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                                                                                                                                ‘Martín Sombra’ confirma autoría de las Farc en masacre atribuida a los ‘paras’

                                                                                                                                El exjefe guerrillero Ely Mejía Mendoza, recientemente en libertad por vencimiento de términos, dice que fueron hombres de esa guerrilla quienes perpetraron la masacre de San Carlos de Guaroa, el 3 de octubre de 1997, por la que se condenó al jefe paramilitar Martín Llanos. Su testimonio va en contravía de años de investigaciones judiciales y de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia.

                                                                                                                                Sebastián Forero Rueda

                                                                                                                                Periodista político
                                                                                                                                Ely Mejía Mendoza, conocido en las Farc como Martín Sombra, actualmente está en libertad por vencimiento de términos y a la espera de juicio en el que espera demostrar su inocencia en el secuestro del ganadero de Caquetá Samuel Estupiñán, ocurrido en diciembre de 2017.
                                                                                                                                Foto: Sebastián Forero Rueda
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                “Sobre la acción de San Carlos de Guaroa, si todavía no hemos hecho ninguna clase de comunicado podemos permanecer q.a.p, mientras estudiamos la importancia del caso, porque en estos momentos es muy conveniente de que se rompan las relaciones Gobierno-paramilitares, ya que no cogieron cuerpo de delito nuestro. ¿Qué tal la propuesta? Parecido a lo de Gómez Hurtado”.

                                                                                                                                Ese mensaje es hasta ahora la única prueba de que habrían sido las Farc las perpetradoras de la masacre. Por eso, la versión no ha tenido credibilidad entre quienes conocen de cerca la investigación judicial, los sobrevivientes y los representantes de las víctimas, caso similar a lo que ha ocurrido con Gómez Hurtado. La desconfianza en este caso es aún mayor, pues existe sentencia de primera y segunda instancia, confirmada en casación por la Corte Suprema de Justicia, que condenó a 38 años de prisión a los jefes del grupo paramilitar los Buitragueños, es decir, Héctor Germán Buitrago, conocido como Martín Llanos; su hermano, Nelson Orlando, y su padre, Héctor José.

                                                                                                                                El 3 de octubre de 1997, una comisión judicial integrada por miembros del CTI de la Fiscalía, el DAS, la Procuraduría y el Gaula del Ejército salió de Villavicencio hacia el municipio de San Martín (Meta) para incautar una finca de propiedad de narcotraficantes. Cuando regresaba a la capital del departamento, luego de la diligencia judicial, fue emboscada por un grupo armado que la atacó.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Lea: Las Farc, no los paramilitares, serían los responsables de la masacre de San Carlos de Guaroa

                                                                                                                                Según Martín Sombra, la masacre nace de una orden operacional que él, el Mono Jojoy (entonces comandante del Bloque Oriental) y Manuel Marulanda impartieron en ese momento a un guerrillero del Frente 43 de las Farc, para que saliera hacia la zona de San Carlos de Guaroa a lo que ellos llamaban “orden público”, es decir, enfrentarse con el Ejército, para “foguear” a los hombres de sus filas.

                                                                                                                                El guerrillero, conocido como Marco Aurelio Buendía o Braulio, recibió la orden operacional del Mono Jojoy en el campamento de los Llanos del Yarí, al sur de La Macarena (Meta) y partió desde ese punto hacia el norte del departamento al mando de una tropa de alrededor de 120 hombres. Es importante que aclarar que Sombra fue históricamente cercano a Marulanda y, para la época, ya había creado varios frentes guerrilleros, organizado tomas y entrenado centenares de hombres en las filas, razón por la que estaba en ese campamento del Yarí y presenció ese momento.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                De acuerdo con la versión de Sombra, en ese enfrentamiento murieron, al menos, cinco guerrilleros que tenían mando en el Frente 43: el negro Berteín, Wilson Rincón, Mayerlis, Camilo y Carlos. Después del hecho, la decisión fue guardar silencio sobre la autoría de las Farc, para que fuera atribuida a los paramilitares, como lo dice el mensaje de Marulanda y como, en efecto, sucedió.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La versión de Martín Sombra tendría pocas personas vivas que podrían corroborarla. Marulanda y el Mono Jojoy murieron; Marco Aurelio Buendía, que comandó la tropa ese día, fue asesinado en un combate con el Ejército en Cundinamarca, en 2003; Jhon 40 está en las disidencias de las Farc, y el Negro Antonio también falleció. A pesar de esto, Sombra entregó esta versión de la masacre ante los tribunales de Justicia y Paz, en el que fueron juzgados los paramilitares cuando se desmovilizaron.

