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Este martes, luego de que salió a la luz un video en el que el Frente Comuneros del Sur del ELN anunció su voluntad de paz y el compromiso de iniciar acciones de desminado humanitario en Nariño, se conoció un pronunciamiento del Gobierno que le da un espaldarazo a esta apuesta.
“La adhesión de este Frente al proceso para la transformación territorial en la región es un acto que consideramos de altísima importancia y que favorece la paz”, expresó el alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, a través de un comunicado.
Hace pocas semanas, el ELN amenazó con congelar la mesa de diálogos si el Ejecutivo desarrollaba escenarios de conversación con esta estructura.
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Al respecto, Patiño dijo que “la Oficina del Alto Comisionado para la Paz es consciente y respeta el debate interno que vive el Ejército de Liberación Nacional (ELN), y espera que sus divergencias se resuelvan de la manera más positiva posible”.
Previendo nuevas tensiones con la guerrilla a raíz de este apoyo, la delegación del Gobierno en la mesa de diálogos con el ELN también se pronunció. En un comunicado, defendió la importancia de los diálogos territoriales y llamó al grupo armado a “un intercambio constructivo” sobre el tema, a la vez que saludó el anuncio del desminado.
Sobre ese tema, el comisionado Patiño agregó que la disposición de este grupo a adelantar las acciones de desminado humanitario “facilita de manera cierta las inversiones, el desarrollo de acciones institucionales y obras en favor de las comunidades en la región abriendo la puerta al triple nexo de paz, desarrollo y acción contra las minas”.
¿Qué hay detrás de la tensión del ELN con el frente Comuneros del Sur?
El pasado 20 de febrero, el ELN declaró en “abierta crisis” la mesa de diálogos de paz argumentando que, supuestamente, el Ejecutivo había dado el aval para iniciar en Nariño un diálogo territorial con la participación del frente Comuneros del Sur, una estructura de esa guerrilla que pidió pista en la paz total sin el visto bueno de la comandancia central.
Se trata de un frente que está muy aislado de otras estructuras del ELN. Además, está en riesgo de ser derrotado militarmente por el Estado Mayor Central (EMC). Por eso, una de las hipótesis es que el grupo se apartó de los organismos de la dirección nacional del ELN para buscar una propuesta y garantizar la superviviencia de sus integrantes.
“Después de más de año y medio de haberse iniciado la paz total, no hay ningún resultado concreto en ninguna de las dos mesas de diálogo formales que existen”, explica el profesor Luis Fernando Trejos, de la Universidad del Norte.
Ante ese panorama, agrega el docente, si el Gobierno logra desmovilizar al frente Comuneros del Sur -así sea por fuera de la mesa con el ELN- sería “muy beneficioso en la medida de que permitiría mostrar resultados prácticos de su política. La paz total conseguiría oxígeno y tendría un impulso si logra desarmar a los primeros hombres, y el Gobierno sabe que el grupo no se va a levantar de la mesa porque ya ha cedido en la mayoría de sus pretensiones”, dice Trejos.
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Hasta el momento, el grupo guerrillero no se ha pronunciado sobre la adhesión de esta estructura a la apuesta de paz total. Aunque ya se había superado la crisis, hay preocupación de que el anuncio de este martes vuelva a generar tensiones entre las partes y ponga en jaque el inicio del próximo ciclo de diálogos, fijado para el 8 de abril en Caracas.