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Como revelamos en este artículo, la exposición SaNaciones del Museo de la Memoria habría sido alterada por las directivas del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y del museo, luego de que fuera construida en consenso con ocho pueblos indígenas del país. Expresiones que reclamaban los pueblos indígenas como las alusiones la conquista, a la larga duración de las violencias o a que la tierra es una causa del conflicto armado fueron removidas de las versiones finales, que aprobaron las directivas. Igualmente, Fabio Bernal, director del museo, y Darío Acevedo, director del centro, afirmaron que lo que se estaba aplicando en esa exposición no era enfoque étnico, sino ideología.
En entrevista con Colombia2020, Fabio Bernal responde a esas denuncias hechas por exfuncionarios del centro que participaron en la exposición y sostiene que no hay lugar a hablar de censura con la muestra SaNaciones, pues siempre se buscó que primaran las voces de las víctimas sobre la voz de los curadores de la exposición. Reconoce que los pueblos indígenas tuvieron reparos a las versiones finales de los textos y que en este momento está detenida hasta que se llegue a acuerdos con esas comunidades.
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La puesta en marcha de la exposición SaNaciones se anunció a mediados de octubre del año pasado, pero hoy la plataforma web está sin terminar. ¿Qué pasó con la exposición?
Esta exposición es multiplataforma que se viene desarrollando desde el año pasado. En este segundo semestre de 2021 la seguiremos trabajando de la mano de las comunidades y precisamente en este trabajo con las comunidades venimos avanzando; por eso no han salido al aire todos los contenidos porque seguimos trabajando con las comunidades esta exposición.
Siendo transmedia, además de la plataforma web había una itinerancia en la región Caribe ¿Qué ocurrió con eso?
Esa itinerancia se realizó. Nosotros tuvimos varias plataformas, una que fue el Museo en Casa, esa se desarrolló en asocio con algunas de las empresas de servicios públicos del Caribe y a través de ellas pudimos llegar al hogar de miles de habitantes de la región, llevando obras de artistas también de la región, invitándolos a la reflexión sobre qué significa sanar o cómo podríamos sanar nosotros las heridas que nos deja el conflicto armado en Colombia. Otra fue una unidad móvil que la llevamos en Barranquilla a cuatro unidades residenciales y estuvimos también en Malambo y en Soledad, en sectores que están habitados en su mayoría por población víctima del conflicto armado, sobre todo desplazados. Tenemos una maleta pedagógica que estamos en este momento distribuyendo.
Quienes participaron de la elaboración de la exposición dicen que cuando los textos de la exposición llegaron a las directivas del Museo de la Memoria y del centro, se hicieron cambios sustanciales frente a lo que se había acordado con los ocho pueblos indígenas ¿Por qué ustedes consideraron que había que cambiar los textos?
Los textos se vienen desarrollando. Nosotros tuvimos un evento en Bogotá en noviembre, de armonización del predio del Museo de la Memoria, en el cual participaron varias comunidades, trajimos 25 autoridades indígenas de diferentes puntos del país. En esos diálogos también hablamos sobre los textos de SaNaciones y llegamos a acuerdos para seguir construyendo los documentos en diálogo con las comunidades. Entonces en ese proceso de diálogo estamos. A final del año pasado estuve en Pasto hablando con la Gran Familia Awá, y quedamos en seguir construyendo; efectivamente y por respeto a los compromisos que tenemos con las comunidades estamos en ese proceso de construcción para poder seguir publicando.
Pero sobre los textos que ya se colgaron también hubo cambios frente a la propuesta original. ¿Por qué se removieron alusiones a la conquista española, a la larga duración de las violencias, entre otros puntos que se cambiaron en relación con lo que se había acordado?
Nosotros tenemos un mandato misional y está en las normas que nos regulan como institución. Nosotros tenemos que promover el conocimiento colectivo sobre los hechos ocurridos en el marco del conflicto armado. Tenemos unos criterios en los que hemos mencionado que la voz de las víctimas debe diferenciarse de la voz institucional y que la voz de las víctimas en ningún momento se puede alterar. Por eso, nosotros consideramos que como institución tenemos un mandato, un marco que debemos respetar, y es que nosotros debemos promover el conocimiento de los hechos ocurridos en el marco del conflicto armado, debemos dignificar y garantizar que la voz de las memorias plurales y diversas de las víctimas deben promover esta reflexión en la sociedad sobre que no podemos continuar con la violencia, para hacer una garantía de no repetición y por eso nosotros debemos mantenernos en este parámetro que nos imponen las normas que dicen que nosotros debemos garantizar y promover el fortalecimiento del conocimiento colectivo de las violencias recientes del país.
