ELN dice que está suspendido el séptimo ciclo de diálogos de paz con el Gobierno
La delegación de la guerrilla afirmó que por lo menos el ciclo de conversación previsto para abril queda congelado. Tienen planeada una reunión extraordinaria con la delegación del Gobierno para aclarar lo que sigue. Gobierno invita a “no perder tiempo”.
Luego de varias semanas de tensión entre las partes, la guerrilla del ELN aseguró que se suspendió el inicio del séptimo ciclo de diálogos de paz, que estaba previsto para mediados de abril. En un comunicado publicado este jueves, el grupo asegura que se “congeló la mesa de diálogos”.
“Las decisiones del gobierno prosiguieron con el doble manejo del proceso de paz con el ELN, en el que asiste a esta Mesa de diálogos, mientras por debajo de ella promueve la desmovilización en Nariño, conducta contraria al juego limpio y la buena fe que deben caracterizar las conversaciones de paz, con lo que ha llevado esta Mesa a un estado de congelamiento. En consecuencia, el ciclo de conversaciones previsto para este mes de abril se suspendió”, explicó la delegación de la guerrilla en un comunicado.
Precisamente, la delegación de esa guerrilla envió previamente una carta a la jefa negociadora del Gobierno, Vera Grabe, en la que apuntaban a un “congelamiento” debido a la “doble política de paz” y la falta de condiciones para continuar con los ciclos de conversaciones.
En esa carta, pedían una reunión extraordinaria con el propósito de abordar los temas que han desatado la crisis. Según el grupo armado, el encuentro no sería parte del séptimo ciclo de negociación que debe empezar ese día en Caracas y que iría hasta el próximo 22 de abril.
En el comunicado de este jueves, la delegación de la guerrilla reitera esa afirmación y dice que se encontrará con los delegados del Gobierno Nacional “con el propósito de escucharlos y aclarar lo que sigue”. Para el Gobierno, esa reunión sí es parte del inicio del séptimo ciclo: “La Delegación de Paz del Gobierno Nacional ha llegado a Caracas, Venezuela, a realizar una nueva ronda de diálogos con la delegación del Ejército de Liberación Nacional”, dice por su parte.
La delegación del Gobierno respondió al anuncio del ELN con un comunicado en el que invitó a las partes a “no perder el tiempo” y avanzar en el proceso de paz.“Consideramos que es imperativo concentrar los trabajos de la Mesa de Diálogos en avanzar en el proceso de paz, tomar decisiones que desarrollen la agenda y abordar temas de fondo del proceso”, se lee en la misiva.
Asimismo, hicieron un llamado para atender la situación humanitaria en departamentos como Arauca, Chocó y Nariño. La mesa de negociaciones ya había anunciado que uno de los temas a discutir sería la problemática en Arauca.
En ese departamento, en la última semana, han sido asesinadas cuatro personas defensoras de derechos humanos en la región de Sarare, debido a la confrontación entre el Frente Oriental del ELN y el Estado Mayor Central. Precisamente, hace pocos días, esa disidencia de las extintas FARC, le propuso al ELN un cese al fuego bilateral en Arauca.
En el comunicado, la delegación del Gobierno resaltó la oportunidad de que todas las partes están en territorio venezolano con miras a dialogar, por lo que hace un llamado a discutir en la Mesa. “Venezuela nos ha facilitado un espacio donde dialogar para avanzar en la agenda acordada. La comunidad internacional también está acá, atenta, dispuesta a aportar cómo lo ha estado siempre. Es tiempo de concentrar las discusiones en la Mesa”, indica el comunicado.
La división con frente en Nariño
El rifirrafe entre las partes por los acercamientos con el frente Comuneros del Sur estalló en febrero, cuando pidieron pista en la paz total sin el visto bueno de la comandancia central.
“En la reunión de la Habana, finalizada el 26 de febrero, la delegación del ELN notificó a los delegados del Gobierno que la persistencia gubernamental de adelantar una operación de desmovilización en Nariño en contra del ELN ponía esta mesa de diálogos de paz en estado de pausa”, se lee en la misiva.
Sin embargo, la tensión tiene su origen mucho antes.
El comandante de esa estructura, Gabriel Yépez Mejía (conocido en la guerra como HH), tuvo acercamientos con delegados de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz desde agosto del año pasado, con el fin de iniciar un proceso de diálogos (e incluso de dejación de armas). La idea era una conversación por aparte, sin la venia de la Dirección Nacional del ELN, que, para entonces, presuntamente, ya planeaba relevar o llevar a juicio a Yépez, ante el riesgo de rupturas.
De hecho, el pasado 9 de marzo, el comandante máximo de esta guerrilla, Antonio García, sugirió que detrás de los diálogos en Nariño hay una “operación de infiltración” y un “show con una supuesta desmovilización, para presentar a un ELN dividido”. Apenas once días después, el Comando Central de la guerrilla publicó un comunicado anunciando la crisis y advirtiendo que congelaría los diálogos si se continuaban los acercamientos en Nariño.
En concreto, lo que cuestionó la guerrilla fue que el gobernador de ese departamento, Luis Alfonso Escobar, anunció el pasado 18 de febrero los “diálogos regionales”. A lo que el ELN respondió que era un desconocimiento a la mesa.
“Habiendo pactado un proceso nacional de participación de la sociedad, ahora monta un diálogo regional en Nariño por fuera de dicho proceso nacional y desconociendo la Delegación del ELN y la mesa, donde participa la comunidad Internacional oficiando como garantes, así como también la ONU y la Conferencia Episcopal colombiana”, dijo la guerrilla en un comunicado.