                                                                                                                                Las 11 víctimas de la masacre fueron: el mayor Juan Carlos Figueroa Escobar, comandante del Gaula en Villavicencio; y los miembros de la comisión Carlos Degly Reyes, Otto Ruiz Pérez, José Luis Castro, José Noel Sossa Díaz, Aldier Castro Merchán, Artidoro Vasallo, Ricardo Ruperto Guarnido, Luis Fernando Vargas, Aldemar Manchola Ramos y José Giovanni Alfonso Arévalo. / Azael Grisales
                                                                                                                                Foto: El Espectador - Archivo
                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea también: “Quiero que todo el país sepa la verdad que conté”: exjefe paramilitar de los Llanos

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En octubre de 1997, Pirabán lideraba las Autodefensas Campesinas Independientes de San Martín, un grupo autónomo que combatía a las Farc en la región y empezaba a hacer acciones conjuntas con los paramilitares que mandaron los Castaño de Urabá. Fue meses antes, en julio, cuando entre estos dos grupos paramilitares cometieron la masacre de Mapiripán, en la cual Pirata ha reconocido su responsabilidad.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Manuel de Jesús Pirabán, conocido como Pirata, jefe paramilitar de los Llanos, que llegó a ser el comandante del Bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia. / Gustavo Torrijos

                                                                                                                                Esos guerrilleros se quedaron trabajando para Pirabán, formando parte de su estructura e incluso uno de ellos se desmovilizó con él en 2006 y hoy está vivo. Igualmente, cuenta que en medio del proceso de Justicia y Paz coincidió con Sombra y allí él le habría relatado que la autoría de la masacre era de las Farc: “Él me dijo: ‘Esa masacre se la están echando a los Buitrago, pero fuimos nosotros’”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Los sobrevivientes y víctimas de la masacre sostienen que en su momento la fiscal quinta de Justicia y Paz los buscó y les informó que Martin Sombra se había atribuido esa masacre en sus versiones libres ante esos tribunales. Sin embargo, esa investigación nunca prosperó y las víctimas que fueron llamadas no le dieron credibilidad a esa nueva versión.

                                                                                                                                Contra 24 años de investigación judicial

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Los militares de la comisión respondieron y, como resultado del fuego cruzado, tres de los atacantes murieron y otros tres fueron capturados. Enseguida, los detenidos fueron interrogados e identificados como miembros de la estructura de los Buitragueños. Como quedó probado en el expediente, en ese momento los capturados advierten de una emboscada que más adelante ejecutaría el resto del grupo armado, mucho más numeroso.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                De los tres capturados, uno murió en el combate que ocurrió después, el de la masacre, pero los otros dos rindieron su declaración ante la Fiscalía, confirmaron su pertenencia a los Buitragueños y dieron a conocer todo el organigrama de la estructura. Con base en esos testimonios, las declaraciones de todos los sobrevivientes y los documentos de inteligencia sobre ese grupo paramilitar en la zona, el Juzgado Séptimo Penal Especializado de Bogotá condenó, el 18 de octubre de 2002, a los tres Buitrago a 38 años de prisión por esa masacre. Luego, el 9 de agosto de 2004, el Tribunal Superior de Bogotá confirmó en segunda instancia la condena. Y, por si fuera poco, el 16 de mayo de 2007, la Corte Suprema de Justicia confirmó en casación la pena a los jefes paramilitares.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                La otra responsabilidad

                                                                                                                                En los 24 años de investigación judicial, las víctimas han exigido también que se esclarezca la responsabilidad que ese día tuvieron las directivas de la séptima brigada del Ejército, con sede en Villavicencio, cuyo comandante era el general Jaime Humberto Uscátegui Ramírez. El 19 de noviembre de 1999, el oficial fue destituido de las Fuerzas Militares por la Procuraduría.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La decisión del órgano de control se basó en que hubo reiteradas e insistentes peticiones de apoyo después del primer combate por parte de los miembros de la comisión al comandante de la brigada. Incluso se corroboró que hubo otros funcionarios en Villavicencio que fueron a pedir auxilio para la comisión. Pero la respuesta del general fue negligente. De hecho, salió junto con el comandante de la división, el mayor general Agustín Ardila Uribe, hacia San Vicente del Caguán, para una diligencia que no era urgente, aun teniendo conocimiento de la situación. El general fue llamado a indagatoria por la Fiscalía, aunque hasta hoy la investigación en su contra no ha avanzado.

