Gobierno decreta suspensión de acciones ofensivas contra disidencias de Mordisco

El vocero de la delegación del EMC, Andrey Avendaño, durante un acto entre las delegaciones del Gobierno y del Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC, en el municipio de Tibú, Norte de Santander. EFE/ Mario Caicedo

Foto: EFE - Mario Caicedo

El gobierno de Gustavo Petro emitió en las últimas horas el decreto que “ordena la suspensión de las operaciones militares ofesivas y las operaciones especiales de Policía contra el estado Mayor Central de las FARC-EP, a partir de las 00:00 horas del día 10 de octubre de 2023 hasta las 24 horas del 16 de octubre de 2023″.

El decreto 1640 con fecha del 9 de octubre hace explícito que la medida se cumplirá sin perjuicio del cumplimiento de la función y obligación constitucional y legal de la Fuerza Pública de preservar la integridad del terrirorio nacional, garantizar el orden constitucional y legal y asegurar las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas en todo el territorio nacional.

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La medida bilateral fue acordada el pasado domingo 8 de octubre en medio de una accidentada jornada de negociación entre las partes que se desarrolló en Tibú, Norte de Santander y que culminó con un frustrado evento de instalación de la mesa y arranque de un cese al fuego bilateral de carácter nacional.

El gobierno crea también en el decreto el equipo especial de contingencias conformado por representantes del Ministerio de Defensa Nacional, de las Fuerzas Militares, de la Policía Nacional, del Gobierno Nacional y del Estado Mayor Central, para hacer monitoreo a esta medida. Invitan a participara a la Misión de Verificiación de la ONU, a la MAPP OEA, a la Conferencia Episcopal y al Consejo Mundial de Iglesias.

Con la medida, el gobierno cumple el acuerdo al que llegaron las delegaciones del gobierno y las disidencias en medio del frustrado evento en el que intentaron instalar formalmente la mesa de diálogo el pasado domingo en el Catatumbo.

Esta suspensión de operaciones ofensivas, que también anunciaron los delegados de la guerrilla, es una medida previa para la entrada en vigor del cese al fuego bilateral y de carácter nacional el próximo 16 de octubre, día en el que se debe llevar a cabo la esperada instalación de la mesa de diálogo.

Ese día, ante los ojos de más de 5.000 personas que se hicieron presentes en el coliseo de Tibú y la audiencia de la televisión nacional que seguía en directo el evento, los delegados de las partes protagonizaron una tensa negociación en la trasescena de la tarima que se había montado para instalar la mesa.

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El acuerdo se logró al final del evento que empezó con tres horas de retraso y luego de duras intervenciones de los representantes de organizaciones campesinas que exigían un cese al fuego inmediato entre las partes.

Los desacuerdos que impidieron la instalación de la mesa se centraron justamente en los detalles del decreto que debe ordenar el cese al fuego. El gobierno introdujo cambios al acuerdo al que habían llegado las partes el pasado 19 de septiembre que habla de un cese al fuego bilateral de carácter nacional y propuso un cese regional y escalonado. La delegación del EMC rechazó los cambios y exigió el cumplimiento del acuerdo original.

Después de tres días arduos de negociación, acordaron que se suspenderían las acciones ofensivas de las partes mientras esta semana terminan de finiquitar no solo el decreto del cese al fuego sino los protocolos que lo regirán.

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Las delegaciones de Gobierno y las disidencias siguen a esta hora en Tibú en esa negociación para llevar a cabo la instalación de la mesa el próximo domingo, día en el que que deberá entrar a regir el cese al fuego.