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Este martes se cumple una semana de la llegada a Bogotá de al menos 4.200 representantes de los pueblos indígenas que buscan una reunión con el presidente Gustavo Petro para, entre otras cosas, hablar sobre la situación de violencia en Cauca.
Pese a que aún no han logrado el encuentro con el mandatario, la movilización ya obtuvo una de las exigencias que había hecho: el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) acordó con el presidente un decreto que denominan ATEA (Autoridades Territoriales Económico Ambiental).
Este instrumento, dice el CRIC, le permitirá solucionar problemáticas de su región, especialmente los que tienen que ver con los territorios, pues fortalece la gobernabilidad y la jurisdicción especial de los pueblos indígenas ante terceros.
El mismo presidente Petro se pronunció sobre este tema en su cuenta de X (antes Twitter) y dijo que se trataba de un “paso adelante en la concertación social” y que el siguiente paso es “lograr el gran pacto interétnico que permita un verdadero poder popular en el departamento, y la paz”.
El decreto ATEA está listo. Es un acuerdo con las comunidades indígenas del Cauca y su organización el CRIC. Un paso adelante en la concertación social
— Gustavo Petro (@petrogustavo) August 27, 2024
Ahora es importante lograr el gran pacto interétnico que permita un verdadero poder popular en el departamento, y la paz.
Jhoe Sauca, consejero mayor del CRIC, habló este martes con Colombia+20 y explicó que, aunque saludan el pronunciamiento del mandatario, estaban a la espera de la firma del decreto.
Sin embargo, el movimiento campesino se mostró contrario al anuncio del decreto. A través de su cuenta de X, la Agencia Nacional Campesina dijo: “Señor presidente le expresamos nuestra preocupación respecto del decreto ATEA, esto solo aumentará la intensidad de los conflicto por la tierra, el territorio y la autoridad entre campesinos e indígenas Insistemos en un pacto intercultural por el territorio”.
En esa misma red, la agencia republicó un comunicado fechado el pasado 15 de febrero donde advertían que esta propuesta del CRIC sobre un mandato (o decreto) ATEA y eclipsaba a los campesinos y afrodescendientes.
“Nos preocupa la postura del CRIC en territorios interculturales donde conviven comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes, pretendiendo homogeneizar y desconocer a otras comunidades excluidas, vulnerables y discriminadas. Estas pretensiones territoriales podrían generar graves conflictos sociales, afectar la convivencia pacífica entre las comunidades negras, indígenas y campesinas de Colombia”, dice el documento.
Píldora para la memoria.@petrogustavo @infopresidencia @laurisarabia @ContactoDapre @MinInterior @MinAgricultura @MinAmbienteCo @DNP_Colombia @GobCauca @OctavioGuzmanGu @rovillalba https://t.co/rYTO798NAK
— Agenda Nacional Campesina (@agendanacionalc) August 27, 2024
Sin reunión con Petro, ¿en qué más se ha avanzado?
Entre el sábado y el lunes pasado han tenido algunas reuniones con varias entidades del Gobierno para establecer una ruta de trabajo que dé respuesta a las peticiones que tienen. Esa ruta se ha hecho con una división de mesas técnicas en las que participan entidades como el Ministerio del Interior, Ministerio de Ambiente, la Agencia Nacional de Tierras, entre otros.
De acuerdo con Sauca, se han priorizado exigencias alrededor de la restitución de tierras, el respeto de los territorios, el acceso a salud, el desescalamiento de la violencia en el Cauca y el mandato o decreto ATEA (Autoridades Territoriales Económica Ambiental). El consejero insiste, eso sí, en que se necesita una reunión con el presidente Petro.
Aunque se había especulado que las organizaciones, que están concentradas en el parque El Renacimiento de Bogotá, se iban a movilizar hacia la plaza de Bolívar, este diario pudo confirmar que en realidad algunos de los comuneros decidieron moverse hacia el parque de los periodistas para seguir haciendo eco de sus exigencias. Por ahora, dicen las autoridades indígenas, se descarta desplazarse hacia la plaza de Bolívar.
La minga se suma a una serie de movilizaciones que han tomado fuerza en los últimos meses en distintas regiones del país, y que comparten un ingrediente: son protagonizadas por colectivos que apoyaron y siguen apoyando a Petro, pero decidieron alzar su voz ante la falta de resultados.
De hecho, a inicios de junio, más de 3.000 miembros de organizaciones sociales, campesinas y étnicas se tomaron la Ruta del Sol durante tres días para pedirle al presidente que atendiera las crisis de violencia del Magdalena Medio, del Catatumbo, del Nordeste y Bajo Cauca antioqueños, y de la zona sur de los departamentos de Bolívar y Cesar.
Tras dos años de Petro en el poder, varias de las expectativas de las comunidades siguen en el aire y sin acuerdos concretos, especialmente en lo relacionado con la política de “paz total” frente al conflicto armado, que en lugar de desaparecer parece agudizarse semana tras semana, especialmente en el Cauca. En ese departamento hay una cruenta guerra entre los frentes de la disidencia que comanda Iván Mordisco, que se levantó de la mesa y con la que el Gobierno terminó el cese al fuego hace cinco meses.
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