“Queremos que Gobierno ayude a transformar a guerrilleros en ingenieros”: Allende
El máximo comandante de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, perteneciente a la Segunda Marquetalia, habló con Colombia+20 sobre la propuesta de paz de esta disidencia de las FARC, que avanza en una negociación de paz con el presidente Petro. ¿Buscarán curules en el Congreso?
Cindy A. Morales Castillo
El fin de semana, en Nariño, el Gobierno y la Segunda Marquetalia —disidencia de las FARC comandada por Iván Márquez— concretaron que la tercera semana de octubre se realizará el segundo ciclo de negociaciones en La Habana, Cuba.
El anuncio se dio después de un largo encuentro en el municipio de Tumaco, en el que participaron al menos 200 líderes de distintas organizaciones campesinas, sociales e indígenas.
Entre los miembros de la delegación de esa disidencia estaba presente Andrés Allende Perilla Sandoval, conocido como Allende, máximo comandante del Bloque Alfonso Cano y principal cabecilla de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, que tiene presencia en Nariño.
En enero pasado, el jefe disidente (a quien el ministro de Defensa, Iván Velásquez, había dado por muerto) reapareció en un video y ahora hace parte de los representantes de la Segunda Marquetalia en la mesa de diálogos.
Allende habló con Colombia+20 sobre el proceso de paz, la petición de levantar las órdenes de captura de Iván Márquez, y de los compromisos de ese grupo armado —cuya mayoría de miembros firmaron el Acuerdo de Paz y luego retomaron las armas— de cara a una eventual firma de un proceso de paz.
¿Cuál es su conclusión de la jornada que tuvieron con las comunidades de Nariño el pasado sábado y domingo?
Lo de ayer (domingo) fue algo muy fructífero, tanto para el país como para el Gobierno, como para la Segunda Marquetalia. Se logró un encuentro entre líderes de diferentes municipios con el Gobierno Nacional, departamental y municipal y con nuestra delegación. Además, se acordó que se trabajará para la realización de un evento de alta envergadura, donde pueda participar Iván Márquez, y de parte del gobierno, el señor Armando Novoa, el comisionado de paz, Otty Patiño. Esperamos que eso ocurra. De ahí se seguirá con el ciclo en La Habana, Cuba.
En este encuentro de paz participaron unas 6.000 personas y muestra la manifestación del pueblo nariñense. Como decían en la consigna del evento: me la juego por la paz.
Le recomendamos: Cauca, mucho más que guerra: viaje al territorio indígena que busca mostrarse al mundo
¿Es cierto que se tienen contemplados encuentros como este en otros departamentos? ¿Se habló de eso en la mesa de diálogos?
Sí, vendrán unos encuentros que se están organizando. Se acordó visitar el departamento del Putumayo, La Guajira, Caquetá y Guaviare.
Llamó la atención la ausencia de varios delegados de la Segunda Marquetalia en el evento de Nariño, como el señor Giovanni Rojas, conocido como Araña, y jefe de los Comandos de Frontera. ¿Por qué no estuvo presente?
Fue un tema de falla de las primeras convocatorias de este encuentro. La fecha se movió varias veces y cuando se concretó era muy corto el plazo para el desplazamiento. Eso fue lo que impidió que los Comandos de Frontera alcanzaran a participar en este evento de Tumaco.
Entonces, ¿no es que Rojas se haya ido del proceso?
No, de ninguna manera. Se demostrará ahora en el próximo ciclo en La Habana, Cuba, que vamos a estar todos los comandantes de los frentes guerrilleros que operamos en diferentes departamentos de Colombia.
Varios de los miembros actuales de la Segunda Marquetalia firmaron los Acuerdos de Paz de 2016, pero luego volvieron a las armas. ¿Qué llevaría a que hoy la disidencia de la que usted es parte firme un pacto y lo cumpla?
El tema de que algunos hayan abandonado el Acuerdo de Paz se dio por algo que reconoce el mismo Gobierno: el entrampamiento que hubo a los excombatientes de las FARC, entre ellos a Jesús Santrich y a Márquez. ¿Hoy qué se pide para prevenir eso? Que cualquier acuerdo que haya entre el Gobierno Nacional y la Segunda Marquetalia sea un acuerdo que tenga el aval de las comunidades.
En este proceso que llevamos no vamos solos, nosotros vamos de la mano de las comunidades, de manera que si Gobierno Nacional incumple, en realidad le está incumpliendo a todas las comunidades, a los líderes que vinieron a este evento, a quienes han dado su apoyo, a los alcaldes presentes, mejor dicho, a todo el pueblo colombiano. Sería realmente volver a perder la confianza que hoy día se está depositando en este proceso de paz.
