Grupo de prisioneros de ELN vuelve a pedir salida de la cárcel de presos enfermos
Una carta de un colectivo de presos del ELN llegó a manos de Pablo Beltrán, jefe negociador de ese grupo ante el Gobierno, pidiendo garantías de alivios humanitarios para ellos y describiendo precariedades que estarían viviendo en su privación de libertad.
El Colectivo de Prisioneros Políticos ‘Orlando Quintero Páez’ de la guerrilla del ELN envío este fin de semana una carta a Pablo Beltrán, jefe negociador del ELN, en la que nuevamente expusieron la preocupación sobre lo que llaman “incumplimientos” de los alivios humanitarios para los presos de esa guerrilla.
Desde el 12 de diciembre de 2022 ambas delegaciones anunciaron acuerdos parciales que implicaban, por el lado del ELN, alivios humanitarios en zonas rurales con presencia de esa guerrilla, como el río San Juan en Chocó y el Bajo Calima en Valle del Cauca, mientras que el Gobierno se comprometía a buscar estrategias para sacar de las cárceles a 8 presos del ELN con enfermedades terminales o a punto de morir, para que pudieran estar con sus familias.
También se comprometió a mejorar la atención a 40 prisioneros con enfermedades de gravedad, aunque no en fase terminal.
Además: Alivios humanitarios a presos del ELN, otro retraso en la mesa de diálogos
Según la carta de ese colectivo, sus condiciones carcelarias son precarias. “A esto se le complementa el agravante que la alimentación es muy mala, mal preparada, con horarios de extremo atraso, con olores nauseabundos por su alto estado de descomposición. Paralelo a este drama, está la pésima atención en la salud, no hay medicamentos para los enfermos terminales y, esto agrava el panorama general para con nuestros compañeros, lo que nos hace sentir frustrados e impotentes al no poder hacer nada”, dice la misiva.
En ese documento, enviado desde la cárcel La Picota de Bogotá, los presos de ese colectivo acusaron a los guardianes que los vigilan de amedrentarlos y someterlos a una “tensión psicológica desgastante”.
Otro de los compromisos pactados y que también es mencionado en la carta es el de la regionalización. Esto se refiere a la posibilidad de que los prisioneros del ELN fueran trasladados a cárceles en las ciudades o regiones donde se encuentra su arraigo familiar y local para que pudieran estar más cerca de entorno. Para esto los gestores de paz del ELN debían adelantar unos censos de presos políticos de dicha organización que determinaran cuántos guerrilleros hay presos y en dónde se encuentran, pues ni siquiera hay una certeza sobre el número total de prisioneros.
Pero los censos tampoco se han realizado, pues el mismo ELN prefirió no continuar con ellos mientras no hubiera certeza de lo que vaya a ocurrir con los alivios humanitarios.
“A todo este duro panorama, seguimos con las esperanzas vivas con más del 99% de los compañeros, para que el gobierno cumpla con los alivios humanitario cordados, en especial la regionalización, lo que ayudaría de mucho. Estar cerca de la familia, donde no tengan que hacer un fuerte desgaste humano y económico para vernos, es algo que se puede dar con menos lapso. Muchos llevamos más del año, sin poder verlos directamente. Y eso humanamente hace mucha falta”, dice la carta.
Liberaciones: una opción que ya se ha dado
El 7 de junio de 2023, una fuente cercana al Gobierno Nacional le dijo a Colombia+20 que dos personas con enfermedades terminales -pertenecientes al ELN- habían sido liberados como una medida humanitaria.
Lea: Política para superar la crisis carcelaria debe estar en el Plan Nacional de Desarrollo
Esas excarcelaciones fueron polémicas porque desde un ala de la delegación del ELN se dijo que no fueron como consecuencia del proceso de negociación, sino como algo externo. “No ha habido excarcelaciones de compañeros en el marco del acuerdo humanitario”, sentenció un miembro del ELN que habló en esa semana con esta redacción.
Como respuesta a esto, desde el Ministerio de Justicia dijeron que estas personas salieron apoyadas por los pactos que el Gobierno ha alcanzado en la mesa de negociación y que desde ese día se están tramitando las excarcelaciones de cinco personas más con condiciones de salud similares a la de los liberados.
Lea también: Tras muerte de preso, ELN denuncia que Gobierno Petro incumple acuerdo de alivios
Las denuncias por las condiciones precarias dentro de las cárceles se comenzaron a saber a nivel nacional cuando El Espectador habló en febrero de 2023 con Hermides Delgado y otros privados de libertad, que alegaron sus condiciones. De hecho, desde los calabozos se escuchó el lamento por no encontrar en el Gobierno opciones para una ruta específica de atención, cuando desde el ELN se cumplió con levantar el paro armado de final de 2022, liberar militares en Arauca o cumplir con el cese al fuego unilateral que acatan cada año.
En contexto: “Al límite de la muerte”: La crisis carcelaria que el ELN lleva a la mesa de paz
Desde las prisiones y la misma mesa de negociación, el ELN se han referido a estos incumplimientos y se afirma que se necesita con urgencia soluciones de fondo. El 5 de julio de 2023, como documentó este medio, se llevó a cabo el reclamo tras el fallecimiento de Hermides Delgado, militante de esa guerrilla, quien murió como consecuencia de una enfermedad grave. “Tuvo mala atención médica de un Gobierno que no cumple con lo acordado”, según se lee en un comunicado del Colectivo de prisioneros.
