¿Presión del ELN? Los caminos del Gobierno tras anuncio de reactivar secuestros
La delegación del Ejecutivo tildó la decisión de la guerrilla como un incumplimiento a los compromisos. Expertos aseguran que es un resultado de la falta de estrategia y líneas rojas en la negociación. ¿A qué escenarios se enfrenta la mesa de diálogos?
Una crisis en medio de otra crisis. Ese es el escenario en el que está en este momento el proceso de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Sin haber superado la tensión por los diálogos paralelos del Gobierno con un frente del ELN en Nariño -que tiene congelada la mesa de negociación desde febrero- la Dirección Nacional de esa guerrilla anunció este lunes que le pondrá fin a la promesa de dejar de secuestrar, alegando que el Ejecutivo ha incumplido sus compromisos frente a la puesta en marcha de un fondo multidonante para el proceso de paz.
El anuncio del ELN fortaleció la crítica de que se está dilatando el proceso de diálogo y reforzó la desconfianza de la ciudadanía en este tablero de negociación. Aunque la mesa se instaló hace un año y medio y se han logrado 26 acuerdos, aún no se llega a resultados concretos ni se han logrado aterrizar discusiones de fondo, como la del fin del conflicto o la desmovilización.
“Hay que entender la decisión del ELN de volver al secuestro dentro de una mala estrategia del Gobierno, que no trazó líneas rojas desde el inicio y en la cual el Ejecutivo utilizó la cesión continua a las pretensiones del ELN como un mecanismo de avance rápido en la negociación”, dice Luis Fernando Trejos, investigador en temas de conflicto y profesor de la Universidad del Norte.
“Están fuera de lugar este tipo de presiones”
De hecho, el malestar por este anuncio también fue expresado por la delegación del Gobierno Nacional en la mesa de diálogos de paz.
“El fondo multidonante de ninguna manera se creó como contraprestación a la suspensión del secuestro o la interrupción de otra acción específica incluida en el cese al fuego (...) Es un claro incumplimiento al país y a la comunidad internacional”, aseguró en una rueda de prensa el senador Iván Cepeda, quien forma parte de la delegación del Ejecutivo.
Además: Ante crisis, negociadores con ELN piden a Petro definir si sigue diálogo en Nariño
Por ahora, se sabe que los negociadores de Petro en la mesa se reunirán para estudiar este anuncio y tomar decisiones.
Una de las dudas es si el retorno al secuestro es una medida del ELN para presionar al Gobierno a ceder en su solicitud de ponerle fin a los diálogos con el Frente Comuneros del Sur en Nariño. Colombia+20 le preguntó al respecto a la jefa de la delegación del Gobierno, Vera Grabe, quien fue enfática en rechazar cualquier tipo de chantajes.
“El ELN tiene que tomar una decisión frente al proceso de paz. Está fuera de lugar hacer este tipo de presiones. Aquí está en juego algo más grande, está en juego la participación, un tema en el que la delegación del ELN se la ha jugado. Es una presión innecesaria”, dijo Grabe, quien también recalcó que el Ejecutivo sigue en pie para la reunión programada a finales de este mes, en la que, según los planes, se firmará el acuerdo de participación de la sociedad en el proceso de paz, un paso clave para agilizar la negociación.
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¿El retorno al secuestro podría llevar a que el Gobierno se levante de la mesa?
El anuncio del ELN pone de frente, nuevamente, la pregunta sobre la solidez de la posición del Gobierno en los diálogos. Desde varios sectores se la ha criticado a los negociadores por ceder ante las peticiones de la guerrilla. Sin embargo, el tema del secuestro ha sido un punto de honor en los diálogos.
No hay que olvidar que la primera gran crisis de este proceso tuvo como detonante el secuestro, en octubre de 2023, de Manuel Díaz, padre del futbolista del Liverpool y la Selección Colombia Luis Díaz. Tras su liberación, el Gobierno exigió tajantemente que el ELN abandonara este crimen, petición que se materializó en febrero, al cierre del sexto ciclo de conversaciones.
Lea: Tras una dura discusión, ELN suspende secuestros con fines económicos
De hecho, en el comunicado con el que la delegación le respondió a la guerrilla se mantiene esta posición. “Siempre se le ha dejado en claro al ELN que el comercio con seres humanos no tiene ninguna clase de justificación y su eliminación no es objeto de ninguna transacción por parte del Estado colombiano. Esperamos que el ELN mantenga el compromiso adquirido ante la sociedad colombiana y la comunidad internacional y ponga fin a cualquier forma de secuestro”, se lee en el documento.
No obstante, aún se mantiene abierta la incógnita de si la posición del Ejecutivo se va a mantener hasta el punto de condicionar su continuidad en la mesa de diálogos a que la guerrilla mantenga su compromiso de no secuestrar.
El propio senador Cepeda señaló en la rueda de prensa que aún no se ha definido qué sigue, pero adelantó que el método de la delegación en la mesa “no es el de fijar ultimátums, porque de esa manera no se protege a la población y no se avanza”.
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Otro de los temas que tendrán que discutir los negociadores de parte y parte tiene que ver con el manejo de las comunicaciones.
Para el profesor Trejos, los anuncios recientes evidencian “una crisis en las comunicaciones de la negociación, ya que el ELN no gestiona esa situación a través de los canales en la mesa sino que lo hace público, y ahí se ve un corto circuito”. El experto agrega que “pareciera que las partes apelan más a apoyos o simpatías de la sociedad civil que a la búsqueda de consensos al interior de la mesa, especialmente cuando se presentan crisis frecuentes en la misma”.