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¿Y por qué se removió el tema de que la tierra es una causa de la guerra, si eso sí hace parte directamente del conflicto armado y de la jurisdicción de la Ley de Víctimas 1448?
Dentro del artículo que establece el deber de memoria nos impone que ninguna entidad estatal puede promover o incentivar una verdad oficial. Por eso es que nosotros debemos trabajar con la memoria y las víctimas y las expresiones que sean de las víctimas nosotros garantizamos que no sean modificadas ni alteradas. Pero también debemos respetar ese marco normativo de no promover e incentivar una verdad oficial. Esto no se trata de imponer un punto de vista porque debemos garantizar es la reflexión en torno a los hechos del conflicto desde una manera diversa de las voces de las víctimas.
¿Y si son las voces de las víctimas, en este caso los pueblos indígenas, quienes dicen que la tierra es una causa de la confrontación, ahí no habría censura sobre lo que piden las comunidades indígenas para una exposición que se construye con ellos?
De ninguna manera, lo pondremos entre comillas para que se distinga esa voz de las víctimas de la voz curatorial y así lo referiremos. Por eso es que este proceso está en construcción.
¿A raíz de los reclamos por los ajustes que se hicieron a la exposición hay pueblos indígenas que le han manifestado que quieren detener la exposición hasta que se acuerde con ellos lo que va a salir?
Claro, es un proceso que viene en construcción. En ese diálogo es el que estamos. Nosotros hemos emitido las comunicaciones, estamos en contacto con las comunidades para seguir construyendo esta exposición y que finalmente sea el reflejo de la memoria de las víctimas las que se vean allí expuestas.
En una reunión, usted y el director del centro, Darío Acevedo, le dicen a una integrante del grupo de Enfoque Étnico y le dicen que lo que están haciendo no es enfoque étnico, sino ideología. ¿Por qué consideran que eso es ideología?
Nosotros tenemos un marco normativo. Debemos garantizar la participación de una voz plural, de una voz diversa de las comunidades, debemos garantizar y promover el conocimiento de los hechos ocurridos en el marco del conflicto armado. Nosotros también debemos evitar promover o incentivar una verdad oficial. Entonces el trabajo que los funcionarios y los contratistas del centro desarrollamos está reglado y por tanto estos procesos de construcción que hacemos con las comunidades deben garantizar esa pluralidad y deben evitar promover o incentivar una verdad oficial. Entonces en el desarrollo de nuestras actividades como funcionarios debemos evitar imponer una posición personal sobre cualquier tema del conflicto armado y debemos garantizar es que haya una pluralidad y debemos diferenciar la voz curatorial a la voz de las víctimas. En este caso donde haya una expresión de las víctimas se pone entre comillas y se da a conocer.
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¿Es decir cuando ustedes mencionan ideología, hacen referencia a que la voz de los autores no debe verse reflejada en la exposición?
Que se vea diferenciada cuál es la voz institucional y cuál es la voz de las víctimas. Nosotros no podemos mostrar documentos donde no se diferencie esa voz. Efectivamente en el desarrollo de nuestras actividades no se trata de imponer una posición personal sino de garantizar el desarrollo de las actividades bajo los parámetros que nos establecen las normas.
Teniendo en cuenta que los diálogos con los pueblos indígenas continúan ¿cuál es el futuro de SaNaciones en 2021?
Es una exposición que se ha planteado desde el inicio como una exposición en construcción. Es un diálogo que mantenemos y el futuro que viene es que en el segundo semestre tendremos una nueva itinerancia y en ese proceso de diálogo la idea es llevarla al sur del país; recibir estas observaciones de parte de las comunidades y en ese dialogo llevar a cabo una segunda etapa de SaNaciones.