✉️ Si le interesan los temas de paz, conflicto y derechos humanos o tiene información que quiera compartirnos, puede escribirnos a estos correos: cmorales@elespectador.com; jrios@elespectador.com; pmesa@elespectador.com o aosorio@elespectador.com.
Luego de varias semanas de tensión entre las partes, la guerrilla del ELN aseguró que se suspendió el inicio del séptimo ciclo de diálogos de paz, que estaba previsto para mediados de abril. En un comunicado publicado este jueves, el grupo asegura que se “congeló la mesa de diálogos”.
“Las decisiones del gobierno prosiguieron con el doble manejo del proceso de paz con el ELN, en el que asiste a esta Mesa de diálogos, mientras por debajo de ella promueve la desmovilización en Nariño, conducta contraria al juego limpio y la buena fe que deben caracterizar las conversaciones de paz, con lo que ha llevado esta Mesa a un estado de congelamiento. En consecuencia, el ciclo de conversaciones previsto para este mes de abril se suspendió”, explicó la delegación de la guerrilla en un comunicado.
Precisamente, la delegación de esa guerrilla envió previamente una carta a la jefa negociadora del Gobierno, Vera Grabe, en la que apuntaban a un “congelamiento” debido a la “doble política de paz” y la falta de condiciones para continuar con los ciclos de conversaciones.
En esa carta, pedían una reunión extraordinaria con el propósito de abordar los temas que han desatado la crisis. Según el grupo armado, el encuentro no sería parte del séptimo ciclo de negociación que debe empezar ese día en Caracas y que iría hasta el próximo 22 de abril.
En el comunicado de este jueves, la delegación de la guerrilla reitera esa afirmación y dice que se encontrará con los delegados del Gobierno Nacional “con el propósito de escucharlos y aclarar lo que sigue”. Para el Gobierno, esa reunión sí es parte del inicio del séptimo ciclo: “La Delegación de Paz del Gobierno Nacional ha llegado a Caracas, Venezuela, a realizar una nueva ronda de diálogos con la delegación del Ejército de Liberación Nacional”, dice por su parte.
La delegación del Gobierno respondió al anuncio del ELN con un comunicado en el que invitó a las partes a “no perder el tiempo” y avanzar en el proceso de paz.“Consideramos que es imperativo concentrar los trabajos de la Mesa de Diálogos en avanzar en el proceso de paz, tomar decisiones que desarrollen la agenda y abordar temas de fondo del proceso”, se lee en la misiva.
Asimismo, hicieron un llamado para atender la situación humanitaria en departamentos como Arauca, Chocó y Nariño. La mesa de negociaciones ya había anunciado que uno de los temas a discutir sería la problemática en Arauca.
En ese departamento, en la última semana, han sido asesinadas cuatro personas defensoras de derechos humanos en la región de Sarare, debido a la confrontación entre el Frente Oriental del ELN y el Estado Mayor Central. Precisamente, hace pocos días, esa disidencia de las extintas FARC, le propuso al ELN un cese al fuego bilateral en Arauca.
En el comunicado, la delegación del Gobierno resaltó la oportunidad de que todas las partes están en territorio venezolano con miras a dialogar, por lo que hace un llamado a discutir en la Mesa. “Venezuela nos ha facilitado un espacio donde dialogar para avanzar en la agenda acordada. La comunidad internacional también está acá, atenta, dispuesta a aportar cómo lo ha estado siempre. Es tiempo de concentrar las discusiones en la Mesa”, indica el comunicado.
La división con frente en Nariño
El rifirrafe entre las partes por los acercamientos con el frente Comuneros del Sur estalló en febrero, cuando pidieron pista en la paz total sin el visto bueno de la comandancia central.
“En la reunión de la Habana, finalizada el 26 de febrero, la delegación del ELN notificó a los delegados del Gobierno que la persistencia gubernamental de adelantar una operación de desmovilización en Nariño en contra del ELN ponía esta mesa de diálogos de paz en estado de pausa”, se lee en la misiva.
Sin embargo, la tensión tiene su origen mucho antes.
El comandante de esa estructura, Gabriel Yépez Mejía (conocido en la guerra como HH), tuvo acercamientos con delegados de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz desde agosto del año pasado, con el fin de iniciar un proceso de diálogos (e incluso de dejación de armas). La idea era una conversación por aparte, sin la venia de la Dirección Nacional del ELN, que, para entonces, presuntamente, ya planeaba relevar o llevar a juicio a Yépez, ante el riesgo de rupturas.
De hecho, el pasado 9 de marzo, el comandante máximo de esta guerrilla, Antonio García, sugirió que detrás de los diálogos en Nariño hay una “operación de infiltración” y un “show con una supuesta desmovilización, para presentar a un ELN dividido”. Apenas once días después, el Comando Central de la guerrilla publicó un comunicado anunciando la crisis y advirtiendo que congelaría los diálogos si se continuaban los acercamientos en Nariño.
En concreto, lo que cuestionó la guerrilla fue que el gobernador de ese departamento, Luis Alfonso Escobar, anunció el pasado 18 de febrero los “diálogos regionales”. A lo que el ELN respondió que era un desconocimiento a la mesa.
“Habiendo pactado un proceso nacional de participación de la sociedad, ahora monta un diálogo regional en Nariño por fuera de dicho proceso nacional y desconociendo la Delegación del ELN y la mesa, donde participa la comunidad Internacional oficiando como garantes, así como también la ONU y la Conferencia Episcopal colombiana”, dijo la guerrilla en un comunicado.
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