En marzo de este año, el Gobierno Nacional dio un paso histórico al reconocer como víctima colectiva del conflicto armado al movimiento sindical en Colombia, que ha sufrido entre 1971 y 2023 al menos 15.810 violaciones a la vida, libertad e integridad.
Este jueves se inicia el proceso para su reparación con un evento en el que se hizo un reconocimiento público al movimiento y que contó con la presencia del presidente Gustavo Petro; la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez; y la directora de la Unidad de Víctimas, Patricia Tobón.
Le puede interesar: Lo que propone el movimiento sindical para su reparación como víctima de la guerra
La ministra Ramírez, quien tiene una larga trayectoria en el sindicalismo aseguró durante el evento que “comienza la dignificación del movimiento sindical, que sufrió hechos victimizantes auspiciados, muchas veces desde el poder público y privado con alianzas con paramilitares, bajo la mirada de los gobiernos de turno”.
El movimiento sindical está representando por la Confederación General del Trabajo (CGT), la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), todas esas instituciones están en el Registro Único de Víctimas.
Las cifras demuestran la violencia sistemática contra el movimiento sindical. Entre 1971 y 2023 fueron asesinados 3.323 sindicalistas, 449 sufrieron atentados contra su vida, 254 fueron víctimas de desaparición forzada, 7.884 amenazados de muerte y 1.987 trabajadores y dirigentes resultaron desplazados.
La directora de la Unidad para las Victimas recordó que el fenómeno de violencia contra los sindicalistas fue “sostenido, selectivo y sistemático”, y adelantó que la propuesta de reparación a sus integrantes es ambiciosa. “Más allá de la indemnización, buscamos que se logre la dignificación y el reconocimiento de las víctimas como sujetos políticos, con ese poder transformador para cambiar su realidad”, dijo Tobón.
Petro aseguró que expresidentes cometieron omisiones
Durante su intervención en el evento, el presidente Gustavo Petro se refirió a la responsabilidad del Estado en las violencias contra los sindicalistas y obreros.
“No puedo decir que Videla (dictador argentino en el poder entre 1976 y 1981) mató más que Colombia: mató menos. Allá les llamaban dictadores; en Colombia, presidentes, pero mataban más. Me van a decir que los presidentes no eran los que mataban. Bueno: se silenciaban y permitían que los dueños de la codicia mataran los obreros y obreras. Por omisión, permitían el asesinato”, dijo el mandatario.
El presidente, sin mencionar ningún nombre, comparó a los exmandatarios con personajes como Francisco Franco, que “fusilaba a los sindicalistas”, Adolf Hitler y Augusto Pinochet. “En el intermedio estaba la Colombia de las pasadas décadas, y por eso tenemos este número abrupto, enorme, de trabajadores y trabajadoras asesinadas, desplazadas y exiliadas”, agregó.
El presidente reconoció la responsabilidad del Estado en estos hechos de violencia: “Con la fuerza del pueblo puedo decir que el movimiento sindical fue víctima de la violencia en miles de asesinados por la codicia y por la barbarie”.
Víctimas piden desclasificar archivos
Durante el evento se escucharon las voces de las víctimas directas del conflicto armado. Candelaria Nuris Vergara, cuyo esposo fue desaparecido el 13 de mayo de 1993, habló sobre la estigmatización y persecución que han sufrido los sindicatos desde las Fuerzas Militares y los grupos armados ilegales.
“Estamos aquí para seguirle exigiendo al Estado que cumpla con sus obligaciones de buscar a los desaparecidos forzadamente, que la Fiscalía realmente investigue a quienes ordenaron acabar con el movimiento sindical en Colombia”, dijo Vergara, y agregó una petición al presidente Petro y la ministra de Trabajo: desclasificar la información de los sindicalistas catalogados como enemigos internos y reparar al movimiento sindical.
La larga lucha para el reconocimiento del movimiento sindical como víctima
“Este acto es posible porque este gobierno ha tomado la decisión de hacer efectiva la reparación colectiva, fortalecer al movimiento sindical y ojalá abrir el camino para el crecimiento del movimiento sindical en la representación y en la interlocución no solamente con los empleadores, sino con el gobierno. Esperamos que nuestra sociedad, que el mundo del trabajo tenga una visión diferente de los trabajadores y sus organizaciones y no estigmaticen más el papel de defender los derechos de los trabajadores”, dijo previo al evento Percy Oyola, presidente de la CGT.
Puede interesarle: La historia de los ataques contra el sindicalismo y los comunistas en Colombia
Ese reconocimiento al movimiento, que estuvo articulado con la ministra Ramírez, llega tras siete años de la creación de la Mesa de Concertación para la Reparación Colectiva a estas organizaciones que tuvo tres intentos fallidos para el reconocimiento de víctima colectiva en 2016, 2018 y 2020.
La ruta que se activa hoy pasará por una fase de identificación para determinar las características del sujeto colectivo y los daños ocasionados, luego una fase de alistamiento, diagnóstico y caracterización del daño, la formulación del Plan Integral de Reparación Colectiva y su implementación.
De acuerdo con las centrales sindicales, se esperan hechos simbólicos como el aporte gubernamental para que se visibilicen las luchas colectivas en defensa de los trabajadores. Así mismo, hechos materiales como el acompañamiento para frenar la estigmatización, aumentar la afiliación, el cese de la cultura antisindical que existe en el sector empresarial y la eliminación de la violencia.
Lea también: La USO conmemora 100 años de lucha y resistencia a la violencia sindical
“Las solicitudes de reparación colectiva pasan entre otras cosas por cambios de carácter legislativo que fortalezcan la libertad sindical, la negociación colectiva y también porque se facilite de alguna manera los medios. Entonces se trata de que haya una política que garantice efectivamente el desarrollo de la actividad sindical, que incluye no solamente la actividad de representar a los trabajadores, sino su propia formación sindical, la propia fortaleza de sus organizaciones y hacer del movimiento sindical una institución como en muchos países de Europa se hace”, afirmó Oyola.