Los días que vienen serán cruciales para que las delegaciones fijen sus posiciones y definan cuál será el futuro de la negociación. Por el lado del Gobierno, no solo se espera una decisión sobre el tema del secuestro, sino sobre la continuidad de los diálogos en Nariño.
Una crisis en medio de otra crisis. Ese es el escenario en el que está en este momento el proceso de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Sin haber superado la tensión por los diálogos paralelos del Gobierno con un frente del ELN en Nariño -que tiene congelada la mesa de negociación desde febrero- la Dirección Nacional de esa guerrilla anunció este lunes que le pondrá fin a la promesa de dejar de secuestrar, alegando que el Ejecutivo ha incumplido sus compromisos frente a la puesta en marcha de un fondo multidonante para el proceso de paz.
El anuncio del ELN fortaleció la crítica de que se está dilatando el proceso de diálogo y reforzó la desconfianza de la ciudadanía en este tablero de negociación. Aunque la mesa se instaló hace un año y medio y se han logrado 26 acuerdos, aún no se llega a resultados concretos ni se han logrado aterrizar discusiones de fondo, como la del fin del conflicto o la desmovilización.
“Hay que entender la decisión del ELN de volver al secuestro dentro de una mala estrategia del Gobierno, que no trazó líneas rojas desde el inicio y en la cual el Ejecutivo utilizó la cesión continua a las pretensiones del ELN como un mecanismo de avance rápido en la negociación”, dice Luis Fernando Trejos, investigador en temas de conflicto y profesor de la Universidad del Norte.
“Están fuera de lugar este tipo de presiones”
De hecho, el malestar por este anuncio también fue expresado por la delegación del Gobierno Nacional en la mesa de diálogos de paz.
“El fondo multidonante de ninguna manera se creó como contraprestación a la suspensión del secuestro o la interrupción de otra acción específica incluida en el cese al fuego (...) Es un claro incumplimiento al país y a la comunidad internacional”, aseguró en una rueda de prensa el senador Iván Cepeda, quien forma parte de la delegación del Ejecutivo.
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Por ahora, se sabe que los negociadores de Petro en la mesa se reunirán para estudiar este anuncio y tomar decisiones.
Una de las dudas es si el retorno al secuestro es una medida del ELN para presionar al Gobierno a ceder en su solicitud de ponerle fin a los diálogos con el Frente Comuneros del Sur en Nariño. Colombia+20 le preguntó al respecto a la jefa de la delegación del Gobierno, Vera Grabe, quien fue enfática en rechazar cualquier tipo de chantajes.
“El ELN tiene que tomar una decisión frente al proceso de paz. Está fuera de lugar hacer este tipo de presiones. Aquí está en juego algo más grande, está en juego la participación, un tema en el que la delegación del ELN se la ha jugado. Es una presión innecesaria”, dijo Grabe, quien también recalcó que el Ejecutivo sigue en pie para la reunión programada a finales de este mes, en la que, según los planes, se firmará el acuerdo de participación de la sociedad en el proceso de paz, un paso clave para agilizar la negociación.
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¿El retorno al secuestro podría llevar a que el Gobierno se levante de la mesa?
El anuncio del ELN pone de frente, nuevamente, la pregunta sobre la solidez de la posición del Gobierno en los diálogos. Desde varios sectores se la ha criticado a los negociadores por ceder ante las peticiones de la guerrilla. Sin embargo, el tema del secuestro ha sido un punto de honor en los diálogos.
No hay que olvidar que la primera gran crisis de este proceso tuvo como detonante el secuestro, en octubre de 2023, de Manuel Díaz, padre del futbolista del Liverpool y la Selección Colombia Luis Díaz. Tras su liberación, el Gobierno exigió tajantemente que el ELN abandonara este crimen, petición que se materializó en febrero, al cierre del sexto ciclo de conversaciones.
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De hecho, en el comunicado con el que la delegación le respondió a la guerrilla se mantiene esta posición. “Siempre se le ha dejado en claro al ELN que el comercio con seres humanos no tiene ninguna clase de justificación y su eliminación no es objeto de ninguna transacción por parte del Estado colombiano. Esperamos que el ELN mantenga el compromiso adquirido ante la sociedad colombiana y la comunidad internacional y ponga fin a cualquier forma de secuestro”, se lee en el documento.
No obstante, aún se mantiene abierta la incógnita de si la posición del Ejecutivo se va a mantener hasta el punto de condicionar su continuidad en la mesa de diálogos a que la guerrilla mantenga su compromiso de no secuestrar.
El propio senador Cepeda señaló en la rueda de prensa que aún no se ha definido qué sigue, pero adelantó que el método de la delegación en la mesa “no es el de fijar ultimátums, porque de esa manera no se protege a la población y no se avanza”.
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Otro de los temas que tendrán que discutir los negociadores de parte y parte tiene que ver con el manejo de las comunicaciones.
Para el profesor Trejos, los anuncios recientes evidencian “una crisis en las comunicaciones de la negociación, ya que el ELN no gestiona esa situación a través de los canales en la mesa sino que lo hace público, y ahí se ve un corto circuito”. El experto agrega que “pareciera que las partes apelan más a apoyos o simpatías de la sociedad civil que a la búsqueda de consensos al interior de la mesa, especialmente cuando se presentan crisis frecuentes en la misma”.
Los días que vienen serán cruciales para que las delegaciones fijen sus posiciones y definan cuál será el futuro de la negociación. Por el lado del Gobierno, no solo se espera una decisión sobre el tema del secuestro, sino sobre la continuidad de los diálogos en Nariño.