Una de las banderas del Gobierno en esta apuesta paz total es la transformación territorial. ¿Cómo se ven ustedes involucrados en esas acciones que se harán en las regiones?
Nosotros ya entendimos que la vía de las armas no es la salida, queremos ser personas del común y andar libremente. ¿Qué planteamos nosotros en este proceso? Que el Gobierno Nacional ayude a transformar a esos cuadros guerrilleros que tenemos en ingenieros, en técnicos, en personas que sepan de procesos agropecuarios y que podamos vincular ese pie de fuerza a las obras que necesiten y prioricen las comunidades. De esa manera, salimos de las armas, pero ayudamos a transformar los territorios.
Nosotros le apostamos a que los mismos guerrilleros sean quienes ayuden a dirigir proyectos en las comunidades. Es que si usted mira, el 80 % de los guerrilleros son de los mismos territorios, eso quiere decir que conocen la cultura, las costumbres y que incluso pueden aportar en lo que sean priorizados por las comunidades.
Además: Los detalles de la reunión que logró fecha para segundo ciclo con disidencia de Márquez
Pensamos que una forma puede ser la transformación de las armas de lo ilegal a la legalidad. Queremos prepararnos para trabajar de la mano con las comunidades en proyectos lícitos que es en lo que esperamos que el Gobierno Nacional invierta. Si se ha dicho que el problema es la economía de la coca, pero esa es una sola economía, pues pongamos tres, cuatro o cinco economías de otros productos a que luchen en contra de la coca. Es poner a cinco economías lícitas a luchar contra una sola que es ilícita, con el enfoque de que no se golpee al medio ambiente, ni a la flora, ni la fauna, ni a la selva. Hemos planteado ideas de que puede ser cacao, caña, coco, palma de aceite y así ir minimizando el volumen de hectáreas que hay de plantación de hoja de coca.
¿Y ustedes qué pedirían a cambio en la negociación? ¿Hay una lista de peticiones?
Voy a empezar por lo que no pediríamos. Un tema de participación en la política, algo como las curules en el Congreso, eso realmente es un poco irresponsable, eso no se puede pedir así. Si es que quisiéramos tener la capacidad de intervenir en política, en nuestro caso lo haríamos a través del voto popular.
Plantear reformas o cambios, por ejemplo estructurales del país, tampoco. Sobre todo porque el presidente Gustavo Petro es quien ya los está planteando.
Por ahora nuestro principal pedido es que las comunidades apoyen el proceso de paz y convocamos a apoyar las reformas que necesita Colombia y que el presidente está presentando y luchando para que se den.
En esta reunión que se dio en Tumaco se logró que los encuentros que siguen puedan avanzar aún sin la petición del levantamiento de las órdenes de captura, pero igual sigue siendo una exigencia de ustedes y algo que el Gobierno no puede garantizar porque depende también del Gobierno de Estados Unidos. ¿Esa petición es una condición inamovible?
Con el tema jurídico de Iván Márquez uno dice ¿hasta dónde está dominada Colombia por otro Gobierno? ¿Cómo no van a ser capaces de suspender la orden de captura de Iván Márquez cuando es la cabeza visible de la Segunda Marquetalia, es el comandante en jefe? Dicho eso, no estamos aferrados a que si no la suspenden no avanzamos. Esto sobre todo porque el Gobierno nos ha dado una esperanza y es que sigamos trabajando y hagamos otros ciclos, mientras se avanza en lo otro. Lo importante es que estamos haciendo todo el trabajo posible en los territorios, demostrando gestos de paz para que el Gobierno Nacional pueda suspender esa orden de captura.
Usted es el máximo comandante del Bloque Alfonso Cano y principal cabecilla de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico que tiene control justamente en Nariño, un departamento azotado por la violencia que se ha convertido casi que en el epicentro de la paz total por los dos procesos que tiene. ¿Cómo responde a los llamados de paz que le hacen las comunidades?
Sí, yo soy fundador de la Segunda Marquetalia en el departamento de Nariño. Ayudé a fundar y ahora soy el máximo jefe del Bloque Occidental, comandante Alfonso Cano.
Sobre Nariño como ejemplo de paz territorial, ese es un tema serio para nosotros. Cuando uno les da la cara a las comunidades es porque realmente uno está pensando con la verdad. Nos hemos venido fijando en los procesos con el ELN, con el Estado Mayor de Iván Lozada [Mordisco] y vemos que han fallado por múltiples factores, pero también puede ser porque no se habla con la verdad. En Nariño las cosas se están haciendo muy bien, no hay quejas de ninguna de las partes. Lo único es que toca avanzar más rápido, pero por algo es que el Gobierno Nacional está muy enfrascado en Nariño. Me atrevería a decir que las acciones se están dando rápido.
