¿Qué dice el borrador del modelo de participación de la sociedad en el proceso con el ELN?
El documento provisional se presentará a la mesa de diálogos en la reunión extraordinaria que se inicia el próximo 20 de mayo. Será la hoja de ruta en el proceso con la guerrilla.
El Comité Nacional de Participación en los diálogos con el ELN ya tiene el borrador del modelo con el que se involucrará a la sociedad civil en ese proceso y que será presentado en la próxima reunión extraordinaria el 20 de mayo. Por ahora, ese documento provisional pasará por varias revisiones y modificaciones para luego quedar en firme como la hoja de ruta para la participación de la sociedad en el proceso de paz con esa guerrilla.
Ese proceso participativo se puso en marcha el 2 de agosto de 2023 con la presencia de 30 movimientos, pueblos étnicos, organizaciones, gremios e instituciones en diversos territorios del país. El objetivo principal fue diseñar el Modelo de Participación, el Plan Nacional de Participación, además de un conjunto de recomendaciones para la Mesa de Diálogos para la Paz.
En ese contexto, el borrador fue construido en el Comité Nacional de Participación y en su fase de diseño se llevaron a cabo 78 encuentros con una participación total de 8.465 personas representantes de 3.132 organizaciones sociales de los 30 sectores de la sociedad que conforman el Comité, en 35 ciudades y municipios de Colombia, 3 ciudades de Europa y 19 cárceles del país.
Según se lee en el borrador del modelo, en la fase de creación se recibieron alrededor de 8 mil propuestas sobre criterios, alcances, escenarios, poblaciones y metodologías que fueron sistematizadas en 29 informes. Ese documento está siendo revisado por los miembros que componen el Comité de Participación y posteriormente será presentado en la reunión extraordinaria.
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“Aquí se plasma un modelo construido a 8 mil voces que contempla la participación como concepción que se traduce en mecanismos para construir individual y colectivamente una sociedad justa en lo económico, lo político y lo ambiental”, indica el borrador.
La idea es que tras la presentación de esta fase de diseño, las partes en la mesa puedan firmar el acuerdo del punto de la agenda, que es justamente el de participación. De acuerdo con fuentes cercanas al proceso, en un acto público en Bogotá se dará a conocer todas las propuestas que queden consignadas.
Sin embargo, la situación actual de la mesa por cuenta del diálogo paralelo que lleva el Gobierno con Comuneros del Sur, un antiguo frente del ELN que ya rompió relaciones con esa guerrilla, deja dudas sobre si en esa reunión extraordinaria podría avanzarse en ese punto.
La hoja de ruta en la participación
La primera versión del documento de 10 páginas, que es el primero de tres, plantea ejes temáticos sobre las transformaciones que se van a priorizar, según lo que se acordó con los participantes en el proceso.
Por un lado, el eje político señala que las transformaciones tendrán que apuntar a las garantías de justicia, dignidad y bienestar. Para ello, se propone una “democracia directa, redistributiva, poder social y poder popular y ciudadano”. Así mismo, señala la necesidad de transformar la “doctrina de seguridad y reforma a la actuación de la Fuerza Pública”. Sobre los actores armados, el documento borrador propone el “desmonte de toda forma de paramilitarismo, así como de cualquier modalidad de coacción armada sobre la población civil y la institucionalidad” y agrega el “desmantelamiento de clanes políticos y grupos criminales y de narcotráfico que controlan la vida política, económica, cultural, y social de los territorios”.
En cuanto al eje económico, las transformaciones planteadas están enfocadas en superar el extractivismo y apostar por el fortalecimiento de las economías locales y las economías populares. Además, integrar el trabajo informal al sistema económico; eliminar las economías ilegales y el narcotráfico y modificar la propiedad, uso y tenencia de la tierra.
El borrador también contempla un eje ambiental en que se contemplan transformaciones relacionadas con la implementación del Acuerdo de Escazú, así como la creación de una Comisión de la Verdad Ambiental; la protección de la biodiversidad, los bosques y patrimonio público ambiental; el uso, protección y cuidado del agua y ecosistemas.
El documento también expone los enfoques diferenciales que se priorizaran en el proceso de participación, así como las garantías fundamentales para llevar a cabo el Plan Nacional de Participación, relacionadas con inclusión, seguridad, logística y operativas. Sin embargo, el borrador ha despertado dudas en analistas que han seguido de cerca el proceso con el ELN, precisamente por las medidas de seguridad que se van a brindar a los que participan en los territorios.
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Por ahora se sabe que el documento provisional será evaluado y presentado del 20 al 25 de mayo en Caracas, Venezuela, donde ambas delegaciones tendrán una reunión extraordinaria. El encuentro se dará en medio de las tensiones y fricciones que tienen a la mesa sumida en una de sus mayores crisis tras los anuncios de esa guerrilla para reactivar los secuestros extorsivos y los anuncios del Gobierno sobre continuar los diálogos con Comuneros del Sur en Nariño.
