archivos del líder político, pero las posiciones de María hacen difícil avanzar porque todo aquel que no ponga a Gaitán en el centro o en el origen del conflicto es un negacionista. Lo más doloroso es que el país pierde la posibilidad de que en el Museo las niñas y los niños, dentro de cien años, puedan comprender el paso que dimos para salir de una situación que era intolerable”.
Varios exintegrantes de la Comisión recuerdan que tres volúmenes del Informe Final exploran los orígenes del conflicto antes de 1956. Y hacen énfasis en recordar que, por ejemplo, el capítulo llamado No Matarás, relato histórico del conflicto armado empieza en los años 20 y recuerda el impacto del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en la historia de Colombia.
Con la Mesa por la Verdad, la directora del CNMH ha tenido otras disputas. La más difícil ha sido la discusión sobre el proyecto de Ley de Memoria y Verdad, una iniciativa legislativa impulsada por el Gobierno y liderada por el senador Iván Cepeda. El proyecto de ley se venía discutiendo con el Centro Nacional de Memoria Histórica, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá, la Mesa por la Verdad, la Red Colombiana de Lugares de Memoria y otras organizaciones de derechos humanos, de víctimas, entre ellas Memoria Abierta de Argentina, que ha trabajado temas de memoria y verdad, según confirmó a este diario el Ministerio de Cultura.
“La Comisión de la Verdad pagó a la familia Gaitán para que se pudieran recuperar los archivos del líder político Jorge Eliécer Gaitán”
Este proyecto pretender recoger las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y “fijar los lineamientos para la política pública de memoria y verdad y para la construcción de paz y la no repetición. Así mismo, pretende buscar que dicha política se convierta en política de Estado, que se reconozca la existencia del conflicto, entender el pasado, fortalecer el presente y construir futuro desde las múltiples memorias y visiones de país”, precisó a Colombia+20 el ministerio al responder un cuestionario sobre el tema.
La pugna tiene un detalle y es que el CNMH tiene una fecha de expiración. De acuerdo con Ley 2078 de 2021, ese Centro tiene una prórroga de vigencia hasta 2031. Ello ha implicado un debate alrededor de su futuro, pero sobre todo de cómo quedará el Museo de la Memoria.
La directora Gaitán ha defendido que el CNMH debe continuar y, por tanto, que el Museo de la Memoria debe seguir bajo su administración. Otro sector defiende la idea de cumplir las recomendaciones de la Comisión de la Verdad que habla de “la creación y reglamentación del Museo de Memoria de Colombia como una entidad permanente e independiente del Gobierno, encargada de la preservación y construcción de memoria con énfasis en las memorias locales, territoriales y de los pueblos étnicos”.
En la página 795 del documento, los comisionados establecieron que “el museo debe poder configurarse como un espacio para una memoria viva que permita las discusiones y preguntas difíciles sobre el pasado; que asuma la implementación de la política de archivos de derechos humanos; y cuente con un programa propio, robusto, de investigación en memoria e historia del conflicto armado y sus víctimas, de pedagogía, reparación simbólica y de divulgación”.
Según el documento de la Comisión, el Museo debe contar con un mecanismo de selección del director/a que no dependa exclusivamente del Gobierno. “A nuestro juicio el Museo debería asumir varias de las funciones del CNMH, que entonces debería suprimirse, así como recibir y asumir el legado del Grupo de Memoria Histórica y de la Comisión de la Verdad. Podría ser a través de una junta directiva en la que participen el Gobierno, representantes de la academia y organizaciones de víctimas, a manera de ejemplo”.
“La Mesa por la Verdad ha venido trabajando con la UTL de Iván Cepeda y el Ministerio de Cultura en un proyecto de ley que ha sido priorizado por el Gobierno y que hace parte de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad, para crear un Sistema de Memoria y Verdad con el fin de que el Museo de la Memoria sea una entidad autónoma e independiente, tal como lo reivindica el movimiento de víctimas. No se ha podido concretar el proyecto porque no se ha podido llegar a un acuerdo con la directora del Centro Nacional de Memoria Histórica”, explicó a este diario Luciano Sanín, director de la Corporación Viva la Ciudadanía.
Según Sanín hay varios puntos de desacuerdo, entre ellos que María Gaitán quiere que el CNMH sea la cabeza del sistema. “Eso dejaría al Museo de la Memoria adscrito al Centro y al vaivén de los gobiernos de turno, algo que el movimiento de víctimas quiere evitar”.
Además, dice Sanín, María Gaitán quiere que el CNMH sea permanente. “Ahí no hay mayor discusión, siempre y cuando se definan bien las funciones del Centro y no se convierta en un censor de la verdad”.