                                                                                                                                Lea también: Por segunda vez, la JEP le dice al general (r) Uscátegui que no revisará su sentencia

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La hipótesis de la defensa siempre ha sido que entre el comandante de la brigada y los paramilitares del Meta había contubernio. El general Uscátegui fue condenado a 37 años por la masacre de Mapiripán, cometida tres meses antes de la de San Carlos de Guaroa, por los paramilitares. De haber sido las Farc las autoras de la masacre, dice la defensa de las víctimas, sería aún peor para el general Uscátegui que permitió un golpe de ese calado a manos de la insurgencia, pese a los llamados de auxilio de las víctimas antes de la tragedia.

                                                                                                                                Ely Mejía Mendoza, conocido en las Farc como Martín Sombra, actualmente está en libertad por vencimiento de términos y a la espera de juicio en el que espera demostrar su inocencia en el secuestro del ganadero de Caquetá Samuel Estupiñán, ocurrido en diciembre de 2017.
                                                                                                                                Foto: Sebastián Forero Rueda
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                “Sobre la acción de San Carlos de Guaroa, si todavía no hemos hecho ninguna clase de comunicado podemos permanecer q.a.p, mientras estudiamos la importancia del caso, porque en estos momentos es muy conveniente de que se rompan las relaciones Gobierno-paramilitares, ya que no cogieron cuerpo de delito nuestro. ¿Qué tal la propuesta? Parecido a lo de Gómez Hurtado”.

                                                                                                                                Ese mensaje es hasta ahora la única prueba de que habrían sido las Farc las perpetradoras de la masacre. Por eso, la versión no ha tenido credibilidad entre quienes conocen de cerca la investigación judicial, los sobrevivientes y los representantes de las víctimas, caso similar a lo que ha ocurrido con Gómez Hurtado. La desconfianza en este caso es aún mayor, pues existe sentencia de primera y segunda instancia, confirmada en casación por la Corte Suprema de Justicia, que condenó a 38 años de prisión a los jefes del grupo paramilitar los Buitragueños, es decir, Héctor Germán Buitrago, conocido como Martín Llanos; su hermano, Nelson Orlando, y su padre, Héctor José.

                                                                                                                                El 3 de octubre de 1997, una comisión judicial integrada por miembros del CTI de la Fiscalía, el DAS, la Procuraduría y el Gaula del Ejército salió de Villavicencio hacia el municipio de San Martín (Meta) para incautar una finca de propiedad de narcotraficantes. Cuando regresaba a la capital del departamento, luego de la diligencia judicial, fue emboscada por un grupo armado que la atacó.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Lea: Las Farc, no los paramilitares, serían los responsables de la masacre de San Carlos de Guaroa

                                                                                                                                Según Martín Sombra, la masacre nace de una orden operacional que él, el Mono Jojoy (entonces comandante del Bloque Oriental) y Manuel Marulanda impartieron en ese momento a un guerrillero del Frente 43 de las Farc, para que saliera hacia la zona de San Carlos de Guaroa a lo que ellos llamaban “orden público”, es decir, enfrentarse con el Ejército, para “foguear” a los hombres de sus filas.