Aquí se puede leer el borrador
El Comité Nacional de Participación en los diálogos con el ELN ya tiene el borrador del modelo con el que se involucrará a la sociedad civil en ese proceso y que será presentado en la próxima reunión extraordinaria el 20 de mayo. Por ahora, ese documento provisional pasará por varias revisiones y modificaciones para luego quedar en firme como la hoja de ruta para la participación de la sociedad en el proceso de paz con esa guerrilla.
Ese proceso participativo se puso en marcha el 2 de agosto de 2023 con la presencia de 30 movimientos, pueblos étnicos, organizaciones, gremios e instituciones en diversos territorios del país. El objetivo principal fue diseñar el Modelo de Participación, el Plan Nacional de Participación, además de un conjunto de recomendaciones para la Mesa de Diálogos para la Paz.
En ese contexto, el borrador fue construido en el Comité Nacional de Participación y en su fase de diseño se llevaron a cabo 78 encuentros con una participación total de 8.465 personas representantes de 3.132 organizaciones sociales de los 30 sectores de la sociedad que conforman el Comité, en 35 ciudades y municipios de Colombia, 3 ciudades de Europa y 19 cárceles del país.
Según se lee en el borrador del modelo, en la fase de creación se recibieron alrededor de 8 mil propuestas sobre criterios, alcances, escenarios, poblaciones y metodologías que fueron sistematizadas en 29 informes. Ese documento está siendo revisado por los miembros que componen el Comité de Participación y posteriormente será presentado en la reunión extraordinaria.
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“Aquí se plasma un modelo construido a 8 mil voces que contempla la participación como concepción que se traduce en mecanismos para construir individual y colectivamente una sociedad justa en lo económico, lo político y lo ambiental”, indica el borrador.
La idea es que tras la presentación de esta fase de diseño, las partes en la mesa puedan firmar el acuerdo del punto de la agenda, que es justamente el de participación. De acuerdo con fuentes cercanas al proceso, en un acto público en Bogotá se dará a conocer todas las propuestas que queden consignadas.
Sin embargo, la situación actual de la mesa por cuenta del diálogo paralelo que lleva el Gobierno con Comuneros del Sur, un antiguo frente del ELN que ya rompió relaciones con esa guerrilla, deja dudas sobre si en esa reunión extraordinaria podría avanzarse en ese punto.
La hoja de ruta en la participación
La primera versión del documento de 10 páginas, que es el primero de tres, plantea ejes temáticos sobre las transformaciones que se van a priorizar, según lo que se acordó con los participantes en el proceso.
Por un lado, el eje político señala que las transformaciones tendrán que apuntar a las garantías de justicia, dignidad y bienestar. Para ello, se propone una “democracia directa, redistributiva, poder social y poder popular y ciudadano”. Así mismo, señala la necesidad de transformar la “doctrina de seguridad y reforma a la actuación de la Fuerza Pública”. Sobre los actores armados, el documento borrador propone el “desmonte de toda forma de paramilitarismo, así como de cualquier modalidad de coacción armada sobre la población civil y la institucionalidad” y agrega el “desmantelamiento de clanes políticos y grupos criminales y de narcotráfico que controlan la vida política, económica, cultural, y social de los territorios”.
En cuanto al eje económico, las transformaciones planteadas están enfocadas en superar el extractivismo y apostar por el fortalecimiento de las economías locales y las economías populares. Además, integrar el trabajo informal al sistema económico; eliminar las economías ilegales y el narcotráfico y modificar la propiedad, uso y tenencia de la tierra.
El borrador también contempla un eje ambiental en que se contemplan transformaciones relacionadas con la implementación del Acuerdo de Escazú, así como la creación de una Comisión de la Verdad Ambiental; la protección de la biodiversidad, los bosques y patrimonio público ambiental; el uso, protección y cuidado del agua y ecosistemas.
El documento también expone los enfoques diferenciales que se priorizaran en el proceso de participación, así como las garantías fundamentales para llevar a cabo el Plan Nacional de Participación, relacionadas con inclusión, seguridad, logística y operativas. Sin embargo, el borrador ha despertado dudas en analistas que han seguido de cerca el proceso con el ELN, precisamente por las medidas de seguridad que se van a brindar a los que participan en los territorios.
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Por ahora se sabe que el documento provisional será evaluado y presentado del 20 al 25 de mayo en Caracas, Venezuela, donde ambas delegaciones tendrán una reunión extraordinaria. El encuentro se dará en medio de las tensiones y fricciones que tienen a la mesa sumida en una de sus mayores crisis tras los anuncios de esa guerrilla para reactivar los secuestros extorsivos y los anuncios del Gobierno sobre continuar los diálogos con Comuneros del Sur en Nariño.