Los pedidos de Arauca al proceso de paz con ELN en reunión con el Gobierno Petro

La delegación del Ejecutivo en los diálogos con el ELN visitó el departamento, una de las regiones con mayor presencia de esta guerrilla. Inversión social y cese multilateral al fuego, entre los llamados de la población.

Andrés Osorio Guillott
16 de marzo de 2024 - 10:36 p. m.
Parte de la delegación del gobierno en los diálogos de paz con el ELN escuchó a líderes y autoridades de Arauca.
Parte de la delegación del gobierno en los diálogos de paz con el ELN escuchó a líderes y autoridades de Arauca.
Foto: Cortesía

La delegación del gobierno en los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) realizó este sábado una nueva jornada de escucha y participación de la población civil como parte de los llamados que quieren llevar a la mesa de conversaciones con este grupo armado.

En esta ocasión, fueron las autoridades y comunidades de Arauca las que manifestaron sus denuncias y mensajes por los problemas de orden público en la región.

Hace unas semanas se dio la primera de estas reuniones en Quibdó, donde también escucharon a líderes y autoridades del departamento sobre las afectaciones que ha tenido la población civil por los confinamientos del último año y los enfrentamientos entre el ELN y el Clan del Golfo.

Si en Chocó llueve, en Arauca no escampa, pues esta es una de las zonas de país con mayor presencia del ELN.

Según el más reciente informe de la Fundación Ideas para la Paz, “Paz total, los grupos armados ganan con cara y con sello”, el Frente de Guerra Oriental del ELN “controla casi la totalidad del departamento”, y la disputa del territorio, que ha causado varias afectaciones, en este caso se da con los Frentes 10 y 28 del Estado Mayor Central (EMC), disidencia de las Farc.

Aunque hay una intención de algunos pobladores de la región por visibilizar su producción, economía y turismo, la realidad indica que la inseguridad y el conflicto armado terminan flagelando a una población que describen como pujante.

Según Renso Martínez Prada, gobernador de Arauca, quien estuvo en la mesa de este sábado, en lo que va del año se han reportado 15 homicidios, ocho de ellos ocurridos en Tame, municipio que carga el triste título de ser el más violento del país.

Uno de los principales llamados es, precisamente, que los diálogos sirvan para disminuir la violencia.

La Gobernación informó esta semana que en los dos primeros meses del 2024 se han registrado 12 homicidios, una baja significativa en comparación con los 40 asesinatos de 2023 entre enero y febrero, y con los 107 de 2022 en ese mismo periodo de tiempo.

“Hemos podido evidenciar que con relación al año 2022 se ha disminuido en un 68% los delitos que se presentan en el departamento, incluidos los homicidios y secuestros. Se están haciendo todos los esfuerzos para que haya mayor seguridad y en el marco de los acuerdos de cese al fuego estamos pidiendo que se disminuyan todos los delitos relacionados con la acción de los grupos armados”, aseguró el gobernador.

Según cifras de mesas de víctimas presentadas en la audiencia, en 2023 hubo 652 víctimas, 535 heridos y 117 muertos en 2023 por minas antipersona.

Pero además de las cifras de asesinatos, también hay cifras preocupantes entorno al secuestro.

En días pasados, la Defensoría del pueblo entregó un informe en el que dio cuenta de esta problemática en la región. Carlos Camargo Assis, defensor del pueblo, habló al respecto y aseguró que: “Actualmente, en Arauca registramos 43 secuestros, 34 de esas personas permanecían en poder de grupos armados ilegales al final del año pasado. Quiere decir que nueve de ellas son registros de este año y continúan en manos de las estructuras armadas ilegales. A este reporte se suman otras 11 que fueron plagiadas, pero cuya liberación se produjo posteriormente”.

“Que cesen tantas expresiones de violencia y se consolide la vida. Que se abran nuevos caminos de justicia y de prosperidad”, dijo el obispo de Arauca, monseñor Jaime Cristóbal Abril, quien quiso brindar una oración y una reflexión para abrir esta audiencia en la que autoridades y líderes de comunidades le hablaron a la jefa negociadora del Gobierno, Vera Grabe, el senador Iván Cepeda y otros integrantes de la delegación del gobierno.

Llamó la atención la presencia en el recinto de Julio Antolinez, librero de Carmentea Cantar del Llano, librería del Fondo de Cultura Económica que se encuentra en Arauquita y que “está ubicada en un lugar donde antes estaba un colegio que fue destruido por la bomba de la guerra. Este lugar estuvo destruido por 14 años. Una de las finalidades de la llegada del Fondo es fortalecer la comprensión lectora y tener un lugar donde puedan encontrar todo tipo de conocimientos y material bibliográfico”. Entre los libros que estaba ofreciendo, estaba el de El silencio del violonchelo, de Vera Grabe.

”Sabemos que es insuficiente“: delegación del Gobierno en la mesa con ELN

A propósito de la jefe negociadora, esta empezó la audiencia reiterando el mensaje que quiere dar el gobierno de construir la paz de la mano de los territorios, teniendo en cuenta las voces de todas las comunidades que se han visto afectadas por el conflicto armado.