                                                                                                                                El guerrillero, conocido como Marco Aurelio Buendía o Braulio, recibió la orden operacional del Mono Jojoy en el campamento de los Llanos del Yarí, al sur de La Macarena (Meta) y partió desde ese punto hacia el norte del departamento al mando de una tropa de alrededor de 120 hombres. Es importante que aclarar que Sombra fue históricamente cercano a Marulanda y, para la época, ya había creado varios frentes guerrilleros, organizado tomas y entrenado centenares de hombres en las filas, razón por la que estaba en ese campamento del Yarí y presenció ese momento.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                De acuerdo con la versión de Sombra, en ese enfrentamiento murieron, al menos, cinco guerrilleros que tenían mando en el Frente 43: el negro Berteín, Wilson Rincón, Mayerlis, Camilo y Carlos. Después del hecho, la decisión fue guardar silencio sobre la autoría de las Farc, para que fuera atribuida a los paramilitares, como lo dice el mensaje de Marulanda y como, en efecto, sucedió.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Las 11 víctimas de la masacre fueron: el mayor Juan Carlos Figueroa Escobar, comandante del Gaula en Villavicencio; y los miembros de la comisión Carlos Degly Reyes, Otto Ruiz Pérez, José Luis Castro, José Noel Sossa Díaz, Aldier Castro Merchán, Artidoro Vasallo, Ricardo Ruperto Guarnido, Luis Fernando Vargas, Aldemar Manchola Ramos y José Giovanni Alfonso Arévalo. / Azael Grisales
                                                                                                                                Foto: El Espectador - Archivo
                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea también: “Quiero que todo el país sepa la verdad que conté”: exjefe paramilitar de los Llanos

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Pirabán explica que cuando ocurrió el hecho, la primera reacción fue atribuírsela a los Buitragueños, pues eran quienes tenían la presencia consolidada en esa región. Sin embargo, apenas un mes después tuvo conocimiento de que la masacre en realidad podría haber sido responsabilidad de las Farc. A principios de noviembre, él y sus hombres detuvieron a dos guerrilleros de esa insurgencia, menores de edad, que hacían labores de inteligencia en el municipio de Fuente de Oro y los trasladaron a una finca de su propiedad. Allí, en medio de los interrogatorios habituales, afirmaron haber participado en esa masacre, como parte de las Farc. Además, aseguraron en ese momento que en el hecho había muerto el negro Berteín, como dice Martín Sombra.

                                                                                                                                Manuel de Jesús Pirabán, conocido como Pirata, jefe paramilitar de los Llanos, que llegó a ser el comandante del Bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia. / Gustavo Torrijos

                                                                                                                                Esos guerrilleros se quedaron trabajando para Pirabán, formando parte de su estructura e incluso uno de ellos se desmovilizó con él en 2006 y hoy está vivo. Igualmente, cuenta que en medio del proceso de Justicia y Paz coincidió con Sombra y allí él le habría relatado que la autoría de la masacre era de las Farc: “Él me dijo: ‘Esa masacre se la están echando a los Buitrago, pero fuimos nosotros’”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En lo único en que no concuerda la versión de Pirában y la de Sombra es la razón de la presencia de la guerrilla en ese municipio. El exjefe paramilitar señala que el grupo insurgente salió ese día a darle un golpe a la estructura de los Buitragueños, porque tenía conocimiento de que iban a trasladar cocaína por ese corredor. Pero cuando estaban esperando el camión con la droga, quienes pasaron por allí fueron los miembros de la comisión judicial, después de incautar la finca. Los insurgentes no los estaban esperando ni tenían conocimiento de que la comisión estaba allí, pero fueron quienes terminaron cayendo en la emboscada.

                                                                                                                                Los sobrevivientes y víctimas de la masacre sostienen que en su momento la fiscal quinta de Justicia y Paz los buscó y les informó que Martin Sombra se había atribuido esa masacre en sus versiones libres ante esos tribunales. Sin embargo, esa investigación nunca prosperó y las víctimas que fueron llamadas no le dieron credibilidad a esa nueva versión.

                                                                                                                                Contra 24 años de investigación judicial

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Los militares de la comisión respondieron y, como resultado del fuego cruzado, tres de los atacantes murieron y otros tres fueron capturados. Enseguida, los detenidos fueron interrogados e identificados como miembros de la estructura de los Buitragueños. Como quedó probado en el expediente, en ese momento los capturados advierten de una emboscada que más adelante ejecutaría el resto del grupo armado, mucho más numeroso.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Le recomendamos: Pastor Alape y “Martín Llanos” piden hablar juntos del conflicto armado ante la Comisión de la Verdad

