Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Desde el pasado lunes 16 de agosto, las redes sociales en Colombia han centrado casi toda su atención en el encuentro entre el expresidente Álvaro Uribe Vélez, el padre Francisco de Roux, Leyner Palacios y Lucía González, en representación de la Comisión de la Verdad. Esta no es una nota más para ahondar en qué dijo o no dijo el exmandatario ante esta entidad creada después del Acuerdo de Paz, sino para explicar por qué su discurso no puede ser llevado ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) por ese encuentro, como algunos erróneamente lo han asegurado.
Empecemos por diferenciar las dos entidades. Y para eso hay que citar el Acuerdo de Paz: en el punto 5 (el de víctimas) de lo negociado en La Habana (Cuba), se estableció que para lograr justicia restaurativa y reparación integral para las víctimas del conflicto armado era necesaria la creación de tres entidades transicionales (o sea, temporales) que trabajen con ese fin: la JEP, la Comisión de la Verdad y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas. Sí, cada una con fines diferentes, aunque estén entrelazadas todo el tiempo entre sí.
Las tres conforman el Sistema Integral para la Paz, pero para no enredarlos con más términos y palabras, veamos las funciones de cada una. La primera es la JEP, sin duda la más mediática de todas. Y la razón es porque, en parte, ha sido una de las más criticadas por ser el órgano judicial; es decir, es el único, léase bien, el ÚNICO, que está en capacidad de juzgar a quienes cometieron delitos graves y atroces en esa guerra que vivió el país durante cincuenta años, cuando la guerrilla de las Farc estuvo activa.
Allí, obviamente, tienen que ir los excomandantes de las Farc, los militares (activos o en retiro) que también están siendo investigados por delitos y los terceros civiles (que pueden ser políticos, empresarios, funcionarios o civiles) que participaron de alguna forma en el conflicto armado, bien sea financiando grupos armados, trabajando de la mano con ellos, etc.
Recuerden que esta justicia no trabaja como la ordinaria, la normal, pues. Primero, porque solo tardará máximo 15 años. Y segundo, porque su esencia es la justicia restaurativa, de ahí todas las críticas. ¿Qué significa eso? Pues que si los responsables de esos delitos graves dicen la verdad y reparan a las víctimas, no hay cárcel para ellos.
Ahora vamos con las otras dos entidades: la Unidad de Búsqueda y la Comisión de la Verdad, ambas organismos extrajudiciales. Eso significa que lo que allí pase no tendrá relación con los estrados o jueces.
La Unidad de Búsqueda, como su nombre lo indica, se encarga de hallar a las personas que durante la guerra fueron desaparecidas. Un trabajo titánico, pues se estima que hay 120.000 y que podrían estar en cementerios, ríos, fosas comunes, zonas rurales, etc. Su labor tiene una vigencia de 20 años.
Y ahora la que más nos interesa explicar en este momento: la Comisión. Esta busca esclarecer la verdad sobre lo que pasó en Colombia en más de 50 años de conflicto armado. Sus funcionarios se encargan de entrevistar a raimundo y todo el mundo (víctimas de las Farc, del paramilitarismo, de las fuerzas militares, políticos, expresidentes, excombatientes de las Farc, exAuc, empresarios, líderes sociales, periodistas, etc...) para luego contrastar todos esos relatos (y otras cositas más) y entregarle al país una versión juiciosa y rigurosa sobre lo que ha sido la guerra en Colombia, desde tantas perspectivas.
Seguramente muchos se estarán preguntando: ¿Y eso para qué sirve?
Pues bien: la verdad es el primer paso para garantizar que esos hechos no se repitan, para que las víctimas puedan encontrar respuestas a las preguntas que se han hecho por décadas y para entender con profundidad el entramado de la guerra, que va más allá del enfrentamiento entre unos grupos con otros. Para las víctimas, además, la justicia (o la cárcel) no lo es todo. De hecho, para algunas, es lo menos importante. Lo que buscan es entender por qué vivieron lo que vivieron, qué razones había para seguir la guerra y, en general, recibir explicaciones que por décadas se les han negado.
Todo eso quedará consignado en un informe que deberán entregar las y los comisionados, que en su momento fueron seleccionados por un comité. Se supone que ese documento debe estar listo para finales de noviembre, pero existen peticiones andando para que la Comisión extienda su mandato.
Bueno, la Comisión viene haciendo entrevistas a varios personajes, entre ellos los expresidentes que estuvieron hasta el Acuerdo de Paz, es decir, 2016: César Gaviria Trujillo, Ernesto Samper Pizano, Andrés Pastrana, Juan Manuel Santos y, sí, Álvaro Uribe Vélez, que aunque negó que el diálogo fuera en el marco de la Comisión de la Verdad, lo cierto es que lo fue.