”No es un proceso fácil. Tenemos una historia de violencias. Venimos a escuchar la voz de las comunidades. Aunque llegué recientemente, mis colegas llevan más tiempo en una construcción muy cuidadosa. Hay dificultades, pero hay avances concretos en participación, en cese al fuego, en proyección en desarrollo territorial y acciones humanitarias. Entendemos la importancia del territorio y esa conexión es fundamental”, dijo Grabe.

También habló Iván Cepeda, senador del Pacto Histórico, quien afirmó que: “Venimos a expresar nuestro mensaje de solidaridad y apoyo a los momentos que vive el departamento. Estamos atravesando por una situación de enfrentamiento entre grupos armados que está haciendo daño a la población. Nuestro llamado es a que respeten a la población civil, a los líderes sociales que han firmado la paz y quieren construir en el territorio una alternativa. No basta con los ceses al fuego con la fuerza pública. Las cifras que tenemos muestran que ha habido un descenso importante en ataques, pero sabemos que eso es insuficiente. Si no se respeta a la población civil no podremos construir paz. En la mesa hemos construido un camino que nos debe llevar pronto a la paz con el ELN. Nosotros queremos que este proceso se desarrolle dentro de sus tiempos, pero también dentro de las necesidades que este país tiene. Y queremos que ustedes nos acompañen, que el proceso se arraigue en los territorios”.

Mandatarios locales exigen más participación

Uno de los puntos a destacar en el encuentro de vertientes y orillas políticas. Por ejemplo, José Vicente Carreño, senador del Centro Democrático, estuvo presente en la jornada para manifestar su apoyo a la paz, pero también su llamado a los grupos armados para que no afecten a la población civil.

“Yo también deseo y anhelo la paz, como la mayoría de los colombianos. Lo que pasa es que algunos hechos lo ponen a uno a dudar. Hago el mismo llamado a los grupos al margen de la ley para que no asesinen a los araucanos, para que no extorsionen a los ganadores y comerciantes. En estos días asesinan a un líder. No estamos viendo el cese bilateral. En Arauca no lo hemos sentido. Mi llamado es a que de verdad el ELN y las disidencias de las Farc se pongan serios. Esto lo digo en nombre de los 300.000 mil araucanos y de muchos que quisieran hablar, pero por temor a represalias no lo pueden hacer”.

Hubo un llamado también por el respeto a las autoridades, por la importancia de coordinar y dialogar con los mandatarios locales, pues finalmente son estos quienes conocen o entienden la realidad de la región.

Juan Alfredo Quenza, alcalde de Arauca, se refirió a este punto, pero lo hizo enfocándose en los 87 miembros del ELN que se había dicho que llegarían a la cárcel de la ciudad, pues como lo dijo antes, esto traería problemas de seguridad debido al esfuerzo que debían hacer para garantizar la vida de estas personas privadas de la libertad.

“Yo no puedo coincidir que la paz arranque pasando por encima de las autoridades territoriales. No podemos permitir que a nuestro territorio lleguen personas de otras cárceles si no podemos garantizar las condiciones mínimas a los que ya están aquí. La verdadera paz empieza por la resocialización. Los presos de la cárcel del Arauca limpian nuestras calles. Firmamos un acuerdo con el Inpec para poderles brindar educación. Cómo podemos creer en una paz si no hay educación”.

Dos fueron los temas reiterativos por parte de autoridades y líderes comunitarios: la necesidad de un cese al fuego multilateral y la importancia de la inversión social para garantizar el proceso y permanencia de la paz en Arauca.

Y aunque se habló de temas sociales, políticos y económicos, poco se mencionaron las afectaciones medioambientales.

Sobre esto último hizo un llamado Rodrigo Botero, uno de los delegados del gobierno, quien señaló que en el departamento “hay más de medio millón de hectáreas que son importantes para el país”. Botero invitó a tener en cuenta este aspecto, tal como lo ha hecho en otras ocasiones cuando ha afirmado que es importante declara a la naturaleza como víctima del conflicto armado.

La importancia de la inversión social para la paz en Arauca

El representante a la Cámara por Arauca Germán Rozo fue el primero en hacer énfasis en los vacíos de la sociedad araucanos: infraestructura vial, salud y educación. “Le hemos insistido al Gobierno que la paz no se puede hacer sin conocer la realidad de los territorios. Es importante que reconozcamos cuándo y por qué surge el ELN en el departamento hacia los años de 1969, 1970, 1971… Sus reclamos en materias de salud y educación. A hoy no sentimos la necesaria inversión social para ello. Ese seguramente será el llamado de la población”.

Sonia López, vocera del Movimiento Político de Masas social y Popular del Centro Oriente de Colombia, hizo énfasis en la importancia de incluir a los sectores populares: “La paz tiene que ver con vida digna en el territorio. La paz es un proceso que se construye en el día y con los sectores populares que han sido excluidos históricamente”.