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Luis Fernando Sierra era en ese momento el jefe operativo del CTI en Villavicencio y era quien iba dirigiendo la comisión. “Ellos nos manifiestan que más adelante nos atacaría ese grupo armado e incluso uno de ellos nos dice ‘vayámonos ya porque ya viene el grueso de la gente, que está en una finca que queda muy cerca, vayámonos ya porque incluso hasta a nosotros también nos matan”, sostiene. “¿Y quién respalda eso? Lo respaldan las declaraciones de todos los sobrevivientes de la masacre que la Fiscalía posteriormente llamó, entre esos yo”, añade.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                De los tres capturados, uno murió en el combate que ocurrió después, el de la masacre, pero los otros dos rindieron su declaración ante la Fiscalía, confirmaron su pertenencia a los Buitragueños y dieron a conocer todo el organigrama de la estructura. Con base en esos testimonios, las declaraciones de todos los sobrevivientes y los documentos de inteligencia sobre ese grupo paramilitar en la zona, el Juzgado Séptimo Penal Especializado de Bogotá condenó, el 18 de octubre de 2002, a los tres Buitrago a 38 años de prisión por esa masacre. Luego, el 9 de agosto de 2004, el Tribunal Superior de Bogotá confirmó en segunda instancia la condena. Y, por si fuera poco, el 16 de mayo de 2007, la Corte Suprema de Justicia confirmó en casación la pena a los jefes paramilitares.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                “Lo de las Farc no tiene ni pies ni cabeza, eso es hasta risible”, dice Sierra, quien además de ser sobreviviente de la masacre, les ha seguido la pista a los expedientes de las masacres cometidas por los paramilitares en 1997, en Meta, con connivencia del Ejército. Por su parte, el abogado Carreño desconfía del origen de los mensajes de Marulanda. “Creo que el diario de Marulanda no existe. A mí pruébenme la autenticidad del diario. Y pruébenme que sí era de Marulanda, porque si el diario lo elabora la inteligencia de las Fuerzas Militares, eso es otra cosa”. Sin embargo, señala que si las Farc se atribuyen el delito, deben explicarlo en detalle: “¿Cuál frente lo hizo? ¿Quiénes eran los integrantes? ¿Quiénes están vivos hoy que ratifiquen eso? ¿De dónde salieron y qué recorrido hicieron?”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El problema es que ni la dirigencia de la antigua guerrilla parece tener las respuestas a esas preguntas, según consultó Colombia+20. Pastor Alape, antiguo jefe de las Farc que ya se ha comunicado con el exjefe paramilitar Martín Llanos en aras del esclarecimiento de hechos de la guerra, afirma que fueron las Farc las responsables de la masacre. Sin embargo, dice que hasta este momento no han logrado conseguir la información suficiente para atribuírsela en propiedad: “Nosotros no hemos podido encontrar personas que concretamente conozcan bien ese hecho, estamos en ese proceso. Pero de lo que tenemos conocimiento es que fue ejecutado por nosotros. Sabemos que no podemos llegar y decir ‘hicimos esto’, porque eso hay que ratificarlo en la JEP. Por eso somos claros en que hay que documentar lo mejor posible el caso”.

                                                                                                                                La otra responsabilidad

                                                                                                                                En los 24 años de investigación judicial, las víctimas han exigido también que se esclarezca la responsabilidad que ese día tuvieron las directivas de la séptima brigada del Ejército, con sede en Villavicencio, cuyo comandante era el general Jaime Humberto Uscátegui Ramírez. El 19 de noviembre de 1999, el oficial fue destituido de las Fuerzas Militares por la Procuraduría.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea también: Por segunda vez, la JEP le dice al general (r) Uscátegui que no revisará su sentencia

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La hipótesis de la defensa siempre ha sido que entre el comandante de la brigada y los paramilitares del Meta había contubernio. El general Uscátegui fue condenado a 37 años por la masacre de Mapiripán, cometida tres meses antes de la de San Carlos de Guaroa, por los paramilitares. De haber sido las Farc las autoras de la masacre, dice la defensa de las víctimas, sería aún peor para el general Uscátegui que permitió un golpe de ese calado a manos de la insurgencia, pese a los llamados de auxilio de las víctimas antes de la tragedia.

                                                                                                                                Por Sebastián Forero Rueda

                                                                                                                                Periodista y politólogo de la Universidad Javeriana, con experiencia en cubrimiento de temas de paz, conflicto armado, derechos humanos y economía de la coca.@SebastianForerrsforero@elespectador.com
                                                                                                                                Ver todas las noticias
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