Las discusiones han estado rodeadas de acusaciones, al punto de que un día María Gaitán terminó una reunión a los gritos y acusando a los integrantes de la Mesa por la Verdad de “negacionistas”, según confirmó una de las personas que asistía a las deliberaciones. Estas discusiones han dividido al movimiento de víctimas a tal punto que las discusiones conjuntas ya terminaron.
En este momento el Ministerio de Cultura asumió la preparación del proyecto de Ley que pretende recoger todas las posturas e intenta conciliar con la dirección del CNMH los puntos que más debate han generado, como la continuación o no del CNMH y la constitución del Museo. “Como no hubo consenso se convocará a una Convención Nacional a la que se le consultará el proyecto”, comentó un miembro de la Mesa por la Verdad.
En ese sentido, el Ministerio confirmó que la iniciativa “se ha socializado con congresistas, a quienes se les envió el último borrador, en aras de recibir aportes. Este relacionamiento con legisladores ha sido fundamentalmente con representantes a la Cámara de las Circunscripción Especiales de Paz. Antes de radicar formalmente en el Congreso de la República este proyecto, se espera hacer un último ejercicio de socialización, el cual será amplio y participativo, en el marco de una Convención Nacional de Memoria y Verdad”.
Según la directora: “La Mesa por la Verdad se sumó a la idea de desarticular el complejo de reconstrucción de memoria histórica a cargo del CNMH, proponiendo entregarle al Ministerio de Cultura el funcionamiento del Museo Nacional de la Memoria y Archivos de DDHH. Cabe aclarar que todo ministro de cultura es designado por el “gobierno de turno”, lo cual no resuelve la preocupación por la independencia. En definitiva, el llamado del CNMH es a cuidar la memoria como un deber del Estado y un derecho de la sociedad”.
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Los recursos para el Exploratorio Nacional
En el evento organizado por el CNMH el pasado 9 de abril, Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado Interno, María Gaitán no solo dedicó la mayor parte del tiempo a la conmemoración de los 75 años del magnicidio de su abuelo, con una amplia presencia de símbolos alrededor de Gaitán, sino que fue la ocasión para anunciar que el Gobierno se comprometía a adelantar las obras para Exploratorio Nacional, ubicado en la localidad de Teusaquillo de Bogotá y cuyo objetivo es resguardar la memoria del líder liberal.
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El presidente Gustavo Petro se conectó virtualmente al evento y en su discurso se comprometió a terminar el Exploratorio Nacional. “Nosotros debemos revivir a Gaitán”, dijo.
A las palabras de Petro en esa conmemoración, se unió la directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Cielo Rusinque Urrego, quien estuvo presente en el acto. “El discurso que hace el presidente Petro es una seña de hasta qué punto este Gobierno del cambio está comprometido con portar las banderas de ese líder político que marcó nuestra historia”, dijo Rusinque.
La directora del DPS también dijo que conocía de primera mano el trabajo de Gloria Gaitán en el Exploratorio, hizo énfasis en el deteriorado estado del lugar y luego hizo el anuncio. “Quiero decirles hoy que gracias a los acercamientos que hemos tenido con los equipos jurídicos del Centro de Memoria Histórica, con los asesores de Gloria y sobre todo con toda la voluntad del Gobierno Nacional y del presidente Gustavo Petro, nos hemos prometido sacar adelante este Exploratorio”, afirmó.
El tema no solo quedó en las promesas del evento, sino que se materializó en un artículo que quedó incluido en el recién aprobado del Plan Nacional de Desarrollo. Desde el CNMH se impulsó la inclusión del artículo 24 en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), con el cual se busca terminar la construcción del Exploratorio Nacional, que lleva 20 años abandonado y que quedó así: “El Gobierno nacional buscará la terminación de la construcción de ‘El Exploratorio Nacional’ de que trata la Ley 425 de 1998, destinado para conmemorar el legado de Jorge Eliecer Gaitán”.
El artículo entró en el Plan Nacional de Desarrollo a través de una proposición radicada el pasado 11 de abril, el mismo día en que se conmemoró el Día de Víctimas en el Congreso de la República y donde, entre otras, participó la directora Gaitán.
Uno de los congresistas que firmó la proposición le confirmó a Colombia+20 que la iniciativa fue presentada en el Congreso por un grupo de representantes a la Cámara, pero que vino directamente de una asesora de María Gaitán.
Además, el congresista dijo que se había barajado la idea de que el Exploratorio quedara a disposición del Ministerio de Cultura, pero que esa idea no caló porque la asesora les dijo a los congresistas que el presidente Petro “quería que quedara bajo el DPS (Departamento para la Prosperidad)”. Actualmente, el CNMH está adscrito a esa entidad.
