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Después de la tormenta política que causó el anuncio de un frustrado cese al fuego bilateral con el Eln por parte del presidente Gustavo Petro, el jefe del equipo negociador con esta guerrilla, Otty Patiño, aclara que no hay crisis en la mesa de negociación y que las delegaciones deberán encontrarse en pocos días para negociar los protocolos que regirían ese cese al fuego.
¿En qué queda la mesa de negociación con Eln, luego del frustrado anuncio del presidente Petro sobre el cese al fuego?
Le hemos pedido al Eln que declare una tregua mientras se inician de nuevo las negociaciones para entrar con un clima distinto a la discusión del segundo punto que era, o que es, el de la participación de la sociedad civil en el proceso.
¿Eso significa que se altera el orden de trabajo de la mesa?
Se impone un tema que es el cese bilateral que queda pendiente de trabajar con el Eln, frente al cual ellos han dicho que están dispuestos a considerar ese cese al fuego bilateral.
¿Hablaron algo de ese fuego bilateral durante el primer ciclo?
Si se habló algo, pero no se llegó a ningún acuerdo, porque el trabajo se centró fue en los ajustes que había que hacer a la agenda que venía desde el 2018.
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Uno de los puntos a abordar en el segundo ciclo es el de los alivios humanitarios, ¿qué tanto se pueden encadenar con el tema del cese al fuego?
Están profundamente relacionados. Los alivios humanitarios tratan fundamentalmente, además de proteger a la población civil, de hacer que las comunidades tengan mucho más poder y que tengan menos poder los armados. Que el silencio de los fusiles sirva para que se desarrolle la voz de las comunidades. Ese es el mismo sentido del proceso de paz total que planteó al gobierno al oír el clamor de las comunidades. El clamor no solo frente a los actores armados, sino también frente a los abandonos que ha tenido el Estado y el conjunto de la sociedad en muchas regiones del país que han sido dejadas a la suerte y que han sido atropelladas incluso por otros actores, a los que lo único que les interesa son las ganancias.
¿El Eln se molestó con el anuncio del presidente, cómo vio a ‘Pablo Beltrán’?
No creo. Ellos lo que hacen es poner las cosas donde quieren que estén. Es decir, por fuera de la mesa no aceptan medidas. Frente a la audaz medida del Presidente que la tomó respondiendo al clamor de las comunidades de detener la matazón, ellos se atuvieron al principio y a los protocolos de que todo se habla dentro de la mesa.
¿Usted está seguro de que esto no daña el clima de negociación con el que venían trabajando?
No. Solo reafirma esa metodología.
¿Las delegaciones se reencuentran de nuevo y retoman los temas sin problema?
Sí, por supuesto que sí.
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¿Por qué el presidente hizo así el anuncio?
Petro es Petro y es el presidente.
¿Usted no sabía?
Sabía que había un anuncio importante para el 31 de diciembre y alcancé a imaginar que era una propuesta audaz para detener la matazón que está ocurriendo en el país, sobre todo contra la gente desarmada.
¿Ya hablaron con el Consejo Mundial de Iglesias, con la Iglesia Católica y con algunas de esas comunidades sobre la verificación del cese?
Si se pacta el cese al fuego habría un elemento técnico para analizar, pero la mesa de negociación seguiría fundamentalmente ocupada en los temas políticos que le interesan a la gente.
¿Quién entonces se dedicaría a pactar esos protocolos?
Se crearía una subcomisión para eso.
¿Y avanzaría de manera simultánea mientras la mesa avanza con la agenda?
Claro que sí.
Se tenía prevista una visita de la mesa a la zona de Calima y el bajo San Juan donde aplicarían los alivios humanitarios. ¿Esto sigue vigente?
Sigue vigente, se ha hecho y se sigue haciendo. El tema de los alivios humanitarios sigue siendo una decisión que se tomó en el primer ciclo y que toca seguir implementando. Es un compromiso. La idea es que se pueda dar el retorno de comunidades que están desplazadas en Buenaventura o en Cali para que esos procesos sean irreversibles y además la gente no solamente se sienta tranquila y protegida, sino también que pueda ejercer plenamente sus derechos como ciudadanos.
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¿Usted tiene información de que el Ejército habría hecho algunas acciones durante finales del año pasado para afectar la tregua navideña del Eln?
Pues en la práctica los enfrentamientos que tiene el Estado contra el Eln han bajado considerablemente. Lo que se ha venido dando, en la compleja situación colombiana, es una confrontación entre otras fuerzas que están en armas, algunas con intenciones políticas y otras con puras intenciones económicas.
¿Cómo hacer para que la comunidad se beneficie si la principal afectación viene justamente de esos enfrentamientos entre ilegales que no están incluidos en estos ceses bilaterales?
Es un tema que toca seguir discutiendo aprovechando las treguas bilaterales.
¿El propósito del gobierno es que estos ceses bilaterales lleven a ese cese multilateral?
Ese fue el primer planteamiento de este gobierno, llegar a los ceses multilaterales, pero no fue posible desarrollarlo. La idea es que no hubiese solamente ceses bilaterales entre el Gobierno y estos grupos, sino que paren los enfrentamientos entre estos grupos que fundamentalmente afectan a los desarmados, porque en general no ha habido combates entre fuerzas armadas de estos grupos, sino retaliaciones que han tomado contra supuestos simpatizantes del grupo contrario. En ese sentido, las fuerzas militares tienen el deber de proteger a la población civil no importa si se supone que simpatiza con un grupo determinado o no.
¿Ya se pidió formalmente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la ampliación del mandato de la Misión de Verificación para estos ceses al fuego?
En el caso del Eln primero tendría que pactarse el cese al fuego bilateral para luego proceder a discutir los protocolos y hacer esa solicitud.
Sabemos que México pidió más tiempo -hasta el 10 de febrero- para acoger a la mesa en su territorio. ¿La mesa retomaría antes en Caracas?
Pues si es necesario para trabajar lo de la tregua y empezar a implementar cese al fuego bilateral, lo hacemos. La comisión de gobierno está dispuesta a ir donde sea, siempre y cuando haya medidas de seguridad para la delegación del Eln.
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En conclusión, ¿la mesa sigue igual?
Sí. Esto que se ha llamado una crisis realmente no lo es. No hay crisis. Primero hay que encontrar la voluntad política para que se produzca el acuerdo de cese al fuego y luego mirar los elementos técnicos para asegurar que se va a cumplir y que en lugar de disturbios sirva para avanzar en los elementos sustantivos de una negociación política. Hay disposición y buen clima para eso.