Durante protesta en Buenos Aires murió Facundo Molares, el “argentino de las FARC”
El ex guerrillero de origen argentino, quien desde hace años trabajaba como fotorreportero, llegó sin signos vitales a un hospital de Buenos Aires luego de que la Policía arremetiera contra una manifestación en la que participaba en el centro de esa ciudad.
Medios de comunicación de Argentina reportaron este jueves la muerte de Facundo Molares Schoenfeld, el exguerrillero de las FARC nacido en ese país, después de que la Policía arremetiera contra un grupo de manifestantes en el Obelisco sobre la avenida 9 de junio y Corrientes, en el centro de Buenos Aires. Colombia+20 se comunicó con la familia de Molares que confirmó la noticia.
Facundo Molares, de 47 años y quien se desempeñaba desde hace años como fotorreportero, sufrió una descompensación después de la arremetida policial, de acuerdo con varios informes de prensa, y fue reanimado durante media hora antes de ser trasladado al hospital Ramos Mejía, donde se reportó su fallecimiento por un infarto, de acuerdo con el parte médico.
Facundo Molares, conocido en las FARC como “Camilo Fierro” o “Camilo, el Argentino”, ingresó al Bloque Sur de esa guerrilla cuando era un joven universitario militante de izquierda que recorría América latina como mochilero. Estuvo casi dos décadas en una guerra ajena que él asumió como propia y que terminó definiendo su vida.
Cerca al Caguán entró en contacto con los insurgentes y se vinculó voluntariamente. Llegó a escalar posiciones por su formación política y universitaria, allí estuvo bajo las órdenes de Hernán Velásquez ‘El Paisa’, comandante de la Columna Móvil Teófilo Forero, hasta que las FARC entraron en un proceso de dejación de armas en 2017.
En contexto: La última marcha de Facundo Molares
Como lo habíamos revelado en una extensa crónica de Colombia+20, Facundo tuvo enormes desencuentros con los comandantes de la guerrilla, pues no estuvo de acuerdo en la forma en que estos conducían el proceso de paz. Esto le costó ser degradado al final del proceso y casi que secuestrado por sus excompañeros, que lo mantenían amarrado a un árbol y alejado del resto de guerrilleros.
En esas condiciones llegó a mediados 2017 al campamento de La Carmelita, en Putumayo, donde quedó inscrito en los listados de firmantes del Acuerdo de Paz. Poco después acordó con los mandos de esa guerrilla que partiría rumbo a su casa en la Argentina, lo que hizo en un largo viaje por tierra después de cruzar el río Putumayo hacia el Ecuador.
Desde entonces Facundo se convirtió en un comprometido militante de izquierda en su país y además incursionó como fotorreportero. En esas circunstancias viajó a Bolivia para cubrir las protestas contra el golpe de Estado que propició Jeaninne Áñez en 2019. En medio de fuertes disturbios en Santa Cruz de la Sierra recibió un balazo y quedó gravemente herido e inconsciente, hospitalizado al borde de la muerte.
Tras su hospitalización fue capturado en Bolivia y acusado de ser parte de las disidencias de las FARC. En medio de ese cautiverio enfermó dos veces de COVID-19 y desarrolló una patología cardíaca. Ya se había convertido en un símbolo del internacionalismo entre los militantes izquierdistas de su país, que lanzaron una campaña por su libertad, hecho que se produjo en diciembre de 2020 tras la intermediación diplomática del presidente Alberto Fernández, que incluso envió el avión presidencial a buscarlo para su repatriación.
En el contexto de su captura en Bolivia, se le abrió un nuevo expediente judicial en Colombia, supuestamente por haber abandonado el proceso de paz, acusándolo de vínculos con las disidencias. Stein Tafur Peña, un Fiscal de Florencia, solicitó su orden de captura a un juzgado del Huila, lo que permitió activar una circular internacional de Interpol con miras a su extradición al país.
Relacionado: Liberan a Facundo Molares, el Argentino de las FARC
Sin embargo, como documentamos en su momento en Colombia+20, Facundo jamás había vuelto a Colombia desde la dejación de armas en 2017, ni en el expediente, que fue conocido en su totalidad por este diario, había prueba alguna de que hubiera incurrido en delitos después de la firma del Acuerdo de paz, mucho menos de que tuviera vínculos con las disidencias.
Por este proceso judicial, del que la misma Fiscalía desistió más adelante reconociendo que no tenía competencia sobre los hechos investigados, la Interpol volvió a capturar a Facundo el 7 de noviembre de 2021. Molares estuvo recluido en la penitenciaría de Ezeiza, en las afueras de Buenos Aires, hasta que el 29 de julio de 2022 se hizo efectivo un auto de la Corte Suprema de Argentina que negó su extradición a Colombia, puesto que ya se había sometido a la Justicia Especial para la Paz y estaba colaborando con ella.