Una de las preguntas era si el Centro había participado en la inclusión de ese artículo en el PND. La directora Gaitán respondió: ”El presidente Gustavo Petro encomendó al sector de Inclusión Social articularse para presentar dicha proposición”.
Exempleados y trabajadores del CNMH, así como historiadores y expertos en temas de memoria coinciden en que no desconocen el carácter “emblemático” e “histórico” que tiene Jorge Eliécer Gaitán para Colombia. Sin embargo, afirman que es evidente el protagonismo y la imagen “mesiánica” de su figura en los seis meses que lleva María Gaitán como directora del Centro y que enfocar los pocos recursos que tiene el centro en un solo personaje va en contravía del mandato que tiene esa entidad.
Si bien no podría hablarse de irregularidades, sí debería considerarse un conflicto de intereses. “La terminación del Exploratorio claro que supone una ganancia para el país, pero ¿quién es actualmente la directora del centro que quedaría a cargo de ese edificio? La nieta de Gaitán y por tanto su familia sería la que estaría recibiendo directamente un beneficio”, dice una trabajadora.
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Para otros empleados del CNMH, es un desacierto invertir la “poca plata” que tiene esa entidad en una sola edificación que justamente está relacionada con la familia de la directora. Una de esas personas afirma que si el plan de la directora -tal como ella lo ha dicho varias veces- es la “territorialización de la memoria”, no se puede seguir centralizando los esfuerzos.
“¿Cuánto va a ser la plata que se va a invertir en ese proceso de territorialización? ¿Qué lugares van a entrar? ¿Cómo se ayudará a otras iniciativas del país? Esas son las preguntas que deberían hacerse, en lugar de meter todo el dinero nuevamente en Bogotá y a un Exploratorio relacionado con la familia de la directora y que no sabemos cuánto puede costar. Entonces, ¿cuál es el orden de prioridades en la entidad?”, explicó un funcionario.
Una antigua trabajadora de la dirección de lugares de memoria del CNMH afirma que, por ejemplo, se podría ayudar a la sostenibilidad o impulsar otros lugares que han tenido dificultades para mantenerse. “Con tantas urgencias que se tienen y la limitación en los presupuestos para las dependencias, podríamos enfocarnos en otros lugares. El Salón del Nunca Más de Granada, Antioquia, tiene todas las dificultades del mundo o la Casa de la Memoria de Tumaco que en marzo pasado alertó la posibilidad de cerrarse por falta de recursos. Esos procesos comunitarios son muy importantes”, afirma.
Sobre los criterios con los que se priorizó al Exploratorio Nacional para ser incluido en el Plan Nacional de Desarrollo y tener acceso a recursos económicos para su terminación, la directora María Gaitán le respondió a este diario: “No se trata de una “priorización” sino del cumplimiento de un mandato de ley que viene desde 1948, reafirmado en 1998. Recordemos que la ley 425 de 1998, aún vigente y pendiente de ser acatada, ordena “la terminación de la construcción de El Exploratorio Nacional, obra arquitectónica y complejo cultural”. A diferencia de la falta de voluntad política de los gobiernos anteriores, el gobierno del cambio hará efectivo dicho mandato, evitando que un bien público siga en ruina generando un grave detrimento patrimonial”
Y agregó que en cuanto a los sitios y lugares de memoria del resto del país, “el CNMH avanza en un despliegue territorial bajo la premisa ‘El territorio habla y el Centro escucha’, donde tanto Tumaco como Granada, entre otros, están priorizados para su fortalecimiento”.
En efecto, la construcción del Exploratorio se remonta a la Ley 45 de 1948 que ordenaba construir un monumento junto a la casa de Gaitán, pero el ganador de la licitación solo se anunció 31 años después. El proyecto quedó en manos del reconocido arquitecto Rogelio Salmona, la obra empezó en 1990.
La edificación avanzó a paso lento y en 2003, el entonces presidente Álvaro Uribe detuvo su construcción. Además, removió a Gloria Gaitán del Instituto Colombiano de la Participación (Colparticipar), hasta entonces la única entidad administradora de la casa-museo, por acusaciones sobre malversación de fondos, desmantelamiento de la casa-museo y desaparición de importantes documentos, sin que prosperara ningún proceso judicial.
Una persona que integró la CEV dice: “Aquí el riesgo que se está corriendo es que ella asuma como tarea institucional del Centro Nacional de Memoria la dimensión personal de reivindicar el nombre de su abuelo y que confunda el mandato institucional con el deseo familiar de construir el trabajo de Gaitán”.