La supuesta designación como gestor de paz de Óscar Camargo Ríos, conocido como ‘Pichi’, una información que fue desmentida por el Gobierno de Gustavo Petro, abrió nuevamente la polémica sobre cuál es el rol de esta figura creada por ley en 1997.
Camargo Ríos es señalado como cabecilla de una poderosa organización dedicada al narcotráfico y sicariato en Bucaramanga, Santander. Aunque circuló por varios medios que el hombre había quedado en libertad tras supuestamente haber recibido ese beneficio del Ejecutivo, la Consejería Comisionada de paz desmintió el hecho.
“Algunos medios de comunicación y personas influyentes en redes sociales han difundido esta noticia indicando que la libertad del señor Óscar Camargo Ríos se da por designación como gestor de paz. Esto es falso”, indicó la Consejería Comisionada de Paz.
¿Cómo se designa un gestor de paz y qué hace?
La figura de los gestores de paz existe por la Ley 418 de 1997, que fue creada para designar a personas que han pertenecido a los grupos armados ilegales y que pueden prestar sus buenos oficios para alcanzar acuerdos humanitarios o avanzar en contactos que permitan consolidar un proceso de negociación o diálogo con esas estructuras.
Además de desmentir el caso de Camargo Ríos, la Consejería Comisionada recordó las condiciones para nombrar a estas personas como gestores de paz.
“La designación es una facultad exclusiva del Presidente de la República. Esta figura solo se otorga a miembros o exmiembros representantes de grupos armados organizados al margen de la ley y no se aplica de manera indiscriminada”, informó la Consejería en un comunicado.
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Camargo Ríos no es miembro representante, ni vocero de ninguna de las estructuras armadas que participan en espacios de conversación de paz.
La Consejería añadió: “El marco jurídico para ser gestor de paz es claro y riguroso: Los gestores de paz deben tener un plan de trabajo específico y contribuir activamente a procesos de diálogo y construcción de paz. Cualquier persona designada bajo esta figura debe contar con una resolución formal que lo acredite. Lo anterior lo puede verificar la ciudadanía en el artículo 5 de la Ley 2272 de 2022″.
¿Quiénes han sido designados como gestores de paz?
El caso más reciente de nombramientos de este tipo -que también generó polémica- fue el nombramiento de cuatro disidentes de FARC capturados en retén en Medellín en un caso de mal uso de vehículos de la UNP.
Se trataba de Édgar de Jesús Orrego Arango, conocido como ‘Firu’, cabecilla de la estructura 36 y quien fue detenido porque tenía orden de captura vigente. También están Wenser Yosony Duque, conocido como Oliver González; cabecilla de Comisión Frente Raúl Reyes; María Alejandra Ojeda Londoño y Omar Delgado Novoa, conocido como Boyaco o Hermes. Aunque con esta medida podrán salir de la cárcel, este diario conoció que hasta el momento no ha pasado.
En julio de 2023, Mancuso también fue designado como gestor de paz. Otros antiguos paramilitares como Daniel Rendón Herrera (Don Mario) también han pedido pista para ser gestor de paz, argumentando que podría “iniciar procesos regionales que terminen en un gran acuerdo nacional entre la sociedad y actores del conflicto y así llegar a la paz estable y duradera”. Su propuesta incluía promover la desmovilización de 6.000 miembros de las bandas emergentes que decía controlar.
Varios presidentes han usado estas figuras para adelantar negociaciones o para destrabar algunos procesos de paz. Uno de los mandatarios que más utilizó la figura de gestores de paz fue Álvaro Uribe Vélez, quien los usó no para explorar una salida negociada, sino que fueron parte de su estrategia para excarcelar guerrilleros que lograran la desmovilización de sus excompañeros de armas.
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En 2009, el rol de gestora de paz también le fue otorgado a Elda Nellys Mosquera, “Karina”, luego de que desertó de las antiguas Farc, tras una fuerte presión de organismos de inteligencia a una de sus hijas. “Esta es la posibilidad de seguir trabajando no desde la guerra, sino desde la pacificación, el diálogo y la política”, dijo en su momento.
Uribe también designó en 2007 al exjefe de las FARC, Rodrigo Granda, como gestor de paz. En ese momento, Granda estaba preso en la cárcel de La Dorada, tras ser “capturado” en una operación ilegal en territorio venezolano en diciembre de 2004.
En los 24 años de existencia de las gestorías de paz, uno de los casos emblemáticos ha sido el de “Juan Carlos Cuéllar” (Gilberto Astudillo Victoria). Él ha sido puente entre la guerrilla del ELN y los gobiernos de Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos, Iván Duque y Gustavo Petro en sus intentos por lograr la paz con el ELN.
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