En ese entonces, Hugo Molares, padre de Facundo, dijo a Colombia+20: “Por fin atendieron los justos reclamos que estábamos haciendo. Estamos muy contentos y esperando descansar unos días para recuperarnos”.
Medios de comunicación de Argentina reportaron este jueves la muerte de Facundo Molares Schoenfeld, el exguerrillero de las FARC nacido en ese país, después de que la Policía arremetiera contra un grupo de manifestantes en el Obelisco sobre la avenida 9 de junio y Corrientes, en el centro de Buenos Aires. Colombia+20 se comunicó con la familia de Molares que confirmó la noticia.
Facundo Molares, de 47 años y quien se desempeñaba desde hace años como fotorreportero, sufrió una descompensación después de la arremetida policial, de acuerdo con varios informes de prensa, y fue reanimado durante media hora antes de ser trasladado al hospital Ramos Mejía, donde se reportó su fallecimiento por un infarto, de acuerdo con el parte médico.
Facundo Molares, conocido en las FARC como “Camilo Fierro” o “Camilo, el Argentino”, ingresó al Bloque Sur de esa guerrilla cuando era un joven universitario militante de izquierda que recorría América latina como mochilero. Estuvo casi dos décadas en una guerra ajena que él asumió como propia y que terminó definiendo su vida.
Cerca al Caguán entró en contacto con los insurgentes y se vinculó voluntariamente. Llegó a escalar posiciones por su formación política y universitaria, allí estuvo bajo las órdenes de Hernán Velásquez ‘El Paisa’, comandante de la Columna Móvil Teófilo Forero, hasta que las FARC entraron en un proceso de dejación de armas en 2017.
En contexto: La última marcha de Facundo Molares
Como lo habíamos revelado en una extensa crónica de Colombia+20, Facundo tuvo enormes desencuentros con los comandantes de la guerrilla, pues no estuvo de acuerdo en la forma en que estos conducían el proceso de paz. Esto le costó ser degradado al final del proceso y casi que secuestrado por sus excompañeros, que lo mantenían amarrado a un árbol y alejado del resto de guerrilleros.
En esas condiciones llegó a mediados 2017 al campamento de La Carmelita, en Putumayo, donde quedó inscrito en los listados de firmantes del Acuerdo de Paz. Poco después acordó con los mandos de esa guerrilla que partiría rumbo a su casa en la Argentina, lo que hizo en un largo viaje por tierra después de cruzar el río Putumayo hacia el Ecuador.
Desde entonces Facundo se convirtió en un comprometido militante de izquierda en su país y además incursionó como fotorreportero. En esas circunstancias viajó a Bolivia para cubrir las protestas contra el golpe de Estado que propició Jeaninne Áñez en 2019. En medio de fuertes disturbios en Santa Cruz de la Sierra recibió un balazo y quedó gravemente herido e inconsciente, hospitalizado al borde de la muerte.
Tras su hospitalización fue capturado en Bolivia y acusado de ser parte de las disidencias de las FARC. En medio de ese cautiverio enfermó dos veces de COVID-19 y desarrolló una patología cardíaca. Ya se había convertido en un símbolo del internacionalismo entre los militantes izquierdistas de su país, que lanzaron una campaña por su libertad, hecho que se produjo en diciembre de 2020 tras la intermediación diplomática del presidente Alberto Fernández, que incluso envió el avión presidencial a buscarlo para su repatriación.
En el contexto de su captura en Bolivia, se le abrió un nuevo expediente judicial en Colombia, supuestamente por haber abandonado el proceso de paz, acusándolo de vínculos con las disidencias. Stein Tafur Peña, un Fiscal de Florencia, solicitó su orden de captura a un juzgado del Huila, lo que permitió activar una circular internacional de Interpol con miras a su extradición al país.
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Sin embargo, como documentamos en su momento en Colombia+20, Facundo jamás había vuelto a Colombia desde la dejación de armas en 2017, ni en el expediente, que fue conocido en su totalidad por este diario, había prueba alguna de que hubiera incurrido en delitos después de la firma del Acuerdo de paz, mucho menos de que tuviera vínculos con las disidencias.
Por este proceso judicial, del que la misma Fiscalía desistió más adelante reconociendo que no tenía competencia sobre los hechos investigados, la Interpol volvió a capturar a Facundo el 7 de noviembre de 2021. Molares estuvo recluido en la penitenciaría de Ezeiza, en las afueras de Buenos Aires, hasta que el 29 de julio de 2022 se hizo efectivo un auto de la Corte Suprema de Argentina que negó su extradición a Colombia, puesto que ya se había sometido a la Justicia Especial para la Paz y estaba colaborando con ella.
En ese entonces, Hugo Molares, padre de Facundo, dijo a Colombia+20: “Por fin atendieron los justos reclamos que estábamos haciendo. Estamos muy contentos y esperando descansar unos días para recuperarnos”.