El Colectivo de Prisioneros Políticos ‘Orlando Quintero Páez’ de la guerrilla del ELN envío este fin de semana una carta a Pablo Beltrán, jefe negociador del ELN, en la que nuevamente expusieron la preocupación sobre lo que llaman “incumplimientos” de los alivios humanitarios para los presos de esa guerrilla.
Desde el 12 de diciembre de 2022 ambas delegaciones anunciaron acuerdos parciales que implicaban, por el lado del ELN, alivios humanitarios en zonas rurales con presencia de esa guerrilla, como el río San Juan en Chocó y el Bajo Calima en Valle del Cauca, mientras que el Gobierno se comprometía a buscar estrategias para sacar de las cárceles a 8 presos del ELN con enfermedades terminales o a punto de morir, para que pudieran estar con sus familias.
También se comprometió a mejorar la atención a 40 prisioneros con enfermedades de gravedad, aunque no en fase terminal.
Además: Alivios humanitarios a presos del ELN, otro retraso en la mesa de diálogos
Según la carta de ese colectivo, sus condiciones carcelarias son precarias. “A esto se le complementa el agravante que la alimentación es muy mala, mal preparada, con horarios de extremo atraso, con olores nauseabundos por su alto estado de descomposición. Paralelo a este drama, está la pésima atención en la salud, no hay medicamentos para los enfermos terminales y, esto agrava el panorama general para con nuestros compañeros, lo que nos hace sentir frustrados e impotentes al no poder hacer nada”, dice la misiva.
En ese documento, enviado desde la cárcel La Picota de Bogotá, los presos de ese colectivo acusaron a los guardianes que los vigilan de amedrentarlos y someterlos a una “tensión psicológica desgastante”.
Otro de los compromisos pactados y que también es mencionado en la carta es el de la regionalización. Esto se refiere a la posibilidad de que los prisioneros del ELN fueran trasladados a cárceles en las ciudades o regiones donde se encuentra su arraigo familiar y local para que pudieran estar más cerca de entorno. Para esto los gestores de paz del ELN debían adelantar unos censos de presos políticos de dicha organización que determinaran cuántos guerrilleros hay presos y en dónde se encuentran, pues ni siquiera hay una certeza sobre el número total de prisioneros.
Pero los censos tampoco se han realizado, pues el mismo ELN prefirió no continuar con ellos mientras no hubiera certeza de lo que vaya a ocurrir con los alivios humanitarios.
“A todo este duro panorama, seguimos con las esperanzas vivas con más del 99% de los compañeros, para que el gobierno cumpla con los alivios humanitario cordados, en especial la regionalización, lo que ayudaría de mucho. Estar cerca de la familia, donde no tengan que hacer un fuerte desgaste humano y económico para vernos, es algo que se puede dar con menos lapso. Muchos llevamos más del año, sin poder verlos directamente. Y eso humanamente hace mucha falta”, dice la carta.
Liberaciones: una opción que ya se ha dado
El 7 de junio de 2023, una fuente cercana al Gobierno Nacional le dijo a Colombia+20 que dos personas con enfermedades terminales -pertenecientes al ELN- habían sido liberados como una medida humanitaria.
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Esas excarcelaciones fueron polémicas porque desde un ala de la delegación del ELN se dijo que no fueron como consecuencia del proceso de negociación, sino como algo externo. “No ha habido excarcelaciones de compañeros en el marco del acuerdo humanitario”, sentenció un miembro del ELN que habló en esa semana con esta redacción.
Como respuesta a esto, desde el Ministerio de Justicia dijeron que estas personas salieron apoyadas por los pactos que el Gobierno ha alcanzado en la mesa de negociación y que desde ese día se están tramitando las excarcelaciones de cinco personas más con condiciones de salud similares a la de los liberados.
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Las denuncias por las condiciones precarias dentro de las cárceles se comenzaron a saber a nivel nacional cuando El Espectador habló en febrero de 2023 con Hermides Delgado y otros privados de libertad, que alegaron sus condiciones. De hecho, desde los calabozos se escuchó el lamento por no encontrar en el Gobierno opciones para una ruta específica de atención, cuando desde el ELN se cumplió con levantar el paro armado de final de 2022, liberar militares en Arauca o cumplir con el cese al fuego unilateral que acatan cada año.
En contexto: “Al límite de la muerte”: La crisis carcelaria que el ELN lleva a la mesa de paz
Desde las prisiones y la misma mesa de negociación, el ELN se han referido a estos incumplimientos y se afirma que se necesita con urgencia soluciones de fondo. El 5 de julio de 2023, como documentó este medio, se llevó a cabo el reclamo tras el fallecimiento de Hermides Delgado, militante de esa guerrilla, quien murió como consecuencia de una enfermedad grave. “Tuvo mala atención médica de un Gobierno que no cumple con lo acordado”, según se lee en un comunicado del Colectivo de prisioneros.