El fin de semana, en Nariño, el Gobierno y la Segunda Marquetalia —disidencia de las FARC comandada por Iván Márquez— concretaron que la tercera semana de octubre se realizará el segundo ciclo de negociaciones en La Habana, Cuba.
El anuncio se dio después de un largo encuentro en el municipio de Tumaco, en el que participaron al menos 200 líderes de distintas organizaciones campesinas, sociales e indígenas.
Entre los miembros de la delegación de esa disidencia estaba presente Andrés Allende Perilla Sandoval, conocido como Allende, máximo comandante del Bloque Alfonso Cano y principal cabecilla de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, que tiene presencia en Nariño.
En enero pasado, el jefe disidente (a quien el ministro de Defensa, Iván Velásquez, había dado por muerto) reapareció en un video y ahora hace parte de los representantes de la Segunda Marquetalia en la mesa de diálogos.
Allende habló con Colombia+20 sobre el proceso de paz, la petición de levantar las órdenes de captura de Iván Márquez, y de los compromisos de ese grupo armado —cuya mayoría de miembros firmaron el Acuerdo de Paz y luego retomaron las armas— de cara a una eventual firma de un proceso de paz.
¿Cuál es su conclusión de la jornada que tuvieron con las comunidades de Nariño el pasado sábado y domingo?
Lo de ayer (domingo) fue algo muy fructífero, tanto para el país como para el Gobierno, como para la Segunda Marquetalia. Se logró un encuentro entre líderes de diferentes municipios con el Gobierno Nacional, departamental y municipal y con nuestra delegación. Además, se acordó que se trabajará para la realización de un evento de alta envergadura, donde pueda participar Iván Márquez, y de parte del gobierno, el señor Armando Novoa, el comisionado de paz, Otty Patiño. Esperamos que eso ocurra. De ahí se seguirá con el ciclo en La Habana, Cuba.
En este encuentro de paz participaron unas 6.000 personas y muestra la manifestación del pueblo nariñense. Como decían en la consigna del evento: me la juego por la paz.
Le recomendamos: Cauca, mucho más que guerra: viaje al territorio indígena que busca mostrarse al mundo
¿Es cierto que se tienen contemplados encuentros como este en otros departamentos? ¿Se habló de eso en la mesa de diálogos?
Sí, vendrán unos encuentros que se están organizando. Se acordó visitar el departamento del Putumayo, La Guajira, Caquetá y Guaviare.
Llamó la atención la ausencia de varios delegados de la Segunda Marquetalia en el evento de Nariño, como el señor Giovanni Rojas, conocido como Araña, y jefe de los Comandos de Frontera. ¿Por qué no estuvo presente?
Fue un tema de falla de las primeras convocatorias de este encuentro. La fecha se movió varias veces y cuando se concretó era muy corto el plazo para el desplazamiento. Eso fue lo que impidió que los Comandos de Frontera alcanzaran a participar en este evento de Tumaco.
Entonces, ¿no es que Rojas se haya ido del proceso?
No, de ninguna manera. Se demostrará ahora en el próximo ciclo en La Habana, Cuba, que vamos a estar todos los comandantes de los frentes guerrilleros que operamos en diferentes departamentos de Colombia.
Varios de los miembros actuales de la Segunda Marquetalia firmaron los Acuerdos de Paz de 2016, pero luego volvieron a las armas. ¿Qué llevaría a que hoy la disidencia de la que usted es parte firme un pacto y lo cumpla?
El tema de que algunos hayan abandonado el Acuerdo de Paz se dio por algo que reconoce el mismo Gobierno: el entrampamiento que hubo a los excombatientes de las FARC, entre ellos a Jesús Santrich y a Márquez. ¿Hoy qué se pide para prevenir eso? Que cualquier acuerdo que haya entre el Gobierno Nacional y la Segunda Marquetalia sea un acuerdo que tenga el aval de las comunidades.
En este proceso que llevamos no vamos solos, nosotros vamos de la mano de las comunidades, de manera que si Gobierno Nacional incumple, en realidad le está incumpliendo a todas las comunidades, a los líderes que vinieron a este evento, a quienes han dado su apoyo, a los alcaldes presentes, mejor dicho, a todo el pueblo colombiano. Sería realmente volver a perder la confianza que hoy día se está depositando en este proceso de paz.
Una de las banderas del Gobierno en esta apuesta paz total es la transformación territorial. ¿Cómo se ven ustedes involucrados en esas acciones que se harán en las regiones?