Lidia Afanador, de la Mesa de Organizaciones Cívicas y Populares de Arauca, resaltó la voluntad política de las partes en la mesa, pues aunque hay problemas, las partes se han mantenido: “En Colombia no ha habido compromiso con la implementación de la paz. De ahí se desató una desconfianza en los procesos. Este gobierno está mostrando lo que no hicieron los anteriores, y es voluntad política. Es importante que el pueblo colombiano conozca hasta dónde ha avanzado el diálogo con el ELN. Aquí se tienen que cambiar los papeles. No más plata en publicidad y campañas políticas. Aquí necesitamos inversión. El presupuesto de nuestra región tiene que ser invertido en las necesidades del departamento. Un peso que se pierde es un peso que se necesita”.

Jhon Castro, presidente de la Federación departamental de juntas de acción comunal, también hizo hincapié en la inversión social al decir que “el tema de la paz a los territorios llega con transformaciones necesarias. No podemos hablar de paz sin educación, sin industrialización, sin vías, sin salud. A nuestros líderes comunales los han ido asesinando. No podemos hablar de paz total mientras nos estigmatizan y nos exterminan. Hemos ido construyendo el territorio”.

El cese multilateral: una necesidad en Arauca

“Muchas instituciones no hacen presencia en Arauca. Esa falta de presencia institucional no les va a permitir hacer la paz por más negociaciones que ustedes hagan. Mientras persista la confrontación entre disidencias y ELN, los araucanos no podremos estar en paz. Las negociaciones tienen que ser simultáneas”, dijo Germán Rozo.

María Emilse Castillo, coordinadora de la Mesa Departamental de Víctimas, presentó algunas denuncias sobre lo que está sucediendo en la región. Reclutamiento forzado de menores de edad o retenes ilegales son algunos de los delitos señalados.

“Hoy tenemos 187.000 víctimas. Cada día crece el conflicto en Arauca. Algo que nos preocupa es que este proceso que nosotros vemos en la paz total debe ser importante aquí. No tenemos pruebas de las personas que han secuestrado. Le pedimos respeto para la población civil. Tenemos retenes ilegales donde se invade la privacidad de la gente porque les piden sus celulares para revisar qué tienen. Las víctimas pedimos a gritos este proceso de paz, pero que se vea en las mesas, que se construya con las voces de las víctimas del conflicto armado, que sean escuchadas. Hay niños indígenas que están siendo reclutados. Pedimos el respeto a la infancia y a la juventud”.

Tal como ocurrió en Quibdó, en esta ocasión tampoco hubo presencia de algún representante del ELN. Ante esta ausencia, por ejemplo, Germán Camacho, delegado de la Asamblea Departamental, dijo: ”Así como queremos que nos escuchen, también sería necesario que nos escuche el ELN, que pueda escuchar qué piensan los indígenas, los afrocolombianos, los gremios de Arauca. Queremos que se concrete la paz, y que esa paz signifique dejar atrás la pobreza, la desigualdad social. Tenemos que ver la paz como un todo, no solamente como un silenciamiento de los fusiles”.

La jefa negociadora del Gobierno reconoció la importancia del evento y habló sobre el futuro de los diálogos.

”La paz real es reconocernos entre todos, escucharnos entre todos. Quiero hacer énfasis en que estamos aquí porque sabemos que hay confrontación y violencia. Quisiéramos que todo esto no pasara. Sufrimos igual que ustedes y llevamos todo a la mesa. Es una mesa de negociación, no de imposición. En el otro lado hay tensión, hay opiniones. En cada ciclo llevamos estos temas. Esa es la dinámica. Lo que a veces parecen cuestiones pequeñas. El secuestro no es un punto menor, es un punto peleado. Esto implica ‘paz-ciencia’. No nos gusta la lentitud, quisiéramos que esto llegara rápido a un final feliz. Tengan la certeza de que todos los días trabajamos por este proceso”, concluyó Vera Grabe, jefa de la delegación del Ejecutivo.

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Sentipensante(72875)28 de junio de 2024 - 08:28 p. m.
Seguridad y desarrollo tienen una relación dialéctica. Para que ambas sean una realidad debe comenzarse por respetar los derechos y la democracia. Entonces, a través de un diálogo maduro, se podrá hablar de paz sostenible y duradera. Entonces, son los actores quienes deben escuchar a la población afectada y vulnerable, asumiendo su responsabilidad y cumpliendo sus compromisos por el derecho a vivir sin miedo y con dignidad.
Pipo Solarte(exbqo)17 de marzo de 2024 - 08:19 a. m.
Igual sucede en el Cauca, donde la seguridad empeoró, apenas el gobierno anunció el cese al fuego de las FFAA, y fue el punto de partida para desde enero de 2023 las disidencias del EMC se agarraran con los del ELN por apoderarse del piedemonte de las cordillera central y occidental, en los municipios del norte caucano y sur del Huila, con la población en medio y generando desplazamientos, amenazas y asesinatos de líderes sociales, extorsión, secuestro, reclutamiento de menores, etc.
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