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Uno de los grandes puntos con los que se cerró el Acuerdo de Paz de 2016 entre el Gobierno y la extinta guerrilla de las FARC fue la participación política que tendrían los excombatientes una vez salieran del monte y se reincorporaran a la sociedad civil.
La idea inicial del acuerdo estaba pensada para que se pudiera transformar el conflicto en un escenario de debate y para que los exmiembros de las FARC pudieran crear un partido político, al que llamaron Comunes, y poder acceder a cargos de elección popular.
Su primera participación en la arena política se dio en las elecciones legislativas de 2018, dando cumplimiento a los establecido en el Acuerdo de Paz, en el cual se acordó que el partido fundado por los exmiembros de las FARC tendría cinco escaños en el Senado y otros cinco en la Cámara de Representantes por dos periodos legislativos.
En ese momento, los candidatos obtuvieron 85.000 votos en la contienda. Los senadores escogidos para ese primer periodo fueron Israel Zúñiga, Pablo Catatumbo, Victoria Sandino, Julián Gallo y Griselda Lobo. Por otro lado, para la Cámara fueron escogidos Omar de Jesús Restrepo, Jairo González, Jairo Reinaldo Cala y Marcos Calarcá. La curul vacía pertenece a Jesús Santrich, quien nunca de posesionó como congresista e inició una disidencia de las FARC.
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Sin embargo, la disminución de apoyo ciudadano que ha tenido esta organización política en los últimos comicios ha dejado duda la fuerza que tendría el partido para las próximas elecciones.
La caída del partido Comunes
Según un informe entregado por la Fundación Ideas para la Paz (FIP), el partido Comunes ha tenido una gran dificultad para consolidar su respaldo ciudadano, lo que se ha visto reflejado en las últimas elecciones.
Para los más recientes comicios legislativos, el partido fundado por exmiembros de las FARC tuvo un 38,5% menos de votos en comparación a la primera contienda en 2018.
Este mismo patrón se reflejó en las elecciones regionales de 2018, cuando el partido perdió el 85,72% del total de votos que había alcanzado en 2019, si se observan únicamente los candidatos con listas propias.
Sin embargo, en esa contienda el partido Comunes aceptó ser parte de la coalición de Gobierno, Pacto Histórico, lo que le permitió ampliar su influencia en los tableros electorales.
La caída en los votos también se vio reflejada a nivel geográfico, pues para las elecciones regionales de 2019, Comunes presentó candidatos en 24 departamentos. No obstante ,para las contiendas de 2023 la participación del partido de ex FARC solo estuvo en 15 departamentos.
Los desafíos tras la firma del Acuerdo de Paz
Desde la fundación del Partido Comunes se han identificado algunos retos que han sido abordados por la organización política, pero que quizás son algunas de las causas de la caída que han tenido sus representantes en las urnas.
Uno de ellos es la estigmatización de la sociedad, pues muchas voces se han unido para crear la percepción de que los excombatientes no tienen experiencia necesaria para ocupar cargos de poder. Además, persiste la lucha por la reconciliación, aún más en territorios donde el discurso político ha sido afectado por temas de seguridad y conflicto.
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Según la FIP, las mujeres excombatientes han tenido barreras adicionales en el proceso de participación política, pues mucha de ellas son juzgadas por abandonar su rol de cuidadoras en la sociedad civil para involucrarse en el conflicto armado.
La seguridad de los firmantes de paz también ha sido uno de los desafíos que tienen, no solo los miembros del partido Comunes, sino que todos aquellos que dejaron las armas en 2016 y siguen siendo estigmatizados por su participación en el conflicto.
Y aunque el partido Comunes ha tenido muchos retos y desafíos en el camino, como por ejemplo el tema de su financiación, este año la organización política negó el ofrecimiento hecho por el Pacto Histórico para unirse en un solo partido y llegar más fuertes a las elecciones de 2026.
La propuesta fue hecha por el presidente Petro en enero de este año para crear un solo movimiento con las 13 organizaciones que actualmente hacen parte del Pacto. Sin embargo, Comunes -y otros movimientos- negaron el ofrecimiento hecho por el Gobierno.
En el caso del partido de las ex FARC, la idea de unirse a otros movimientos era preocupante, pues con su aceptación, Comunes estaría perdiendo la personería jurídica que les fue adjudicada con la firma del Acuerdo de Paz.
¿Qué sigue para el Partido Comunes?
Aunque la organización política ha tenido varias caídas en los últimos años, aún hay esfuerzos en el partido político para seguir ganando en espacios electorales, como por ejemplo, las Juntas de Acción Local (JAL), en donde Comunes ha obtenido una gran cantidad de votos en 2019 y 2023,
Según la FIP, la creación de una estrategia para construir bases electorales y de partido desde las JAL es un buen arranque, pues Comunes no cuenta con liderazgos claros que se puedan identificar ante el electorado.
No obstante, el aprendizaje obtenido en las JAL puede ser usado como una “escuela política”, en la que los jóvenes puedan crear relaciones de confianza en los territorios y ejecutar acciones colectivas que les de experiencia en el espectro político.
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De hecho, uno de los casos que tiene que ver con el trabajo comunitario es el de Armel Caracas, un excombatiente de las FARC, quien fue escogido en las más recientes elecciones como el alcalde de Cumaribo, Vichada.
Caracas ya había aspirado a la administración local en 2019, pero no obtuvo el apoyo necesario por la ciudadanía. Sin embargo, durante cuatro años el firmante de paz trabajó en proyectos sociales en su territorio, lo que le permitió ganarse la confianza del electorado y llegar a la Alcaldía el 1 de enero de este año.
Otro de los casos es el de Julián Conrado, quien fue escogido en 2019 para ser alcalde de Turbaco, en Bolívar, tras participar en la lista de candidatos presentada por la Colombia Humana- Unión Patriótica, convirtiéndose en el primer excombatiente de la guerrilla en obtener el cargo de alcalde por voto popular.
Por otro lado está el interrogante sobre el futuro del partido, pues la vigencia de su personería jurídica terminaría en 2026 tras el cierre del segundo periodo legislativo.
No obstante, un articulo de la reforma política, presentado por el ministro Juan Fernando Cristo en septiembre de este año podría ser un salvavidas para que el partido de las ex FARC sobreviva, por lo menos hasta 2030.
Este apartado de la reforma dice que “los partidos y movimientos políticos con personería jurídica al momento de entrada en vigencia del presente acto legislativo conservarán la totalidad de los derechos que reconozcan la Constitución y la ley a estas organizaciones sin necesidad de obtener, dentro de los próximos 4 años, el mínimo de votos y afiliados previsto en este artículo”.
De este modo, en caso de ser aprobada la reforma, Comunes y otras colectividades como el Nuevo Liberalismo tendrían la personería jurídica por cuatro años más.
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