Nosotros ya entendimos que la vía de las armas no es la salida, queremos ser personas del común y andar libremente. ¿Qué planteamos nosotros en este proceso? Que el Gobierno Nacional ayude a transformar a esos cuadros guerrilleros que tenemos en ingenieros, en técnicos, en personas que sepan de procesos agropecuarios y que podamos vincular ese pie de fuerza a las obras que necesiten y prioricen las comunidades. De esa manera, salimos de las armas, pero ayudamos a transformar los territorios.
Nosotros le apostamos a que los mismos guerrilleros sean quienes ayuden a dirigir proyectos en las comunidades. Es que si usted mira, el 80 % de los guerrilleros son de los mismos territorios, eso quiere decir que conocen la cultura, las costumbres y que incluso pueden aportar en lo que sean priorizados por las comunidades.
Además: Los detalles de la reunión que logró fecha para segundo ciclo con disidencia de Márquez
Pensamos que una forma puede ser la transformación de las armas de lo ilegal a la legalidad. Queremos prepararnos para trabajar de la mano con las comunidades en proyectos lícitos que es en lo que esperamos que el Gobierno Nacional invierta. Si se ha dicho que el problema es la economía de la coca, pero esa es una sola economía, pues pongamos tres, cuatro o cinco economías de otros productos a que luchen en contra de la coca. Es poner a cinco economías lícitas a luchar contra una sola que es ilícita, con el enfoque de que no se golpee al medio ambiente, ni a la flora, ni la fauna, ni a la selva. Hemos planteado ideas de que puede ser cacao, caña, coco, palma de aceite y así ir minimizando el volumen de hectáreas que hay de plantación de hoja de coca.
¿Y ustedes qué pedirían a cambio en la negociación? ¿Hay una lista de peticiones?
Voy a empezar por lo que no pediríamos. Un tema de participación en la política, algo como las curules en el Congreso, eso realmente es un poco irresponsable, eso no se puede pedir así. Si es que quisiéramos tener la capacidad de intervenir en política, en nuestro caso lo haríamos a través del voto popular.
Plantear reformas o cambios, por ejemplo estructurales del país, tampoco. Sobre todo porque el presidente Gustavo Petro es quien ya los está planteando.
Por ahora nuestro principal pedido es que las comunidades apoyen el proceso de paz y convocamos a apoyar las reformas que necesita Colombia y que el presidente está presentando y luchando para que se den.
En esta reunión que se dio en Tumaco se logró que los encuentros que siguen puedan avanzar aún sin la petición del levantamiento de las órdenes de captura, pero igual sigue siendo una exigencia de ustedes y algo que el Gobierno no puede garantizar porque depende también del Gobierno de Estados Unidos. ¿Esa petición es una condición inamovible?
Con el tema jurídico de Iván Márquez uno dice ¿hasta dónde está dominada Colombia por otro Gobierno? ¿Cómo no van a ser capaces de suspender la orden de captura de Iván Márquez cuando es la cabeza visible de la Segunda Marquetalia, es el comandante en jefe? Dicho eso, no estamos aferrados a que si no la suspenden no avanzamos. Esto sobre todo porque el Gobierno nos ha dado una esperanza y es que sigamos trabajando y hagamos otros ciclos, mientras se avanza en lo otro. Lo importante es que estamos haciendo todo el trabajo posible en los territorios, demostrando gestos de paz para que el Gobierno Nacional pueda suspender esa orden de captura.
Usted es el máximo comandante del Bloque Alfonso Cano y principal cabecilla de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico que tiene control justamente en Nariño, un departamento azotado por la violencia que se ha convertido casi que en el epicentro de la paz total por los dos procesos que tiene. ¿Cómo responde a los llamados de paz que le hacen las comunidades?
Sí, yo soy fundador de la Segunda Marquetalia en el departamento de Nariño. Ayudé a fundar y ahora soy el máximo jefe del Bloque Occidental, comandante Alfonso Cano.
Sobre Nariño como ejemplo de paz territorial, ese es un tema serio para nosotros. Cuando uno les da la cara a las comunidades es porque realmente uno está pensando con la verdad. Nos hemos venido fijando en los procesos con el ELN, con el Estado Mayor de Iván Lozada [Mordisco] y vemos que han fallado por múltiples factores, pero también puede ser porque no se habla con la verdad. En Nariño las cosas se están haciendo muy bien, no hay quejas de ninguna de las partes. Lo único es que toca avanzar más rápido, pero por algo es que el Gobierno Nacional está muy enfrascado en Nariño. Me atrevería a decir que las acciones se están dando rápido.