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El próximo 31 de marzo será el último día de Laura María Ortiz como directora del Museo de la Memoria. Así lo dice en la carta de renuncia que el pasado 24 de marzo le remitió a Darío Acevedo, director general del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). En la misiva no entrega ningún detalle relativo a los motivos de su renuncia.
Ortiz acababa de cumplir apenas dos meses como directora del museo, desde que el pasado 28 de enero se posesionó en el cargo. Venía de trabajar en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, que dirige José Antequera en Bogotá. Consultada por Colombia+20 sobre su renuncia a la entidad, la funcionaria sostuvo que no se pronunciaría al respecto.
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Había llegado al cargo dos meses después de que Laura Montoya también renunciara a la dirección del Museo tras alegar sabotaje a sus funciones de parte de la dirección general. Montoya también tuvo un paso fugaz por esa dirección, que duró apenas cinco meses.
Y antes de ella ya había renunciado Fabio Bernal, que duró en el cargo poco más de un año; y, a su vez, antes de él había renunciado Rafael Tamayo, el primer director que trajo Acevedo para el museo. De esta forma, ya son cuatro los directores y directoras que pasan por el museo y terminan renunciando meses después.
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Esa situación de inestabilidad tiene en riesgo al Museo de la Memoria, según habían advertido sus propios funcionarios en una carta enviada al director Acevedo cuando renunció Laura Montoya, a finales del año pasado. “Frente a los constantes cambios de director técnico en los últimos tres años, el equipo técnico se ha visto abocado a trabajar en un escenario de inestabilidad e incertidumbre”, explicaban los funcionarios en su carta. Y agregaban que “la falta de continuidad en los procesos de la Dirección Técnica deviene en la fragilidad del proyecto que busca construir un Museo de la Memoria para las víctimas del conflicto armado interno, poniendo en riesgo su consolidación y legitimidad social”.
Esta nueva renuncia pone una vez más en tela de juicio que el Museo de la Memoria vaya a ser inaugurado antes de que termine el actual Gobierno, como lo había prometido el presidente Iván Duque. De hecho, en la carta que hizo pública Laura Montoya cuando renunció, la funcionaria decía que la construcción física de ese museo apenas superaba el 15% de ejecución.
La renuncia de la directora del Museo de la Memoria se suma a la de Fernando Ramírez, director administrativo y financiero del Centro Nacional de Memoria, quien hace varias semanas había dado a conocer a su próxima salida de la entidad.