Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El conflicto armado en Colombia afectó a los entornos educativos de varias formas que incluyeron la instalación por parte de los grupos armados ilegales para el control territorial de minas antipersonal (MAP), munición sin explosionar (MSE) o trampas explosivas (TE). Actualmente grupos armados como las Agc o Clan del Golfo, el Eln y las disidencias de las Farc siguen recurriendo a este mecanismo.
En entornos educativos rurales los docentes y estudiantes día a día se enfrentan a transitar por trochas, entre cultivos y lugares con sospecha de presencia de minas para llegar a sus clases. Claudia Marina Angarita, docente del Centro Educativo Rural el Farache, sede Las Margaritas, en Teorama (Norte de Santander) le contó a Colombia +20 cómo es su travesía día a día para llegar a la escuela con sus ocho estudiantes que tienen entre 5 y 11 años.
Angarita, quien hace parte de la segunda cohorte de más de 100 docentes que iniciaron en agosto de este año su proceso de formación en Educación en el Riesgo de Minas (ERM) con la alianza ‘Pasos Seguros’, explica cómo es el trayecto. “Tenemos que caminar 15 minutos y yo paso a recoger a cada uno de los estudiantes. Nosotros ya sabemos cuál es el camino que debemos seguir, es el que transita la comunidad y solo se puede a pie porque es trocha, no hay carretera. Todos tenemos que irnos en hilera y como docente debo estar pendiente y hacer consciente a los chicos de estar alertas, que entre todos nos debemos cuidar. La zona por la que transitamos es panelera entonces en algunas partes pasamos por cañales, que mantiene todo el tiempo cubierto de plantas, entonces muchas veces uno no ve lo que hay alrededor”.
Le puede interesar: Las afectaciones de la guerra en Colombia para los niños, niñas y adolescentes.
Las dificultades de acceso a ámbitos escolares por presencia de minas antipersonal se vive en diferentes escalas en 30 de los 32 departamentos del país, principalmente en las zonas rurales. Según registros de la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal, entre 1990 y julio del 2022, 12.230 personas han sido víctimas de estos artefactos y el 98% de los casos fueron en zonas rurales. La mayoría de los casos se dieron en Antioquia (2.644 víctimas), Meta (1.148 víctimas), Nariño (1.057 víctimas) y Norte de Santander (962 víctimas).
“Las minas antipersonal continúan siendo artefactos explosivos utilizados principalmente por el Eln, las Agc o Clan del Golfo y los grupos residuales o disidentes de las Farc, en sus estrategias de control territorial”
Informe número 33 sobre el seguimiento al posconflicto colombiano de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de los Estados Americanos (MAPP-OEA)
En el volumen No es un mal menor: niñas, niños y adolescentes en el conflicto armado del Informe Final de la Comisión de la Verdad, se incluyó un apartado sobre violencia en los entornos escolares. Uno de los casos es la presencia de minas antipersonal en estos entornos y cómo esta situación no solo vulneró el derecho a la educación, sino también al juego. “Cada vez que el balón caía a alguno de los costados, toteaba una mina, ahí es cuando me entero de que la escuela estaba minada. Los chicos sabían más o menos en qué lugares estaban y, bueno, se perdían mucho los balones”, afirmó una docente del municipio de Rionegro (Santander) a la Comisión de la Verdad.
Para Raquel Vergara, coordinadora Nacional del Componente de Educación en el Riesgo de Minas de la Fundación Barco, la presencia de estos artefactos en contextos escolares vulnera el derecho a la educación y al juego de niños y niñas y por eso, la escuela debe ser una aliada en procesos de prevención y educación.
“Se está afectando el derecho a la educación, muchos niños y niñas tienen que transportarse durante muchas horas, con mucho cuidado para no resultar víctima de algunos de estos artefactos explosivos, incluso, algunos no vuelven a la escuela porque los territorios están contaminados. La escuela se volvió un gran aliado para poder mitigar el riesgo de esos artefactos explosivos a través de la educación y la competencia del autocuidado”, resaltó Vergara.
Es por la persistencia del riesgo de afectaciones por minas antipersonal en contextos escolares que en 2020 la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Descontamina Colombia e Icontec crearon la Norma Técnica 6481 de Educación en el riesgo de Minas Antipersonal para buscar que las escuelas y entornos educativos sean lugares seguros y protectores para los niños, niñas y adolescentes. Para ello, se fomentó el modelo de Educación en el Riesgo de Minas (ERM) para formar a docentes; niños, niñas y adolescentes; padres y madres de familia; y directivos docentes en el autocuidado frente al riesgo por la presencia de artefactos explosivos.
“La formación para hacer educación en riesgo de minas, a veces, es un poco larga. Los docentes están ubicados en zonas muy lejanas, salir de las aulas y dejar a los niños solos no es viable y poder formarlos para que puedan incluir todos los temas de educación en el riesgo es muy complejo. Por eso creamos un curso virtual básico que funciona online y offline. Es decir, el maestro puede acceder desde un computador al contenido o se lo entregamos en una memoria USB con todo el material”, explicó Vergara quien también es coordinadora nacional de la alianza ‘Pasos Seguros’, que desde 2009 ha buscado aportar en la ERM y creó el ‘Curso On-line Masivo y abierto (MOOC) de Educación en el Riesgo de Minas Antipersonal, Munición sin explotar y trampas explosivas’.
