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Darío Acevedo, exdirector del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNHM), se refirió en su cuenta de X (antes Twitter) a los hallazgos de restos humanos en La Escombrera, la que es considerada la “fosa común a cielo abierto” más grande de Colombia.
Desde hace casi dos décadas, madres, hijas, esposas, primas, nietas, sobrinas y amigas han estado resistiendo frente a la gran montaña de escombros, señalada por las víctimas de la violencia de los años 2000 en Antioquia como un lugar de inhumación clandestina de personas desaparecidas y asesinadas en hechos violentos de esos años.
En un largo mensaje en su cuenta de X, Acevedo calificó el hecho como un “hallazgo incipiente, no estudiado aún” y que es usado por la izquierda para “imponer una narrativa del conflicto”.
“Suena a oportunismo que tendencias de izquierda aprovechen este hallazgo incipiente no estudiado aún, y lo magnifique para imponer una narrativa del conflicto que niega o minimiza la responsabilidad de las guerrillas ELN y FARC y de comandos paramilitares en la violencia sufrida por más de 20 años por los habitantes de la Comuna 13 y la descarguen al cien por ciento en la Fuerza Pública”, afirmó.
El exdirector también dijo que los cementerios y fosas comunes “abundan en Colombia” y que se ha querido orientar que los restos son víctimas del Estado.
“Varios de ellos (de los cementerios y fosas) se han querido documentar como NN víctimas del estado, según el Movimiento de Víctimas del Estado (Movice) que orienta el senador Iván Cepeda. Sus denuncias se quedaron en el campo de la especulación y la propaganda antiestatal. Casos como los cementerios de Granada, La Macarena y cinco pueblos de los Llanos no fructificaron”, afirmó.
Cementerios y fosas comunes abundan en Colombia. Varios de ellos se han querido documentar como NN víctimas del estado según el Movimiento de Víctimas del Estado (Movice) que orienta el senador Iván Cepeda. Sus denuncias se quedaron en el campo de la especulación y la propaganda…
— Darío Acevedo C. (@darioacevedoc) December 23, 2024
Acevedo también dice en su mensaje que la operación Orión se adelantó “para recuperar el control estatal de toda el área” y que le sorprende que se hable de un número fijo de víctimas. Además, dijo que este hecho está siendo usado por el presidente Gustavo Petro como cortina de humo por los escándalos de corrupción que se han dado en su gobierno y que le “achaca” culpas el expresidente Álvaro Uribe.
“Sobre ella (operación Orión), circulan versiones algunas de ellas con sentido propagandístico que hablan ya de más de 500 desaparecidos. Después de varios días de remoción del terreno, en una palada la retroexcavadora sacó a la superficie unos restos. Sorprende que sin concluir el trabajo forense se hable de un número fijo de restos de víctimas de esos acontecimientos trágicos, que sin cumplir todos los pasos técnicos que se deben dar el presidente Petro, quizás en su afán por encortinar el agobio por los escándalos de corrupción que le soplan en el cuello, salga a achacarle culpas de esa, hasta ahora indemostrada cifra, al expresidente Uribe”, dice el mensaje.
Operación Orión es considerada la intervención militar urbana más grande del país, cuando cerca de mil hombres armados, incluyendo efectivos de la Policía, el Ejército, el CTI, el desaparecido DAS y miembros del bloque paramilitar Cacique Nutibara se tomaron la Comuna 13.
Entre el 16 y 19 de octubre de 2002, el operativo se desplegó de manera violenta por los barrios de la comuna para “erradicar la presencia de las milicias guerrilleras en Medellín”. Sin embargo, esta operación dejó familias desplazadas, personas desaparecidas y asesinatos injustificados.
Cuando Orión acabó, decenas de víctimas empezaron a denunciar que los cuerpos de sus seres queridos habían sido arrojados en La Escombrera, pero para las autoridades esto se quedó en simples rumores.
Esas mismas versiones fueron escuchadas años después en el tribunal de Justicia y Paz cuando exparamilitares como Carlos Villa explicaron que el bloque Cacique Nutibara sí había participado en Orión y que algunos cuerpos de las personas asesinadas habían sido arrojados en La Escombrera.
El mensaje de Acevedo finaliza diciendo que condena que la voz de las víctimas sea “usurpada o manipulada por la propaganda politiquera” y que el presidente Petro, la JEP y otros deberán esperar a que se esclarezcan los hechos.
“Quiéranlo o no Petro, la JEP, el ELN, las FARC, los neo gestores de paz de las AUC y los grupos radicales de izquierda, tendrán que esperar: 1. A que termine el trabajo de excavación 2. A que se inicie un largo proceso de identificación, 3. A que se establezcan las circunstancias de los hechos en que se produjo cada desaparición, 4. A que se contraste ese hallazgo con los datos que suministren las víctimas, y 5. A que se esclarezca quiénes fueron los responsables. Entretanto, que entidades como La Procuraduría General de la Nación, la Fiscalía Nacional y su Regional de Antioquia y la Defensoría del Pueblo mantengan una permanente presencia para que se garantice la profesionalidad en todas las fases del procedimiento”, dijo.
Acevedo tuvo la dirección del CNMH entre 2019 y 2022. Entre algunas de sus polémicas está la exclusión del rol de los grupos paramilitares en el conflicto armado en el guion del Museo de la Memoria, la expulsión del Centro Nacional de tres redes de memoria por las críticas y cuestionamientos que las organizaciones de víctimas del conflicto colombiano contra Acevedo tras sus afirmaciones negacionistas del conflicto armado.
En septiembre pasado, la Procuraduría llamó a juicio disciplinario a Acevedo por supuestas irregularidades en la firma de dos convenios para documentar hechos de interés público para el país.
Varias veces autoridades negaron existencia de cuerpos en La Escombrera
El hallazgo en La Escombrera que la semana pasada anunció la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) junto a la Jurisdiccion Especial para La Paz (JEP) y al colectivo Mujeres caminando por la verdad, que reúne a quienes llevan años buscando a sus familiares, reinvidica justamente las voces de cientos de mujeres que fueron minimizadas. Varias autoridades y administraciones de la capital antioqueña negaron por años la existencia de cuerpos en La Escombrera e incluso pusieron muchas trabas para avanzar en la búsqueda de estos restos.
“Tengo emociones encontradas, pero es importante mostrarle a todo un país, que conoce la historia de la Comuna 13, que nosotras siempre hemos dicho la verdad. Hemos resistido en que no éramos ni unas viejas locas ni unas guerrilleras”, dijo a Colombia +20 Luz Helena Galeano.
El hallazgo de las primeras estructuras óseas en La Escombrera es la puerta de entrada para un intenso trabajo de búsqueda, pues se estima que en ese lugar habría por lo menos 500 desaparecidos.
En 2016, el entonces alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, trancó el plan de una excavación tras un estudio entregado por la emprea española Falcon High Tech, que fue contratada por “Fico” para ubicar los restos óseos. No obstante, la conclusión de la empresa extranjera fue que en La Escombrera no había cuerpos.
“Él se inventó y trajo unos españoles que dijeron que no era necesario buscar acá porque los georradares habían mostrado que no había cuerpos acá, pero hoy les estamos demostrando que nosotros teníamos la verdad desde que empezamos a levantar nuestras voces”, dijo Galeano.
Solo hasta 2020, la JEP dictó medidas cautelares con la que se prohibió cualquier tipo de explotación en la zona acordada y en 2022 se retomaron las excavaciones. Esas mismas que dos años después empiezan a dar hallazgos sobre los clamores de las mujeres buscadoras.
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