El objetivo de esos encuentros (que algunos han sido privados y otros públicos) es entender cómo fue el manejo del conflicto armado durante sus gobiernos y contrastar sus respuestas para entender el manejo de la guerra desde la presidencia de cada época. No es más. No es para buscar culpables, no es para hacer señalamientos, no es para que se abran procesos judiciales, no es para que pidan perdón a nadie. La verdad es independiente de la justicia. Apunte ahí.
Volviendo al tema, esa es la razón por la que es completamente falso pensar (y tuitear) que el expresidente Uribe podría ser juzgado por la JEP o acusado ante este tribunal por lo que dijo—o no dijo—ante la Comisión de la Verdad, pues aunque hubiese hecho grandes aportes o hubiese llegado a confesar verdades que hasta ahora no son conocidas en el país, nada de lo que allí se diga puede ser elevado a ninguna instancia judicial, porque así quedó establecido en el Acuerdo de Paz, es decir, en la Constitución.
Además, TIENE LA OBLIGACIÓN DE GUARDAR SUS SECRETOS E IDENTIDAD, si así lo desea y lo expresa.
Mire este video que hicimos durante la pandemia, que puede servirle para entender todo:
Una aclaración pequeña: lo que sí puede suceder es que si una persona que está en la JEP sometida cuenta una verdad útil para la Comisión, esta puede ser llamada para la construcción de su informe final.
Ahora bien, eso no quiere decir que sea completamente improbable que Uribe en algún momento pueda llegar a comparecer ante la JEP. Pero la verdad es que esa versión que entregó a la Comisión no es ninguna prueba reina de nada (judicialmente hablando). No caiga en las....
¿Por qué afirmamos que Uribe sí podría ir a la JEP, aunque este tribunal no puede juzgar expresidentes?¿Confundido/a? Tranquilo/a. Vamos paso a paso...
Ya habíamos explicado que a la JEP deben ir obligatoriamente los exguerrilleros de las Farc y los militares investigados por crímenes en el marco del conflicto, como el secuestro, los falsos positivos, el reclutamiento y otros que seguramente usted ha escuchado. Y de manera voluntaria pueden ir los civiles que apoyaron o financiaron a los grupos armados (aquí pueden entrar algunos políticos como alcaldes y gobernadores, senadores, representantes a la Cámara o funcionarios). Sin embargo, los expresidentes tienen un fuero o condición especial.
Desde el principio los expresidentes quedaron por fuera de la competencia de la JEP. En noviembre de 2017, cuando la Corte Constitucional declaró acorde a la Constitución el Acto Legislativo 01 de 2017, con el que entró en funcionamiento la JEP, la Corte sostuvo el fuero constitucional que tienen a los expresidentes y eliminó toda posibilidad de que la JEP los llame a procesos judiciales, incluso, si tienen que ver con el conflicto armado.
Y no sólo a los expresidentes sino a todos los aforados constitucionales: ministros, magistrados de altas cortes, el fiscal general de la Nación, el procurador general de la Nación, el defensor del Pueblo, el contralor general de la República, el vicepresidente. A ellos sólo los puede juzgar la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes o la Corte Suprema de Justicia.
¿Entonces en qué circunstancias podría estar el expresidente Uribe a la JEP?
Algunos dicen que Uribe podría ir a la JEP porque algunas de las investigaciones contra él son sobre hechos presuntamente cometidos cuando era gobernador de Antioquia o senador, antes de ser presidente. Recuerden que el fuero no es para siempre, sólo funciona en el tiempo en el que esa persona es o fue el primer mandatario.
En esos casos, habría una posibilidad de que vaya como un tercero civil, pero de nuevo: ellos sólo entran voluntariamente. Tendría que ser el expresidente quien solicite a la Corte Suprema trasladar su caso a la JEP y ahí se evaluaría si es competencia o no de este tribunal.
Ahora: ¿qué tan probable es que eso suceda cuando el expresidente ha sido uno de los mayores críticos de la JEP y de cualquier entidad creada en el Acuerdo de Paz?
ESPERE: Si desea saber más sobre el encuentro entre Uribe y la Comisión de la Verdad, escuchar otras voces y participar de este debate, le invitamos a conectarse esta noche, 18 de agosto, a las 7:00 p.m. en nuestro Space en el twitter de Colombia+20 donde abriremos micrófono para que varios analistas hablen sobre el tema.
SPOILER: Va estar bueno. Los y las esperamos.