Estas son las peticiones que le harán a Petro los cocaleros de Catatumbo
Más de 2.000 campesinos se reunieron este jueves en El Tarra durante el primer día del Encuentro Cocalero del Catatumbo citado por el presidente Gustavo Petro. Discutieron peticiones como reformas al programa de sustitución, la constitución de Territorios Campesinos Agroalimentarios y el fin de la erradicación forzada para mañana exponérselas al presidente.
Que se detenga definitivamente la erradicación forzada, que la sustitución de la coca por cultivos legales se haga gradualmente, que esta abarque todo un nuevo sistema productivo en la región y que el Catatumbo se constituya como un territorio de paz. Esas son algunas de las propuestas que le harán más de dos mil campesinos cocaleros al gobierno de Gustavo Petro este viernes 16 de diciembre durante el segundo día del Encuentro Cocalero del Catatumbo, en El Tarra (Norte de Santander).
La asamblea, que inició este jueves, fue citada por el presidente Petro para conversar con los campesinos de la región sobre tres ejes fundamentales: paz total, desarrollo regional y ordenamiento territorial del Catatumbo. Durante el primer día del encuentro, se congregaron miembros de las Juntas de Acción Comunal, la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), el Comité de Integración Social del Catatumbo (Cisca), Asociación de Unidad Campesina del Catatumbo (Asuncat), la Coccam, la Pastoral Social de Ocaña y de Tibú, la Diócesis de Tibú, y la comunidad Barí de la región.
Las organizaciones y los campesinos se sentaron en casi 50 mesas de discusión sobre los tres ejes para plantearles las conclusiones mañana al alto comisionado para la paz, Danilo Rueda; al director del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS) , Felipe Tascón; al director de la Agencia de Renovación del Territorio, Raúl Delgado; y al presidente Petro.
(Le puede interesar: En medio de hostigamientos, cocaleros del Catatumbo definieron propuestas a Petro)
“El gran acuerdo es la necesidad de la unidad, de articular las diferentes luchas sociales que hay en el territorio para avanzar hacia una economía no dependiente de la coca sino encaminada a la autonomía de las comunidades y que lleve a la región a la superación del conflicto armado y social que siempre ha estado“, resumió Marylen Serna, lideresa campesina del Congreso de los Pueblos. Serna añadió que una petición relacionada con el cambio de la economía cocalera es, como ya se había planteado en cumbres anteriores, que se reforme el PNIS de acuerdo a las fallas que ha tenido su implementación.
En eso coincidió Junior Maldonado, vocero de Ascamcat. “Se debe hacer una reingeniería del Pnis para volver a la gradualidad del acuerdo y promover los usos legales de la coca. Además, estamos solicitando que se haga un censo de los cultivadores de coca que están detenidos para que puedan ser gestores de la sustitución en la región”, añadió. Desde esa organización también propusieron que se lleve a cabo la primera conferencia internacional de política de drogas en Tibú, “por ser el primer municipio en hoja de coca en el mundo”.
Además, las organizaciones campsinas coincidieron en solicitar un plan de choque para enfrentar las dificultades económicas que están viviendo los cultivadores de coca ante la no compra de pasta base en la región. “Los campesinos están en situación de hambre, entonces esperamos que más de 90 mil familias del Catatumbo sean priorizadas para poder avanzar en procesos y alternativas reales de sustitución”, señaló Maldonado.
Otro de los mayores reclamos de los campesinos cocaleros a nivel nacional que se presentó durante el evento fue frente a la erradicación forzada. “Rechazamos de forma categórica toda política que plantee la erradicación forzada o las fumigaciones aéreas con herbicidas, por sus graves impactos en la salud y en la naturaleza, y por su demostrada ineficiencia, así como las judicializaciones de campesinos cultivadores de coca. Respaldamos las iniciativas del gobierno nacional de exigir a la comunidad internacional un cambio hacia la regulación de las drogas, donde el centro de la política esté en el tratamiento de los problemas de salud”, señaló el Comité de Integración Social del Catatumbo (Cisca).
(Lea también: Pese a promesas de Petro, continúa erradicación forzada y uso de glifosato)
Constituir territorios campesinos agroalimentarios
Alberto Castilla, líder campesino, exsenador por el Polo y miembro del Cisca, fue el vocero de esta organización. “No es suficiente con cambiar el cultivo, es necesario cambiar la economía, dinamizarla, definir el modelo productivo e impactar las relaciones sociales y la cultura”, añadió y resaltó como Serna la visión común de un Catatumbo en paz.
Para ello, la propuesta del Cisca es puntual, aunque estructural: que se constituyan Territorios Campesinos Agroalimentarios. Esto implicaría, según señalaron, un nuevo ordenamiento territorial alrededor del agua y la recuperación de la naturaleza, la defensa de la soberanía alimentaria (que requeriría el acceso a tierras por parte de la reforma agraria) y el fortalecimiento del poder popular, a partir de las Juntas de Acción Comunal.
Durante el evento también se dieron propuestas como declarar al Catatumbo una región binacional para permitir un intercambio comercial permanente con Venezuela e insistieron en la declaración del campesino como sujeto de especial protección constitucional.
Este jueves 15 de diciembre se desarrollaron tres conversatorios sobre paz total en el Catatumbo, ordenamiento territorial y medio ambiente y el desarrollo regional; todo desde la óptica de la problemática de la coca en el territorio.
