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El proyecto piloto “Hablemos de verdad en los colegios”, iniciativa de Colombia 2020 con el respaldo de la Embajada de Alemania en Colombia, llega a una etapa crucial. Tras dos encuentros privados entre más de 300 estudiantes de colegios de Bogotá, Norte de Santander y Meta, y actores del conflicto armado, esta semana volverá el formato, pero esta vez de manera pública.
Con el objetivo de hacer un balance de los conversatorios y talleres virtuales que se llevaron a cabo desde octubre del año pasado con alumnos de los grados noveno, décimo y once, el próximo jueves 29 de abril, desde las 9:00 a.m., dialogarán frente al país una maestra del colegio José Máx León (Bogotá); una estudiante del colegio Puente Amarillo (Meta); Pastor Alape, exjefe de las extintas Farc; Óscar Montealegre, excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), y Esther Polo Zabala, lideresa social.
En el espacio discutirán acerca de las reflexiones que les dejaron sus anteriores encuentros, resaltando la importancia de hablar y hacer pedagogía hacia los más jóvenes sobre las implicaciones y lecciones que deja una guerra. En las ediciones del 29 de octubre de 2020 y del 25 de marzo de 2021, Alape y Montealegre respondieron preguntas formuladas por los estudiantes, como: ¿Por qué desarrollaron la guerra en los territorios? ¿sienten arrepentimiento por haber causado tanto dolor? ¿Qué los llevó a participar en la guerra? ¿Cómo puede ser reparada una víctima? ¿Cómo los niños y las niñas pueden aportar a la construcción de paz?
Ambos hablaron sobre las causas que los llevaron a participar activamente en el conflicto armado, pero siempre finalizando con aprendizajes y motivaciones que los llevaron a dejar las armas, por ejemplo, como las expuestas por el antiguo jefe paramilitar, cuando dijo que “no quiero que mis hijos vayan a ser víctimas de los hijos de las víctimas”.
Esther Polo Zabala también participó el pasado 25 de marzo acerca de cómo vio arder la casa de sus padres en Córdoba y relató momentos difíciles cuando vio morir a vecinos y amigos, pero con una narrativa resiliente que la llevó a contarle a los más jóvenes cómo también fue capaz de perdonar a sus victimarios.
Se espera que en el encuentro del próximo jueves se reúnan sus testimonios y que como dijo la profesora de la cátedra de ética y paz del colegio José Max León, Lizeth Marchena, los estudiantes se puedan sentir en la tranquilidad de estar ante un diálogo que “no esté polarizado ni con sesgos políticos”.
Tanto los padres y madres de los estudiantes, como las directivas de las instituciones participantes han destacado la importancia de este encuentro para desestigmatizar a los actores de la guerra y enseñar a los jóvenes que hablar de la verdad no es necesariamente abrir las puertas a rencores del pasado, sino un primer paso para construir país.
El hecho de que se reúnan en un mismo espacio, como lo han hecho antes, dos enemigos durante los años de guerra, evidencia los avances considerables que apelan al perdón, a la no repetición y a la construcción de paz a partir de los diálogos con los más chicos, como una herramienta inquebrantable y que perdurará, para que las nuevas generaciones no repitan los errores que desencadenaron una guerra entre hermanos de más de 50 años.
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