“Yo me cuido y cuido a los demás”: el curso virtual para formar docentes en riesgo de minas
A través de cinco módulos llamados introducción y sensibilización; mi práctica docente en ERM; pasos seguros en el territorio; pasos seguros en el aula escolar; y cierre, las y los docentes pueden acceder a material de video, presentaciones y documentos guías para abordar los temas. En 2020 fue el piloto de este curso virtual y contó con la participación de 60 docentes, aproximadamente, con quienes se construyeron las mejoras del proceso de formación, pero en 2021 se lanzó oficialmente.
“Esta es una preparación donde el docente es el protagonista del aprendizaje. El curso dura 24 horas pero cada quien lo hace en el tiempo que estime necesario. Por ejemplo, un módulo puede durar entre una semana y media o dos, y dentro de cada módulo tenemos un proceso de acompañamiento con los docentes”, resaltó la coordinadora.
Edwin Torres, coordinador del Instituto Educativo Marco Fidel Suárez de El Zulia (Norte de Santander) es uno de los tres docentes de su institución que está realizando el curso y para él, ha significado una herramienta central en la construcción de los planes para la gestión integral del riesgo escolar. “El contenido es didáctico con el que uno aprende pero incluso, sabe cómo luego transmitirlo con esa tranquilidad porque este no es un tema nuevo para comunicarnos. Nosotros no contábamos con ningún plan de contingencia relacionado con este elemento y hoy por hoy, es una de las diferentes fortalezas que permite dejar ver este proceso como una ruta integrada, no solamente replicada por los estudiantes por una única vez, sino que se pueda continuar con un proceso reiterado”, explicó el coordinador.
Este año se sumaron más de 100 docentes de 11 municipios de Norte de Santander, Arauca, Meta, Valle del Cauca y Nariño a ser parte del proceso de formación que inició en agosto. Desde el inicio del curso, han contado con la participación de 246 educadores ubicados en 30 municipios de estos departamentos y también del Chocó.
Para docentes como Leonardo Micanquer de la Institución Educativa Técnica Pangús del municipio de Los Andes (Nariño), la amenaza de un accidente por mina antipersonal, munición sin explosionar o trampa explosiva es constante por lo que hay que estar alerta.
“El contexto de conflicto armado fue lo que me motivó a hacer este curso. En el municipio en el que estoy trabajando no hay una situación muy compleja pero sí lo hay alrededor, el conflicto ha ido escalando, no podemos bajar la guardia. Solamente tenemos una ruta, un único camino para llegar por trocha a la institución y son casi 2 horas desde el casco urbano de Andes, quienes salen de Pasto pueden gastar hasta 4 horas”, explicó el docente quien es uno de los ochos profesores de esta institución que actualmente está realizando el curso virtual.
Lea también: El Informe Final de la Comisión de la Verdad llega este viernes a los colegios.
El proceso de formación virtual que tienen los y las docentes también cuenta con un acompañamiento virtual y presencial para resolver dudas, guiar las actividades y evaluar la parte final, que es una clase en vivo aplicando lo aprendido. Lianid Amaya es una de las gestoras del municipio de Teorama (Norte de Santander) y en entrevista con Colombia +20 explicó las dificultades que tiene para llegar a cada una de las instituciones, pues son recorridos de más de cuatro horas.
“Nosotros inicialmente hacemos una evaluación de vulnerabilidades y necesidades directamente con la alcaldía municipal, las comunidades, los líderes de las veredas y los docentes. La señal no siempre es buena, así que toca por WhatsApp. Llegar a las comunidades no ha sido fácil, las quebradas que se crecen de un momento a otro, nos toca prevenir accidentes, entre otros retos que tenemos que resolver a diario, pero el amor por este trabajo y salvar vidas nos hace fuertes y resilientes”, resaltó Amaya.
Lea: Las recomendaciones de la MAPP-OEA para una paz completa en Colombia.
Además, la presencia de los grupos armados ilegales ha obstaculizado la llegada de jornadas de Educación en el Riesgo de Minas (ERM) en Antioquia, Chocó, Nariño, Norte de Santander y Valle del Cauca, según documentó la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de los Estados Americanos (MAPP-OEA) en su informe número 33 sobre el seguimiento al posconflicto colombiano.
Al finalizar el proceso de formación y acompañamiento, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz es quien emite los certificados de las y los docentes de educación en el riesgo de minas de un nivel básico, que los habilita a difundir información e incorporar los materiales pedagógicos a sus clases.
El propósito de la alianza entre Usaid, la Fundación Barco, Discovery Communication y Computadores para Educar, que dio vida a ‘Pasos Seguros’, es seguir construyendo programas de Educación en el Riesgo de Minas (ERM). A finales de este año, esperan lanzar un proceso de formación para líderes y autoridades locales, y a inicios del 2023 para población civil como un aporte al objetivo de crear conciencia y capacitar a la población de Colombia sobre la importancia del autocuidado y el conocimiento en ERM.