En octubre pasado las organizaciones de Catatumbo ya habían desarrollado una cumbre para definir sus propuestas puntuales al nuevo gobierno. La gradualidad en la sustitución ya estaba definida desde entonces, pero además se había hablado de la solicitud de sacar a los campesinos cultivadores de las cárceles, para cumplir con el punto de tratamiento penal diferenciado establecido por el Acuerdo de paz, y de comprarle tierras a las empresas de palma, propuesta que está relacionada con los Territorios Agroalimentarios y su oposición a irse de la región.
Que se detenga definitivamente la erradicación forzada, que la sustitución de la coca por cultivos legales se haga gradualmente, que esta abarque todo un nuevo sistema productivo en la región y que el Catatumbo se constituya como un territorio de paz. Esas son algunas de las propuestas que le harán más de dos mil campesinos cocaleros al gobierno de Gustavo Petro este viernes 16 de diciembre durante el segundo día del Encuentro Cocalero del Catatumbo, en El Tarra (Norte de Santander).
La asamblea, que inició este jueves, fue citada por el presidente Petro para conversar con los campesinos de la región sobre tres ejes fundamentales: paz total, desarrollo regional y ordenamiento territorial del Catatumbo. Durante el primer día del encuentro, se congregaron miembros de las Juntas de Acción Comunal, la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), el Comité de Integración Social del Catatumbo (Cisca), Asociación de Unidad Campesina del Catatumbo (Asuncat), la Coccam, la Pastoral Social de Ocaña y de Tibú, la Diócesis de Tibú, y la comunidad Barí de la región.
Las organizaciones y los campesinos se sentaron en casi 50 mesas de discusión sobre los tres ejes para plantearles las conclusiones mañana al alto comisionado para la paz, Danilo Rueda; al director del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS) , Felipe Tascón; al director de la Agencia de Renovación del Territorio, Raúl Delgado; y al presidente Petro.
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“El gran acuerdo es la necesidad de la unidad, de articular las diferentes luchas sociales que hay en el territorio para avanzar hacia una economía no dependiente de la coca sino encaminada a la autonomía de las comunidades y que lleve a la región a la superación del conflicto armado y social que siempre ha estado“, resumió Marylen Serna, lideresa campesina del Congreso de los Pueblos. Serna añadió que una petición relacionada con el cambio de la economía cocalera es, como ya se había planteado en cumbres anteriores, que se reforme el PNIS de acuerdo a las fallas que ha tenido su implementación.
En eso coincidió Junior Maldonado, vocero de Ascamcat. “Se debe hacer una reingeniería del Pnis para volver a la gradualidad del acuerdo y promover los usos legales de la coca. Además, estamos solicitando que se haga un censo de los cultivadores de coca que están detenidos para que puedan ser gestores de la sustitución en la región”, añadió. Desde esa organización también propusieron que se lleve a cabo la primera conferencia internacional de política de drogas en Tibú, “por ser el primer municipio en hoja de coca en el mundo”.
Además, las organizaciones campsinas coincidieron en solicitar un plan de choque para enfrentar las dificultades económicas que están viviendo los cultivadores de coca ante la no compra de pasta base en la región. “Los campesinos están en situación de hambre, entonces esperamos que más de 90 mil familias del Catatumbo sean priorizadas para poder avanzar en procesos y alternativas reales de sustitución”, señaló Maldonado.
Otro de los mayores reclamos de los campesinos cocaleros a nivel nacional que se presentó durante el evento fue frente a la erradicación forzada. “Rechazamos de forma categórica toda política que plantee la erradicación forzada o las fumigaciones aéreas con herbicidas, por sus graves impactos en la salud y en la naturaleza, y por su demostrada ineficiencia, así como las judicializaciones de campesinos cultivadores de coca. Respaldamos las iniciativas del gobierno nacional de exigir a la comunidad internacional un cambio hacia la regulación de las drogas, donde el centro de la política esté en el tratamiento de los problemas de salud”, señaló el Comité de Integración Social del Catatumbo (Cisca).
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Constituir territorios campesinos agroalimentarios
Alberto Castilla, líder campesino, exsenador por el Polo y miembro del Cisca, fue el vocero de esta organización. “No es suficiente con cambiar el cultivo, es necesario cambiar la economía, dinamizarla, definir el modelo productivo e impactar las relaciones sociales y la cultura”, añadió y resaltó como Serna la visión común de un Catatumbo en paz.
Para ello, la propuesta del Cisca es puntual, aunque estructural: que se constituyan Territorios Campesinos Agroalimentarios. Esto implicaría, según señalaron, un nuevo ordenamiento territorial alrededor del agua y la recuperación de la naturaleza, la defensa de la soberanía alimentaria (que requeriría el acceso a tierras por parte de la reforma agraria) y el fortalecimiento del poder popular, a partir de las Juntas de Acción Comunal.
Durante el evento también se dieron propuestas como declarar al Catatumbo una región binacional para permitir un intercambio comercial permanente con Venezuela e insistieron en la declaración del campesino como sujeto de especial protección constitucional.
Este jueves 15 de diciembre se desarrollaron tres conversatorios sobre paz total en el Catatumbo, ordenamiento territorial y medio ambiente y el desarrollo regional; todo desde la óptica de la problemática de la coca en el territorio.
En octubre pasado las organizaciones de Catatumbo ya habían desarrollado una cumbre para definir sus propuestas puntuales al nuevo gobierno. La gradualidad en la sustitución ya estaba definida desde entonces, pero además se había hablado de la solicitud de sacar a los campesinos cultivadores de las cárceles, para cumplir con el punto de tratamiento penal diferenciado establecido por el Acuerdo de paz, y de comprarle tierras a las empresas de palma, propuesta que está relacionada con los Territorios Agroalimentarios y su oposición a irse de la región.