Así funcionará la participación de la sociedad en diálogos con disidencia de Calarcá
El Gobierno Petro y el Estado Mayor de Bloques (EMB) firmaron un acuerdo y un protocolo que establecen las pautas para que las comunidades se sumen al proceso de construcción de paz. Esto plantean los documentos.
Luego de algunos meses de dificultades en la mesa de diálogos de paz entre el Gobierno y la disidencia de las FARC conocida como Estado Mayor de Bloques (EMB), el proceso volvió a registrar avances relevantes en las últimas semanas, durante el sexto ciclo de negociación.
Por un lado, las partes acordaron extender el cese al fuego bilateral durante seis meses, un periodo superior al de prórrogas anteriores, que muestra un ambiente de estabilidad y confianza en las conversaciones. Pero más allá de eso, en la reciente ronda de diálogos se pactaron acuerdos claves para la transformación territorial de dos regiones del país, y se sentaron las bases de un tema crucial en este proceso: la participación de la sociedad civil.
Colombia+20 conoció dos documentos (un acuerdo y un protocolo), en los que el Gobierno y el grupo disidente establecen cómo se vincularán las comunidades en las actividades de construcción de paz.
Vale recordar que el EMB es la facción del Estado Mayor Central (EMC) que, tras la división interna, se mantiene firme en las negociaciones, y es comandada por ‘Calarcá Córdoba’. La otra facción es la que lidera ‘Iván Mordisco’, que actualmente no hace parte de la mesa y está siendo combatida por las Fuerzas Militares.
En contexto: Así se gestó la división en disidencia EMC que llevó a la ruptura con Iván Mordisco
¿Qué dice el protocolo de participación?
En un documento de cinco páginas, las partes protocolizaron la dinámica de participación.
”Los espacios de participación deberán responder a una planificación previa que involucre secuencialmente todas las actividades del antes (preparación), durante (desarrollo de los espacios) y después (seguimiento) de cada escenario de encuentro en una agenda acordada por las partes”, dice el protocolo.
El documento hace hincapié en la necesidad de definir con antelación el objetivo, lugar e invitados al encuentro, así como garantizar las cuestiones logísticas y administrativas para su desarrollo.
También aclara de dónde saldrán los recursos económicos para realizarlos: “Las comunidades y sus organizaciones podrán, de manera concertada, brindar apoyo para la ejecución de las garantías para los espacios de participación convocados por la mesa. La oficina del Consejero Comisionado de paz asignará los recursos necesarios para el logro de los objetivos de cada evento. La Mesa de Diálogos de Paz podrá contar con otras fuentes de financiamiento”.
Las claves del acuerdo de participación
Otro documento, de 13 páginas, pone de relieve lo que el Gobierno y el Estado Mayor de Bloques acordaron de cara a la vinculación de la sociedad civil en el proceso.
Según el acuerdo, la participación social, ciudadana y comunitaria será realizada en los niveles nacional, regional y local, dando prioridad a los territorios en las cuales se ha identificado presencia de las estructuras del Estado Mayor de los bloques Comandante Jorge Suárez Briceño, Magdalena Medio Comandante Gentil Duarte y frente Comandante Raúl Reyes, ”sin exclusión de otras áreas acordadas en la Mesa de Diálogos de Paz”.
El objetivo de estos espacios de participación, dice el documento, es “contribuir a generar las condiciones necesarias para el debate político nacional en función de la construcción de un gran Acuerdo Nacional por la Paz con justicia social y ambiental”.
Las partes acordaron que este proceso de vinculación de las comunidades a la construcción de paz tenga como base los principios de respeto, efectividad y vinculatoriedad, pertinencia, seguridad, autonomía e información.
También se estableció que los espacios tengan en cuenta los enfoques territorial, étnico, campesino, interseccional, diferencial y de género.
En cuanto a la metodologia, las delegaciones del Gobierno y el EMB plantearon recoger las propuestas de la sociedad civil en eventos, reuniones especiales y comités temáticos y comisiones interinstitucionales y comunitarias.
