Este lunes, 16 de septiembre, la Consejería Comisionada de Paz lanzó oficialmente el proceso de desminado humanitario en Nariño con el fin de avanzar en los diálogos pactados entre el Gobierno y el grupo Comuneros del Sur, un frente que pertenecía a la guerrilla del ELN y anunció su retiro de esa organización en mayo de este año.
La medida se da con el fin de desescalar la violencia en el territorio y hace parte de la hoja de ruta de la co-construcción de paz en Nariño.
Andrei Gómez, delegado del Gobierno Petro en esta mesa de negociación, aseguró: “Este desminado humanitario demuestra que la paz total es posible, y lo que hace un año parecía impensable, hoy lo estamos viendo con hechos concretos”.
El proceso se hará en trabajo conjunto entre el Gobierno Nacional, las Juntas de Acción Comunal y los cabildos indígenas que hacen presencia en esta zona del país. Además, se priorizarán los campos en donde las minas han representado un riesgo para el orden público y para el avance en la construcción de paz.
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El anuncio se dio el mismo día en el que el Gobierno Nacional publicó la resolución en la que se oficializa la mesa de conversaciones con esta organización en el sur del país.
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“La mesa de diálogos de paz estará dirigida a obtener soluciones al conflicto armado, lograr la efectiva aplicación del derecho internacional humanitario, el respeto de los derechos humanos, el cese de hostilidades y afectaciones a población civil y el pacto de acuerdo de paz tendientes a facilitar el desarme y la desmovilización y el tránsito a la paz del grupo armado en mención”, se lee en el documento.
La ruptura entre el ELN y Comuneros del Sur
El avance en el proceso de paz entre el Gobierno y el grupo armado Comuneros del Sur se da en medio de una crisis que tiene congelada la negociación con el ELN.
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La mesa de diálogo nacional con esta guerrilla ha estado paralizada por cerca de siete meses y uno de los principales detonantes para que no continuaran los ciclos de conversación fue, justamente, que el Gobierno se estaba acercando a Comuneros del Sur para iniciar un proceso paralelo.
Es importante mencionar que la mesa de negociación entre el Gobierno y Comuneros del Sur ha marcado un profundo rechazo en los líderes de la guerrilla del ELN, quienes han señalado que se trata de una traición y uno de los detonantes para la crisis en los diálogos.
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Entre tanto, el consejero comisionado para la Paz, Otty Patiño, y los negociadores del Ejecutivo, han reiterado la necesidad de que este grupo armado vuelva a la mesa de negociaciones, solicitud que también han elevado la Iglesia Católica, los acompañantes de la Comunidad Internacional y decenas de organizaciones de la sociedad civil.
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