Este martes se conoció, oficialmente, el plan de choque del Gobierno Petro para ponerle el acelerador a la implementación del Acuerdo de Paz firmado con la guerrilla de las FARC en 2016.
El proyecto, consignado en un documento de 22 páginas, fue una de las tareas principales que el presidente Gustavo Petro le encargó al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, cuando llegó a liderar la cartera.
Como reveló Colombia+20 hace algunos días, el plan contiene seis puntos claves: 1) Pactos territoriales para acelerar la transformación del territorio; 2) Reforma Rural Integral y articulada; 3) Agenda legislativa para cumplir y avanzar; 4) Articulación de la seguridad en el territorio; 5) Acuerdo Nacional para un Pacto Político; y 6) Gobernanza del Plan de choque.
En la tarde de este martes, una delegación del Ejecutivo, encabezada por el ministro Cristo y el canciller Luis Gilberto Murillo, hizo presencia en Nueva York, durante la sesión en la que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas recibió el informe trimestral de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia. En ese escenario, el Gobierno presentó el plan de choque, que puede ver a continuación:
Gobierno reiteró su compromiso con la paz ante la ONU
Durante su intervención ante la ONU, el canciller Murillo aseguró que el cumplimiento del Acuerdo de Paz es “un compromiso ineludible” para las apuestas del Gobierno Petro, especialmente en lo relacionado a la transformación territorial de las regiones mas afectadas por el conflicto y el abandono estatal, y que fueron prioridades en los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).
Murillo fue el encargado de esbozar ante el Consejo de Seguridad los seis puntos del plan de choque presentados por el Ministerio del Interior.
“Hoy, a mitad de nuestro gobierno, estamos convencidos de que la única salida es cumplir con lo pactado, especialmente en los territorios excluidos”, dijo el canciller.
De hecho, el documento compartido simultáneamente a la intervención en la ONU señala que los principios de esta estrategia son focalizar los esfuerzos, la gestión y los recursos en aquellos programas y proyectos que efectivamente tengan el potencial de transformar la calidad de vida de la gente. “El legado del gobierno debe ser avanzar en la ruta para el desarrollo integral de las 16 subregiones PDET, pero también dejar los cimientos para que este avance sea irreversible a nivel nacional, así como los ejes transversales de lo pactado”.
El otro principio es la priorización. El gobierno priorizará las intervenciones de mayor impacto en el corto plazo y trazará una ruta para lo que sigue. Según el documento, aunque las solicitudes e iniciativas de las comunidades obedecen, en su mayoría, a décadas de atraso y a deudas históricas, “no sería responsable plantear que todas se van a resolver en el corto plazo”. Por eso, de acuerdo con el documento, las acciones no se centrarán en “el qué o del cómo”, sino el “dónde”.
El último es la articulación del Gobierno frente a los desafíos de la implementación del Acuerdo Final de Paz. “La estrategia consiste en retomar los avances conseguidos en la implementación, revisar los cuellos de botella y lograr un genuino trabajo en equipo por parte de la institucionalidad y la Alta parte contratante por medio de la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación (CSIVI) y agilizar la implementación en unos frentes específicos que impactan de manera directa la calidad de vida, la seguridad y el desarrollo en los territorios”, dice el texto.
De acuerdo con el ministerio, el plan de choque no pretende abarcar la totalidad del Acuerdo ni suplantar los compromisos de la institucionalidad que tiene responsabilidades en la implementación”, y los temas que no sean recogidos aquí, deben seguir siendo implementados por las entidades responsables.
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En su intervención, el canciller también resaltó algunos de los resultados de la apuesta de paz total del Gobierno Petro, como los acuerdos de cese al fuego con varios grupos armados ilegales y la firma del primer punto de la agenda de negociación con el ELN, enfocado en la participación de la sociedad civil en la construcción de paz.
Incluso, Murillo habló de las dificultades en la negociación con esa guerrilla, que entró en un congelamiento desde el mes de febrero. Según el canciller, el Ejecutivo es “optimista” de que podrá “superar la crisis que atraviesa este proceso en este momento y continuar avanzando hacia una negociación efectiva”.
Antes de la presentación de este martes, el ministro Cristo se reunió con los embajadores miembros del Consejo de Seguridad para presentar el plan de choque y también tuvo un encuentro con Leonor Zalabata, embajadora de Colombia ante las Naciones Unidas.
Naciones Unidas a la expectativa de los resultados del plan de choque
“El plan de choque es un instrumento que debería servir para acelerar la implementación”, dijo en el inicio de la sesión Carlos Ruíz Massieu, jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.
En su intervención, Massieu se refirió al complejo panorama de orden público en el país y aseguró que la confrontación armada en los territorios afecta la implementación del acuerdo.
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Otro de los llamados del jefe de la Misión fue que los grupos armados dejen de reclutar menores de edad y que se respete la vida de los firmantes del acuerdo de 2016.
Por su parte, Beatriz Quintero, fundadora de la Red Nacional de Mujeres de Colombia, aseguró que el plan de paz total del presidente Gustavo Petro busca acelerar la implementación del Acuerdo y que promueve el diálogo con grupos armados que aún están activos en el país.
La representante de la sociedad civil también señaló la importancia de incluir la voz de las mujeres en las negociaciones y la necesidad de reactivar los cese al fuego bilaterales. “Hay que garantizar la seguridad a toda la ciudadanía para que la paz sea entendida como un bien público”, dijo.
Quintero recomendó ante el Consejo que se debería hacer más seguimiento de las violaciones al cese al fuego que terminan con afectaciones humanitarias en la sociedad civil. “Debo agradecer el apoyo de la comunidad internacional en los procesos de paz”, puntualizó la representante.
¿Qué dice el informe hecho por la Misión de Verificación de la ONU?
El informe trimestral, que abarca el periodo entre el 27 de junio y el 26 de septiembre de 2024, nuevamente hace un repaso por los avances y retos más sobresalientes en la ejecución de ese pacto firmado en 2016 con las extintas FARC y hace especial énfasis en que el reciente plan de choque liderado por el Ministerio del Interior podría agilizar puntos clave de la implementación del Acuerdo e incluso espera que esa iniciativa se logre traducir en “resultados tangibles”.
Además, habla sobre los nueve tableros de negociación que actualmente tiene en juego el Gobierno, lo que cataloga como un objetivo ambicioso de mantener. Entre ellos están las negociaciones políticas que se llevan con la disidencia Segunda Marquetalia y la conocida como Estado Mayor de los Bloques; el diálogo con Comuneros del Sur, grupo que escindió del ELN. Además, se mantienen los espacios socio jurídicos, con miras al sometimiento, con las estructuras criminales de Medellín, Buenaventura y Quibdó. A eso se le suman los tableros con el grupo conocido como Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada.
En términos generales, el informe ve como un asunto positivo el cambio de enfoque ha tenido el Gobierno Nacional en cuanto a la paz. La estrategia del Gobierno se viene caracterizando cada vez más por un enfoque territorial de la construcción de la paz, con énfasis en la implementación progresiva de medidas para generar dividendos tangibles de la paz a nivel local y regional
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