Se espera que con esta serie de actividades se puedan vincular a miles de habitantes de las zonas más afectadas por el conflicto y el abandono estatal.
Luego de algunos meses de dificultades en la mesa de diálogos de paz entre el Gobierno y la disidencia de las FARC conocida como Estado Mayor de Bloques (EMB), el proceso volvió a registrar avances relevantes en las últimas semanas, durante el sexto ciclo de negociación.
Por un lado, las partes acordaron extender el cese al fuego bilateral durante seis meses, un periodo superior al de prórrogas anteriores, que muestra un ambiente de estabilidad y confianza en las conversaciones. Pero más allá de eso, en la reciente ronda de diálogos se pactaron acuerdos claves para la transformación territorial de dos regiones del país, y se sentaron las bases de un tema crucial en este proceso: la participación de la sociedad civil.
Colombia+20 conoció dos documentos (un acuerdo y un protocolo), en los que el Gobierno y el grupo disidente establecen cómo se vincularán las comunidades en las actividades de construcción de paz.
Vale recordar que el EMB es la facción del Estado Mayor Central (EMC) que, tras la división interna, se mantiene firme en las negociaciones, y es comandada por ‘Calarcá Córdoba’. La otra facción es la que lidera ‘Iván Mordisco’, que actualmente no hace parte de la mesa y está siendo combatida por las Fuerzas Militares.
En contexto: Así se gestó la división en disidencia EMC que llevó a la ruptura con Iván Mordisco
¿Qué dice el protocolo de participación?
En un documento de cinco páginas, las partes protocolizaron la dinámica de participación.
”Los espacios de participación deberán responder a una planificación previa que involucre secuencialmente todas las actividades del antes (preparación), durante (desarrollo de los espacios) y después (seguimiento) de cada escenario de encuentro en una agenda acordada por las partes”, dice el protocolo.
El documento hace hincapié en la necesidad de definir con antelación el objetivo, lugar e invitados al encuentro, así como garantizar las cuestiones logísticas y administrativas para su desarrollo.
También aclara de dónde saldrán los recursos económicos para realizarlos: “Las comunidades y sus organizaciones podrán, de manera concertada, brindar apoyo para la ejecución de las garantías para los espacios de participación convocados por la mesa. La oficina del Consejero Comisionado de paz asignará los recursos necesarios para el logro de los objetivos de cada evento. La Mesa de Diálogos de Paz podrá contar con otras fuentes de financiamiento”.
Las claves del acuerdo de participación
Otro documento, de 13 páginas, pone de relieve lo que el Gobierno y el Estado Mayor de Bloques acordaron de cara a la vinculación de la sociedad civil en el proceso.
Según el acuerdo, la participación social, ciudadana y comunitaria será realizada en los niveles nacional, regional y local, dando prioridad a los territorios en las cuales se ha identificado presencia de las estructuras del Estado Mayor de los bloques Comandante Jorge Suárez Briceño, Magdalena Medio Comandante Gentil Duarte y frente Comandante Raúl Reyes, ”sin exclusión de otras áreas acordadas en la Mesa de Diálogos de Paz”.
El objetivo de estos espacios de participación, dice el documento, es “contribuir a generar las condiciones necesarias para el debate político nacional en función de la construcción de un gran Acuerdo Nacional por la Paz con justicia social y ambiental”.
Las partes acordaron que este proceso de vinculación de las comunidades a la construcción de paz tenga como base los principios de respeto, efectividad y vinculatoriedad, pertinencia, seguridad, autonomía e información.
También se estableció que los espacios tengan en cuenta los enfoques territorial, étnico, campesino, interseccional, diferencial y de género.
En cuanto a la metodologia, las delegaciones del Gobierno y el EMB plantearon recoger las propuestas de la sociedad civil en eventos, reuniones especiales y comités temáticos y comisiones interinstitucionales y comunitarias.
Se espera que con esta serie de actividades se puedan vincular a miles de habitantes de las zonas más afectadas por el conflicto y el abandono estatal.